Partida Rol por web

Malickud respira agua con alivio al ver morir a su atacante, y con un asentimiento de la cabeza agradece al Veracruz por su espada.

Sobrepasado por la situación, el sahuagin restante muerde a Feijud antes de aprovechar su facilidad de movimiento en las condiciones actuales para alejarse, lo justo como para retrasar mínimamente el final que le espera.

Molesto por la pequeña herida ocasionada por el sahuagín, Feijud lo persigue y le suelta un nuevo hachazo.

El maltrecho hombre pez aguanta estoicamente, pero su rostro denota miedo y desesperación.

Al ver que el sahugir parece que quiere huir, me muevo por el agua intentando golpearle con la pica, haciendo que ésta se estirase por encima de Feijud. Aún asi, parece que el bichejo la ve venir y se agacha esquivándolo.

Todavía quedaba uno de aquellos seres. Y aunque no dudaba de que el capitán Feijud podría acabar con facilidad con la escamosa criatura, no por ello le iba a dejar toda la diversión. 
Moviéndose a través de sus compañeros, Raymond llegó hasta el sahuagin que quedaba y de un certero tajo le cortó la cabeza. El reguero de sangre que hubiera dejado normalmente se convirtió en un reguero de escarcha debido a las características de su espada negra.

Miró al resto y se encogió de hombros. Señaló los dos caminos que había, por saber por cuál continuar.

El combate había sido rápido, y a pesar de la desventaja tanto numérica, como por el hecho de estar fuera de nuestro entorno natural, se podía decir que había ido bastante bien.

Todos habíamos logrado  combatir, con mayor o menor fortuna, a estos sahuagines demostrando que eramos un grupo compacto. Era cierto que tanto el capitán como Raymond demostraban cada vez más, unas habilidades de combate bastante mortíferas. Sin embargo, me guardo mis pensamientos para mí, pasando al lado de Raymond sin darle mayor importancia a la demostración de cómo utilizar magia y acero.

Harper, registralos a ver si llevan algo que nos pueda valer digo señalando a los cadáveres de los bichejos acuáticos mientras me llevo una mano al símbolo de la reina de los mares comienzo a recitar una pequeña letanía. Acto seguido, una luz ilumina los cuerpos de mis compañeros y sus heridas comienzan a cerrarse y dejar de sangrar.

Cuando finalizo, señalo por el pasillo de la derecha, con un leve encogimiento de hombros

-Íbamos a ir por allí cuando nos asaltaron, así que sigamos por ese pasillo. Es tan bueno como otro cualquiera.

Raymond concluye el rápido combate que os acaba de subir la moral. No es tan fácil como en la superficie, pero luchar bajo el agua ha resultado ciertamente mucho menos complicado de lo que os temíais. 

Mientras Sandara reza para que Besmara palíe en buena medida los daños sufridos en el grupo, Harper registra con diligencia los cadáveres de los hombres pez para luego informaros de que no llevan nada interesante, ni siquiera de utilidad, encima.

Siguiendo el camino por el que os dirigíais, el túnel se eleva sobre las aguas, creando una especie de burbuja de aire en la cámara a la que llegáis. El suelo es pura arena. Hay varios muebles esparcidos sin cuidado alguno por la estancia: un mesa, una silla rota, una cama con el somier hundido y un tosco soporte de madera flotante* en la parte más alejada. Toda la caverna está cubierta por algún tipo de planta de florecillas violetas que cargan la sala con un aroma empalagoso.

Al notar el aire, intento respirar, no sabiendo bien la experiencia que será el respirar aire bajo el conjuro que tenemos. Quizás nos ahogáramos como un pez fuera del agua. Aún así, había que ver qué había en esta habitación, pues no era muy normal que bajo este complejo sumergido hubiera una especie de habitación "exterior". 

Quizás fuese el lugar donde venía Isabella cuando acudía aquí ¿no? comento mirando a Malic y Harper no se bien qué pueden ser esas plantas, pero tampoco me parece muy normal crezcan debajo del agua ¿no?

Harper, habría que mirar bien por si hubiera nuevas pistas sobre lo que estamos buscando, aunque ten cuidado.

Harper sale del agua y tras comprobar que pueden respirar se pone a inspeccionar. Recorre toda la sala un busca de pistas.

Malickud observa las florecillas a una distancia prudencial mientras se tironea de los mostachos.

Feijud observa el lugar con suspicacia y mira a Harper, esperando que el pícaro haga su trabajo de revisión concienzuda.

Raymond sale del agua y empieza a quitarse algunas algas del pelo, pero enseguida se da cuenta que es una tontería ya que va a tener que volver a sumergirse de nuevo.

Todavía con la espada en la mano echó un vistazo a la "habitación", aunque sin alejarse demasiado de la orilla por si venían más pescados de aquellos. Después de todo, el experto en seguridad era Harper.

¿Qué? ¿Algo interesante?

Decidido, Harper se interna en la sala para registrarla. Sin embargo, nada más llegar junto al primer parche de flores violetas, éstas expulsan algún tipo de polen amarillo que cubre al oficial de artillería por completo. Sorprendido por la inesperada reacción de las plantas, el vigía del Grindylow Embrujado no puede evitar inhalar la ponzoñosa sustancia, que rápidamente hace efecto y lo embriaga hasta dejarlo tumbado en estado catatónico.

Por si fuera poco, otro ramo de aquella peligrosa viña se desplaza para quedar sobre vuestro caído e indefenso compañero.

En cuanto ves la polinización de las plantas las reconoces como un tipo de enredadera llamada atrapadora.