Partida Rol por web

El sacerdote parece apreciar tu gesto y tus palabras y te devuelve el saludo con una inclinación de cabeza.

- Tú cumplirás tu palabra, pero no puedes confiar en que todos los demás lo hagan. - Te avisa mientras te alejas. - Ten cuidado, Yi Fan Meiren, pues para muchos ese objeto puede valer más que la propia vida.

Por descontado, mucho más que tu vida para la mayoría de la gente que conoces en Uldnacht. Durante un momento te preguntas cómo de seguro puede ser llevar ese medallón por la ciudad y qué efecto puede tener en los hechiceros que se aproximen a ti.

Yi Fan y Fender salen juntos de la cueva. En el exterior, Areth ha seguido charlando y bebiendo con los compañeros de Fender. Durante su conversación ha descubierto que forman parte de un grupo de bandidos, pero que su líder, Fender, parece tener algunos asuntos que solucionar en la capital. Las cosas que se hacen por despecho... susurra uno de los bandidos cuando hablan de su viaje.

Henry no se ha separado más de unos metros de la entrada a la cueva y parece aliviado cuando ve salir al dindavara y su rostro recupera su clásica sonrisa cínica. Claro que sería complicado decir si deja de estar en tensión por ver a Yi Fan o al medallón que lleva en la mano.

- Realmente pensé que íbamos a tener que enfrentarnos a ese tipo - dice Fender al guerrero mientras salen de la cueva. - Y por lo poco que sé de él, no debe ser un oponente fácil. - Casi instintivamente, su mirada se dirige un momento a la pierna herida de Yi Fan.

Camináis hacia el grupo de Areth y los compañeros de Fender. - ¿Todo en orden por aquí? - pregunta a sus hombres, que interrumpen la charla al ver a su jefe.

Un par de gestos es suficiente como para indicar que todo está bien. Al parecer se conocen bastante entre ellos y no es la primera vez que salen juntos por la frontera.

Yi Fan guarda el Medallón en su cinto ante la mirada de Henry. Sabe que el asesino tiene preguntas, pero con un gesto, el Dindavara le da a entender que tendrá que esperar un poco más si quiere respuestas.

Porque ahora, lo que quiere es tratar con Fender el tema de los asuntos sin solucionar que el líder de los bandidos tiene en Uldnacht, y que implican directamente a Yi Fan...

¡Yi-Fan, amigo! Has tardado una eternidad en salir. Un minuto más, y habría entrado a sacarte. -Areth ríe ruidosamente, mientras empina la bota de vino para darle un largo trago- Dos minutos, a lo sumo.

Realmente, parezco más bebido de lo que estoy. Disfruto al ver la expresión intranquila de Henry, sabiendo que el medallón está en el bolsillo del Dindavara, y no en el suyo. Sufre, rechina los dientes, cabrón afeminado.

Fender asiente a las palabras de Areth mirando a Yi Fan, como si aún no se creyese que han salido de la cueva sin un enfrentamiento.

- Supongo que necesitas una explicación por mi parte. Después de todo, has accedido a ayudarme, - le dice a Yi Fan mientras se sienta con Areth y sus hombres. - Hace años se unió a nuestro grupo una mujer, Biza. Escapaba de un matrimonio concertado en Uldnacht y la acogimos como uno de los nuestros. Durante mucho tiempo compartió nuestro hogar, nuestra comida... y mi lecho. - Su rostro se encoge de dolor por un momento. - No penséis que era una simple amante, pues mientras vivió conmigo lo fue todo para mí... Le empecé a enseñar los secretos de mi espada, que tanto me costó aprender y desarrollar yo mismo, y le dí todo lo que tenía, aunque en ese momento no era mucho.

Su rostro se ensombrece un momento, recordando.

- Pero nos traicionó - sentencia bruscamente. - Nuestra vida no era lo suficientemente lujosa para ella y decidió volver con su familia. - Niega con la cabeza. - Pero mi venganza no es por haber sido abandonado. Se fue en medio del invierno, durante la noche, llevándose la mayor parte de nuestras provisiones. Fue una época dura y no todos sobrevivimos a ese invierno... - El semblante sombrío de Fender se contagia a sus compañeros.

- Durante mucho tiempo pensé en vengarme, arrebatarle todo lo que tiene, acabar con su familia y su riqueza... - Mira al dindavara, ligeramente avergonzado, y lleva su mano a la empuñadura de la espada. - Pero esas no son las enseñanzas de mi maestro... Quiero enfrentarme a ella en un duelo, espada contra espada, pero esa vívora recurrirá a su magia para salir con vida. - Señala la bolsa de Yi Fan. - Para eso necesito el medallón, para asegurarme de que será un combate justo. Ahora que sabemos cómo funciona, podré enfrentarme a Biza y dejar que sea el acero quien hable por la justicia.

Henry sonríe, pues no le pasa desapercibida la paradoja del bandido honorable hablando de justicia. Sin embargo, el mundo es a veces mucho más complicado de lo que debería y la vida acaba poniendo a la gente en situaciones que no habría esperado.

- Así que sabéis cómo funciona ese medallón... - dice. - ¿Qué es exactamente lo que hace? - pregunta a Yi Fan.

Fender se vuelve hacia el dindavara, dejando que sea él quien conteste.

Me concentro para poner sobre aviso a Fawkes.

Pon las orejas tiesas, peludo. Creo que esto puede interesarte. Por si algún día quieres dejar de comer raspas en al basura, y dejar de follarte gatas en los callejones...

Bien pensado, eso último no está tan mal.

Según el sacerdote, el Medallón detecta y cancela la magia. Responde Yi Fan sin entrar en más detalles, sabiendo que mantener a Henry en la ignorancia le dará cierta ventaja sobre el asesino. Nada que no supiéramos…

Se acerca al petate que dejó junto a un árbol cercano y se lo echa al hombro. Al mismo tiempo cruza una mirada con el bandido y asiente, dando a entender que está listo para seguirle en cuanto Fender y sus hombres se pongan en marcha.

No obtendremos nada más aquí. Saca de manera indiferente una cantimplora y toma un corto sorbo de agua. Es hora de partir.

Henry sonríe y mira a Yi Fan un momento.

- Está bien, dindavara... Puedes agradecerle a Asceltis que me pidiera que te mantuviese con vida. Pero si se te ocurre insultarla de la misma manera que acabas de hacer conmigo, acabarás rezando por una muerte rápida.

Su tono no contiene la más mínima traza de amenaza. Ha luchado junto a Yi Fan el tiempo suficiente como para respetar las capacidades marciales del guerrero, y él mismo ha demostrado estar a la altura en más de una ocasión. Sin embargo, pronuncia la última afirmación con una calma y certeza absolutas. Tal vez considere que Yi Fan y él están en un nivel similar, pero desde luego parece colocar a Asceltis muy por encima del resto de los mortales.

Fender observa al dindavara y el uld, viendo cómo parece que saltan chispas entre ellos. Sin embargo, no hace el más mínimo amago de moverse por el momento. No está muy seguro de si la conversación ha terminado o si es realmente hora de marcharse, pero no parece tener la más mínima intención de meterse en medio de una discusión de la que poco conoce.

Pruedentemente, mirar de soslayo a Areth, esperando a ver si una intervención del guerrero puede relajar el ambiente. Sin embargo, habiendo visto cómo Henry se separaba del grupo mientras Yi Fan entraba a la cueva, no le parece muy probable que así sea.

Areth se dirige a Henry. Aparenta estar más borracho de lo que está. Con tono jovial, dice:

-Eh, eh, tranquilízate, Henry. Aquí nadie ha insultado a nadie. -*Sonoro eructo*- Si Yi-Fan hubiera dicho, no sé... que eras una maricona con más pluma que un gallinero... Eso, ¡eso sí sería un insulto! -Recostado, con la mano que no me ve agarro la empuñadura de uno de mis cuchillos, por si se le ocurre hacer alguna tontería. Si Henry me cree tan borracho y estúpido como para pillarme desprevenido, se va a llevar una sorpresa.

-Pero el caso es que no ha dicho nada de eso, así que no hay ofensa.- Mantengo mi aire despistado, pero estoy tenso para reaccionar si Henry salta hacia mí.-Así que no hace falta que hables de muertes ni rápidas, ni lentas... No hace falta que amenaces a nuestro callado amigo. Si intentas algo contra él, no creo que le haga falta ayuda, pero no le va a faltar.

Henry levanta una ceja y sonríe condescendiente. Tal vez alguien tan simple como Areth no sea capaz de ver el insulto en las palabras del dindavara, pero para él ha sido evidente, ya sea por susceptibilidad o desconfianza.

- No he amenazado a nadie, Areth. Sencillamente he resumido lo que haría Asceltis de recibir la misma respuesta a la pregunta que yo he hecho. - Coge una piedrecilla del suelo y la lanza al aire, recogiéndola nuevamente. - Si quisiera enfrentarme a Yi Fan, que no es el caso, apelaría a su honor para batirme en duelo con él. Sería él mismo quien te pediría que no intervinieses.

Mira fijamente a Areth y lanza la piedra lejos, hacia el horizonte.

- Pero Asceltis no me ha pedido que te proteja a ti también. - Curioso. Si lo que dice es cierto, sólo el dindavara cuenta con la protección de la mujer, ya que ni Alex ni Anguy volverán a Uldnacht. - Así que puedes decirle a tu gato telépata que me mantenga vigilado... O puedes pedirle a nuestro "callado amigo" que nos cuente la verdad, ya que estamos juntos en esto y todos hemos perdido a alguien a causa de ese medallón.

Henry sonríe. Por supuesto. Henry siempre sonríe. Pero sólo los necios se fijan en la sonrisa. Yi Fan lleva viajando con el asesino mucho tiempo y sabe que donde debe mirar es a los ojos.

Y sus ojos lanzan una mirada despiadada.

Por supuesto que Henry sabe que no le ha contado todo lo que el Sacerdote del Hueso de Hierro le ha explicado acerca del Medallón. Contaba con ello. Por primera vez en mucho tiempo, el asesino, que tanto sabe al estar más próximo a Asceltis, no posee todas las respuestas. Yi Fan conoce bien la sensación, la lleva sufriendo desde que llegó a Uldholm y comenzó a cumplir los encargos de la mujer del velo. Por una vez, se vuelven las tornas.

Y ahora descubre algo más, algo que le carcomía desde hacía tiempo. ¿Por qué Henry salvó su vida cuando escaparon del territorio Truil? Ahora lo sabe, por orden de Asceltis. El Dindavara sospecha que la mujer tiene planes para él…

Entonces es Areth es quien corta la conversación, con la sutileza de un espadón de hierro oxidado, como es propio en el guerrero. Por un lado, Yi Fan tiene la tentación de llevarse las manos al rostro ante las burdas palabras del mercenario. Por otro, se ve obligado a contener una irrespetuosa sonrisa que pugna por dibujarse en sus labios. Areth siempre tiene ese efecto sobre él.

Pero no va a permitir que Areth se ponga en peligro por él. E insultar a Henry es ponerse en su punto de mira. Así que se interpone de entre los dos, agradeciendo con un leve asentimiento la intervención del mercenario, y dirigiéndose hacia el asesino.

¿La verdad? Mis respuestas serán para Asceltis, sólo para ella. Y responderé a sus preguntas cuando nos veamos cara a cara. No antes…

Henry tendrá que conformarse con eso. De momento tendrá que bastarle. Pero Yi Fan se pregunta cuál será la reacción del asesino cuando descubra que se dispone a ayudar a Fender en su duelo contra Biza. Y qué haría si supiera que piensa regresar con el Medallón de nuevo aquí, con la intención de entregárselo a Joseph para que lo destruya…

Pienso en que a Fawkes le gustaría recuperar su forma humana.

Es la oportunidad de su vida, puede que no tenga otra opción de volver a caminar sobre dos piernas. Puedo cumplir mi misión ayudando al mismo tiempo a mi amigo, pero necesito la ayuda del dindavara. Debajo de esa coraza de seriedad parece esconder un buen corazón. Pero Henry no debe saber lo que está pasando. Ahora mismo, la información que posee Yi-Fan es la ventaja que tenemos sobre este fantasmón transexual embutido en mallas.

Fawkes, amigo mío, haré todo lo posible por ayudarte.

El gato te contesta telepáticamente.

- Gracias, Areth. Sin embargo, necesitamos saber cómo funciona ese medallón si queremos aspirar a que recupere mi forma humana. Supongo que Yi Fan no tendrá problema en contártelo, pero... - Notas la duda de tu amigo fundirse en tus pensamientos.

- De todas formas, tu hermana y la espada de tu padre son ahora mismo la prioridad. ¿Qué piensas hacer con respecto a Alder? - El secuaz de Asceltis guarda tu espada y se ha atrevido a amenazar a tu hermana si no le das la información que quiere la mujer antes que a ella. ¿Estará traicionando a Asceltis o es una prueba que te están poniendo entre esos dos malditos maquinadores?