Partida Rol por web

Saint Seiya: La Doncella del Inframundo

11B. Inframundo

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21/05/2010, 14:56
Director

El descenso al Inframundo...

La leyenda se ha cumplido una vez más...

Perséfone ha sido arrastrada al Reino de los Muertos...

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21/05/2010, 14:57
Director

¡Ugh!

Te dolía todo. Cuando recuperaste el sentido, la desorientación que sentías era harto preocupante. ¿Dónde estabas? ¿Cómo habías llegado hasta allí?

De pronto, tu mente comenzó a funcionar. Habías sido arrastrado hasta el Inframundo, junto a la pequeña Verité... ¡Verité! ¿Dónde estaba?

Te medio incorporaste, quedando sentado en el suelo. Todo a tu alrededor era desconocido para ti. Oscuridad y desazón, eso era lo que sentías. Un mundo de piedra, muerto, vacío, hueco y a su vez asfixiante. ¿Dónde te encontrabas, en medio de la Nada?

Tras ponerte en pie, y sin saber qué hacer, ni a dónde ir, comenzaste a explorar el entorno, en busca de la pequeña. Verité no se veía por ningún sitio. La idea de que una niña pequeña anduviese deambulando en solitario por un lugar como aquel, hacía que te estremecieras. Debía estar aterrorizada, sola, sin saber qué hacer o a dónde ir.

Eso fue lo que te impulsó a moverte. Debías dar con la pequeña antes de que le sucediese algo.

Caminando, caminando, tus pies te llevaron a través del único camino de desnuda y fría piedra que parecía haber en toda aquella explanada de absoluta frialdad. Y por ese camino, llegaste a un punto que te hizo comprender en qué lugar habías caído. Una puerta, un inmenso portalón parecía darte la entrada al Inframundo. El mismo camino que en un pasado recorrieron tus amigos, los caballeros de Bronce. Un pasado... Muy cercano.

La historia se repite. Siempre se repite. Parece que estáis atrapados en un bucle sin fin que os obliga a combatir una y mil veces contra los mismos rivales a lo largo de la historia. Los mismos rivales, los mismos intereses, los mismos problemas, el mismo derramamiento de sangre absurdo.

"Quienes atraveséis esta puerta abandonad toda esperanza"

Era lo que rezaba la puerta. La entrada al Inframundo parecía darte la bienvenida... De una forma algo macabra.

 

 

Notas de juego

Si habías perdido alguno, recuperas todos tus PV y tus PM.

Hazme dos tiradas, una de Inteligencia, y una de Percepción, please :)

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27/05/2010, 11:52
Jabu

El caballero de bronce había llegado más lejos en su vida de lo que muchos habían llegado a apostar. Se había enfrentado a muchas cosas a lo largo de su vida. Su lección mas complicada fue aprender humildad. Pero si había algo que caracterizaba al joven Unicornio, era que jamás había sentido temor pos su vida. Pues confiaba plenamente en sus capacidades.

Fue esa confianza en sí mismo y la necesidad de salvar a aquella pequeña, que le recordaba tantísimo a la Saori de su infancia lo que impulso su cuerpo hacia la puerta.

La que llevo la energía a sus manos al posarse en la puerta y olvidar las palabras que rezaban amenazantes sobre su cabeza. Y le impulso a empujar con fuerza.

 

- Tiradas (2)

Tirada: 1d10(+4)
Motivo: Inteligencia
Resultado: 3(+4)=7

Tirada: 1d10(+5)
Motivo: Inteligencia
Resultado: 2(+5)=7

Notas de juego

Tirada Int: 7
Tirada Per:7

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30/05/2010, 23:43
Director

Perdido en la nada, sin saber muy bien cómo rescatar a la joven en un mundo hueco que desconoces, aún así no dudas un instante en proceder: con determinación y valentía comienzas a andar, algo desorientado, para qué negarlo, pero dispuesto a no dejarte vencer por la soledad o la desazón.

Llegas a una inmensa laguna. Cruzarla es el único camino factible a seguir. Hay una barcaza en tu orilla, pero ningún remero. Quizás fue dado muerte en la anterior batalla, librada poco antes por tus valerosos compañeros.

Sin dudarlo un instante, saltas a la barcaza, y comienzas a remar hacia la otra orilla. La sensación de soledad y de quietud es asfixiante, desesperante. Darías lo que fuera por un simple ruido, por algunas voces, por... Algo. La nada es lo peor que habías podido presenciar en tu vida. Esa sensación de vacío, de muerte, de soledad...

Llegas al otro lado sin problemas. Saltas a la orilla feliz por haber cruzado lo que sin duda alguna es la Laguna Estigia sin mayores problemas. No obstante, algo agobiado por el entorno hueco que te rodea, tus sentidos no prestan atención a un sigiloso ruido de pasos que se aproximan a donde te encuentras.

Casi te das de frente contra un vigilante, un caballero al que no habías visto antes...


By camember at 2010-04-01

-¡Alto ahí!- exclama el caballero, al tropezarse contigo- ¡Detente ante Syria del Tártaro! ¿Quién eres tú y qué haces paseando por el Hades como si estuvieses de recreo?

Te mira con desconfianza, y ves que sus puños están cerrados, como dispuestos a atacar si es necesario.

 

Notas de juego

¡Ugh! No hace falta que la empujes XDDD

No sé si recuerdas la puerta en la serie o el manga, es algo como la Puerta de Alcalá o así, para que te hagas una idea :)

Bueno, obviemos el detalle :)

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31/05/2010, 20:11
Jabu

Jabu mira extrañado al hombre que le sale al paso. Porque debe de ser un hombre. Durante un par de segundos no responde a las preguntas del caballero que le habla. Segundos que aprovecha para valorar el estado de forma física de su oponente, el lugar donde se encontraban, si estaban realmente solos, y sobre todo si la hostilidad era algo palpable o evitable.

Jabu, que era una caja de fósforos en movimiento, nunca había perdido tiempo en asestar el primer y último golpe al enemigo. Sin embargo, hacia poco tiempo, se estaba volviendo más reflexivo. Lo que se traducía en una mayor seguridad, y en intentar encontrar salidas a sus problemas de manera más diplomática, y casi siempre más eficiente.

Hola, soy el caballero del Unicornio. Perdona que este aquí caminando como si cualquier cosa. La verdad es que estoy algo perdido. Y como podrás imaginar no puedo volver atrás.

Dice mientras señala a su espalda donde se encuentra el lago de estigia, y donde no le hubiera gustado estar más de un segundo de más. Su cuerpo, aunque preparado para la lucha, se dejo vencer por una laxitud evidente, mostrando, en cierta manera debilidad, y en otra más evidente, que no quería iniciar una pelea.

Y aunque sus palabras eran inocentes, y aun no había saltado las chispas del combate, tenía el presentimiento de que dentro de poco estaría combatiendo. Pues, que otra cosa podría hacer un caballero de Atenea en el Inframundo.

Me han transportado aquí, me imagino que por accidente, pero es evidente que tengo una misión. Supuse que la única manera de resolverlo era llegar al fondo de este lugar, y presentarme ante quien gobierne aquí.

La mirada de Jabu penetro en los ojos del hombre que tenía delante, en un vano intento de ver sus intenciones, y aunque aquellos ojos que le devolvían la mirada le decían poco mas allá de lo evidente esperaba que en segundos algo pasara.

 

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02/06/2010, 23:56
Director

-¿Presentarte ante quien gobierna aquí?- el caballero comenzó a reírse- ¿Acaso crees que cualquiera tiene permiso para personarse ante nuestra nueva Doncella? ¿Y acaso crees que Perséfone se iba a dignar a hablar con un caballero de la superficie? Deliras, muchacho- vuelve a reírse- Ya sabes lo que has de hacer. O das a vuelta y vuelves por donde demonios hayas venido, o te tendré que detener. Y te garantizo, caballero, que cuando detengo a alguien no lo pasa muy bien. No me caracterizo por mi dulzura y encanto, aunque mi aspecto te diga lo contrario.

No andaba desencaminado con sus comentarios. Inicialmente te costó percatarte de que se trataba de un hombre, por su forma de moverse y por su armadura. Quizás se te parecía en la forma de comportarse y en su extraña belleza al caballero Afrodita de Piscis, por esa extraña combinación de belleza y fortaleza que se apreciaba en Syrio de Tártaro. Pero al igual que sucedía con Misty del Lagarto, o con Piscis, dejarse engañar por un aspecto poco varonil no era más que un error, una baza que ambos caballeros jugaban para sorprender al enemigo... Una baza letal.

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03/06/2010, 12:29
Jabu

No me refiero a Perséfone. Porque a ella ya la conozco, es más, he cuidado de ella durante todo el día de ayer. Me refiero a alguien más. Porque ambos sabemos que ella no es más que una niña. Así que no intentes engañarme.

Y ya te he dicho que no sé cómo me han traído aquí. En serio, me teleportaron o algo así. La guerrera esa de Perséfone. Justo después de cargarse con sus manos a Sirio de Serapis. 

En serio, prefiero que me lleves tú, a donde sea.

Dice mirando a todos lados.

Cuanto antes acabe con la misión, antes me marchare, y te dejare tranquilo. No te seria más fácil hacerlo así. Sé que no quieres pelear conmigo, sino ya me habrías atacado. Sé que no eres una especie de ser maligno. Lo entiendo, solo haces tu trabajo como caballero, igual que hacía yo ayer el mío patrullando el Santuario en Atenas. Todo eso lo puedo entender. Y realmente lo respeto. Pero necesito ayuda, y tú puedes dármela.

Jabu procura ser coherente. Solo espera que ese caballero sea algo mas transigente que Algol, por poner un ejemplo. Porque había caballeros que no atendían a razones. Y ese era uno de los motivos por los cuales había habido tantas guerras santas.

Notas de juego

Ultimo intento de ser diplomatico.

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07/06/2010, 21:23
Director

-¿Acaso eres leal a nuestra nueva Doncella? Algo me habían comentado de que un caballero había descendido al Inframundo, un protector de Verité. ¿Eres tú el que ha venido a unirse a nuestro bando? ¿Has jurado ya protección y lealtad a nuestra Perséfone?

No sabes muy bien a qué se refiere con que un caballero había descendido al Inframundo con la idea de unirse al bando de la Doncella, pero sí que sabías que el protector de la niña en la superficie era una referencia hecha a ti. Quizás la niña les había comentado de tu fidelidad.

La barca tras de ti volvía por sus propios medios hacia la otra orilla. Quizás alguien estuviese esperando para cruzarla. ¿Más caballeros del Inframundo? ¿Acaso ya había logrado bajar algún caballero de Atenea? Imposible. Demasiado aprisa. Sin Máscara de Muerte en el Santuario, descender al Inframundo no era un juego de niños precisamente. Ninguno podía haber bajado tan rápido. ¿Quién se iba a subir a esa barca cuando ésta llegase sola a la otra orilla?

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08/06/2010, 18:07
Jabu

Jabu reflexiono sus palabras con detenimiento, porque eran un pase a una visita rápida al centro del inframundo, así como también lo eran a una muerte segura. Pero qué demonios, Seiya y los demás lo habían arriesgado todo, por Atenea y por aquella niña. El no pensaba ser menos.

El protector de Perséfone estos últimos días he sido yo. En eso no te equivocas. Igual que la protegeré de todo a ella, como protegí con todas mis fuerzas a Atenea antes de que los dioses caprichosos la mataran.

Pero te aviso. Tú y yo no somos enemigos, y preferiré que siga siendo así. Pero tengo una causa pendiente con la que hace llamarse Doncella de Perséfone. Solo pido, que si mi fin último es enfrentarme a ella en combate singular, no intercedas. Al menos no hasta que este se acabe. Y si llegado el punto crees que tienes que tomar mi vida por arrebatarle la suya, lo entenderé.

Hizo un momento de silencio. Del inframundo o no, aquel que tenía delante era un caballero, y tenía que respetarlo por lo que era. No podía pedirle más cosas de las que se pediría a sí mismo.

Ahora, vallamos a ver a Perséfone, pues siento que algo malo se avecina y mi deber es estar junto a ella.

Jabu tenía claro lo que estaba haciendo. Le estaba diciendo que la llevara hasta la niña. Que la protegería con su vida. También le estaba diciendo que lucharía a muerte con su lugarteniente. Lo único que no podía explicarle, puesto que ni el mismo se lo creería si no hubiera visto la verdad de los ojos de Verite, es que la amenaza real era Artemisa.

Había urdido un plan para controlarlo todo. Y solo podría demostrárselo a aquel caballero de una manera. Dejando que la diosa bajara a por la niña y se destapara su mentira.
Pues si conseguía, que cada caballero vivo, de la tierra o el inframundo lucharan a su lado contra la diosa, tenía una posibilidad de hacer pagar por sus desplantes y sus urdimbres al ser que había predispuesto la muerte de su querida Atenea. Y aunque alguno podría pensar que esto no era más que venganza, en el corazón de Jabu este sabia que lo que era, era justicia.

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15/06/2010, 00:31
Director

-No te he entendido muy bien, caballero- el hombre ante ti comenzó a rascarse la cabeza. Parecía algo corto de entendederas- A mí plin con quién te las quieras dar, siempre y cuando a nuestra Diosa no la toques. No serías ni el primero ni el último que se ha peleado con un compañero, sobre todo, desde que esa arpía de Afrodita ha descendido con la capitana del ejército del Inframundo. Esa bruja los tiene a todos a dos tras sus pies... La verdad es que yo no le veo la belleza por ninguna parte, pero todos están con esa Diosa que se mueren. ¡Cuánto más bella es nuestra niña, nuestra Perséfone! La Doncella posee una belleza tétrica capaz de eclipsar al brillo de una estrella...- durante un rato, el elocuente caballero se recrea en contarte con entusiasmo las virtudes de la nueva Doncella- ¡Vaya!- dice, interrumpiendo su perorata- Alguien se acerca en barca. ¿Puedes ver quién es, caballero?

Notas de juego

Tirada de Percepción.

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16/06/2010, 11:42
Jabu

El unicornio estaba de acuerdo. Intuía que la llegada de la diosa Artemisa tenía que haber supuesto algún tipo de cambio en aquellas tierras, y el caballero no hacía sino confirmar sus pensamientos.

Y finalmente había resultado ser que Artemisa, no era otra cosa que una impostora. Usando y malogrando leyes para quitar de en medio a Atenea. Estaba claro que había iniciado una incursión al inframundo y que quería ganar poder. Ella era la verdadera enemiga del bien.
Y se convertiría también en su objetivo.

No se había planteado nunca si sería capaz de atacar a un dios, o si tendría poder para vencer, que era algo completamente distinto ha alzar la mano.

Cuando el caballero del submundo le hico volver la mirada, se esforzó en ver quién o qué venia en la barca. Aunque tenía la sensación de que fuera lo que fuera no iba a gustarle. Cualquiera que deambulara por aquellas tierras seria tarde o temprano un enemigo. O eso creía.

 

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+5)
Motivo: Percepcion
Resultado: 2(+5)=7

Notas de juego

Percepcion 7

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17/06/2010, 00:56
Director

Te parece notar que en la barca vienen dos figuras, una de tamaño normal y una abrumadoramente enorme. Una de ellas te resulta ligeramente familiar, aunque desde tan lejos no puedes ver bien quién es.

-Sea quien sea, debemos aguardar- te dice- Debemos ir todos, por orden de Perséfone, a presenciar el alzamiento del Inframundo. ¿Sabías que tres espectros van a ser nombrados Jueces del Hades? ¡Es un momento histórico! Ha sido la primera orden de nuestra Doncella. Tras tomar posesión de su cargo, la hermosa dama parece otra.

El hombre continúa hablando mientras la barca se acerca... Podrían ser... ¿No parece...? ¿No es Geki del Oso el que se aproxima en la barca, junto a otro caballero cuyo rostro no vislumbras aún?

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17/06/2010, 17:30
Jabu

Jueces del Hades...

Aquellas palabras recorrían tu mente una y otra vez. Como podía haber elegido eso la pequeña. Que conocimientos podía tener sobre las leyes o las normas de aquel mundo.
Como podía en tan poco tiempo haber dado una orden de nada.

Si estaba con él hacía solo un rato. Era imposible, y a la vez, le parecía totalmente lógico.
Quizás tendrían oportunidades de hacer algo si conseguían colocarse en una de esas posiciones. Espectros, puede ser que si, o podía ser cualquier caballero.

Pero aun no tenía demasiada información al respecto, así que no era momento de buscar planes alternativos.

Y dices que ha sido su primera orden. Creo que estoy desorientado, ¿cuanto lleva la diosa Perséfone en el inframundo?

No pudo concentrarse más en sus cavilaciones, pues estaba convencido, de alguna manera, de que los hombres que venían en la barca eran caballeros de atenea. Geki del oso, lo conocía bien, y con su porte colosal, no cavia duda de que era el.
Sin embargo, el otro, aunque familiar no podía estar seguro de quien era, tendría que esperar.

Finalmente se resigno a esperar allí con aquel guerrero. Si tenía prisa por cambiar el destino de aquella dulce niña, pero no podía forzar las cosas. Había muchas cosas que averiguar.

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19/06/2010, 01:48
Director

Te percatas de que Geki del Oso por fin te ha visto. El caballero que tiene a su lado es uno del ejército de la Doncella, alguien a quien no habías visto antes. Parece estar en buenas relaciones con Geki, pues vienen conversando tranquilamente.

El caballero que está junto a ti no parece desconfiar, es más, se muestra complacido ante la llegada de los navegantes.

 

Notas de juego

Geki se incorpora a escena :)

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19/06/2010, 02:11
Director

Tras partir del Partenón, Cerbero te llevó a la entrada al Santuario en que os habíais conocido.

-Debemos alejarnos del resto, para que resulte creíble. Van a saber exáctamente desde dónde me he incorporado al Inframundo, así que mejor estar lejanos al resto de tus compañeros.

Cerbero se lleva la mano al centro de su casco, y toca una gema que se encuentra en él. Al instante, y como por arte de magia, de un ínfimo punto negro aparece una espiral oscura que va creciendo, lo suficiente para que a través de ella quepa una persona.

Cerbero te agarra del brazo gentilmente, y te insta a cruzar la puerta entre planos con él. Tras pensártelo mucho, accedes, y te dejas arrastrar por la oscuridad.

De pronto, dejas de sentir, dejas de ver, y dejas de oír. ¿Qué está pasando? ¿A dónde te arrastran? ¿Qué es esa extraña sensación de vacío que sientes?

Y pierdes el sentido...

...

...

 

¡Ugh!

Te dolía todo. Cuando recuperaste el sentido, la desorientación que sentías era harto preocupante. ¿Dónde estabas? ¿Cómo habías llegado hasta allí?

De pronto, tu mente comenzó a funcionar. Habías sido arrastrado hasta el Inframundo por Cerbero, que estaba junto a ti, sentado, esperando pacientemente a que recobrases la consciencia, pues no estabas acostubrado a cruzar al mundo de los muertos.

Te medio incorporaste, quedando sentado en el suelo. Todo a tu alrededor era desconocido para ti. Oscuridad y desazón, eso era lo que sentías. Un mundo de piedra, muerto, vacío, hueco y a su vez asfixiante. ¿Dónde te encontrabas, en medio de la Nada?

Tras ponerte en pie, y asegurarle a Cerbero que te encontrabas en pie, éste te indicó que lo siguieras. Caminabais en silencio. Él era consciente de que aún te estabas recuperando del aturdimiento de viajar entre mundos, y lo respetaba, dejándote tiempo para reaccionar.

Caminando, caminando, tus pies te llevaron a través del único camino de desnuda y fría piedra que parecía haber en toda aquella explanada de absoluta frialdad, al lado de tu aliado en el Inframundo. Y por ese camino, llegaste a un punto que te hizo comprender en qué lugar habías caído del reino de la Muerte. Una puerta, un inmenso portalón parecía darte la entrada al Inframundo. El mismo camino que en un pasado recorrieron tus amigos, los caballeros de Bronce. Un pasado... Muy cercano.

 

"Quienes atraveséis esta puerta abandonad toda esperanza"

Era lo que rezaba la puerta. La entrada al Inframundo parecía darte la bienvenida... De una forma algo macabra. No dudas un instante en proceder a seguir al caballero de Cerbero: con determinación y valentía comienzas a andar, algo desorientado, para qué negarlo, pero dispuesto a no dejarte vencer por la inseguridad o la desazón.

Llegas a una inmensa laguna. Cruzarla es el único camino factible a seguir. Hay una barcaza en tu orilla, pero ningún remero. Quizás fue dado muerte en la anterior batalla, librada poco antes por tus valerosos compañeros.

Sin dudarlo un instante, Cerbero salta a la barcaza, y te hace señas para que lo sigas, cosa que haces, algo titubeante. Comenzáis a remar hacia la otra orilla. La sensación de soledad y de quietud es asfixiante, desesperante.

Estáis llegando al otro lado sin problemas. En la otra orilla parece haber dos caballeros conversando pacíficamente. No te cuesta reconocer en uno de ellos a tu amigo Jabu del Unicornio. El otro es un caballero al que no habías visto antes...


By camember at 2010-04-01

-

 

 

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19/06/2010, 02:30
Director

Notas de juego

La barca llega a la orilla en el momento en que os encontráis ahora. Cada uno está acompañado de un espectro del ejército de la Doncella.

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19/06/2010, 16:58
Jabu

Poco o nada tenían que hablar en aquellas circunstancias, y como había camino que hacer hasta estar delante de la pequeña Perséfone podría enterarse de que hacia el Oso en aquel lugar.

Fuera lo que fuera, era un aliado, y no podía quedarse más tranquilo viéndolo allí.

Muy bien, pues partamos, no hacemos nada aquí parados.

Se dio la vuelta y miro al vacio desierto que tenía por delante. Realmente no sabía hacia donde tenía que ir, era una suerte que los espectros fueran a hacerles de guía.
Si no, siempre cabía la posibilidad de que estuviera perdido por el inframundo indefinidamente.

 

 

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20/06/2010, 23:34
Cerbero

-Guardián- dice el caballero de Cerbero- Ya me ocupo yo de guiar a nuestros nuevos aliados. Tú ve delante, quiero explicarles un par de cosas sobre el Inframundo a los recién llegados.

El otro caballero inclina su cabeza ante su superior y se aleja. Cuando éste se ha ido, Cerbero mira a Geki:

-Ya puedes contarle qué haces aquí. El lugar es seguro, y nadie nos oirá. Luego hemos de ir a ver a la Doncella, pues ha exigido a todo su ejército que se persone ante ella, y es una orden ineludible.

Cerbero se cruza de brazos, y espera las palabras de Geki.

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22/06/2010, 20:44
Geki

La reunion habia terminado, y ahora que la diosa de la Victoria estaba de su lado, Geki partia al Inframundo algo mas tranquilo. Pero aquella sensacion de seguridad le duro poco. Cuando el Caballero Cerbero lo llevo a las oscuras profundidas, sentia como el calor de la vida le era arrebatado.

Cuando finalmente desperto se sentia como en una pesadilla. El lugar era desolado, lugubre y la unica sensacion que se dejaba sentir era de un total vacio. Al abrir los ojos se dio cuenta que Cercero estaba alli esperandolo. Al reincorporarse al Santo del Oso le dolia el cuerpo... si era que aun lo conservaba. Supuso que no, y eso lo preocupo un poco. El cuerpo era altamente remediable, pero... ¿y el alma?. Intento alejar ese tipo de pensamientos de su mente, pero cuando lo hacia otros peores lo envolvian.

 

"Asi que ... de eso se trata. De a poco este sitio se va apoderando de ti. Pero debo ser fuerte. Y Seiya y el resto lo consiguio... yo tambien puedo".

 

Aun la esperanza luchaba en su interior, como una mosca lo hace en una telaraña. Sabe que su fin esta cerca, pero es justamente lo que la hace intentarlo. Pero en ese momento una gran araña mostro sus colmillos. Y Geki paso por el Umbral del Inframundo.

 

Seguia en silencio. Apenas podia entender lo que lo rodeaba y lo que sentia. ¿Como se podia vivir con tal vacio?. Lo miro a su guia, y estuvo a punto de preguntarselo, cuando llegaron hasta un lago y subieron a una barca. Geki estaba alegre de poder estar ocupado, remando. Aunque fue un error el mirar hacia el agua, y percibir aquellas almas en pena que alli se quedaran hasta el fin de los tiempos. Eso lo hizo volver a esa oscura realidad.

Cuando llegaron al otro lado de la orilla, vio a su compañero Jabu hablar con otro Caballero del Inframundo. Al ver al mismo, casi creyo sentir alegria. Pero Jabu, probablemente por haber estado mas tiempo en el Hades, no demostro emocion alguna.

"¿Ya ha cambiado?"

El Caballero del Oso salto de la barca, mientra el otro Caballero era despedido por su superior, Cerbero, quien les explico que pronto deberian postrarse ante la Doncella. Entonces recordo las palabras de Saga. Es cierto que necesitaria de un plan. Y aquel, aunque el no lo compartia, podia serle de utilidad.

Sin poder evitarlo, Geki hablo: "Ja...Jabu...  me alegro de verte... bien. Veras... yo... pues... se me ha ofrecido la posibilidad de...estar aqui. Nuestra mision sigue siendo la de proteger a la Doncella, ¿verdad?" Geki no podia. Algo le decia que lo mejor seria ser cauteloso. Si contaba su verdadera intencion, el plan en el cual estaba arriesgandolo todo quizas fracasaria. Tenia que ver si en verdad... si en verdad podia confiar en alguien alli abajo.

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23/06/2010, 14:56
Jabu

Sí, eso mismo he venido a hacer. A proteger a Perséfone. Yo mismo la he cuidado estos días atrás y jure que seguiría haciéndolo.
Pero ya avise de que tengo algo que resolver con la asesina de Sirio de Serapis.


Jabu miro al hombre que había escoltado a su compañero. No sentía nada por él, ni quería tener más que ver con el que con cualquier otro de aquel lugar.

No había venido a hacer amigos, eso lo tenía muy claro, y aunque no quería hacer enemigos no podía dejar de explicar sus intenciones.

De ti solo espero que me dejes servir a la joven Diosa Perséfone como se merece, y que si tengo que enfrentarme a alguien en combate singular, no intervengas hasta que termine. Y si luego, por el motivo que sea, crees que debes retarme o acabar con mi vida, que así sea.
Te lo digo, porque a pesar de que la joven diosa este aquí, hay manos poderosas intentando manipularla.

Recuerda a quien sirves.

Jabu no tenía más que decir así que dio la espalda a su compañero y aquel otro caballero. Una verdadera temeridad, pues podían atacarlo fácilmente, incluso acabar con el allí mismo. Pero esperaba que aquel gesto, dejara claro que sus batallas no iban con ellos.

También intuía de alguna manera que Geki estaba en el inframundo por algún motivo. Aun no sabía cual, ni tampoco como había llegado allí. A él lo habían teleportado mientras protegía a la joven Verite, y precisamente por estar protegiéndola se vio arrastrado a este lugar.

Fuera cual fuera la misión del caballero del Oso el no pensaba hacer que este tuviera que ayudarlo. Habían venido a lo mismo, aunque seguramente con estrategias distintas, y la suya era lo suficientemente suicida como para no querer involucrar a su compañero más de la cuenta. Debía protegerlo desmarcándose de él.