Partida Rol por web

Conseguís subir hasta la parte superior del pequeño desfiladero. Serbal, incapaz de trepar, se queda en el camino y empieza a gruñir. Un sonido grave, agresivo, que no presagia nada bueno. La sombra que antes vio el explorador se hace ahora evidente ante vosotros. Un gran lobo os corta el camino hacia la plataforma desde la que podríais ver a Yi Fan. Junto a él, otros tres lobos algo más pequeños gruñen mientras os miran con el pelo erizado. Un movimiento algo más arriba os llama la atención y veis el pelaje de otro de los cánidos entre dos rocas.

- Espero que tu gato sepa lo que hace - dice Henry a Areth al ver cómo su mascota salta hacia las rocas, desapareciendo por uno de los laterales. Sonríe mientras busca más lobos con la mirada. - Parece que nos han preparado una pequeña fiesta de bienvenida. Pero si queremos volver atrás hacia el dindavara, o nos abrimos paso luchando o tendremos que volver al camino.

El lobo más grande os mira con sus enormes ojos amarillos. Eleva la cabeza y emite un aullido que rasga el silencio de la noche y os pone la piel de gallina.

Obviamente no... - Pienso respondiendo a Henry - Como yo. 

Sigo caminando disimuladamente, momento en el que los lobos se ciernen sobre nosotros con un terrible aullido.

Sonrío divertido sin parar de caminar, lentamente. Me giro lentamente. Ladeo la cabeza, como confundido y clavo los ojos en el lobo. Me muevo rápidamente y desenvaino el mandoble a una velocidad equiparable a la del dindavara, a pesar de ser un espadón más largo y sensiblemente más ancho.

Con un golpe frontal proyecto mi fuerza contra el mayor de los lobos, con la intención de sacar el filo por su rabo.

Yi Fan habría esperado que un grupo de salvajes Truil, los que se hacen llamar Cazadores de la Noche, cayeran sobre él como alimañas. Habría esperado eso. Sin embargo se encuentra ante lo que parece ser un sólo hombre... que no parece tener interés en acabar con una presa fácil, sino que muestra más bien curiosidad.

¿Estos son los "salvajes" Truil? ¿Alguien que conoce el idioma Uld? ¿La cultura Dindavara? Yi Fan se siente desconcertado y nota como su aplomo se tambalea, sobre todo cuando oye el aullido de los lobos.

Si no me matas tú, lo harán los lobos. Responde con la voz rota, ya que acaba de darse cuenta que a la distancia a la que está el hombre de él, si Anguy o Martha estuvieran al acecho, seguramente ya hubiesen disparado, lo que significa que probablemente está sólo en esto, y que tendrá que arreglarselas por su cuenta para sobrevivir.

Y tú no tendrás las respuestas que buscas...

El truil se queda callado un momento, escuchando.

- Mis lobos no te harán nada. Al menos no hasta que yo se lo pida - su tono parece endurecerse por un momento mientras continúa hablando. - Lo cual, dado que tus compañeros pretenden volver sobre sus pasos puede que ocurra antes de lo que había pensado si llegan a dañar a alguno de ellos.

Un nuevo aullido retumba en las piedras del desfiladero no muy lejos de vuestra posición. ¿Es posible que los lobos estén informando a este hombre de lo que hace el resto de tu grupo?

Notas un leve golpe en el pecho y reaccionas a tiempo para agarrar lo que te ha golpeado. Parece una bolsa de cuero con algo en su interior. Te recorre un escalofrío al darte cuenta de que no has llegado a verla. ¿Qué habría ocurrido en el caso de ser un arma arrojadiza?

- Pero si me voy a enfrentar a ti, no quiero comerme el corazón de un guerrero lisiado. Mis lobos me avisaron de una bandada de schenvemlig. Eso te aliviará la vista... - Dice, supones que refiriéndose al contenido de la bolsa. - Ahora dime, ¿me dirás qué habéis venido a hacer aquí o le digo a mis lobos que acaben con vosotros?

Por primera vez escuchas un ligero gruñido a su lado. Parece que, después de todo, tu interlocutor no está solo. El gruñido se transforma en un aullido al viento pero ninguno de vosotros habla el idioma de los lobos para saber qué dice.

Un aullido responde al lobo en la lejanía mientras Areth se lanza al ataque. Henry se encoge de hombros y, sonriendo, se lanza a su lado, aunque no intenta atacar a los lobos, sino que se queda junto al guerrero para cubrirle las espaldas y evitar que le rodeen.

El enorme lobo gruñe mientras se echa a un lado y varios de sus compañeros saltan a su lado. Parecen retirarse ligeramente ante la carga de Areth, esquivando su ataque, pero no se lanzan sobre el uld como todos parecían esperar, sino que empiezan a caminar a un lado y a otro, esperando. Un nuevo aullido resuena entre las rocas y veis más lobos saliendo en el desfiladero. Hay al menos diez animales a vuestro alrededor.

- Se mueven así cuando protegen su territorio Areth - avisa Martha mientras descuelga su arco, no muy convencida de si debería sacar una flecha o no. - Si retrocedemos no harán nada.

El gruñido de Anguy junto a la exploradora parece corroborar sus palabras, mientras que los ojos amarillos del enorme lobo que parece el líder de la manada se clavan en el guerrero, esperando su reacción.

El mensaje telepático de Fawkes no se hace esperar. Al ver que no podríais llegar hasta vuestro compañero, se alejó saltando entre las rocas para informarte de lo que ocurre más atrás.

- Areth, estoy viendo a Yi Fan. Está hablando con un truil acompañado por dos enormes lobos. La situación parece tensa pero de momento Yi Fan no ha desenvainado su arma y la lanza del truil no le está apuntando.

Sabiendo la habilidad del dindavara para atacar, el hecho de que no haya desenvainado su dinda no es precisamente significativo.

Tengo una mano en la cintura pero sin saber que hacer, Areth se ha tomado el aullido como una ataque personal, cuando para mi es una clara invitacion a marcharnos. Miro a ambos lados para ver que hacen mis compañeros, los latidos me empiezan a subir mientras me preparo para defender mi vida, cuando mas y mas lobos aparecen a nuestro alrededor.

- Esto no pinta bien...- susurro casi para mi.

Retrocedo refunfuñando, intentando mantener la calma, mientras murmuro por lo bajo - Ah, claro... gracias por avisar a tiempo. - Guardo el mandoble lentamente, y añado mirando para mis compañeros: -Yi-fan está hablando con un truil acompañado con dos lobos de considerable tamaño. El truil lleva una lanza, y Yi -Fan no ha desenvainado... Parece que la situación es tensa, pero, ¿Desde cuando los truil hablan la lengua de Uldnatch?

Con cuidado, Yi Fan abre la bolsa que el desconocido le ha lanzado y busca en su interior para llevarse lo que contenga a la boca sin mediar palabra. Está convencido de que no le hará ningún mal. Si hubiese querido matarlo, ya podría haberlo hecho.
El Dindavara mastica con fuerza y luego traga, aguzando el oido para intentar adivinar si hay más lobos a su alrededor además del que ha gruñido.

Buscamos descubrir las posiciones actuales de los Caras Azules en este lado de la frontera. Responde en voz alta. Yi Fan no acostumbra a mentir, pero tampoco tiene intención de revelarlo todo a primeras de cambio.
Si eres uno de los que llaman Cazadores de la Noche, entonces no tenemos nada en contra tuya...

Espera que las relaciones entre estos dos Clanes Truil sean tan tensas como las de algunas familias de Dindavara. Si no es así, o si los Cazadores de la Noche también consideran a los Ulds como enemigo mortal, entonces Yi Fan debe prepararse para luchar por su vida...

El saco contiene una especie de pasta. Coges un poco y te lo llevas a la boca. El sabor es amargo, casi tanto como la sensación que te deja la carcajada del truil.

- ¡Jajaja! Será mejor que te frotes los ojos con eso... Es tu vista la que está afectada, no tu estómago. - Haces caso al truil y te echas la pasta sobre los párpados. - Supongo que en Dindavara os enseñarán a luchar mejor que a curaros, porque si no ya os habrían conquistado varias veces...

Esperas un momento antes de limpiarte el ungüento y el truil sigue hablando.

- Algunos clanes de Caras Azules son nuestros aliados. Otros no. Si no los Ulds no se hubieran empeñado en expulsarnos de nuestras tierras es probable que nuestras tribus entrasen en guerra. Pero de momento tenemos un enemigo común...

Poco a poco la visión parece restablecerse. Sigues viendo algo borroso, pero al menos consigues distinguir las formas con suficiente precisión. El hombre que tienes en frente va vestido con un jubón de cuero y lleva una larga lanza. El asta de la lanza está apoyada en el suelo, en una posición que no resulta amenazadora. Junto a él hay dos enormes lobos, mucho más grandes de lo habitual. Habías escuchado sólo a uno de ellos, que te mira con el pelo erizado. El otro te observa, quieto como una estatua, perforándote con sus ojos amarillos.

- Ahora dime, ¿por qué un dindavara trabaja con los ulds? Pensaba que esta guerra os beneficiaba, pues mientras Uldholm luche en esta frontera no decidirá expandirse hacia el norte. - Nuevamente el "salvaje" te sorprende. No esperabas una visión política tan amplia de un truil.

Dais unos pasos hacia atrás y volvéis al camino. Los lobos siguen gruñendo, pero no hacen amago de atacar. Cuando volvéis a vuestra posición inicial os fijáis cómo se acercan a lo alto del desfiladero, vigilando el camino de vuelta. Serbal, con el pelo erizado y el rabo bajo, se acerca a Anguy cuando bajáis a su nivel y emite un profundo gruñido.

Henry mira a Areth arqueando una ceja.

- Bueno, si tú pudiste aprender Uld, no debe ser tan difícil... Pero, ¿cómo sabes todo eso? - Pregunta. Luego se para a pensar y sonríe. - ¡Ah! Ya decía yo que tu gato era más inteligente que tú. Había notado algo raro en él, pero no sabía exactamente qué era...

Se vuelve hacia el camino y mira a los lobos en lo alto.

- No parecen muy dispuestos a dejarnos pasar por las buenas - dice. - Pero deberíamos llegar hasta Yi Fan. Aunque ahora no tenga problemas, nunca se sabe.

Mira a Anguy y Martha, esperando una posible alternativa. Los exploradores se encogen de hombros, con su vista afectada por el veneno de los murciélagos no pueden buscar otra ruta para volver atrás. Martha señala el camino con uno de los extremos de su arco, pero uno de los grandes lobos salta entre las piedras para colocarse en la mitad del desfiladero, mirandoos desafiante.