Partida Rol por web

Mario insiste en su tarea masturbatoria, como guitarreando los genitales de Julia, sin dejar de penetrarla. Desea más y más placer. Desea hacerla perder la cordura, figurativamente hablando, claro. Sigue penetrándola una y otra y otra y otra y otra vez. 

La joven se agita un poco pero disfruta cuando le metes tus dedos. Sentias por algo que habias sentido antes que no era virgen la joven, lo cual no era tan raro pensando el lugar.

La mujer te miro sonriendo. “Claro. Porque no. Pero tambien deberias ayudarle a que se acomode a los gustos de los hombres, del tuyo en ese caso.” comento con una pequeña sonrisa. “Mi hija no es virgen pero como dije le falta experienca.”

Sin que se lo digas la otra mujer se va desnudando tambien y se pone junto a su hija pero con su rostro para arriba, suspirando al sentir tus manos ahi.

Julia continua a pesar de haber venido a moverse, sintiendo tu miembro abriendola como no podian otros y ella lo disfrutaba. Gimiendo con ganas por los toques de tu mano y por tu gran miembro, de nuevo mostrando que era una de las pocas mujeres que podia aguantarlo. Incluso por el culo ya que una vez lo tuvieras empapado por los jugos de ella, pudiste meterselo por ahi con mayor facilidad y ella terminaba gritando con placer.

Sin duda la dejarias loca, sin que pudiera satisfacerse por otro.

Mario esboza una gran sonrisa de placer y satisfacción por su desempeño. Le eyacula con todo el poder de sus testículos.

Sin duda esa mujer queda mas que llena y satisfecha. Lo que es bueno porque seguro asi estaran mas unidos, incluso tu cabeza piensa en hacer un trio con ella y Cassia. Ambas mujeres mayores que aun estan para estos trotes.

Pero entonces escuchas el sonido de la puerta, como que alguien trata de hacerse el silencioso para abrirla y entrar. Aunque vos lo escuchas. Mirando de costado te parece ver un hombre sucio y encapuchado queriendo entrar. Julia aun no se dio cuenta.

De eso se trata, que disfruten todos. Respondo a la madre con una sonrisa, manteniendo un poco de tiempo el trato de mi mano en el sexo de la hija y sin dejar el sexo de la madre, mi miembro entra en el sexo de la mas joven comenzando a penetrarlo progresivamente aumentando el ritmo mientras ella se adapta a las penetraciones y la mano de su sexo antes la llevo hasta los labios de la joven para que saboree su propia esencia. Con mis dedos ya limpios atrapo su pelo con firmeza pero sin hacerle daño, tratando de que se adapte con placer a un sexo mas marcado progresivamente.

- ¿Quién anda allí? - tomando su gladius.-

"Maldito." dijo el hombre y sacando un cuchillo. "Se dio cuenta." dijo en voz alta y se apuro a meterse adentro. Por atras veias a otro hombre queriendo entrar a la pequeña habitacion en la que estabas. Julia tardo un tiempo pero se dio cuenta de lo que pasaba o pasaria, retrocediendo hacia uno de los rincones.

El tipo se adelanto y fue directo a atacar al hombre desnudo al estomago. Sin duda queria matarlo, ya que no dijo nada mas tras las primeras palabras. Junto a èl venia un segundo que se aseguro de cerrar la puerta detras de ellos. Quedando estos dos contra el senador.

La mujer asintio. Entonces cuando te acomodaste para ir detras de su hija, esta se te puso al lado.

Cuando comenzaste a pentrarla la joven se puso algo nerviosa pero al ver como ibas lento se alivio y dejo hacer suspirando al sentiorte cada vez mas adentro. Cuando le diste tus dedos los saboreo como si los habria querido desde el principio. Sorprendiendose de nuevo cuando la tomaste del pelo pero sin quejarse sino que empezando a gemir.

Mientras la mayor se te acerco con su cuerpo pegandose a ti y empezando a besarte en los labios, para luego seguir con tus mejillas y cuello. Mientras mano se metia detras tuyo, arriesgado y dandote una palamada en el culo para ver como reaccionabas.

- ¡Hombres a mí, me están atacando! - llama a sus custodios mientras es apuñalado.- 

El senador sintio el corte del hombre que sonreia con maldad, meintras el otro se preparaba para sacar su cuchillo tambien. Al lado del senador Julia empezo a gritar con fuerza.

Escuchas un...

- ¡Hombres a mí, me están atacando!

Luego un grito fuerte de mujer, a pesar de los gemidos de la mujer que cogias.

Parando con las mujeres mientras me subo el pantalón con mi bolsa de monedas conmigo corro en auxilio de la mujer. Vigilar mis cosas, pido a estas saliendo ayudar a la mujer.

Mario se sorprende al ser apuñalado con el lado sin filo o ser alcanzado de refilón.

Contrataca buscando el torso del oponente para atravesarlo de un certero ataque con su gladius. Apunta perfectamente y lo atraviesa como mantequilla con un cuchillo caliente. 

Las mujeres se sorprenden mucho con tu huida y con que tengan que cuidarte la ropa. De cualquier forma sales y no te cuesta encontrar de donde vino el grito. Era de un cuarto cercano que ahora tenia la puerta cerrada, trataste de abrir rapido pero alguien del otro lado te lo impidio. Notaste que era alguien porque pudiste empujar pero rapido se volvio a encerrar.