Partida Rol por web

Saint Seiya: La Doncella del Inframundo

2C. La Guardia del Santuario

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02/01/2010, 00:45
Algol

Entonces yo me ocuparé de la Biblioteca - digo resuelto. Y antes de que el broncíneo pueda decir una sóla palabra me encamino allí.

Si ocurre alguna cosa, quedamos en la plaza central. 

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03/01/2010, 11:36
Jabu

No dijo nada cuando Argol se puso en movimiento. Tenia claro que había venido a trabajar, y no ha realizar un concurso de popularidad. Pero aunque no fuera  discutir nada, le llamo la atención que el caballero de plata se fuera tan rápido. Realmente se sentía incomodo en presencia de otros, y empezaba a temer que fuera igual incluso con los caballeros de plata.

Ya tenía su destino así que no era cuestión de demorarse tampoco.

Nos vemos en una hora.

Dijo en un tono marcial y se puso a correr hacia su zona. Shaina había comprobado que era un caballero diligente, y quería que siguiera pensando eso de el. Así que encamino sus pasos a la zona a vigilar. Decidió ir directamente a la zona más alta de una escalinata. Desde allí, tenia una visión amplia del terreno que tenia que cubrir.

Una vez allí, observo toda la zona, y decidió sobre la marcha un plan de acción. Habían quedado una hora más tarde, y había que ser lo más minuciosamente posible, por eso elegir una buena ruta, era esencial.

Sin tardar mucho en seleccionarla, se puso en camino. No debía perder tiempo.

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05/01/2010, 12:34
Director
- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+5)
Motivo: Percepción de Shaina
Dificultad: 8+
Resultado: 8(+5)=13 (Exito)

Notas de juego

Tirada de Percepción para todos. Dificultad 8.

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05/01/2010, 19:56
Jabu
- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+5)
Motivo: Percepcion
Dificultad: 8+
Resultado: 9(+5)=14 (Exito)

Notas de juego

Percepcion= 14 Exito.
Que pedazo de maquina es la Shaina, no? ya con el basico pasaba la tirada. Que fuerte.

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05/01/2010, 23:41
Algol
- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+3)
Motivo: Ojeada!
Dificultad: 8+
Resultado: 4(+3)=7 (Fracaso)

Notas de juego

 Cruzaré los dedos... porque para mí, eso de la percepción está complicado... cómo no, veo menos que un topo a plena luz.

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08/01/2010, 01:09
Shaina

Tras una primera ronda sin novedades, os reunís en el centro del Ágora, de nuevo, prestos y dispuestos a cambiar de zona a vigilar.

No obstante, tras unos minutos de pausa, Shaina os pide que os quedéis unos segundos a su lado, que tiene algo que comentaros.

-Bien, tengo algo importantísimo que deciros- es lo primero que os suelta en vuestro descanso- He esperado a que estuviéseis más despejados, pues es algo de gran importancia, caballeros. Se trata de Atenea.

Notas de juego

No, no, el básico de Shaina es 5 :)

El resultado de las tiradas de percepción, en breves instantes, muñecos, jejeje :D

Que me comí una cosa, lo acabo de ver en mis apuntes de la partida XDDDD

Mis excusas de master torpona :)

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14/01/2010, 16:14
Jabu

Jabu observa a la guerrera, no sabia a que se referia. Que podia haber pasado con Atenea. Seguramente fuera importante, si no la mujer no habiera hecho aquella pausa dramatica que hacia, o lo hubiera dicho nada mas verlos.

Sin embargo no podia ser nada grave en exceso. Si no, ahora mismo no patrullarian, estarian inmersos en otro tipo de andadura. Quizas seria que la Diosa habia mandado algun mensaje para sus caballeros. Quizas necesitara mas atencion en su trabajo. No estaba seguro. Y no podia quedarse con la duda.

Y bien. Que pasa con la sagrada Diosa.

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14/01/2010, 19:33
Algol

Me reuní con los demás. Poco dado a hablar, esperé firme para que Shaina continuara con el asunto de Atenea. Sin duda es por esto que se ha retrasado hoy... seguramente sea importante. - me crucé de brazos y la miré fijamente. 

Notas de juego

 Como leí que se te había olvidado algo, pensaba que nos lo ibas a postear a modo de inciso o algo... por eso no he posteado aun.

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15/01/2010, 13:38
Shaina

-Ahora que sé que cuento con vuestra atención, os resumo todo lo que ha sucedido, y lo que está sucediendo en estos momentos- se toma una pausa, de verdad parece bastante cansada esa mañana, cosa no muy frecuente en ella- Atenea ha partido del santuario, hacia el Olimpo, convocada por Zeus, Rey de los Dioses. Su escolta han sido, como siempre, los cinco caballeros de bronce, pese a que los santos dorados querían haber ido ellos en lugar de Seiya y sus compañeros. Inicialmente, y pese a que una convocatoria como ésta siempre inquieta, Atenea no tenía motivos para pensar que se tratase de una amenaza. Pese a todo, y sin saber por cuánto se prolongaría su ausencia, ha decidido ceder el liderazgo temporalmente a los tres caballeros de oro más poderosos, a saber: Dokho de Libra, Shaka de Virgo y Saga de Géminis. A ellos tres os debéis ahora mismo, y ellos tres se encuentran reunidos ahora con el resto de los caballeros dorados que hay en el santuario, informándoles personalmente de la circunstancia. Al resto de la guardia, como capitana, me toca informar a mí. Ahora ya sabéis por qué he tardado tanto, me he demorado mucho yendo grupo por grupo de mi guardia explicando todo esto- parece haber concluido lo que tenía que decir- ¿Alguna pregunta? Si la tenéis, soltadla ahora, o de lo contrario, proseguiremos con las guardias.

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15/01/2010, 16:56
Jabu

Jabu se quedaba pasmado por momentos. Cuanto mas palabras salían de debajo de aquella mascara plateada menos cosas podía entender.

Atenea fuera del santuario. Seiya, una vez más, asumiendo labores que no le competían. Aunque esa idea intento borrarla rápidamente de su cabeza. Los caballeros de bronce, casta a la que pertenecía, habían demostrado una y otra vez, ser merecedores de confianza, y buenos defensores de la diosa. Así que se centro en el resto de la información para no sentenciar algo, y luego arrepentirse.

Ahora, el liderazgo había quedado en manos, no de uno, sino de tres caballeros. La medida le parecía extraña en primer momento, aunque luego le vio sentido. Si no había un solo caballero dorado al mando, no podría repetirse la toma de poder por la fuerza de hace no mucho tiempo. Así, si un caballero se sentía demasiado importante, los otros dos le bajarían los humos.

Efectivamente era una medida muy inteligente. Atenea, no hacia nada al azar. Además, los caballeros citados, no eran precisamente de mentalidades muy homogéneas. Cada uno tenía una forma de servir a la diosa. Un pensamiento. Eso era bueno también, pues controlarían los movimientos de los demás.

Pero si bien la diosa era muy inteligente, no gozaba, bajo la opinión de Jabu, de un sentido de la seguridad muy alto. Siempre se exponía alegremente a cualquier mal, con tal de proteger a sus caballeros. Que si bien, había conseguido granjearse la simpatía de todos en el santuario, hacia que fuera difícil protegerla en muchos sentidos.

Finalmente, Shaina esperaba las opiniones. Jabu solo podía decir una cosa. Y la dijo sin tapujos.

Mi opinión, supongo que representa la misma que la de todo el mundo. No es fácil defender a la diosa si no la tenemos cerca. Con respecto a lo demás. Poco importa lo que opinemos, es decisión de Atenea y hay que acatarla.

Estaba claro que se sentía incomodo con las noticias. A pesar de que no pasara nada grave, o peligroso a priori. Este tipo de cambios, no eran de buen agrado para el caballero. Como casi todos los cambios que el no podía controlar el mismo.

 

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16/01/2010, 11:08
Algol

 Asentí a lo ya dicho por mi compañero Jabu, al menos tenía que reconocer que parecía mucho más sensato que el resto de los caballeros de Bronce con los que alguna vez había trabajado. No hice preguntas, no era necesario formularlas: llevaba bastante tiempo al servicio de Atenea y sabía que siempre alguno de los caballeros dorados la había suplido, el caballero dorado de Geminis lo hizo no hacía mucho.

El caso es que la medida de que fueran tres y no uno le pareció igualmente acertada, era la mejor forma de que no volviera a pasar aquel funesto suceso durante el despótico liderazgo de Géminis, años atrás.

Lo que no me gustó fue que eligiera caballeros de bronce. Aunque había cruzado lances con ellos, no le parecían de confianza. Debía haber elegido al menos un par de caballeros de plata, mucho más confiables por su experiencia y poder... pero, ella era la diosa, la líder y guía del santuario y él no gozaba de aprecio ni influencia para alzar su voz. 

 

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18/01/2010, 01:53
Shaina

-Bien, entonces, ya os he informado. Volvamos a hacer una ronda. Si no hay más novedades, nos vemos en este mismo punto en una hora aproximadamente- Aunque no lo había dicho, os daba la impresión de que ella también acataba (pero no compartía) las decisiones de Atenea en cuanto a los caballeros de bronce. De todos modos, nada dijo, regresando por donde había venido a dar una segunda ronda.

Vosotros dos procedísteis a imitarla de inmediato, dando por hecho que Shaina había puesto punto y final a vuestro primer descanso. Ahora tocaba volver a la aburridísima rutina de patrullar por los alrededores del Santuario...

Shaina regresó a los alrededores del templo de Hefesto, Algol se dirigió de nuevo a la biblioteca, y Jabu a pasearse por los caminos principales y secundarios...

Parecía que iba a ser otra mañana de tedio absoluto, sin nada que hacer...

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18/01/2010, 01:57
Director

Caminas, sumido en tus pensamientos, sin prestar demasiada atención a los caminos principales, con la mente perdida en darle vueltas a la noticia que os acaba de dar Ofiuco.

La miras por un instante, caminar a paso cansado hacia el templo de Hefesto cuando...

No puede ser...

¿O sí?

Te ha parecido percibir dos cosmos. Dos cosmos incrreíblemente poderosos. Y provienen...

Sí, no te equivocas.

Provienen del templo de Hefesto. Hay alguien ahí... Alguien con un cosmos que podría igualar al de la mismísima Atenea...

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20/01/2010, 23:45
Jabu

Jabu sabía que eso solo podía significar problemas. Los cosmos poderosos eran caballeros poderosos. Y según se experiencia, eso siempre desembocaba en problemas.
Bajo las escaleras como un rayo. Para un observador casual, solo hubiera sido un borrón, pero eso era lo de menos.

No estaba seguro que sus compañeros de patrulla hubieran podido discernir ese cosmos tan fuerte también. Y aunque para él era lógico pensar que así podía ser, hizo lo que le habían enseñado. No dar nada por sentado.

Cuando poso los pies en tierra, después de bajar incontables escalones, encendió su cosmos todo lo que pudo. Su intención no era otra que la llamar la atención de sus compañeros. Si no habían percibido a los extraños en su zona, al menos sabrían que él se estaba moviendo, y hacia dónde.

Después de mantener su cosmos ardiendo durante unos segundos, lo apago. Lo que si daba por sentado, es que fuera quien fuera, quien se encontrase en el templo de Hefesto, ya sabía que al menos el se dirigía al lugar.

En algunos momentos era preciso mantenerse oculto, para realizar mejor su trabajo. Pero considero, que en aquellos instantes, y realizando las funciones policiales del santuario, lo preciso era darse a conocer e identificar a los intrusos.

Se paro finalmente en la puerta del templo de Hefesto. A solo unos escalones de la entrada. Tomo aire de manera lenta. Para calmar su pulso, y para concentrarse en sus sentidos. Ya había llegado, ahora venia la parte complicada.

 

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21/01/2010, 00:07
Shaina

-Ma... Maldición...- susurra Shaina, al sentir los poderosos cosmos que se han percibido en el templo de Hefesto- No... No puede ser... ¡Jabu, Algol! ¡Aquí!

Shaina ttrata de lanzar una señal al cielo, para ver si el resto de los caballeros son capaces a percibirla, pues lo que se nota que proviene del templo no es algo normal...

Nunca habíais sentido dos cosmos así... Sólo comparables a Poseidón, Atenea, Hades...

-Ha... Hay problemas- os dice, nerviosa- Presiento que no vienen en son de paz. Preparáos para defender el Santuario aún a riesgo de perder vuestras vidas...

Shaina eleva una garra, y de pronto en el cielo se vislumbra una imagen demasiado tenue. Es un avatar del Ofiuco. Lástima que no ha sido ejecutado con suficiente poder como para que se vea en todo el santuario...

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+3)
Motivo: Señal del Ofiuco
Dificultad: 8+
Resultado: 3(+3)=6 (Fracaso)

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21/01/2010, 00:34
Director

En el momento en que Shaina terminaba de ejecutar su ataque, notáis unos pasos provenientes del interior del templo de Hefesto. Al momento, dos figuras encapuchadas emergen de él. Tenéis una sensación de Dejà Vu...

Os recuerda al inicio de la batalla contra Hades...

Pero Hades está muerto...

¿A quién tenéis ante vosotros?

Shaina se pone en guardia, mientras las dos figuras descienden los peldaños con parsimonia, como si no se sintiesen intimidados por vuestra presencia allí.

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21/01/2010, 11:10
Jabu

Jabu respiraba ya con total tranquilidad. Después de la caminata. Sus compañeros se le habían unido en solo unos segundos. Estaba claro que todos juntos eran una buena patrulla.

Shaina intentaba hacer una llamada general sobre ese punto. Aunque daba la impresión de que no le había salido muy bien.
No obstante, no tuvo tiempo de decir o pensar nada. Unas figuras encapuchadas habían hecho acto de presencia, y estaban bajando lentamente las escaleras.

Su primer instinto era ponerse en guardia, pero recordó las palabras de su maestro. Tenía que ir mas allá de sus propios sentidos.
Los visitantes, no habían hecho ningún gesto de hostilidad, no se movían en posición de combate.

Eso podía ser por dos motivos. Uno, porque no pensaban combatir sin dialogo. Y dos, porque eran tan poderosos que un ataque de sus compañeros y el, sencillamente no les haría ningún mal.

Intento adivinar que intenciones llevaban. Que hacían en el templo de Hefesto, y porque estaban en el Santuario. Pronto se dio cuenta, de que pensara lo que pensara, no averiguaría la verdad de esa manera. La única manera de estar seguros era preguntarles. Y recordó otra lección de su maestro. Las puertas que no puedas tumbar, ábrelas con educación. Era una de esas frases que siempre le habían parecido inquietantes. Pero que llegado este caso, parecía más que apropiada.

Hola, somos una patrulla de seguridad del Santuario. Siento informaros que estáis en una zona restringida. Agradeceríamos que os mostraseis y nos dijerais quienes sois y que pretendéis hacer aquí.

Jabu, pensaba a pies juntillas, que si esos seres poderos, querían acabar con ellos, poco importaba que dijeran, o que pensaran de ellos que eran débiles. Sin embargo, cabía la posibilidad, de que quisieran colaborar, y presentarse. Era una costumbre de la orden, presentarse ante aquellos con los que sabes que vas a combatir. Así que de un modo u otro, esperaba que ellos dijeran quienes eran. Aunque las intenciones, eso era algo más complicado.

No obstante, aquella seria toda la diplomacia que Jabu podía usar en un día. Si tardaban más de un minuto en hablar, el cambiaria de táctica. De eso no cabía duda.

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21/01/2010, 13:07
Director

Ahora que estáis ante las dos figuras podéis percibir con claridad que una de ellas es más alta que la otra. De hecho, una de ellas es ligeramente pequeñita. El problema es que no se les ve el rostro, ni si son hombre o mujer. Van cubiertos con togas que les cubren de los pies a la cabeza, imposibilitando vislumbrar de quién se trata.

La figura menuda se queda detrás, pero la más alta se aproxima dos o tres pasos más. Una mano emerge de la toga, siendo elevada por encima de su cabeza. Al momento, y de la nada, se genera una luz en su mano, y de ella surge una fina y afilada espada, surgida del haz de luz, surgida de la nada.

-Llevadnos ante Atenea- el tono de voz es de mujer. Resuena autoritaria. Baja la mano y coloca la espada ante sí, mirando hacia vosotros.

No dice nada más.

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22/01/2010, 16:02
Jabu

Jabu mira la espada, pero no parece impresionado. Contaba con que pasara algo así. Así que meneo la cabeza en signo evidente de su descontento.

Me temo que ha interpretado mal nuestra labor aquí. Si quiere colaborar, guarde esa arma. Identifíquese. Y luego proseguiremos la charla. Estoy seguro que de esta manera podremos ayudarle mas rápido, que si inicia una pelea. Una que no podrá ganar, se lo advierto.

Mientras hablaba, buscaba en su interior una sabiduría que era vedada para muchos y que solo conocían unos cuantos. Se esforzaba con todo el poder que tenia, en apagar su cosmos, y sentir el de las personas que tenían delante. Una vez más las palabras de su maestro cruzaron por su mente.

Ve más allá de lo evidente.

Lo evidente, era que había un guerrero, o guerrera enorme delante de ellos con un arma hecha de luz apuntándoles. Formidable proeza, y si no fuera porque era un caballero del zodiaco, un santo, le podría haber sorprendido. Un guerrero que se interponía entre ellos y una figura más menuda. Sabía que había dos cosmos, uno poderoso. Quizás del nivel de un santo de plata, puede que cercano al oro, y sin embargo, el otro era del mismo poder incluso que Atenea.

Lo lógico era pensar que el ser que empuñaba el arma fuera el de ese cosmos. Pero no sería lo lógico. Se encontraba justo en medio. Estaba protegiendo al otro ser. Y si hubiera tenido el tamaño y la fuerza de un dios, ya los habría borrado del mapa. Estaba claro para él. El ser poderoso, era el de detrás, y debía de ser como atenea. Poderoso, pero sin conocimientos de combate.

Así que con esa información, volvió a decir unas breves palabras. Buscando sacar la verdad.

Sé que estas protegiendo a esa persona que llevas detrás. Seguramente sea un dios. No tenemos intención de poner una mano, siquiera un ojo encima de un dios. Pero tú eres harina de otro costal. No fuerces las cosas.

Era un consejo. Si algo sabia por experiencia, sobre todo con caballeros de plata como Argol, era que a los seres más poderosos, los consejos les hacían enfurecer. Y no era lo que pretendía, pero si incomodarlo. Había dado por sentado que el ser de detrás era algún tipo de dios. No se le podía ocurrir cual. Pero si al menos, hacía pensar en que podían averiguarlo, el guardián de la figura pequeña se lo pensaría un par de segundos antes de actuar. Y quizás, su orgullo, le obligara a descubrirse.

Estaba jugando muy duro. Una partida que podía ser mortal. Pero era mejor que lanzarse al ataque sin saber nada más de los seres a los que se enfrentaban. Para ganar, muchas veces valía mas la pena, saber quién era tu oponente. Y eso pretendía conseguir.

Además, siendo el quien llevaba la iniciativa de aquella conversación, hacia más fácil que el guardián se centrara en sus compañeros. Mucho más poderosos, y eso era una ventaja estratégica.  No lo estaban haciendo mal del todo.

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23/01/2010, 00:15
Algol

 Me encontraba satisfecho, sentado, recostado contra una columna. Mi ronda por la biblioteca, como de costumbre, había sido tranquila y hasta aburrida. 

Escogí un libro -uno con el que me había quedado a medias la ultima vez que patrullé por esta zona- y comencé a leerlo en un rincón alejado de las miradas de mis compañeros y al resguardo de cualquier intruso que pudiera amenazarme. Años allí me habían dado la posibilidad de conocer cualquier recoveco. Al fin y al cabo era un caballero que no dejaba nada al azar.

Aun no había terminado el primer capítulo cuando vi la débil señal de Shaina. Me había mantenido tranquilo al conocer la noticia de Atenea, pero ahora este signo no presagiaba nada bueno... si los hados querían, tendría relación con la marcha de la diosa.

Diligente me puse en pie, dejé el libro en el estante y partí deprisa hasta el lugar en el que Shaina y Jabu, que había anunciado también la alarma encendiendo su cosmos, se encontraban. Mientras me colocaba al lado de Jabu y justo delante de la jefa, me pregunté cómo se me había pasado detectar un cosmos tan impresionante como el de esos dos intrusos. Dos personas, una alta que sostenía una espada de luz y otra pequeña que se escondía detrás suya. Ambos intrusos venían envueltos de togas largas que ocultaban sus rasgos físicos.

En el momento en que entraba en el área escuché el aviso de mi compañero Jabu. Miré un momento a Shaina y luego a los dos extraños. - Seáis quien seáis, será mejor que os identifiquéis... la diosa Atenea nos ha ordenado asegurar este lugar, y todos somos fieles caballeros. No os dejaremos pasar de aquí - Por si era necesario imprimir más fuerza a mis palabras, saqué mi escudo y lo coloqué en mi brazo.

Puse cara de duro, aunque no me hacía falta fingir... era conocido entre mis camaradas de plata por no dejarme amilanar por el enemigo aunque fuera mucho más poderoso. Algo en mi carácter y en mi forma de entrenar y trabajar me daba una confianza extrema en mis habilidades. En esta situación no era diferente... caballeros más poderosos habían caído ante mí.