Partida Rol por web

Mercy escribió:

En lugar de encararse para un tercer envite Kurt recibió una llamada y tras contestar decidió que ya había sido suficiente por aquella vez, así que se dirigió hacía su coche para marcharse a atender el encargo de la llamada, apenas andó unos metros cuando algo agarró con fuerza a Kurt y lo alzó por los aires, el joven sintió como sus piernas se alzaban del suelo un instante para después perder la verticalidad y caer contra la nieve con un terrible peso encima que le retorcía el brazo y le apretaba el cuello contra la húmeda nieve. Algo frío y metálico se entrelazaba a sus muñecas Un segundo después, Troy, que se había agachado sobre sus cosas para contestar unos mensajes, también notó como su brazo era retorcido al mismo tiempo que algo le golpeaba en la espalda y le hacía caer al suelo. Eran dos agentes de la oficina del sheriff.

-¿Estáis tontos o qué os pasa?. -Dijo uno de ellos cuando al fin habían reducido y esposado a los dos muchachos. -Hay una familia muerta y vosotros dos aquí peleándoos.

Mercy y Kat llegaron hasta el juez Wells, lo cual ya le pareció bastante extraño ya que no las tenía por amigas, aunque sí se alegraba de verlas juntas por fin. Cuando su hija biológica empezó a darle vueltas a lo que quería decir la mirada del severo juez se fue transformado en el del comprensivo padre de las muchachas. Cuando al fin Mercy le dijo que quería que Troy quedara bajo la protección de su techo, el juez colocó una mano en el hombro de su hija y empezó a hablar con calma y comprensión.

-No te preocupes pequeña, no hay....

Ryan Wells fue interrumpido por una voz estridente que venía desde la puerta por la que Kat y Mercy habían entrado momentos antes. Se trataba de Linda Westbrook, una alumna un par de años más pequeña que ellas. Empezó a gritar que dos chicos se estaban pegando en el parking y cuando salieron a ver lo que ocurría ya había un par de agentes del sheriff deteniendo la pelea y preparándose para detener también a ambos muchachos. Y no eran otros que Kurt y Troy. Como no podía ser de otra manera el odio que se sentían aquellos dos había explotado al fin de la forma más violenta posible. A golpes.

Mercy salió corriendo del edificio, quedando su padre con la palabra en la boca tras la inoportuna entrada de Linda Westbrook gritando aquello de "pelea, pelea". Cuando lleguó vió asombrada a Kurt y Troy, ya separados por la policía. Mercy trató de acercarse a ellos.

Logró situarse cerca de Troy a quien le susurró algo mientras miraba a Kurt con rabia. Sabía que se tenían ganas, pero jamás pensó que fuese a llegar este día y, menos aún, cuando Troy estaba en clara desventaja. Después caminó hacia Kurt.

Osea! ¿Te has vuelto super loco o qué? Fue lo único que se le escuchó a Mercy decirle a Kurt, lo siguiente fueron susurros.

Mercy miraba al joven matón con cara de preocupación. Estaba visiblemente nerviosa.

Dios! ¿E-estás b-bien? ¿Q-qué? ¿Q-qué ha p-pasado? ¿No me dijiste que se había ido? Le preguntó con prisa al final al chico mientras miraba si tenía algo más que el labio roto. Sabía que no dispondría de demasiado tiempo para hablar con los dos si se entretenía demasiado. Esperó a que el muchacho respondiera.

Quizás aún pueda hacer algo... murmuró para si tras escuchar lo que Troy respondió.

Luego se giró buscando a su padre, para suplicarle con la mirada que no tuviese nada de esto en cuenta. Se volvió hacia Troy y con disimulo le rozó los dedos de la mano con los suyos propios antes de irse junto a Kurt.

Después de cruzar una palabras con Troy, Mercy acudió al lado de Kurt y después de lanzarle esa pregunta con un visible tono de enojo, la Wells bajó la voz.

Osea... ¿se puede saer que os pasa?¿no? Osea... Derek tratando de que no os pegueis ¿saes? y ahora que no esta... osea.. ¿no había otro día para esto? Los ojos de la joven se vieron envueltos en lágrimas. Osea.. ¿se puede saber porqué ha sido esta vez?¿eh? Me parece super fuerte que.. que... Apretó los labios con fuerza mientras cruzaba los brazos. Osea.. el día del baile... ¿saes? Yo.. YO.. sigo sin pareja para ir.. ¿saes? Y con quien se suponía que iba a ir.... detenido... Esto es super fuerte.. saes.. ¿no?

Las lágrimas se deslizaron por las mejillas de la joven mientras escuchaba a Kurt hablar.

El asalto de la policía le pilló por sorpresa. Era la segunda vez que se enfrentaba a los hombres del sheriff ese día, pero en esa ocasión no opuso más que una leve resistencia, sólo hasta que se dio cuenta de quienes eran. Sintió el frío metal de las esposas cerrándose en sus muñecas y miró a Troy por instinto, que parecía estar sufriendo algo parecido. Sonrió de manera automática, inconsciente, dejando ver un gesto de alegría estúpida en su rostro cubierto de nieve, pero pronto esa sensación desapareció totalmente. 

Desde su posición vio salir a Mercy, que, ¡como no!, se acercó a Troy a susurrarle algo mientras le miraba a él con rabia. Su rostro se tiñó de rojo por la ira y dio un par de bandazos en el suelo, intentando liberarse aún a sabiendas de que era inútil. Sin duda entre aquellos dos ocurría algo que producía sentimientos encontrados en su interior; indignación, celos, incredulidad, odio, dolor... Todo acababa en un caudal de furia que amenazaba con explotar de nuevo. 

Luego la chica se acercó a él con pasos rápidos antes de que cualquier agente pudiera detenerla, y después de un exaltado comentario, bajó el tono para hablar con él en voz más baja. Ella podría tener razón, al menos la tendría si le diera por pensar, pero en esos momentos estaba demasiado cabreado para razonar. Respondiendo también en susurros se dirigió a Mercy con la cólera marcada en sus sus palabras.

- ¿Sigues sin pareja? - Miró de nuevo a Troy con una agitación notable, podía incluso notarse la vena de su cuello palpitar de la presión -. Cualquiera diría que ya te habías buscado a alguien, así que tú sabrás porque ha ocurrido esto. 

Apartó la vista de Mercy, dirigiéndola al suelo, al mirarla a los ojos y ver en ellos las lágrimas que los inundaban. Los remordimientos eran algo horrible contra lo que luchar, y en esos momentos no tenía ganas de que le fueran destrozando por dentro, no cuando tenía por delante una más que posible noche de celda junto a su más "querido" compañero de clase. Tras pensar en eso se relajó un poco, y haciendo un esfuerzo miró a su pareja de nuevo. 

- Iba ahora a limpiar el coche y a por el traje para el baile ¿sabes? - suspiró, cerrando los ojos y dejando caer la cabeza sobre el blanco suelo -, tal vez me dejen salir...

Era tan absurda la situación para Kat que se pellizcó para ver si estaba en un sueño retorcido y macabro. Mercy haciendo algo bueno por alguien... y no algo pequeño o insulso como echar una moneda a una persona necesitada, que para ella desde luego no era ningún sacrificio ni molestia, no,no, estaba pidiendo a su padre nada menos que que Troy Jacobson se quedase en su casa!

Pero lejos de lo que pudiese pensar Kat de su hermanastra, lo que pedía era totalmente justificado y si era verdad que en casa de Troy no iban bien las cosas, lo más sensato después de lo ocurrido era que estuviese en casa de unos amigos, aunque esa amiga fuese Mercy.

Aún perpleja, Kat iba a apoyar la petición de Mercy frente a su madrastro justo cuando les sorprendió una alumna avisando de que dos chicos se estaban pegando fuera. *Joder no podíais estaros quietos ni 10 minutos ¿verdad?* Pensó Kat.

Apenas había guardado el teléfono, Troy sintió que le tiraban al suelo. Se temió que fuera Kurt atacándole por la espalda, pero la voz del policía y el sonido de las esposas le demostraron su error.

- ¡No me toques! -gritó mientras se sacudía inútilmente.- Ya lo habíamos dejado, ¡suéltame!

Forcejeó todo lo que pudo hasta que oyó la puerta abrirse. Vió salir a Mercy, quién se acercó a él. Troy dejó de moverse y habló con ella en voz baja. Cuando se marchó, la siguió con la mirada hasta que llegó a la altura de Kurt, sin poder evitar reir por lo bajo cuando Mercy le gritó. La cara de Kurt era un poema, uno del gusto de Troy. De tanto en cuanto le revolvía para evitar el contacto del agente.

- Que me dejes, te digo.

- Estoy bién.- murmuró.- El que no está bién es Kurt, pero de la cabeza. Ándate con ojo, si vas a estar cerca suya.

Una vez fuera y aún pensando sobre lo que acababa de pedir Mercy, Kat vió la situación que se planteaba frente a ella. Troy y Kurt envueltos en un aura de odio que se habían fundido en una pelea estaban ya separados por los hombres del Sheriff. Mercy se acercó primero a Troy y después a Kurt, susurrándoles algo a ambos. ¿Sería verdad que Troy y Mercy estaban teniendo un rollo secreto? Esa complicidad... 

Kat vió la cara de Kurt, más furioso si cabe, al ver la actitud de Mercy con Troy. Se lo quedó mirando unos segundo más, parecía una fiera salvaje, atacar antes de pensar. 

Ambos se revolvían contra los agentes, Kat se quedó apartada mirando la escena, sin hacerse notar, hasta que se dió cuenta... *¿No se supone que habían acompañado a Sidney a casa?*

- ¿Sidney se ha ido sola? - Preguntó furiosa. 

Volvió a alzar la cabeza apenas un segundo después de dejarla caer, abatido moralmente, en la nieve. Escuchar a Kat preguntar había vuelvo a hacerle prestar atención a algo más aparte de Mercy, así que se fijó en la hermanastra de las Wells, forcejeó un poco para ponerse medio de lado, y alzó un poco el tono para que se le escuchara.

- No ha querido que la llevara a su casa, y este - escupió en dirección a Troy -, bueno, parece que no quería irse de aquí, aunque la dejara sola. 

Sonrió mientras miraba con odio al chico con el que segundos antes se estaba pegando. Él no debía nada realmente a Sid, pero en el caso de él, bueno, se supone que eran amigos, que la estaba protegiendo. Aquello no le dejaba en muy buen lugar al malote del instituto.

- Espero que no le haya pasado nada... - Volvió a mirar a Kat un segundo y después a Troy de nuevo -. Aunque con lo que debe estar pasando, debe de estar hecha polvo. 

- Sidney nos mandó a la mierda a todos antes de largarse sin más. -contestó a Kat. Sabía que su respuesta no iba a calmarla.

Se relajó ligeramente, viendo que no podía hacer mucho frente al agarre del agente. Pero Kurt comenzó a hablar, y Troy no pudo evitar explotar de nuevo frente a lo que estaba escuchando.

- ¿Pero cómo puedes ser tan falso? -gritó.- ¿Ahora resulta que te importa lo que le pase a Sidney? Hace un momento estabas insinuando que a nadie le iba a improtar si ella fuese la próxima en aparecer muerta. Eres tú el que debería estar echo polvo por lo de tu amigo, pero parece que te la suda por completo.

La sensación de deja vu fue en aumento, y si no hubiese sido porqué los agentes los estaban sujetando, posiblemente ahora también hubiesen acabado pegándose. Kurt había resultado ser mucho mas superficial y falso de lo que Troy había creido nunca, pero ahora al menos esperaba que quedara en evidencia de forma pública.

Ensanchó la sonrisa mientras Troy explotaba de nuevo ante la mirada de todos. Estaba harto de todo aquello, quería largarse y zanjar el asunto de momento, pero disfrutaba cada momento en el que cabreaba de nuevo a aquél payaso de nuevo. 

- ¿Quién dice que me refería a Sidney? - Guiñó un ojo, con dificultad debido a la presa del policía, hacia el chico, queriendo dar a entender que a lo mejor el que iba a pasar desapercibido si desaparecía era él y no la chica -. Además, al menos yo me he preocupado por acompañarla...

Dejó las palabras un segundo en el aire, antes de volver a mirar a Mercy, que seguía allí mirando la escena que había vuelto a irse de madre antes de que pudiera responder. Luego habló para todos pero sin apartar la vista de los ojos de ella.

- Troy estaba demasiado ocupado esperando aquí a alguien. 

Había aprendido que el chico malo del instituto saltaba con tanta facilidad como él mismo, y ahora mismo estaba dispuesto a lo que fuera para hacerlo ver, para demostrar que era el imbécil que él siempre había creído y que no merecía lástima de nadie. Y si por el camino le devolvía el haberse escapado del castigo del director con una noche en prisión en solitario, eso que se llevaba. 

Sidney se mantuvo inmóvil, sujetando el teléfono entre sus manos temblorosas y mirando la pantalla con cierta ansiedad esperando una respuesta de Troy que no llegaba.

La decepción asomó a su cara dándose cuenta que, con toda seguridad, acababa de perder a la única persona que se había preocupado por ella en todo este tiempo, el único al que en esos momentos podía llamar amigo, y lo había echado todo a perder mandándole a la mierda.

Con el teléfono aún en la mano, Sidney comenzó a caminar en dirección a su casa con la cabeza llena de dudas y preguntas a las que no podía responder, ni siquiera se acordaba del Santa Claus asesino que supuestamente andaba por las calles y, por ese motivo, su paso fue lento, igual que si fuera arrastrando los pies, sabiendo que una vez encerrada en su habitación la depresión sería total.

¿Por qué le preocupaba perder la amistad de Troy? Siempre le había visto como el chico por el cual había que cambiar de calle para no cruzarse con él, lleno de golpes y moratones, siempre metido en problemas, aunque tenía que reconocer que su opinión respecto a él había cambiado a raíz de empezar a darle clases, descubriendo en Troy a una persona completamente distinta a como se mostraba en realidad, y a ella siempre la había cuidado y protegido, algo que Derek nunca había hecho abiertamente.

Derek...

Por unos instantes se había olvidado por completo de él, de todo el tiempo que había estado suspirando por él, de la alegría que sintió cuando la invitó al baile y el golpe tan duro cuando se enteró de la noticia. ¿Cómo podía estar pensando en Troy cuando Derek acababa de morir?

Se sintió desconcertada, sin entender porqué se preocupaba por lo que pudiera pensar Troy  de ella y no desesperada por lo que le había pasado a Derek, con el que siempre había deseado salir.

Siguió caminando, perpleja por el cúmulo de pensamientos que se agolpaban en su cabeza, y molesta por estar pensando en Troy en aquellos tristes momentos. Además... había comprobado las miradas que Mercy le lanzaba al chico y sabía que cualquier capricho que la Wells deseara lo obtendría y, por la actitud que había visto en Troy seguro que a él no le importaban esas atenciones.

El teléfono vibró en su mano y sin perder un solo segundo se puso a leer el mensaje. Una tímida sonrisa de alivio asomó a su cara cuando comprobó que era de Troy.

Gracias por preocuparte por mí y no, no necesito nada -aunque en realidad Sidney no tenía ni idea de lo que quería en aquellos momentos, por una parte quería llorar la muerte de Derek, desesperarse porque no volvería a verlo, y por otra le apetecía hablar con alguien algo más ajeno a ella que Kat, por ejemplo con alguien como el chico al que estaba escribiendo-. Intenta divertirte aunque sea un poco en el baile en compañía de... -¿qué estaba haciendo? ¿Acaso había estado a punto de escribir el nombre de Mercy?- del resto. Ya hablamos.

Mandó el mensaje y se guardó el teléfono en su bolsa, reanudando el camino a su casa completamente perpleja y confundida por los sentimientos que había experimentado hacía unos segundos, cuando había pensado que había perdido la amistad de Troy.

Era increible. Ambos esposados y aun seguían discutiendo y tirándose puyitas. Mercy miraba perpleja la situación. Buscó a su padre con la vista por si estaba allí viendo toda la escena. Los golpes bajos de Kurt hacia Troy cada vez la hacían menos gracia y cada vez era más evidente para la joven que Kurt trataba de cargarle con la culpa de todo al magullado muchacho. 

Kurt clavó su vista Mercy y lanzó la frase al vuelo, como si quisiera demostrar algo con ella. La joven frunció el ceño, empezaba a estar cansada de todo ese exceso de tetosterona y de ridículos celos.

¿Qué insinúas? preguntó la rubia al deportista arqueando una ceja. Osea.. pedí que no se fuesen ¿no?.. delante de todos ¿saes? Osea, eso incluía a Sidney ¿saes? Si se ha ido, osea.. problema suyo ¿no? Troy se quedó, eso no es ningún pecado, ¿saes? Le recriminó Mercy y dió un par de pasos hacia atrás, en dirección a Troy.

Osea... dime... tu actitud de super macho alfa, osea, ¿a que viene? No se de que vas ¿saes?... Osea... ¿somos pareja? No, ¿verdad? Dió un par de pasos más hacia atrás. Osea.. ni tan si quiera has sido capaz de pedirme ir al baile! ¿Saes? Y ahora... ¿qué haces? Osea.. ¡¿Marcar tu terreno pegando a cualquiera que se me acerque?! La joven se iba enfadando cada vez más y más, pensando en tantas veces que Kurt quiso golpear a Troy, las veces que Derek intervino y.... ni tan siquiera era capaz de respetar la memoria de su amigo. ¿Qué la aseguraba que la respetaría a ella? ¿Saes que te digo, Kurt?... Osea.. no... a ti no...

Mercy se giró y miró a Troy. Si la joven hubiese estado más calmada seguramente no hubiese soltado lo que soltó por la boca en ese instante, se lo hubiese pensado dos veces al menos antes de hacerlo y hubiese sopesado las consecuencias. Pero estaba demasiado enojada como para pensar... Troy... ¿serías mi pareja para el baile de esta noche? Preguntó al joven, esposado y sujeto por la policía, delante de todos los presentes, incluido su padre.

Troy cayó en la cuenta de que Kurt se lo estaba pasando demasiado bién. Se había dejado lleva, y no pretendía darle ese gusto. Calmó su expresión y se propuso a soltar alguna de las suyas, mucho más centrado y apuntando a donde duele. Pero antes de que pudiera abrir la boca, Mercy comenzó a recriminarle su actitud. Sabía que la chica tenía carácter, pero estaba acostumbrado a verla aplicarlo sobre otra gente distinta a Kurt. Una sonrisa de satisfacción se fue dibujando en la cara de Troy, e incluso relajó el cuerpo por completo por primera vez desde que lo habían esposado. Se dió cuenta de que cualquier cosa que pudiera haberle dicho él a Kurt no hubiese tenido ni la mitad de efecto del que Mercy iba a conseguir generar.

Pero de todo lo que la hija de papá pudo haber dicho, aquella última frase cogió desprevenido incluso a Troy. Tosió, medio atragantado con su propio aliento cortándose en seco en su garganta de la sorpresa. Se quedó un instante sin contestar, intentando comprender el grado de enfado que Mercy debía estar experimentando para llegar a pedirle algo así. Sabía que aquello tendría consecuencias imposibles de parar, pero a pesar de ello, contestó:

- Será un placer. -se giró hacia Kurt.- Y gracias por afirmar que has frivolizado con la muerte de otra persona, Kurt. Pasa cuando quieras a recoger tu premio Nobel.

No podía ocultar su satisfacción. Incluso se le habían pasado las ganas de seguir peleando con Kurt. En ese momento su teléfono vibró en su bolsillo, y su pensamiento se abstrajo un momento de todo lo que estaba sucediendo. Suspiró pesadamente, como si acabara de darse cuenta de que el día no había hecho más que empezar.

La sonrisa se le borró de la cara en cuanto Mercy respondió a sus comentarios. Estaba acostumbrado a la niña pija y mimada de papá, y no se esperaba para nada aquella actitud rebelde ni ese genio descontrolado. Sabía que era una chica con carácter, pero jamás podría haber imaginado que era él precisamente quién lo iba a sufrir. 

La expresión confundida que le cruzó el rostro era suficiente indicio de lo que pasaba por su cabeza, no estaba llegando a entender lo que pasaba, hasta que entonces Troy volvió a abrir la boca. Su piel se tornó roja por una mezcla de ira y vergüenza, y sólo el hecho de estar esposado y contra el suelo con un agente de policía encima evitó su primera reacción, que de haber estado de pié habría sido, seguramente, golpear a aquella malcriada y estúpida mocosa que se creía mucho mejor de lo que era. 

Pero estaba inmovilizado y su mente acababa de llegar a un límite. Su gran ego solía protegerle de muchas cosas, sobre todo de una infancia dura, pero al sentirse en medio de aquella gente en ridículo no pudo evitarlo y se bloqueó. Dejó caer la cabeza, mirando a la nada, mientras reía de manera nerviosa, carente de gracia y llena de incredulidad. ¿De verdad le estaba pasando eso? No es que estuviera enamorado de la gemela, para nada, aquella pobre chiquilla era otro trofeo más para la colección , pero no podía creer que le estuviera dejando - o algo parecido, ya que ni siquiera estaban saliendo - el día del baile. 

Tardó un poco más de la cuenta en calmarse y volver a mirar a Mercy, que de nuevo se había acercado al idiota aquél. Con más calma, aún no del todo recuperado de la sorpresa, habló en voz baja pero audible por todos aunque con dificultad.

- Así que tenía razón... - Una tos seca cortó antes de que empezara de nuevo el ataque de risa que amenazaba con volver, y siguió hablando con un débil intento de hacerla algo de daño -. Bueno, no llegabas a tu hermana ni a la suela de los zapatos, ya estaba tardando en librarme de ti.

Luego miró al policía, cansado, incapaz de dirigir su atención hacia cualquier otro lado y deseando largarse, y se movió un poco para empujarle y hacerle espabilar. 

- ¿Qué? ¿Nos vamos o es que te diviertes? No tenemos todo el día. 

Mercy tenía clavada la mirada en Troy cuando el muchacho la dijo que si sería su pareja en el baile. No pudo evitar sonrojarse al darse cuenta de lo que acababa de hacer. Su corazón palpitó con fuerza y tras se sí escuchó a Kurt romper a reír como un loco. La joven, entre intimidada por esa extraña risa y para hacer ver que la petición a Troy iba en serio, se puso al lado de este último, lo más cerca que le dejaron los policías. Si la hubiesen dejado, seguramente se hubiese abrazado al macarra del instituto, buscando protección, seguridad y quizás para apretarle más a Kurt las clavijas, sobre todo por su frase donde comparaba a las gemelas Wells, tratando de dejar a Mercy en ridículo.

Quiso responderle, dejarle más herido aún si cabía. Pero responderle allí la haría quedar como la despechada y loca, cuando lo cierto es que a él le había quedado bordado con su actitud y contestación hiriente. Así que lo único que hizo, como señal de burla fue sacarle la lengua llevándose un dedo a uno de los ojos y tirando de él hacia abajo, abriendo así más el párpado.

Luego se giró a Troy, le dijo algo al policía y besó al muchacho en la mejilla, mirando luego a Kurt con una sonrisita maliciosa de refilón, tratando de que no se notase demasiado, pero que Kurt si se diese cuenta de ello y poder ver su reacción. La de Troy se imaginaba cual sería, pues notaba como disfrutaba viendo a Kurt fuera de sus casillas. Hablaré con mi padre para que solucione esto ya. Susurró a Troy al oido antes de separarse de su rostro y, esta vez si, mirar la reacción de Kurt abiertamente.