Partida Rol por web

Tal vez por instinto o tal vez por preocupacion te acercaste a Zared, el cual que mas alla de su mala cara luego de lo que le paso a Alina habia hecho lo ordenado. Habia salido a practicar como lo hacian antes y su deseo de participar se habia vuelto tal vez mayor.

Por su lado lo viste que hablaba mas con los gladiadores hombres. Aunque de vez en cuando lo viste preocupado y ayudando a Alina si ella se lo permitia. Ya no te protegia tanto como hacia antes, por ahi porque encontro a otra que proteger.

Ahi estaba dejando sus armas y acostandose contra un muro de la arena, suspirando mientras se saca el sudor de la cabeza con el brazo.

Me acerco a Zared y me dejo caer a su lado. Ey, guapo, ¿qué tal te encuentras? Después de todo lo sucedido apenas hemos tenido tiempo para hablar. La verdad es que han sido momentos muy difíciles.

Aparto la mirada para fijarla sobre Alina. ¿Piensas que si no hubiera sido por estar junto a mí, por tener un objetivo en ese momento claro, podrías haber acabado como ella? pregunto intentando saber porqué la defiende cuando ni ella misma se quiere defender.

Afirmo levemente. A mí también me da pena. Me hubiera gustado poder acercarme a ella, pero no voy a ponerme en contra de los romanos para ello. No voy a sacrificar la única posibilidad que tengo de recobrar mi libertad por ella. Quizás sí por ti añado con una sonrisa.

Luego me vuelvo a poner seria. Si consigues llegar a ella, intenta convencerla de que este no es el sitio para luchar contra Roma. El sitio hubiera sido antes de ser capturados, ahora nuestra única lucha debería ser por sobrevivir y recuperar nuestra libertad. Está cometiendo el mismo error que su querida Soenya.

Me acerco un poco más a Zared y le acaricio suavemente el brazo. ¿Y por qué iba a estar enfadada contigo? Quizás si te hubieras dejado convencer sí que podría haberme enfadado, pero te mantuviste del lado correcto. Yo también estuve a punto de traicionar y ponerme con los que se revelaban, pero finalmente me quedé dónde estaba. Me agacho y le doy un pequeño besito en el hombro para que comprenda que en absoluto estoy enfadada con él.

Afirmo cuando dice que no quiere hablar de Soenya, algo que comprendo bien, mientras desvío la mirada hacia Alina. Entonces estamos de acuerdo. Intenta acercarte a Alina y, si lo consigues, intenta hacerla ver que es mejor estar del lado de tus compañeros que no en su contra, sobre todo cuando implica también ponerse en contra de Roma.

Y vuelve a hablar... o "hablar" conmigo... cuando quieras, yo siempre te recibiré encantada. Al fin y al cabo eres mi amigo y protector añado con una sonrisa.

Porque Soenya pasó junto a Alina y a mí y nos insinuó que detuviéramos la persecución a la que le estaba sometiendo el jefe de guardias. Y lo paramos, aunque cuando el domine acudió lo soltamos, y esas acciones no las consideraron como traición sino como parte del engaño de Soenya digo en un susurro y asegurándome de que nadie más nos escucha.

Me quedo un poco preocupada con los recuerdos aunque me lo pone muy fácil Zared para cambiar de tema, arrancándome una sonrisa. Efectivamente, más que solo un amigo digo afirmando.

Luego miro a la arena y otra vez de vuelta a Zared, acercándome para volver a susurrar aunque en esta ocasión con un sentido muy distinto. Pues si quieres ir a relajarnos, por mí encantada le digo en el oído antes de darle un juguetón mordisquito en el lóbulo.

Miro hacia la arena, en parte asegurándome de que nadie nos echa de menos y en parte comprobando si Neitin está presente y si no le molesta esto. Que probablemente lo haría aunque mostrara un gesto molesto, ya he dicho que no me gusta que me celen, pero quiero tenerlo presente para el momento en que pueda llegar a reclamarme.

Acepto la mano de Zared y con una traviesa sonrisa me dirijo junto a él de camino a las celdas o de las duchas, donde él nos conduzca.

Vamos, si más adelante nos dicen algo simplemente diremos que me doblé un pie y me acompañaste a mi celda para ponerme una cataplasma o algo similar, o simplemente para darme un masaje que me calme la zona.

Al principio parece que Zared no tiene muy claro dónde ir, aunque después de mis palabras parece decidirse. Nos encaminamos hacia las duchas mientras afirmo ante sus palabras. Supongo que sí. Según lo que me ha dicho hasta ahora Livia, el agua forma parte esencial de su cultura.

Una vez llegamos a los baños acaricio el pecho de Zared pidiéndole que espere mientras me doy una vuelta para asegurarme de que no hay nadie más.

Una vez satisfecha volveré con mi amigo y con una sonrisa mientras voy quitándome los brazales de la armadura (si llevo) o cualquier cosa que no sea demasiado revelador. Pues parece que estamos solos digo al llegar a su altura buscando sus labios para un beso intenso, un preludio de lo que se avecina.

Es más que claro el deseo de Zared por mí persona, y eso me hace sonreír. Parece que a pesar de su aparente distanciamiento en realidad no puede dejar de querer estar a mi lado. Debo admitir que, aunque algunas veces sea demasiado protector, no tenerle conmigo me haría sentir sola.

Llevo mis manos a acariciar el bulto más que evidente me pierdo en el sabor de sus labios hasta que la falta de aire nos hace separarnos. Mmm... Parece que alguien me echaba de menos le digo con una sonrisa mientras cuelo la mano debajo del taparrabos y aparto la ropa interior para dejar libre su miembro.

Luego lo tomo con las dos manos para empezar a acariciarlo, con suavidad, disfrutando de recordar el tacto. Con gestos animo a Zared para que quite la parte de arriba de mi ropa, antes de agacharme para tener su polla delante de mi cara.

Me encanta que sea tan grande le digo desde esa posición, mirando hacia arriba, antes de dar una larga lametada a todo su miembro desde la punta hasta la base y vuelta a empezar. Pero apenas le doy dos o tres antes de abrir todo lo que puedo la boca para regalarle una mamada todo lo profunda que pueda, que nunca es más allá de la mitad sobre todo por el grosor.

Sigo esforzándome por llevar tanto como puedo de su rabo a mi boca y garganta mientras acaricio suavemente con la mano la parte que no puedo meter dentro. Puedo escuchar como mi garganta empieza a hacer lascivos sonidos de atragantamiento.

Finalmente la saco, cubierta de saliva espesa proveniente de mi garganta, mientras te acerco la boca para darle un poco de cariño también a sus testículos.

Entonces le miro mientras siento como mi entrepierna tiembla de deseo y me levanto. Ya sé que otras veces le dedicó más mamada, pero es que esta vez realmente tengo muchas ganas. Por lo tanto cuando me levanto me pego a Zared y levanto una pierna para colocar su miembro en la entrada de mi sexo. Adelante, dame todo el placer que puedas. Quiero sentirte todo adentro, llenando mi cavidad completa le digo intentando poner un tono sensual.

Zared se lo ve disfrutando bastante, incluso el ruido lascivo de tu atragantamiento. Si fuera por sus manos te quedarias ahi un buen tiempo o tal vez empezaria a mover la cadera para disfrutar mas. Pero no tuvo tiempo para hacerlo sintiendo como tus labios pasaban por esta hasta liberarla. "Vos tamien me echabas de menos, pareces mas animada que otras veces." decia mientras levantaba con una de sus manos su miembro para facilitarte que lamieras ahi abajo.

Aunque parecia que era como decia y ella simplemente se paro rapido levantando una pierna que Zared agarra por si ella perdia el equilibro por el suelo mojado. Pero tambien porque asi la tenia mas abierta. "Por suesto Brinda por ti lo haria todo el dia." le devolvio el hombre que empezo metiendo su cabeza con delicadeza, aunque cuando estuvo mas seguro empujo su cadera con fuerza internandose con su gran miembro dentro de ella. Mas de lo que habian puesto otros hombres o este caso un hombre solo.

Luego tomo su espalda y la acomodo para estar comodo impulsandola contra una columna cercana donde podia ella apoyar su espalda. Entonces ella sintio como con su cadera subia y bajaba, metiendose con fuerza en ella mientras se sacaba solo para preparar una nueva embestida. Su miradaba intensa en ella al menos hasta que lamio su hombro y luego mordio. "Por dios Brinda eres la mejor." decia entre suspiros mientra la penetraba con fuerza.

Un gemido que no contengo en absoluto acompaña el momento en que Zared se adentra en mi interior, sintiendo como nuestros pubis chocan. Por mucho que los miembros más pequeños y delgados de los romanos permitan un manejo más fácil, sentir como el miembro de Zared acaricia cada punto de placer de mi sexo es algo maravilloso.

Me dejo llevar contra la columna mientras yo también de miro con intensidad, sintiendo como su polla revoluciona mi interior con cada embestida. Mis gemidos empiezan a hacerse cada vez más notorios, especialmente cuando besa y muerde mi hombro.

Tú eres el mejor le digo a Zared mientras me sujeto de su cuello para levantar la otra pierna y rodearle por la cintura, aprovechando que estoy apoyada en la columna para que me lo haga en el aire. Y es que así siento como entra hasta el fondo, copando cada mínimo espacio de mi sexo y haciéndome sentir un placer indescriptible. Busco sus labios para besarle con cariño. Dioses... esto es increíble...

Ese es mi principal problema con Zared, que cuando habla la caga. Y esta vez no iba a ser distinto. Para empezar su primera pregunta me hace acordarme del romano, y aunque realmente no llegué a sentir nada por él (o eso quiero creer), el hecho de mencionarlo no es algo agradable.

Pero decido dejarlo correr simplemente porque me está haciendo disfrutar, aunque no dudo que notará que mi libido baja un poco. Empiezo a sentir el frío de la columna en mi espalda pero no me importa porque mi temperatura corporal está disparada con lo que me está haciendo Zared.

Y entonces vuelve a la carga. Joder, le he dicho que como esclava no puedo anclarme a nada pero sigue pretendiendo que le diga que sí, que voy a estar junto a él.

Nuevamente no respondo nada e intento que mis pensamientos no me afecten, volviendo a concentrarme en las sensaciones que mi amigo me provoca y no tanto en sus palabras. Lentamente voy recuperando mi nivel de libido volviendo a excitarme, pero quizá sea poco probable que consiga llegar antes que él al orgasmo.