Partida Rol por web

Sí, doctore digo con un suspiro. Aunque cuando viy a dejar el palum me asalta la duda: dijo que dejáramos el ejercicio, es decir, movernos con este muerto. Pero no dijo que dejáramos el palum.

Aún así, ya los brazos me están doliendo, así que, tras acercarme, bajo el objeto para mirar el combate pero sin llevarlo aún a ningún lado.

Al escuchar la orden del Doctore, Alina susurró una breve fórmula de gracias al dios padre Svarog y dejó caer el madero. No faltaba mucho tiempo para que lo hiciera sin que nadie se lo ordenara.

Se echó hacia atrás, con las manos en la cintura para estirar la adolorida espalda y se inclinó hacia adelante poniendo las manos en las rodillas con la boca entreabierta y cara de completo agotamiento. 

Se enderezó y caminó lentamente hasta situarse junto a Brinda, mientras se masajeaba los adoloridos brazos, para observar el combate. No estaba segura de qué esperar. Por un lado rechazaba la idea de ver gente peleando, pero sentía curiosidad por ver cómo eran esos dichosos combates de gladiadores. 

La hispana, con las manos abiertas, esperó a que le cayera encima el imper intento de golpearla. Ella haría lo posible porque la atacante errara el intento, y si podía, hacerle la zancadilla y que mordiera el polvo, pues, sería buena forma de empezar. No quería tomar armas ... aún. Sus puños estaban listos para algo, y eso es lo que deseaba usar en estos momentos.

La romana no se lo piensa demasiado, sabedora de que no puede perder la ventaja, rápidamente pivota sobre si misma y lanza un barrido usando su vara a ras de suelo directo en un intento de derribar a Soenya, aprovechando que tal vez la germana no se lo espera y Livia exhibe una sonrisa confiada al hacerlo aunque está muy concentrada en su movimientos, procurando no doblar demasiado la espalda y no caerse en el intento, lo cual hace que su intento no sea tan certero ni tan afinado como solía ser...y prueba de ello era que su movimiento, por precavido, no se acercó a la germana y ahora se había quedado en muy mala posición, incapaz de defenderse de ninguna de las dos luchadoras.

La germana había comenzado a moverse para flanquear a sus contrincantes, esto quizás ayudó a que Livia fallara su ataque hacia ella aunque eso no impidió colocarse en la espalda de la romana para asestarle una patada en la espalda para desestabilizarla y lanzarla contra la hispana pero al ir a golpear a Livia trastabilló de tal forma que cayó al suelo de rodillas.

Tras la caída rodó sobre ella misma para alejarse un poco de la romana, aunque seguiría en el suelo y no podría levantarse aún. Su rostro mostraba la rabia de haber fallado en un ataque tan sencillo, quizás el cansancio de la noche anterior le estaba pasando factura. 

Nuevo día y ya toca un nuevo entrenamiento, las nuevas esclavas no tienen desperdicio y como nueva jefa de las gladiadoras la rubia estaba mas atractiva incluso que antes, guiñando el ojo a la rubia en respuesta a su entrada triunfal, reviso sin disimulo a todas las mujeres desde la distancia, alorando especialmente el caracter fuerte que tienen dos de ellas.

Como siempre voy con la menor ropa posible por el calor que me produce este maldito lugar en cuanto al tema del clima, la verdad es que odio este clima y el sudor remarca todas las cicatrices de mi cuerpo. Finalmente la orden de llevarme a los gladiadores la cumplo sin poner problemas, la situación en el ludus es tensa, pero antes de llevarme a todos los hombres miro al palco que un día mas tenemos visita.

El entrenamiento va comenzar con una pelea por parejas cuerpo a cuerpo y sin armas, para entrar en calor el cuerpo. Chicos por parejas empezamos por una pelea estilo libre sin armas, vale todo menos daño letal hasta la sumisión del compañero, enseñarme vuestro nivel de pelea y a ser posible agradar a a la domina y a su invitada.

La domina vio como el Doctore permitio descansar muy rapido a las otras dos mujeres para que viera la pelea, ya hablaria con èl eso.

Pero volvio a prestar atension a Elia. "No se, apostar dinero quedaria algo vulgar entre nosotras. Tal vez un favor, que en algun momento una le pida algo que no pueda rechazar." propuso y se puso a pensar en las candidatas para su apoyo. "Yo apostaria por la nueva, parece estar menos distraida." dijo esperando que la hispana se las diera.

El aprendizaje se aprecia mejor cuándo se puede apreciar de primera mano, observen el combate entre las más experimentadas, ya que eato no es una cacería, lo que aprendan y apliquen, será la diferencia entre la vida y la muerte... ¿Comprendieron bien?

Miró el desarrollo de la pelea con un rostro impoluto, ocultando la preocupación que le invadia sutilmente al doctore, preocupado del rendumiento de la germana.

Vamos Soenya, muestra tus habilidades, aquellas que adquiriste en la guerra.

Animó el galo para que mostrara por que ella es ahora la lider.

-¿Un favor? Una moneda muy escasa. De acuerdo, quien pierda deberá un favor a la ganadora - Acomodandome en la silla vuelvo la atención a lo que pasa abajo. 

Miró al Doctore y asintió con la cabeza. Sabía que tenía razón y que este entrenamiento era clave para conocer hasta dónde llegaba su umbral de resistencia, por lo que no tardaría en levantarse del suelo. 

Por lo que la hispana recordaba, primero pelearían la romana con ella, y luego, pelearía contra la germana. Se vio muy sorprendida que la ignorasen tanto, y tras eso, sin perderlas demasiado de vista fue a por una de esas espadas simuladas, y su podía, también alguna rodela o escudo pequeño, que le fuera un arma de apoyo. - ¿No será mejor combatir con dos espadas...? Se preguntaba a si misma, sin obtener una respuesta.

En su tierra, algunos famosos guerreros lucían dos espadas en su atuendo, pero siempre pensó que era por su una de ella fallaba. Tomó así dos espadas, una de ellas colgándosela de la cintura, y sopesando el escudito. Cualquiera podría haber pensado que le sería una ofensa, el pelear con la otra antes, pero era una ventaja. Por un lado lucharía con la más competente, así, sería mása divertido, pero, por otro lado, también estaría su contrincante más fatigada ... y podría serle una ventaja estratégica.

Viendo el pobre espectáculo que habían dado, a Livia no le cabía en la cabeza que la hispana hubiera decidido no aprovechar la oportunidad para partirles la cara a ambas. ¿Sería una cuestión de incredulidad o de honor? Tampoco importaba, Livia recupera la postura correcta y le guiña un ojo a la germana, casi como una disculpa por la torpeza de no haberle acertado y de paso, como una forma de reírse de si misma.

-Ahora si que vamos en serio Ika...en guardia.- advierte la romana con una sonrisa y se lanza al ataque enarbolando la vara agresivamente contra la hispana.

De un ágil salto la germana se puso en pie, tomando de nuevo sus armas y colocándose en posición de guardia, atenta a los movimientos de Ikateria y Livia.

Se notaba algo cansada de la noche anterior pero así era el entrenamiento en resistencia e iba a continuar con él todas y cada una de las noches que le permitiera hacerlo... 

Se lanzó la romana contra ella, y con un leve saltito hacia atrás, consiguió que se cortase poco más que el aire. Entonces, aprobechando el gesto, lanzó el "taco de madera" que simulaba un gladius, para que este fuera un digno cumplido ... pero símplemente fue un gesto amenazante, que sólo consiguí hacer que el aire zumbara por el gesto.

Cuando su pies tocaron el suelo añadió: - Yo no guardo nada.

El combate la verdad no le estaba gustando mucho, habian buenos movimientos pero notaba que quedaban en la nada. Por lo que vio al doctore para que las apurara o las obligara a ser mas violentas. "Se mueven de un lado al otro, aun se deben estar midiendo." comento a su amiga mirando su reaccion a lo que pasaba.

-La arena no está entre mis entretenimientos preferidos así que no puedo juzgar.. pero puedo imaginar varios miles de plebeyos abucheando.. Al final ganaré la apuesta-

Ciertamente el derramamiento de sangre no está entre mi idea de pasar una tarde agradable, y lo que estoy viendo no pasa de una serie de ejercicios gimnásticos algo tediosos. 

Al igual que habían atacado con fuerza contra ella, y había conseguido esquivar y lanzar un estocada de advertencia, quiso que no fuera solo Livia la que hiciea las veces, así que su "taco de manera" fue a por esta "visita inesperada". Se lanzó contra ella con todo su cuerpo. Los ojos se desorvitaron y abrieron enormemente, y con un grito de furia intentó partir en dos a la romana.

Livia no esperaba un ataque tan potente, la hispana prácticamente la arrolló con una brutal embestida que la alcanzó en mitad de su intento de esquivar, golpeándola con severidad en el costado y arrojando a la romana sobre la arena varios metros dando vueltas y golpeándose aún más.

Cuando finalmente queda bocabajo en la arena, milagrosamente aún sostiene su vara contra su pecho, pero casi no podía levantarse si no es con ayuda del palo. Tose y escupe una mezcla de saliva y sangre, un odio absolutamente visceral brilla en su mirada, muestra un labio partido y aprieta los dientes por el esfuerzo de volver a la verticalidad, lográndolo a duras penas. Se lleva la mano a las costillas y arroja su vara al suelo:

-No voy a perder la vida en un entrenamiento contra un animal...- dice con asco y se retira a la zona de bancos, sin esperar a que nadie se lo permitiera, cojea ostentosamente y aún se sostiene las costillas, la zona del costado se le veía ya empezando a amoratarse y sus cicatrices de la espalda se han enrojecido, apunto de abrirse. Era difícil decir si la romana se hallaba más herida en su orgullo o en su cuerpo.