Partida Rol por web

Lo miró extrañada, como si aquella actitud le resultase poco conocida y seguramente, así era... Se acomodó entre sus brazos, disfrutando de aquellos dulces besos mientras sonreía con cierta calma. 

- No recuerdo... La última vez que estuve así en brazos de un hombre... Se siente lejano... No recordaba o agradable que es... Al despertar... ¿Seguirás a mi lado? O bueno, quizás no pueda quedarme... ¿Verdad? Debo estar en la celda cuando vayan a buscarnos... 

Besándola con dulzura sonrío,eres mi mujer y trataré de tenerte por la noches todo lo que pueda. Hasta que consiga mas estaré contigo hasta cerca de que nos llamen por la mañana. Podemos convencer a la domina para que nos deje despertar juntos si lo deseas, ella te desea y si lo trabajamos bien podemos conseguir su permiso para compartir celda...

Su mujer... Sonaba tan extraño... Pero era la única forma de obtener cierta protección, ciertos beneficios... Además, él era cómo ella, eran de la misma tierra, con las mismas creencias... Y quizás, seguramente podría llegar a amarlo... Al menos, si aquellos soldados no habían destruido esa capacidad... 

- ¿La domina me desea? ¿Cómo sabes eso? A mi no me lo pareció... No se fía de mi y no parece tenerme en alta estima... - Acarició su mejilla - Pero confío en ti... Tu la conoces más, igual que conoces cómo funciona esto... Enséñame... Se mi guía en este mundo... Y te recompensaré... - Besó sus labios con cierta sensualidad y lascivia - Hazlo... - Le sonrió de nuevo mientras se abrazaba a él. 

Los romanos aunque siguen a falsos dioses tienen patrones comunes a nuestros dioses en comportamiento por lo menos. Entre los mas importantes de sus costumbres son la guerra y las mentiras, las manipulaciones y esa vida sutil que Loki nos enseña. Aunque tengamos que seguir nuestras creencias en un lugar como en Roma Loki va estar mas cerca de nosotros vigilando nuestros actos.

La domina me lo dijo, te desea domada y si te llevo conmigo aunque no no es de tu agrado la domina, es normal yo cuando acabe esclavo también era mas díscolo hasta que vi la guía de Loki en mi camino y desde entonces ha sido mi guía principal. Complace a la domina y tu vida en el ludus mejorará, con suerte logramos que nos permita compartir la celda y debes ganarte su confianza. Besando su labios de nuevo mordiendo estos suave después, yo te guiaré..

- Voy dándome cuenta de ello... Si Loki está oculto entre los romanos, será sencillo acceder a sus dones y honrarle como se merece, especialmente a uno de sus seguidores... - Acarició su piel, recorriendo su tatuaje con la yema de sus dedos - ¿Domada? Eso jamás sucederá, no de verdad... Pero, si he de ponerme la máscara de la salvaje fiera domada, lo haré. Pero, ¿quién me domará? ¿Tú? - Lo dijo con cierto toque de picardía y sensualidad - Tendré que ponértelo difícil... - Sintió el beso y cómo mordía sus labios provocando que le devolviera el beso y jadeara ligeramente - Si estarás presente todo será mucho más sencillo, después de todo habrás sido mi domador... ¿No? - Te miró con curiosidad - ¿Y cómo se la complace? Tu llevas tiempo aquí y algo me dice que la has complacido en más de una ocasión, al menos, yo disfrutaría bien de la presencia de hombres tan atractivos y fornidos como los que hay aquí... - Notabas el tono seductor de su voz, el como parecía que no era complicado excitar a la germana - Lo haré... Me ganaré su confianza para poder pasar contigo el mayor tiempo posible, Maestro... - Susurró la última palabra en su oído con cierta lascivia - Y por cierto... ¿Cuál es el nombre de mi hombre? O soy Soenya Sköld, mujer del Nórdico... - Le hablaba en susurros en su oído, mordiendo ligeramente su lóbulo. 

¿Quién va ser si no soy yo...?, me ha pedido que te dome y eso pienso hacer... respondo bajando con mis besos por su cuello sin dejar de abrazarle con dulzura. Nada me alegraría mas en ese momento que estar presente y domarte, pero lo ideal para complacerla requiere mas que compartir lecho, también requiere que pese a que sea romana y mientras seamos esclavos nuestra lealtad esté con ella. Para ser romana confío plenamente en ella y es una gran aliada, debes permitirte con tus precauciones por supuesto, darle una oportunidad. Susurro entre beso y beso de sus labios, oreja y cuello con cierta carga de dulzura, atracción y deseo por la rubia.

Jadeaba ligeramente ante sus caricias - nadie más, sin duda... Las mujeres romanas no me causan rechazo ni desconfianza... No habían mujeres entre quienes mancillaron mi tierra... Ella no me causó mala impresión... No como yo a ella... Supongo que demasiado salvaje y rebelde para lo que acostumbra a ser una mujer en estas tierras... - Le devolvía las caricias mientras su respiración se aceleraba y su piel se erizaba - Si tu confías en ella, lo haré yo también... 

Si las prefiere mas dóciles y si no lo son por lo menos que sepan cuando tienen que serlo... aclaro tranquilo. Soenya Sköld, mujer del Nórdico...o de Kol Horn, como te guste mas, pero fuera de la intimidad te debes conformar con ser la del nórdico...

- Kol Horn... - Le susurró al oído mientras lamía el lóbulo de su oreja y después lo mordía con suavidad - Entonces será así como te llamaré en la intimidad... Kol... - Fue bajando hasta su cuello, acariciando su piel con su lengua y mordiendo su cuello - Entonces seré una muchacha dócil con la Domina y una fiera salvaje en la arena y en el lecho con mi hombre... 

Con un azote en el culo de la rubia recorro con mi lengua su cuello subiendo por el hasta sus labios y lo muerdo después. No se me ocurre ahora una mujer mejor...

Sonrió con malicia y deseo cuando sintió el azote en su trasero mientras un escalofrío recorría su cuerpo ante sus caricias y besaba sus labios tras morderlos él. 

- ¿Quieres a la bárbara salvaje? Pues tómala porque esta noche es tuya... Y el resto de noches que nos dejen... - Su mano se acercó hasta su miembro, comenzando a acariciarlo con ésta para ir limpiándolo mientras poco a poco iba bajando por su cuerpo, besando su piel hasta llegar a su miembro y comenzando a lamerlo con su lengua una vez limpio. 

En la familia vikinga la elección de una esposa fuera de sentimientos es una elección de futuro, pues entre ambos forman un equipo para dejar un legado y ella es una mujer adecuada para mi legado.

Que no te tenga el tiempo que yo desee no va dejar de hacer de la bárbara salvaje sea mía... respondo acompañando su mirada cargada de deseo con la mía mientras limpia mi miembro y después lo lame. Yo atrapo su pelo con firmeza usando mi mano, permitiendo a la vez que se mueva con libertad acompañando mi mano a su movimiento.

Sonríe con lascivia mientras las caricias de su lengua van ganando poco a poco en intensidad. Caricias centradas principalmente en la punta de él, moviendo la lengua de forma circular para poco a poco comenzar a introducir su miembro entre mis labios. 

Primero disfrutando de la suavidad de su punta, acariciándola con su lengua desde el interior de su boca para después comenzar a introducir poco a poco su miembro aún más en entre sus labios al tiempo que acompaña el movimiento con una de sus manos. 

La boca de la germana comenzó entonces a moverse de delante a atrás con el miembro de él entre su lengua y sus labios, practicando una felación al tiempo que lo masturbaba y pequeños jadeos ahogados salían de su garganta. 

Su otra mano se dirigió hacia su propio sexo, comenzando a masturbarse ella mientras seguía saboreando el miembro de él sin importarle que la tuviera cogida por la cabellera, después de todo era algo habitual entre su gente. 

Adoro el lado salvaje de la rubia, verla así es algo que me excita mucho haciendo recuperar un poco del vigor de mi miembro y en momentos puntuales sujetando su cabeza con mi miembro en su boca durante unos segundos sin dejar de mirar a sus ojos.

Sus ojos seguían fijos en los de él mientras seguía masturbándose y masturbándolo a él, acariciando su miembro con su lengua, llevándolo hasta el límite máximo de u boca para después sacarlo. Continuando así una y otra vez, disfrutando del miembro de él mientras ella jadeaba y gemía ahogando los sonidos entre sus labios y el miembro de él.

Él podía ver su deseo, su hambre y su lascivia... Realmente, aquella mujer disfrutaba del sexo y parecía no tener fin... 

Atraigo a la rubia hacía mi tomando con mi mano libre su mandíbula, con delicadeza y firmeza combinadas sin soltar su pelo para besarle con pasión. Sentando sobre mi miembro erecto a la rubia colándolo en su sexo y mirando a sus ojos con deseo.

Sintió como una mano la tomaba por la mandíbula mientras la otra seguía sobre su pelo y la alzaban para encontrarse frente al rostro del Nórdico, en donde los labios de él se unieron a los de ella en un beso cargado de pasión que hizo que un leve jadeo escapara de su garganta.

Una sonrisa asoma a sus labios al ver esa mirada de deseo en él, al sentir su erecto miembro acariciando su húmedo sexo y poco a poco comienza a moverse para que así el miembro de él vaya introduciéndose de nuevo dentro de ella.

Sus movimientos son lentos, buscando el mayor placer para ambos mientras iba moviéndose para que poco a poco él fuera entrando dentro de ella mientras movía sus caderas en pequeño círculos sin apartar los ojos de su amante y esbozando aquella sonrisa de deseo y lascivia.

Finalmente su miembro entró por completo dentro de ella, lo que provocó que un gemido de placer escapara de su garganta mientras comenzaba a moverse poco a poco haciendo que entrara y saliera de dentro de ella.

- Te deseo... 

Se acercó hasta sus labios para besarlos con pasión, recorriéndolos con su lengua y mordiéndolos ligeramente para atrerlo hacia ella. 

No te marches nunca... estar a su lado era reconfortante, con una palmada en el culo mientras se mueve sobre mi atrapo su pelo con mi mano para atraerla a mi y besarle sin soltar su pelo y la otra mano pellizca y atrapa sus pezones. Mis caderas se acompasan al movimiento de las suyas e imaginando los niños fuertes y guerreros que podemos tener juntos.

Volvía a sentirlo, volvía a sentirlo dentro de ella. Su miembro penetrándola y adentrándose en lo más profundo de su interior, entrando y saliendo mientras las miradas de deseo se cruzaban, mientras los jadeos buscaban ser ahogado y el calor de los cuerpos crecía ante cada nueva penetración. 

- Nunca... - Dijo entre jadeos - Te necesito... 

Cada pellizco, cada cachete y cada penetración hacían que ella buscara mayor intensidad, mayor placer para ambos mientras seguía cabalgando a su hombre... Pues era suyo, así lo había sido sellado... 

- Tómame... esposo... todas... todas y..  cada una... de las noches... 

Puso su mano en el pecho de él haciendo que éste se acostara para poder colocarse sobre él, con las piernas junto a sus caderas, la espalda recta y tomando sus manos para llevarlas a sus pechos. - Son tuyos... - Acompañó el movimiento de las manos de él con las suyas mientras comenzaba a moverse sobre él, ganando poco a poco en intensidad - Soy... Tuya... 

Él podía ser la solución pero también su condena, pues podía imaginar lo que sucedería si todo cuando le había contado la romana era cierto... Pero eso, eso no importaba ahora... 

Ella cabalga cada vez mas intensamente sobre mi y lleva mis manos a sus pechos, embistiendo con mi cadera a la intensidad que marca la rubia, mis manos aprietan fuerte sus pechos, todo lo que me dice me excita y me llena, fruto de esa excitación muerdo sus pezones con fuerza sin que sangren a la vez que mis manos aun no han soltado sus pechos. Eres mi mujer... y te reclamaré.... como tal siempre...