Partida Rol por web

Johan terminó de poner el cuadro junto a jules y se dirigió de vuelta con ella hacia el salón. Tenía razón respecto al grupo y había pensado en ello, no era buena idea ir un escuadrón al faro y que nos cogieran a todos juntos si es que no deseaban que deambuláramos por ahí. Pero lo de su hermana si que le sorprendió, pensaba que trabajaban juntas y eran el tipo de hermanas que se contaban todo. Pero cada uno tiene sus secretos y el querer proteger a alguien le tocaba especialmente de cerca, conocía perfectamente aquel sentimiento de dar tu vida por alguien cueste lo que cueste poniendo en una balanza de cosas a sacrificar la vida propia, por lo que no discutió absolutamente nada.

-De acuerdo, iremos por la noche a buscarla o al menos, investigar un poco el faro. 

Jules se dirigía de manera lenta hacia la entrada, cosa que agradecía teniendo en cuenta que aun no estaba recuperado ni de cerca y le dolían sus heridas, aunque para sus adentros, estaba algo nervioso porque los pillaran por los pasillos dando un paseo. 

Finalmente Johan comprendía lo suficiente como para saber que no expondría a mi hermana a nada, además si las dos nos íbamos de allí era probable que lo noten demasiado rápido. Como toda estratega, los planes en mi mente surgían a borbotones y se me daba muy bien fingir para favorecer investigaciones. Eso sí, siempre priorizando las cosas. 

-Gracias, estamos en plena mañana... Luego del almuerzo nos iremos, tenemos que crear una coartada y espero que tu me sigas con ello. - respondo mientras me acerco un poco más a su oído y así susurrar el plan que tenía en  mente. 

-Quizás sea demasiado prematuro pero pueden creer que sucede algo entre nosotros en plan romance y por ello buscamos privacidad. Si logra creérselo mi hermana y el resto del grupo, da por hecho que el Sr Martinson también. Eso nos dará la garantía de que podamos irnos de aquí, en todo caso si tuviéramos que agregar a alguien más, pensé en el ex soldado... Harry... Pero como tu quieras. - termino por decir mientras detengo mis pasos y observo su mirada, era un momento clave porque al regresar comenzaríamos a actuar en plan de confundir al resto. 

Johan no supo que decir. ¿De verdad iba a ser creíble una historia como esa? Y menos en un lapso de tiempo tan breve. Aunque de momento no tenían nada mejor.

-Si queremos meter a Harry, tendremos que inventarnos algo distinto... -dudó durante un momento, pensativo y siguió hablando. -Bueno ya se nos ocurrirá algo. De momento lo mejor es reunirnos con el resto, llevamos demasiado tiempo fuera para estar simplemente terminando de sanar mis heridas. Van a sospechar y sobretodo tu hermana, el resto es posible que no pregunte pero imagino que en esta situación, lo último que ella quiere, es que te quedes sola y en peligro. En fin vayamos.

Johan había dicho aquello y se puso a andar mas deprisa, aquella situación una vez mas enfriada le había chocado de lleno en su cabeza. Se estaba convirtiendo en un ser despreciable para si mismo, y debía estar por encima de todo eso, se habló para sus adentros intentando controlarse y auto convencerse de seguir con su cruzada personal

_{-Vamos.. centrate...} 

Sonriendo de soslayo le permito a Johan que comparta su opinión al respecto, no era errónea su postura y lo que había sugerido tampoco era algo improbable. 

-No te preocupes, ya pensaremos en algo. Luego del almuerzo salimos. - expreso decidida a continuar con el plan, para bien o para mal, tenía que descubrir la verdad y esa era una vía loable de momento. 

Así que sin más que decir, regresamos a la sala en donde estarían todos. Habría que ver como logramos escabullirnos delante de todos para ir hacia el faro, tenía que crear un plan y esas cosas se me daban bien si Johan confiaba en mi. 

Por ello, freno sus pasos al sujetar su brazo y mirándolo a los ojos expreso:

- Confía en mi. - tras decir aquellas tres palabras, lo suelto e ingreso al comedor como si nada hubiera pasado. 

Miro con evidente irritacion a la gemela, iba a responder con un comentario hiriente cuando escucho el ruido del motor. Suspiro, esto es un asco pero no saco nada peleandome con esta mujerzuela.
Me dirijo hacia el hall, a ver si podemos reunirnos todos de una vez y movernos todos juntos...aunque algo me dice que nadie en este grupo sabe el significado de la frase "trabajar en equipo"

Tirada de Percepción.

Poco antes de llegar a los terrenos de la mansión Martinson algo escrito en el camino llamó la atención de ustedes.

_{(cadáveres por delante)}

Tirada de Cultura.

La arquitectura y la construcción de los edificios y del pueblo en general son de comienzos del siglo XVIII. Hay que decir que los edificios que han sido recientemente construidos no sólo parecen tener el mismo estilo, sino que las técnicas de construcción parecen igual de antiguas (es como si nadie en la isla ha aprendido nuevos métodos de construcción en los últimos 250 años).

Krebs patea el cuerpo del ave hacia el exterior tras responder la pregunta indirecta de Slaughter. – Listo. Limpio como el trasero de un bebé. – los restos del cuervo caen cerca de la maltrecha limosina pero a cambio dejan un reguero de gusanos en el trayecto. Las miserables criaturas se retuercen en el suelo en protesta por haber perdido su comida…

Luego el mayordomo clava su mirada en el joven teniente que acaba de reclamar el subfusil para él. Se acerca raudo a Harry y se planta a centímetros de él. – El arma era del comisario del pueblo, el último maldito policía sobreviviente. Fue encontrado en su comisaria, colgando del techo por telarañas con su cuerpo hinchado por huevos de arañas como aquella que nos ataco en el viaje. Como verá ya no había nadie allí para reclamar su posesión. Si quiere puede ir a buscar más munición allí porque de mi no obtendrá ni una sola jodida bala… - al responder al teniente algunas gotas de saliva impregnada en tabaco llegan hasta la chaqueta del militar y aunque Krebs parece percatarse de las salpicaduras por sus coléricas palabras sin perder un segundo se da media vuelta y avanza a la habitación de la derecha cuya puerta doble se encuentra abierta de par en par.

Recordaba que su padre había hecho restaurar un viejo reloj de pared de madera de castaño que tenía grabado en su pináculo una figura de un ángel que portaba un medallón en su mano izquierda y una espada en su mano derecha. Y lo encontró. 

El reloj es el mismo aunque una idea algo alocada cruza la mente de James. ¿Es posible que el reloj sea de una pequeña fabricación en serie en donde existen pocos iguales? Tal vez dos o tres ya que el que tiene enfrente se ve un poco mas antiguo que aquel recordado. En cambio el símbolo continua siendo de lo más llamativo, tal como lo recordaba….

 El símbolo tiene la apariencia de una circunferencia con un aro y un círculo interno, todo el grabado es de color rojo carmesí. En el círculo interior hay un diseño triangular con marcas curvas, mientras que en el aro hay caracteres extraños, de diferente tamaño y profundidad.

Aparte del reloj las demás cosas de la mansión también llaman su atención. Porcelana china del siglo XII, estatuas de la antigua Grecia, tapices decorados en oro y plata procedentes de los antiguos países nórdicos y muchas cosas mas que solo un ojo experto en tasación puede apreciar. Millones de dólares decoran la Mansión de una isla insignificante de la costa este de Estados Unidos…

Estaba destrozada, solo queria acostarse, dormir y dormir hasta que despertara de la pesadilla en la que estaba sumida. - ¿Podemos... darnos prisa y acabar con esto? Necesito descansar...- 

Las plegarias de Evelyn fueron escuchadas por la gran providencia. Tal vez no se había percatado al llegar pero un sillón tan antiguo como confortable aguarda por ella junto a las escaleras. En los pies del sillón hay una pesada manta cubriendo la mitad del mueble…

Krebs ingresa a la habitación de la derecha y conduce al grupo al Comedor de la mansión. - ¡Aquí están los demás! - saluda Krebs a los comensales pero de inmediato se da cuenta que Martinson y las dos muchachas no están allí. Solo Aaron y Julie continúan en la mesa. - ¿Martinson por donde se fue? - pregunta el mayordomo al atorado coronel que continua comiendo tan ávidamente como cuando Alan los dejó en compañia de su amo. 

Sin esperar respuesta Krebs vuelve por donde llego. Parece enfadado...

<h3>El Comedor</h3>

Se trata de una habitación espaciosa con una mesa alargada, ocho sillas y una chimenea en la pared este. Hay una mesa para el servicio en la pared norte y un armario con porcelana china y cubertería de plata contra la pared sur. Otra lámpara, de dieciséis velas, se encuentra suspendida en el centro del techo. La cubertería de plata y la porcelana china están muy ornamentadas. La habitación también posee varias obras de arte, como por ejemplo pinturas. Hay un par de puertas abatibles en la pared norte que llevan a la cocina.

Tal vez el cuadro más llamativo es uno similar al que se encuentra en el Hospital de Bar Harbor.

El cuadro tiene una tabla de bronce debajo, en la tabla se puede leer lo siguiente:

Dios creó el tiempo y lo dividió
entre el día y la noche.
Dios ordeno medir el tiempo 
Y fraccionarlo en trece horas.
Dios mostró el camino a la
salvación y le dio dicha a la gente.
Y Dios se separó durante un
tiempo infinito de la gente.

Sobre una repisa junto a un exhibidor de platería se puede contemplar un fonógrafo que reproduce sin cesar algo de música poco objetiva y confusa. El sonido es inadecuado para una mesa servida…

Al lado de la enorme mesa un gran carro de varios niveles aguarda por los recién llegados. El carro de comida se encuentra completamente rebosante de platos, fuentes, tazas y jarros. La cantidad de alimento ni su calidad tiene parangón… ni en las cenas de gala proporcionadas entre embajadores de los más poderosos países suelen ver tantos alimentos. En definitiva es el desayuno mas opulento que han visto jamás.

Johan y Jules observan desde un ventanal la llegada del mayordomo y del resto del grupo. A simple vista el vehículo sufrió algunos daños pero sus ocupantes se encuentran en una pieza.

Luego de ingresar al vestíbulo Krebs lleva al grupo al salón Comedor y él dirige sus pasos a la escalera. En ese momento se detiene y avanza hacia la sala de Fumar, donde la pareja se disponía a unirse al resto. – ¡ Ehem! Vayan a las habitaciones por favor. Este sitio es para la sobremesa y nada más. – Tras una pequeña pausa Krebs examina la sala en búsqueda de algo más y tras no hallarse conforme agrega una pregunta - ¿Han visto a Martinson y a sus damiselas? – espera un instante y si no obtiene respuesta continuara su camino por las escaleras.

Johan sigue hacia el vestíbulo, cuando ve aparecer al mayordomo, simula una cojera y un gran dolor. Dando entender que no lo ha oído y que su dolor le impide prestarle la atención debida

Mientras caminaba junto a Johan nos encontramos en el camino al chófer,  éste nos pregunta algo y noto como mi compañero pasa olímpicamente de él. Dando un suspiro y a sabiendas de que no era yo quien debía informarle sobre el dueño de la casa respondo. 

-La verdad es que el Señor Martinson decidió despejarse un poco y sus mujeres fueron a hacerle compañía. Como verá no sabemos en donde está ya que es su casa. - expreso en un tono relativamente benevolente y continuo mi camino.

Eso si, ayudando a Johan que apenas podía caminar. 

Ingreso junto a Johan al salón en donde estaba mi hermana y Aaron almorzando. 

-Bueno, pues aquí estamos-dijo James al entrar en la estancia mirando con una sonrisa al resto de sus compañeros-Veo que les han tratado bien en nuestra ausencia. ¿Han conocido ya a nuestro anfitrión?

A pesar de su sonrisa, algo parecía que no iba bien con James. Parecía como si estuviese haciendo un esfuerzo por guardar las formas. 

Su mirada recorría cada rincón de aquella habitación donde, a diferencia de lo que ocurría con el resto de la casa, se había limpiado a conciencia cuidando cada uno de los detalles. Luego reparó en el carro donde descansaba toda aquella comida perfectamente elaborada. Después de todo, cabía pensar que si en algún lugar del mundo se seguían plantando lechugas, criando terneras y si se seguía haciendo pan, algo de la civilización occidental habría sobrevivido a aquel apocalipsis. Pensar en ello le tranquilizó un poco.

Se demoró un poco en escoger asiento, permitiendo a los demás elegir primero, pues no tenía ninguna preferencia.

Casi se acostó de plano en el divan, del cansancio que tenia. Practicamente, en aquel momento, le daba igual la decoracion o la antiguedad de la casa. Inclusive le daba igual todo. Tenia la sensacion de cuando llega uno a casa despues de una jornada intensa, agotado, perdiendo todas las energias. Solo queria cerrar los ojos y olvidarse. 

Pero su estómago no se olvido de comer. El dulce olor de la comida adornando la mesa, la perdió, caminando junto al resto hacia el comedor, para sentarse y llenarse el famélico estómago. Despues pediria adecentarse un poco en un aseo y que le dieran unos zapatos... Arreglaria los asuntos que tuviera que arreglar y dormiria un año entero. Permanecio silenciosa mientras se servia comida de forma justa, pequeñas porciones repitiendo varias veces. Sus modales eran impecables. Pequeños bocaditos, los cubiertos bien colocados, la lentitud perfecta. 

De reojo observo las bellas obras de arte, poco a poco, volviendo a ser ella misma despues de tanto terror, tanto miedo. Deseaba arreglarse y ver que mas escondia aquella bella mansion... Si habrian mas gusanos de muerte entre los tesoros, o si ya todo seria paz. 

Cuando Krebs empieza a hablarle de esa manera a Harry, éste ha de hacer un buen esfuerzo por no comenzar una violenta discusión. Realmente lo está intentando, pero cuando la saliva de aquél tipejo salpica su camisa, pueden notarse sus nudillos blancos. Krebs quizá no le conozca, y los demás, poco, pero saben que la mirada de Wood hacia el suelo y su tenso silencio significa que está luchando por no reventarle la cara de un puñetazo.

Tranquilo Harry... Piensa en otra cosa... piensa en otra cosa...

Rechinando los dientes y con los ojos fuertemente cerrados, respira hondo y trata de mantener el aire, pero se le va escapando en soplidos cortos y rápidos. Cuando abre los ojos, bajo un rabioso ceño fruncido, ve la espalda de Krebs, que ya se marchaba.

Lo que tampoco iba a hacer era atacar a un americano por la espalda. Harry podía ser muchas cosas, pero no era esa clase de matón. La marcha de Krebs hace mucho por sus nervios, y aunque se mantiene callado mientras caminan, aún no se le ha pasado el malísimo humor. Normalmente lo descarga rápidamente con violencia, pero sin ella... tarda más.

Mientras caminaba por aquellos pasillos, trataba de calmarse, y miraba el lujo con el que estaba todo eso decorado.

Solo espero que este lugar sea defendible, y que nos den algo para defendernos. Apenas tenemos tres armas, y muy pocas balas.

Conforme miraba alrededor y se fijaba en las obras una por una, su ceño se fruncía y su rabia se disipaba. No era un gran conocedor del arte, pero sí había visto mansiones profusamente decoradas antes. En Alemania, para ser más exactos. Los jerifaltes nazis habían saqueado obras de arte por toda europa y habían cubierto sus paredes y salones con antigüedades que los más enteradillos decían que tenían siglos y hasta más de mil años. Harry no se los creía mucho... ¿Cómo iba a durar una pintura siglos?

Cuando llegó al salón, saludó a los que ya estaban allí descansando. Se alegraba de verlos y saber que estaban bien, pero su humor no mejoró demasiado. Aunque su estómago rugía con fiereza, se acercó a la mesa sin probar bocado. Cogió algo que supiera lo que era (habían cosas que jamás había visto), un muslo de pollo, y lo olió con desconfianza.

¿A nadie le parece extraño? ¿De dónde sale toda esta comida? ¿Y el ganado y los campos?

Su estómago le pedía comer y comer hasta llenarse, pero el soldado tenía bastante aguante. Sin embargo, por si sus suspicacias resultaban ser infundadas, cogió unas servilletas y las llenó con comida rica en azúcares, y carnes, y una botella de algún líquido no alcohólico (A poder ser uno de esos con gas que tanto le gustaban) y lo guardó todo para después, por si estaba siendo desconfiado sin motivo. Ya no se fiaba de nada ni de nadie, y tampoco se le podía culpar...

Si esos civiles confiados caían enfermos, a Harry y Tommy les tocaría defenderles.

Una manera de limpiar de lo más efectiva...piensa mientras ve como el bueno de Krebs patea el cuervo. Este sigue observando las antigüedades, aunque no entiende demasiado de ellas. Entonces se fija en James, parece que algo le perturba...

Finalmente el chófer les lleva a la cocina y se encuentran con el resto de la extraña comitiva de la que formaba parte.

Harry se acerca al fonógrafo y lo observa, esperando a que el matón marche. Una vez Krebs se larga, Harry vuelve corriendo a la mesa.

-Bien amigos, cuenten, ¿como ha ido en la casa? ¿Han conocido a nuestro anfitrión? ¿Vive alguien más? ¿Han tenido algún encuentro “sobrenatural”? ¿Entradas y salidas de la casa? ¿Es defendible?

El detective los avasalla a preguntas. Pero después de su viaje accidentado, tenían que estar preparados.

Esto era muy raro. ¿Cómo estaba esta casa aquí? ¿Y tenia dentro todo esto? Jarrones chinos antiguos , estutas Griegas.  Y todo en un pueblo de anodino de mierda.

Nos encontramos con Krebs que nos llevo junto con el resto al comedor.

Y vaya un comedor.

Tenia de todo. Pero lo curioso es que el buen Doctor nos dijo en el Hospital que la situación era critica. ¿ Y el Alcalde tiene todo esto?

Me acerque a mi hermana y la di un beso en la frente.

Hola a todos. Si hemos conocido al dueño. Todo muy normal como en la linea del Hospital.

Y si todo el asunto de la comida ya es raro. Pero lo cierto es que tenia hambre. Mucha hambre. Me hice con un poco de comida la oli. Y la pobre.