Partida Rol por web

-Está claro que si ha venido hasta aquí es para joderte bien...- le concede a regañadientes, no le gustaba nada el cariz que estaban tomando las cosas- ¿quién de este ludos aparte de mí sabe las circunstancias de tu captura y lo que ese centurión te hizo? Es decir...- se da cuenta de que ha hablando demasiado rápido y usando palabras algo complicadas. Carraspea y se atusa la coleta, empezando a caminar de lado a lado de la celda- ¿Quién sabía que podían joderte trayendo a ese centurión a gobernar la guardia de esta casa?

Levanta una ceja mirando algo suspicaz a la romana.

- ¿Cómo sabes qué me hizo? No le he contado a nadie lo que sucedió antes de que nos encontráramos en el mercado... - Se escuchó un fuerte golpe contra la pared cuando la germana golpeó su puño contra ésta. - Si, claramente alguien tenía que saberlo, contarlo y buscarlo... O bien, estaba presente en la compra y supo quién me había comprado... 

Su voz sonaba bastante cabreada.

- Sea como sea, no me gusta y sé que va a buscar seguir jodiéndome... 

-Vamos Soenya...soy mujer, como tu he sido violada, en mi caso fue un marido, en el tuyo un centurión. -se levanta y se apoya en los barrotes para estar más cerca de la germana.- Ya desde la primera vez que hablamos en la arena después de aquel entrenamiento pude imaginar lo que había pasado. En la fiesta, cuando te provocó de aquella manera, pude imaginar lo que había pasado...y por su fuera poco anoche cuando te conté que le vi durante mi castigo casi se te para el corazón, por los dioses Soenya...eres transparente en este asunto y deberías saberlo.-  Livia carraspea de nuevo y cruza los brazos sobre el pecho, rascándose incesantemente los codos con las uñas.

-Mente fría germana, venga, ahora eres la líder, no puedes dejar que vean que esto te afecta o sólo servirá para que se rían de ti y disfruten de tu dolor. Mírate...aún no le has visto y ya te está jodiendo la mente y el espíritu...- dice golpeando a su vez los barrotes también para hacer que la rubia reaccione.

Ríe ante las palabras de la romana.

- Te lo contaré... Quizás así lo entiendas más... - Aprieta los puños - Sí, me violó pero... A ti, por lo que cuentas, solamente te violó tu marido, ¿verdad? Pues imagina ahora esa sensación día tras día, noche tras noche... Violada no solamente por un hombre, sino también por todos sus hombres... Sus sucias pollas romanas en todos mis agujeros, su asquerosa semilla por todo mi cuerpo y él... él mirando mientras se la cascaba y se reía como si estuviera viendo un espectáculo... - Aunque no la viera podría intuirse que algunas lágrimas corrían por sus mejillas - Perdí la cuenta del tiempo que pasé en aquel infierno... Cuando me llevaron al barco creí que se acabaría pero ni de lejos fue así... Al principio me rompí pero descubrí la forma de que no doliera e incluso de que algunos perdieran el interés... - Vuelve a reír en una risa nerviosa - ¿Sabes cuál? Disfrutar... Al final era yo la que se lo pedía y he terminado por cogerle el gusto a follar y otras muchas cosas... Supongo que fue el mensaje de Freya para mantenerme vida... 

Y de pronto, silencio de nuevo. 

- Ahora imagina encontrarte a ese mismo hombre al mando de los guardias de este ludus... Y el aprecio que estos me tienen... 

Livia se queda parada en seco al escuchar la horrible historia de la germana...frunce el ceño y acaba volviendo a sentarse en el camastro, le tiembla el pie izquierdo y la mano derecha. Respira...traga saliva y carraspea. Pasa así unos segundos en silencio, parece intentar controlarse antes de hablar.

-Gracias por confiar en mí y contármelo...siento que pasaras por ello, supongo que con todo...fue una suerte que los dioses te bendijeran con...bueno con la lascivia. Sino, probablemente no habrías sobrevivido- añade con un tono amargo pero cargado de veracidad- Sea como sea...está claro que si no es porque alguien lo haya buscado...él te ha seguido hasta aquí...es una locura pero es lo que parece si no se lo has contado nadie. Si es así es posible que ese tipo haya perdido la cabeza o le puedan sus deseos...todo su afán será dañarte...y ahora lo tiene mucho más fácil.- se refería a la nueva condición de la germana como líder de las gladiadoras- No estás sola, Soenya...no tienes porqué enfrentarte sola a esto. Ya no.

- Lo sé Livia, lo sé... Por eso sigo pensando que todo ha sido una sucia jugada de la mujer que no soporta verme... Pero, sobreviví a aquello y sobreviviré a este lugar para cumplir la promesa que hice en las propias paredes de este ludus... - Suspira - Sé que no estoy sola pero bien sabes tu también que es muy probable que tenga que terminar a solas con él en alguna situación... 

Deja de apretar sus puños y se acomoda en el camastro

- Ya buscará él el momento o lo provocará... Pero sé que cuento con tu apoyo y también con el de nuestros compañeros gladiadores... 

La romana deja pasar unos segundos en completo silencio como si analizara la situación:

-¿La mujer que no soporta verte?...¿hablas de la domina?- pregunta extrañada pero quedándose con el dato, como si buscara encajar esa nueva pieza en su mapa mental- No...eso no tiene sentido...mira...recuerda sus reacciones cuando se te ofreció el puesto de líder...fue el pater quien te lo ofreció y ella pareció disgustada cuando aceptaste, al menos no parecía que ello le agradase. Si ella ha traído al centurión, no contaba con la protección que pueda otorgarte tu nuevo puesto. Y si ella no sabía de tu historia con él...¿por qué traerlo? No, no...no es tan simple. Pero bueno...esto ahora no importa...tienes razón en que para él será muy fácil tenerte a disposición cuando quiera. Pero procura no ponérselo fácil...no hasta que no tengamos un plan.

- Si, hablo de ella. ¿No te has percatado de cómo me mira en general? ¿En cómo me trata? Es bastante curioso, especialmente si conoces el motivo... - Ríe - Ese mismo motivo dice mucho de ella y, al mismo tiempo, confirma algunas de mis teorías... 

Suspira mientras se mueve inquieta en la cama pues todo aquello la ponía nerviosa y solamente conocía una forma de quitarse los nervios y ahora mismo no podía acceder a nadie para ello... 

- Lo sé. - ríe ligeramente - ¿Qué protección Livia? ¿A ti te supuso alguna ventaja esta posición? Sea como sea, creo que aceptar esto puede hacer sido mi condena... Aún así, buscaré convertirlo en una ventaja... 

-La protección de que al menos a ti te miran.- le responde Livia poniendo los ojos en blanco.- Los guardias te miran, el doctore te mira, los dómines te miran. No puedes desaparecer sin más. No pueden aparecer marcas de torturas en tu cuerpo sin motivo, y el motivo debe ser claro ya que se supone que no serás tan tonta de contradecir las normas siendo tu una de las responsables de que se cumplan esas normas. Escúchame germana porque si haces las cosas bien tu vida será menos amarga...y tendrás más posibilidades de cumplir tu venganza.-  la romana se ha vuelto a levantar y pasea nerviosa.- No, no se nada de si la domina te tiene ojeriza por algún motivo... pero si es verdad que te la tiene. El motivo no es asunto mío, ahora ya no al menos.-  sonríe y se encoge de hombros- ahora mi asunto es que tu sobrevivas a esta trampa que alguien te está preparando. Cumple las normas, haz que tu enemigo se confíe...tendrás que perder muchas batallas antes de ganar la guerra.

- La guerra... La guerra nunca cambia... - Suspira - Oh claro, claro que pienso sobrevivir... Pienso hacerlo, cumplir la promesa y salir libre de este lugar... 

Encoje las piernas sujetándoselas.

- Sé que es una trampa, e incluso me atrevería a decir que de él mismo... Su manera de mirarme en el campo de batalla... - Un escalofrío recorre su cuerpo - Ya allí me mostró que no pensaba dejarme... Y aún así, cumpliré mi deber como es debido... Ya lideré a mi pueblo en una batalla contra Roma, ahora lo haré por nuestra libertad... Una libertad por la que correrán ríos de sangre... 

Ríe ante lo de los motivos.

- Si te los dijera te harían reír... Así pues, cuando necesites reír un buen rato dímelo y te lo contaré... 

La romana suspira, estaba claro que la germana no entendía el juego en el que había entrado y difícilmente podría salir airosa sin comprender las reglas. Bueno, no podía desentenderse del todo como le habría gustado, ahora debía ayudar a Soenya para que ambas y las que vinieran pudieran sobrevivir. 

Esboza una sonrisa para la rubia y se tumba bocabajo:

-​​​​​​-¿Que opinas de que ahora tengamos dos domines? 

- ¿Dos? ¿No son tres? ¿El padre no lo es también? - Pregunta extrañada - Puede ser beneficioso o puede ser perjudicial... Depende de cómo sepamos aprovecharlo... Lo que intuyo, por como es tu pueblo, es que la Domina no tendrá ahora tanta libertad, ¿no?

-El pater paga las facturas pero en principio dudo que se meta más en los asuntos del ludos mientras no dañe su imagen. Flavius es un hombre centrado en política, el ludus le da prestigio, es una inversión que permite escalar el Senado, pero no puede permitirse dedicarle tiempo pero tampoco puede causarle perjuicio.- le explica pensativa mientras acomoda su cara en los brazos- Poner al mando al prometido de su hija es algo que le redundará ventajas, pues afianza el compromiso de ambos y refuerza las relaciones con la familia del general. Y sobre si ahora lo domina tendrá menos libertad...es difícil saberlo, lo que si es seguro es que cualquier decisión ahora pasa por dos cabezas en lugar de por una. Mas sí que es...esperable que ahora tengamos normas más estrictas y que ante nuevos actos de rebeldía en público no vayan a ser tan permisivos. Algunas normas cambiarán, eso seguro.

Ríe divertida

- Bueno, yo no tendré problemas con lo estricto y la permisividad... Después de todo a mi no me han pasado nunca ni una, así que tampoco será raro que siga igual. No como a Sekhmet e incluso en ocasiones a ti... Pero bueno, supongo que ahora no lo tendrá tan fácil para desquitarse conmigo...

Se levantó y comenzó a hacer algunos estiramientos.

- Sea como sea, me gustaría conocer al general. Para así saber un poco por donde tira y cómo tratar con él... Sabes, lo curioso es que el primer día que conocí a la Domina me dijo que si su prometido pedía en algún momento mirar mi cuerpo desnudo o tocarme debía permitírselo... O algo así me dijo... Si algo he aprendido de tu pueblo es que el cuerpo de una mujer no le pertenece a ella, sino a sus señores... Eso es muy triste... 

-No dudo que a mí se me haya pasado por alto ningún comportamiento inadecuado...y si fue así me parece que ya se habrán quedado agusto.- dice la romana encogiéndose un poco de hombros- y...si, tal vez deberías conocer al general, él tendrá sus propios intereses en el ludus y en nosotras. Desde luego que sí vamos a ir al Coliseo...es una apuesta muy fuerte, dudo que nunca hayan combatido mujeres en esa arena. Más nos valdría estar preparadas cuando llegue ese día.

​​​​​​Ríe un poco ante el comentario de Soenya:

-Es cierto, una mujer le pertenece a su padre hasta que se casa o a su hermano en caso de faltar el pater. Después pasa a pertenecer al marido. Es sencillo, y sin embargo, te sorprenderías de la cantidad de mujeres que han sido capaces de gobernar sus domus en las sombras sin que sus padres o maridos se lo impidieran. El arte de la manipulación consiste en que aquel de quien te sirven no sepa que le estás sirviendo. Otro consejo que te doy.

- No eres la primera que me dice eso... Lo que me resulta curioso y divertido es que llamen a mi pueblo bárbaro cuando permite a las mujeres gobernar y manejar sus propios asuntos, cuando tiene escuderas que luchan al lado de otros hombres, cuando a una mujer no se la coarta por expresar su sexualidad pudiendo incluso tener varias parejas públicas... 

Continua estirando un poco sus músculos.

- No entiendo ese egoísmo y supremacía de tu pueblo por creerse mejor a otros... ¡Pero si hasta les roban los dioses! - Comienza a reír divertida - Aún así, poco a poco os voy conociendo y aprendiendo cómo y por donde moverme... Cuento con la ventaja de que los hombres romanos son bastante lascivos... 

-Bueno, es que Roma ha demostrado ser mejor que muchos otros pueblos. No considero que robemos dioses, los dioses no son algo que se pueda robar. Estamos orgullosos de que nuestra cultura provenga de los griegos, sus gestas y sus hazañas inspiran las nuestras.- y señala unos viejos pergaminos enrollados que ha estado leyendo la romana durante estos días de descanso forzoso- Los Olímpicos acompañaron a los griegos en sus historias y ahora lo hacen con nosotros. Nuestros religiosos, nuestros filósofos...han estudiado el panteón de nuestros antepasados y se han dado cuenta de que etruscos, griegos e itálicos servimos a los mismos dioses...Roma sólo los ha canalizado en una misma fe y en un mismo panteón otorgándoles nombres en nuestra propia lengua.