Partida Rol por web

Si bien el tiempo pasaba algo mas lento en ese lugar, no fue como la primera vez que estuviste herida. Ahora ya te habias acustumbrado a estas heridas en tu cuerpo y supiste moverse en estas pequeñas practicas que tenian. De cualquier forma debias ir a la oficina del doctor siempre que podias.

Pero ya habias pasado por ahi y ahora te encontrabas lavandote la herida en el baño de los gladiadores, mientras hacias eso sentiste unos pasos detras de tuyo aparecio Verina. Se encontraba mirandote con algo de cariño pero tambien alivio. No habian tenido mucho tiempo para hablar.

"Vas mejorando cierto?" pregunto mirandote entera sin mucha verguanza. "Te veo mejor. Mas energetica. Aunque no soy la unica Flavios tambien te ve mas fuerte."  comento para empezar la charla aunque sentias que queria decir mas.

La romana gira su cuello en dirección al ruido, alerta, pero parece relajarse de nuevo al ver de quién se trataba.

-Si, me encuentro mejor, supongo que los dioses me amparan. - dice con una sonrisa, tomando la esponja para frotarse muy suavemente en el costado y terminar de retirarse lo malo de la herida, casi curada por lo demás, ahora debía fijarse en limpiar para que no se le pusiera mal con el sudor y la suciedad de la celda.

Luego enseguida termina con eso y se pone a alisar su cabello, preocupándose de desenredarlo cuidadosamente aunque sólo se atrevía a hacerlo con una mano para no tirar de los puntos del costado.

-Asi que has hablado con Flavius sobre mi.- no parecía molesta, solo curiosa, la va mirando de reojo de manera tranquila y amable, esperando que se acerque- Espero que cosas buenas...¿Y que hay de tí? ¿Como pasaste el día de la revuelta? No te sucedería nada malo, ¿Verdad?

Agradecida con su ofrecimiento, Octavia le pasa el cepillo a la sirvienta y le da las gracias con una silenciosa sonrisa. Se acomoda y se relaja dejando que Verina la mime, realmente hacia tiempo que nos disfrutaba de un tiempo así, relajado y tranquilo en compañía de alguien en quien confiaba sin reservas.

Cuando Verina besó su mejilla, la romana alza un poco su mano y le acaricia el rostro, de momento, sin mayores intenciones más que demostrar afecto.

-Debo tener las manos muy ásperas, perdona...- se disculpa y procede a tomar una piedra pómez entre ellas para limar las durezas. Esto la ayudaría a suavizar pero sus manos ya nunca serían tan delicadas como las de la pelirroja o cualquier patricia.

-Siento mucho que Soenya te pusiera en esa situación, pero no te sientas culpable. Ella nos engañó a todos y lamento que el doctore encontrase la muerte también por seguirla. - alza un poco los ojo girando un poco la cara para mirarla- Doy gracias a los dioses que ni tú ni mis otras hermanas corrieran la misma suerte. -​​​​​​-chasquea la lengua y resopla mirando al frente.

-Mas no quiero hablar más del pasado...si, he vuelto al puesto, ahora dirijo a todos los gladiadores, tu te ocupas de nuestras necesidades y yo de la disciplina. También tengo la potestad de impartir castigos y no voy a tolerar ninguna falta de respeto a cualquier romano. Eso tenlo por seguro. Las excesivas confianzas son lo que nos metieron en todo este caos...eso se tiene que acabar, los gladiadores deben estar centrados en la arena y en complacer a sus amos. Si no complace...es mejor que lo esté ¿No estás de acuerdo?

Octavia termina con la piedra pómez en sus manos y la deja a un lado para luego volver a tomar la mano de Verina sin pudor y acariciarla con más calma, tomando su palma entre sus dedos y el pulgar para describir luego círculos con éste aunque de manera algo distraída pues estaba concentrada en lo que la sirvienta decía con seriedad, valorando la situación:

-Umm...Drust esta vivo de milagro, si el Pater le perdona puede dar gracias de no acabar en la cruz.- comenta con desdén- Si aún después de eso desea mostrarse desafiante, él mismo estará cavando su propia tumba. No dudaré en acabar con él de la manera que haga falta, no permitiré que una manzana podrida arruine el cesto.- a pesar de lo violento de sus palabras, su tono y sus caricias se mantenían tranquilas y dulces- De todas maneras te agradezco que me lo digas...-le besa el dorso de la mano y le dedica una sonrisa confiada.- Él y Alina podrían ser el germen de la rebelión que la germana e Ikateria implantaron...maldita sea su alma.  -chasquea la lengua y resopla negando con la cabeza. Hace una pausa y se hunde de hombros, pensativa.

-Necesito adormidera, Verina.- comenta de repente, bajando el volumen y cambiando el tono. Se muerde el labio inferior y se la nota algo preocupada.- Nadie puede saberlo pero...los dioses no me dejan dormir desde lo ocurrido el otro día. Me han permitido vivir pero tiene un precio...¿me ayudarás? No se cuando volverá la señora Cornelia y no puedo esperarla y que pueda ayudarme con eso, tendrá otras obligaciones. No te lo pediría si no fuera importante.

-No te lo pido por capricho Verina. Los dioses se me aparecen cada noche a veces con bondad y a veces con enojo...-la romana se gira en su banco y se la queda mirando con apuro en sus ojos- Los primeros días con los efectos de la adormidera para las heridas estuve bien pero sé que necesito seguir tomándola o...las pesadillas serán cada vez peor, no podré pensar con claridad, necesito mantener la mente preclara, Verina. Sabes que este nuevo cargo me pone en el filo de la navaja, no puedo permitirme fallar.- le toma las manos apretándolas con cierto desespero. 

-Sé lo que le ocurrió a Ikateria, estaba allí, pero ella no soy yo. Ella está muerta y yo estoy aquí. No te lo pido por nuestra relación, Verina, te lo pido porque es una necesidad que tengo y es mejor para todos que yo me mantenga concentrada y estable...- insiste, convencida. 

-Nuestra relación me facilita que puedas entender por lo que estoy pasando, es cierto, y confío en que no le dirás a nadie de este asunto...Tu misma dijiste que muchos romanos la toman a diario para conciliar el sueño y no es malo ¿porqué me lo negarías? Si tu no me puedes ayudar...me veré consumida por las visiones que los dioses ponen en mi mente y ya no podré ayudar a nadie...ni cumplir mi pacto con ellos. Ayúdame, Verina... sólo puedo confiar en ti.- suplica, finalmente, notándose un cierto temblor en su labio, traga saliva y trata de controlarlo.

-Ya sabes cómo son nuestros dioses Verina. Nunca dan algo a cambio de nada, tengo su protección pero no van a dejar que me desvíe de su camino.- explica en un suspiro, ni alegre ni triste, tan sólo presentando un hecho tal y como ella lo veía.- Probablemente mi cuerpo solo se ha acostumbrado a la adormidera desde mi castigo cuando me convertí en gladiadora...y ahora siento que no puedo dejar de tomarla porque calma mis malos sueños. Tal vez  sea un designio divino. 

Acepta el beso de Verina con premura, uniendo sus labios a los de ella en un abrazo cálido y reconfortante, húmedo y pasional también pero sobretodo afectuoso y agradecido.

-Gracias Verina. - responde, unidas sus frentes tras el beso, suelta una mano de entre las de ella para acariciar su cabello y recolocar un mechón tras su oreja- Todo irá mejor si el pater me permite ser escolta de Manius, ahí podrás dejar de preocuparte, ni siquiera Drust se atrevería a tocarme en ese caso porque podría entenderse que pretende dejar a Manius sin protección. - afirma con una sonrisa confiada- Y Alina...no es peligrosa por sí misma pero su absurda lealtad a la germana puede hacer arder una llama que no se ha apagado aún. No podemos confiarnos como hizo Camilia. ¿Que dices que le ha ocurrido a Sekhmet? -​​​​​​-pregunta perpleja recordando eso- ¿Se ha ido del ludus? ¿Ha escapado también?

-Umm...nunca confié en ella, cuando era gladiadora bueno...pero Mars me advirtió de que servía a dioses oscuros y Camilia... Camilia también desconfiaba en cierta medida y aún así la tenía bien cerca.- suspira y se lleva una mano a la herida casi curada- Sin embargo le debo la vida, lo último que recuerdo antes de estar en la celda fue que ella me encontró en los pasillos. De no ser por ella...-no termina la frase pero es evidente lo que quiere decir.-...espero que esté bien y encuentre su camino y que los dioses tengan piedad de ella.- comenta negando con la cabeza.- Si hizo algo en Manius, lo descubriré, sólo tengo que coger confianza con él y con su tutora. -mira alrededor y se asegura de que están solas.

-Creo que Manius se ha enamorado de Marcia...primero pensé que sólo la disfrutaba sexualmente pero creo que hay algo más...¿tu sabes algo?

-Shh...-le pide mirando alrededor.- No me gustan los chismorreos, pero esto es importante. No estoy segura al cien por cien, pero en la entrevista que tuve con él...Manius me echó en cara que yo no amara a su madre, le expliqué que u esclavo hace lo que se le ordena y lo que se espera de él aun sin una orden de por medio. Especialmente cuando se trata de los amos. Tu ya me entiendes, hay tareas más agradables que otras, pero realmente no tenemos elección.- hace una pausa, resopla- A Manius no le gustó lo que le dije, tuvo un arrebato y dijo algo así como que él nunca podría estar seguro en tal caso de que Marcia lo amase...¿comprendes?- le explica torciendo el gesto- El amor hace que los hombres y las mujeres comentan estupideces...me preocupa que esa mujer, Marcia, lo engatuse de mala manera o que él se pierda en un amor que no puede tener. ¿Su encuentro? Cuando yo hablé con el Pater...al ir a ver a Manius vi que ella tenía ropas descolocadas y actuaban extraño...creo que sin duda estaban manteniendo relaciones o a punto de ello.

La mujer bajo la voz. "Aunque no te gusten van a estar, en especial si alguien mas lo nota." señalo la mujer refiriendose a esa relacion.

"Uff te entiendo. Es algo muy duro para que se lo cuentes vos. Es algo que tuvo que saber de su madre o padre, aunque lo tuvo que saber hace tiempo." comento de acuerdo contigo. Lo que no era raro ya que era romana noble. "Comprendo y me preocupo. Si llegaste a esta conclusion cualquiera podria y esto solo puede terminar mal." agrega.

La viste sonreir y luego reir un poco cuando dijiste que Marcia podria engatusarlo. "Marcia es demasiado buena para eso. No ella no sera problema, creeme que yo la conosco. Ella no abusara de él." comento ella relajada al menos en ese respeto. "Lo segundo puede ser. por eso pienso que podria terminar mal."

Nego con la cabeza ante tus ultimas palabras. "El joven esta creciendo. Tal vez solo es un poco de sexo con algo mas, no se. El chico no esta bien desde ese dia, Marcia lo habra consolado."

-Si tu confías en Marcia, yo también...sólo quiero evitarle un sufrimiento innecesario. No se si Marcia lo ama, sólo habría una forma de saberlo pero no seré yo quien le diga al chico. Si la liberase y ella se quedara con él, entonces supongo que si sería amor. Pero si se va buscando libertad, supongo que solo sería...un poco de sexo como dices.- se encoge de hombros y se sonríe amarga.

-Sea como sea...ninguna de las dos opciones les depara un final feliz, ni Roma ni su abuelo aceptarán que tenga un amor con una esclava o una liberta. Podría tenerla siempre de amante, siempre que a su futura esposa no le vaya a ofender. Y los hombres enamorados son muy ofensivos, ya comprendes...-suspira y se tumba en la banca reposando la cabeza en las piernas de Verina.

-El corazón es un lastre, si sólo pudiéramos obtener de él la pasión para combatir o para amar al imperio...pero también guarda corrupción y sufrimiento. Sé que no opinas como yo, no importa...me gusta cuando me contradices. Al menos sé que puedo confiar en ti.

-Pero yo no quiero querer Verina...-le dice casi como una disculpa- Todo lo que quiero, sufre...y no quiero que tu sufras. Bastante tienes con tus problemas...-se queda mirando el techo pensativa.

-He estado pensando en eso...Tal vez pronto por fin vamos a luchar en el coliseo, le sugerí al Pater que sería bueno para mejorar la imagen de esta casa.- alza los ojos para encontrar los de la sirvienta y toma su mano- Quiero hablar con Flavius, más adelante, para que el dinero que yo gane en la arena...que la parte que sería para pagar mi libertad, algo que no deseo, se invierta en pagar tu deuda. - aprieta un poco su mano con la de ella, afectuosa y sonriente, convencida de tus palabras- Te mereces tener la vida que quieras, Verina...no has hecho nada malo para estar aquí, este lugar es peligroso. Espero que Flavius acepte.

-Ya me haces feliz, Verina...-dice y no puede evitar mirar cuando la pelirroja empieza a desnudarse...Livia ya estaba desnuda hacía buen rato, hacía tiempo que había perdido todo pudor que pudiera albergar.

Se acerca a ella y pone un beso en sus labios, toma su vestido y la ayuda a terminar de retirarlo, incorporándose para quedar frente a ella, aunque se lamenta de que el banco sea tan estrecho.

-Voy a tener que pedir una habitación para encuentros sexuales igual que hizo la germana...-comenta medio en broma entre beso y beso, empujando poco a poco a Verina hasta dejarla tumbada y ella encima.- Contigo no me siento obligada...lo hago porque quiero...porque quiero de verdad. Que me niega a amar no quiere decir que me niegue a buscar placer cuando y con quien quiero. Y si es con alguien en quien puedo confiar...lo deseo aún más.-y se funde con ella en un largo beso ahora, profundo acariciando su rostro con la palma y el pulgar mientras sus dedos entrelazaban su cabello.