Partida Rol por web

Se habian retirado de la fiesta y estaban en el pasillo. Marcia se encontraba con ellos un poco mas adelante, la habia traido la Domina para disimular este encuentro entre ambos. De cualquier modo quien los viera ahora veria que estaban muy cerca.

"Que piensas de mi sierva?" pregunto con un susurro divertida señalandola con la mirada, no solo su espalda. "Es algo inocente pero seria divertido." comenta la mujer ya tal vez queriendote meterte en algo mas perverso.

Fue disimulada la salida de la fiesta de ambos, con Marcia por delante, que ademas tampoco perdia de verle el culo a la esclava personal de la lanista.

-Tiene una figura tentadora domina-

Sonrió de forma lasciva, pero ante la afirmación de la mujer, le mira de forma sutil.

Eso se verá domina, apuesto a que quiere presenciar un espectáculo, ¿No es verdad?

Anticipó el, pensando que tal vez es eso lonque ella quería, al estar su prometido, padre e hijo en la casa, tal vez debia idear un plan para disfrutar del acto sexual.

La esclava tal vez distraida en sus ordenes no les prestaba mucha atension a sus susurros.

Mientras la que si escuchaba con una sonrisa mas maliciosa era la domina. “Asi que aceptarias a esta o tambien a cualquiera en mi servicio?” pregunto con total descaro parecia que esa noche queria probar algo nuevo.

Pronto llegaron a la oficina de ella, habia un sillon comodo ahi por lo que podrian hacer algo ahi. Marcia abrio la puerta para ambos pero entonces se encontraron con alguien que no esperaban. Era memmia.

“Que haces aquí primita?” pregunto la Domina apurandose a apartandose de ti y entrando rapido a la oficina.

Memmia parecia que habia estado mirando los papeles de la mesa, pero no movido algo. “Queria estar tranquila un momento y lejos de mi hermano.” contento simplemente. “Tambien estaba esperandote para charlar si querias.”

Entonces nota tu presencia, lo que no era complicado con tu tamaño. “Aunque parece que ya estas ocupada. Paso algo?” pregunto divertida, con Camilia negando mientras suspiraba algo molesta.

Mi domina, la aceptaría a ella o cualquiera que dispusiera para su entretenimiento

Anticipó a dónde queria llegar la mujer, queria in espectáculo privado dónde ella se deleite viendo cómo el tomaba a otra mujer que no fuera ella.

Era lo evidente por su sonrisa que manifestaba una maliciosa intención oculta, queria tocarle el carnoso y masiso culo a jefa, pero tenía que alguien viniera y viera aquél acto inapropiado e informara al Pater de Camilia.

Al menos hasta llegar a la oficina y ver a Memmia ahí, al notar un poco el fastidio de su señora, decide que el espectáculo continúe.

-Señorita Memmia, me alegra verla, Domina, si me lo permite, podría darle a usted y a la joven Memmia un espectáculo que las dejará más que satisfechas-

Trató de apasiguar las aguas mientras hacía pasar a la esclava personal de la mujer.

No se preocupe, Será un entretenimiento para ambas si le apetece-

Dijo en un susurro suave.

Ordene a la esclava que se quite la ropa despues de dar una pequeña presentación, y no olvide cerrar la puerta-

Eso último lo dijo por que ella era la que tenía las llaves del cuarto.

Por un momento parecia que habria una discusion entre ambas mujeres en ese momento, pero la sugerencia del gigante para ambas las dejaron pensando. Sorprendiendo a Marcia que finalmente parecia no haber escuchado antes.

Camilia miro a su prima, esperando cosas pero no una sonrisa complice tal vez. De cualquier forma ella fue a la puerta. “Luego hablaremos. Doctore denos un espectaculo.” dijo ella cerrando la puerta de su oficina.

“Marcia, no te resistas a que el doctore te saque la ropa. Prima te voy a mostrar algo interesante de ser Domina, ahora mi gran doctore tomara a mi sirvienta aca mismo frente a nosotros.” presento ella al menos como imaginaba que le habia pedido Duilius. “Sientate y disfruta.” concluyo ella mientras dejaba a èl el espectaculo. Uno picante para ellas dos y posiblemente uno inolvidable para la sirvienta que miraba al gran hombre.

Jamás pensó que las cosas salieran así de bien, por esa razon se inclinó ante las damas y se acercó a la esclava para empezar el espectáculo.

Lo primero es lo primero, la dejó quieta en el medio de la habitación, a jna distancia concreta no mujes de las señoras de la casa pero tampoco muy lejos, dónde la luz era perfecta, comenzando a rodearla cómo un tiburón que rodea a su víctima, alargando el el momento en el tiempo, hasta que se acercó por la espalda de esta y en un suave caricia fue apartando los tirantes del vestido con delicadeza y cuidado, apoyando su nariz en el cuello de Marcia, sin notar a propósito que el vestido cayó al suelo.

La cosa iba bien y por eso sus manos se movieron a un costado del cuerpo, poniendose a la vista, quitándose el la ropa para mostrar su falo a media erección, dejando la suligaria en el suelo junto al vestido.

Volvió por la espalda de la esclava, soltando su cálido aliento sobre la oreja derecha de esta, miwntras que sus manos comenzaban a acariciar el vientre de la sirvienta personal de Camilia, subiendo hasta los pechos, los cuales tomó de los pezones, apretandolos, primero suaves, y luego duro, pegando su miembro al firme culo de la mujer, en una sensación que su domina conocia muy bien, comwnzando a levantarse por la acumulación de sangre.

Marcia se quedo ahi sin saber que hacer, dejandose acomodar por el Doctore al cual veia con algo de temor seguro por su gran tamaño y posiblemente por lo que habia visto de èl en la arena. No habia mucha relacion entre ambos. De cualquier forma una orden era una orden.

Por lo que a pesar de un chillido timido se dejo bajar su vestido, dejando a la vista un cuerpo juvenil comparado con la domina pero no menos atractivo. Su culo estaba bien firme y sus pechos aunque no tan sabrosos como los de la domina sin duda se sentian bien en las manos de su amante.

Cuando el Doctore la dio vuelta para verlas a ellas, las dominas miraban con una pequeña sonrisa lo que pasaba y se habian ya servido vino. Pero entonces Camilia se levanto buscando algo ensu escritorio y dandole a su sirvienta "Bebe!" ordeno. Esta lo hizo y se agito un poco. De cualquier forma no se libero del agarre firme del grandulon.

"Ahora no sera tan timida. No creo que tu tambien lo necesites, pero no dudes en pedirlo si te cansas." comento la Domina con una sonrisa picara. No sabias bien que le habia dado a la sirvienta pero se sentia mas caliente en tus manos y ahora se frotaba mas contra tu miembro con el culo.

Tras un golpecito en el brazo del Doctore para que prosiga, se volvio a su lugar con su prima a susurrarle cosas al oido. 

No se preocupe domima, yo no lo necesito

Fue una respuesta amable pero contundente, ya que la mujer había sido derrotada por el en la cama.

El roce constante del culo de la esclava le irguió finalmente, parecía que lo que había bebido le generó excitación a la esclava. No habia tiempo para juegos previos o algo por el estilo.

Hizo que se inclinara para adelante, para poder poner el miembro dentro de Marcia, no con delicadeza, fue bruaco al entrar, haciendo que la mujer se sacudiera.

Una vez dentro la levantó para abrir sus piernas en "w" para que ambas mujeres vieran cómo la atravesaba.

Domina, cuándo usted diga, yo comenzaré

Quería encenderlas a las tres mujeres, al mostrar su falo en la cavidad sexual de la sirviente.

Marcia se encontraba algo mas animada, el efecto de lo que le dieron fue rapido y no solo se froto su culo pero tambien su espalda contra Duilius. Sin embargo se dejo acomodar hacia adelante con las mejillas coloradas y mirando con gracia a las mujeres nobles.

Un grito de placer se escucho cuando el miembro del Doctore se le metio adentro. El galo lo sentia que le costo un poco mas siendo este lugar mas apretado que el de la domina, no era virden pero sin duda tenia una vida mas tranquila. “Ah...muy brusco.” dice ella con una voz que muestra tanto algo de dolor pero tambien placer.

Se agarro del hombre como pudo cuando la subio, sin ocultar su cuerpo a las testigas.

Mientras frente a Duilius estaban dos mujeres que se encontraban tomando, sin perder su vista de ellos. “Jeje Seguro que no galo.” dijo la domina sin decir mas no debia confesarse.

“Comienza.” dijo y miro a su primita, vigilandola. Mientras ella se levanto un poco su vestido mostrando sus bellas piernas con algo de seduccion tal vez para darte un espectaculo a ti tambien. Por su lado la primita te miraba bastante ansiosa y asentia. “Muestranos tu fuerza.” dijo Camilia.

Las mujeres parecían entretenidas por todo aquello, y la estrechez de la esclava le daba a entender que no era muy requerida para aquellos actos de carnalidad.

Y aún no viste nada...

La levantó hasta casi sacarsela de adentro, para que las romanas apreciaran el tamaño y largo del falo que accedía a el coño de Marcia, para luego dejarla caer sobre este mientras arremetía al mismo tiempo contra el sexo humedo de la sirviente.

Volvió a repetir el mismo movimiento, haciendo lo lentamente, para luego realizar una poderosa embestida contra la pietra vagina de la joven.

Tras un par de repeticiones así de fuertes, comenzó un vaivén más rítmico pero igual de fuerte, antes de volver la atención a las dos, viendo las piernas de la mujer, queriendo ver más allá, sonriendo de un modo provocador a ambas.

Una de las mujeres testigos ya habia visto bien tu miembro, pero Memmia aprovecho a dar un buen vistazo sonriendo con una mezcla de inocencia y picardia. Ambas brindaron mientras se prepararon para lo que seguia. 

Marcia por su lado fue facil de elevar del piso, era mas liviana que Carmilia, aunque eso no hacia diferencia para el fuerte guerrero. Cuando la hiciste que le saliera tu falo suspiro, aunque rapido grito cuando te tuvo adentro en un instante. Un grito de placer y dolor, que a pesar de su cara que solo ella veian parecia que el efecto de la droga no le hacia pedir ayuda sino disfrutarlo.

Asi siguio gimiendo con mas gusto cuando ya no fuiste entrando con tanta enteresa en ella, pero con un ritmo que aunque frenetico parecia mas facil de aceptar para su cuerpo. 

Mientras las mujeres disfrutaban del espactaculo, Camilia ya cruzaba las piernas no solo permitiendote verlas mejor sino conteniendose tal vez lo mojada que estaba. Mientras su prima miraba aun mas todo contenta, observando mas a la joven Mercia que gemia con gusto y dolor.

Aún que esa posición era comoda para l vista de las mujeres, no era la que más le gustaba al doctore, por así decirlo, prefería otras posiciones mas comodas para el.

Por esa razón le sacó el miembro de adentro para acomodarla cómo a el le gustaba, no sin antes mostrar su miembro brillante por los fluidos de Marcia.

Con mucha habilidad, la arrodilló en el suelo, poniendola en cuatro patas, con el culo expuesto apuntando en dirección a ambas patricias, el les da la espalda para acuclillarse sonre ella en la pose que más le gusta, exponiendo ambos sexos que comenzaban a conectarse, tal vez esta pose haga que su señora se exite más

Ambas patricias vieron de nuevo el miembros del galo y hablaron entre ellas susurros junto risitas. Aunque el galo sabia que no eran risas de burla sino de excitacion, habia un deseo en ellas por ese miembro. Al menos asi lo veia por Memia pero lo sabia seguro por camilia.

De cualquier forma ahora se encontraba con Marcia, una joven mujer que no debia tardar mucho en dominar sino no lo hacia ahora mismo. Su sexo estaba todo mojado y se dejaba acomodar como podia aunque su resistencia no era igual a la domina. Puesta en cuatro la ayudo a contenerte pero ni bien la penetraste en esa posicion de sumision ella termino viniendo con fuerza. La sentiste como mojaba el piso y apresaba mas de tu miembro.

"Sigue se estaba poniendo bueno." comenta Camilia, la sientes que se para y se te acerca con una copa. De la cual toma un trago y te ofrece. "Toma hasta el fondo." dice audible dandote del lado que tomo ella pero se te acerca un poco mas. "Lo haces bien galo. Solo un poco mas y las diosas aqui podriamos recompensarte." susurra de forma melosa en tu oido.

Apenas efectuó la penetración, y la sirviente tuvo un orgasmo muy intenso, uno que salpicó el suelo con sus fluidos que salieron disparados de su sexo, mientras le apretaba con fuerza para que soltara su simiente, más para alfuien experimentado cómo el, no era suficiente ni de lejos aquella sujeción.

Camilia se acerca para ofrecerle una copa de vino y el la acepta con gusto.

Gracias domina.

Y bebió del mismo lado del que ella habia tomado, más su susurro causó en el doctore una excitación palpable.

Y mis diosas estaran complacidas.

Sujetó por la cintura a Marcia, embistiendo su vientre una segunda vez, para cogerla a un ritmo constante y potente, uno que la haría acabar varias beces en unos momentos, pues estaba seguro de la inexperiencia de la esclava personal de su domina.

Pero de algonsi estaba seguro, haria que la mujer que estaba sometiendo no pensara en otra cosa que en su falo dentro de ella.

Para que no tuviera que soltar a la sirviente la patricia llevo la copa a la boca del galo hasta terminarlo. Luego solo desecho el caliz al piso. Escuchando la respuesta de este y sonriendo acariciando su espalda.

Marcia por su lado recibio las nuevas embestidas del doctore y gimiendo con mas fuerza. Mirando para atras al rostro del galo mostrando un rostro de placer, mientras sus piernas temblaban por la posicion e impulso de este.

Pronto Memmia se encontro del otro lago del galo, dandole una caricia a uno de los brazos antes de pasar al costado de la sierva. Sin decir mucho le dio una cachetada a esta haciendo la gritar. Entonces tomo uno de sus pechos pareciendo interesada pero mirando al galo con complicidad.

Camilia no se quedo quieta bajando su mano hasta el culo del galo, acariciandolo y empujandolo aunque no fuera necesario para que este siguiera sus embestidas con la sierva que sin duda estaria demolida la mañana siguientes. 

Viendo que ambas mujeres estaban a su lado y que las dos querían hacer de las suyas, no hizo otra cosa de observarlas, pues una era su empleadora, y la otra la prima de la dueña de casa.

Las caricias en el brazo por parte de Memmia y los lijeros empujones que le daba su domina en el gluteo le daban otra perspectiva al asunto, pareciendo que ambas querían tomar el lugar de Marcia en la situación actual.

Le sonrió a la prima de la domina y asintió para que apretara más los pechos de la esclava personal de Camilia, en cuanto a esta ultima, apartó la mano derecha de la cintura de la dama de compañia, solo para tomar la mano de la lanista una vez que la otra dama desvió su atención a la sierva.

Llevando la mano de la señora de la casa a su miembro, que lo habia sacado un poco para que ella lo tomara, deteniendo el vaivén completamente.

Mil disculpas señoritas, pero necesito algo más estimulante para... Complacerlas

No dejo de mirar las tetas de Camilia, casi suplicando que se las pusiera en la boca y hacerlw lo que lw hizo la otra vez.

La lanista te vio curiosa, en silencio como si no quiera avisar a su prima lo que habias hecho. Entonces fue a tu miembro el cual tomo con todos sus dedos. Pero tus palabras parecieron dejarla con cierta mirada que no entendias del todo y luego con algo de diversion.

Camilia vio a su prima. "Ven querida. Toca esto no es como la de los hispanos estoy segura." dice en broma, tal vez una bastante inapropiada por lo que sugeria. Pero Memmia solo sonrio divertida y nego. De cualquier forma se acerco y tomo tu miembro.En ese momento la situacion sin duda sonreia al Doctore mientras sentia como al menos camilia empezaba a masturbarlo en un modo calmado en comparacion a la otra vez. "Lastima por la sirvienta." comento mientras la empujaba un poco fuera del camino como si no importara.

Pero mientras tus sueños mas lujuriosos se hacian presentes, tal vez alguna que otra pesadilla. La caida de Marcia fue extraña demasiado lenta y pudiste ver como sangre empezaba brotar de su rostro en una forma exagerada. Pero no era lo unico cuando mirabas a ambas patricia veias detras de ellas sombras oscuras con unos dientes filosos. Los suculentos pechos de Camilia se caian como si de pronto la vejez hubiera golpeado con fuerza a esa mujer.

Entonces escuchaste unas risas. Detras tuyo habian mujeres que no reconocias excepto por sus joyas y vestidos elegantes. Patricias anteriores a la domina. No tenian rostros.

No entendias lo que pasaba ahi o en tu cuerpo sentias que te tardaba moverte.