Partida Rol por web

Polvo eres, y en polvo te convertirás

[Prólogo] - Hechos 20:22

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14/12/2021, 20:39
Aurora Díaz

Aurora había llegado cabalgando a la villa, con el resto de caballeros. Su asturcón parecía brioso y enérgico, como si quisiera echar a galopar en cualquier momento. Le habían informado de las órdenes y del error en ellas, realmente un artillero u otro poco importaba, pero si esas eran las órdenes, se cumplirían, pues los deslices pequeños pueden conducir a otros más grandes, y el descuido pequeño puede abrir la puerta a descuidos mayores. 

Además, le habían hablado de sus nuevos compañeros, y su fama ya les precedía. Había oído cuentos confusos, un lobisome, muertos que caminaban, cosas que parecían historias de viejas. Pero para cuando su asturcón llegó levantando el barro hasta ellos, el Pater estaba declamando todo aquello, y parecía que el tiempo de los portentos y los monstruos realmente se les había echado encima. 

La artillera descabalgó junto a ellos, y poco después fue seguida por otra mujer. Aurora era una mujer alta y atlética, parecía corpulenta, aunque era difícil de decir con la armadura puesta, una armadura, como las de todos, de impecable calidad y cuidado. Se movía con seguridad y pasos pesados, y a la espalda llevaba una enorme vengadora, con sus cañones asomando tras uno de sus hombros y los enormes cargadores en el cinturón, uno de ellos marcado con símbolos de pureza en tinta blanca y sangre de cordero. Por el otro hombro, asomaba la empuñadura de un enorme montante, un espadón de dos manos con abundantes marcas en el pomo y la empuñadura. Solo Dios sabía cómo podía con todo aquello además de la mochila, pues las alforjas de su asturcón estaban notablemente vacías. 

Cuando se acercó y pudieron verla mejor, pudieron observar que era una mujer joven y morena, con ojos brillantes y una mandíbula contra la que alguien podría partirse el puño. Tenía una expresión dura, y el rasgo más notorio sin duda era el gran zarpazo que le cruzaba el lado derecho de la cara. La mujer que la seguía era algo más pequeña y llevaba menos cosas. También era morena y con ojos oscuros, y tenía una expresión melancólica, sombría. 

-Bienhallados, mis señores. Veo que son graves las nuevas que hay por aquí. Por suerte, el Pater tiene razón en que las pruebas de temple son lo que salvará nuestras almas al final. 

-Soy Aurora Díaz, artillera y custodia de esta Vengadora, y ella es Ana Valar, mi ayudante de campo. Será un placer servir con vosotros. Ah, y ese-dijo señalando al asturcón, ante la pregunta de Ordoño-es Othar, mi compañero. No os preocupéis, porque siempre le cuido mejor que a mí misma. -dijo, respondiendo a los saludos de los demás asintiendo con la cabeza, para luego citar-"Tu caballo es tu siervo, respétalo"

No tardaron mucho en ponerse en marcha, y Aurora y Ana salieron al trote junto con sus nuevos compañeros. 

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14/12/2021, 20:39
+++ Director +++

A pesar del estado de la gente, la conversación no dio ya para más, los avisos que recibió Jorge los interiorizó y los suyos hicieron lo propio, descabalgaron y se prepararon para descansar en Villa Vieja. No hubo despedida como tal, solamente asentimientos de cabeza, firmes con una clara declaración de intenciones. Que Dios esté con vosotros y con vuestro espíritu. 

El clibanarii de Teodoro fue dejando atrás la villa donde empezaron a descubrir la nueva realidad de Santa Isabela, de su mundo y hogar, de un lugar que juraron proteger hasta la última gota de su sangre, pero esta vez, ni los niños corrieron siguiendo a los caballeros, a pesar de haberlos salvado del lobisome, aún tenían las heridas frescas.

Notas de juego

Hechos 20:22

Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual el Espíritu Santo os ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la cual Él compró con su propia sangre. Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre vosotros que no perdonarán el rebaño, y que de entre vosotros mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos.

 

100 px por fin de escena