Partida Rol por web

Cuando salían afuera, aquellas dos... cosas empezaron a dirigirse hacia ellos. No tenía ni la más remota idea de lo que eran capaces, pero tampoco tenía intención de comprobarlo.

¡Cristo! Gritó al verlos, y cuando iba a detener al otro Harry, ya había pateado la puerta. Aquello era una imprudencia, podrían haber otras criaturas allí, y siempre podrían retirarse a las escaleras, no era necesario abrir otra puerta. En un lugar como ese, cada puerta podía ser una caja de Pandora.

Cogió a Johan del brazo y lo estiró para que reaccionara. Entremos! Lo hecho, hecho estaba, si aquellas criaturas no tenían una fuerza sobrenatural, y dentro era un lugar seguro, podrían bloquear la puerta, o contenerles como buenamente pudieran, y tenían dos armas de fuego. Si el millonario tenía razón, aún tenían que resistir diecinueve minutos.

Harry Wood sabía exactamente cómo de eternos podían llegar a ser diecinueve minutos.

Johan tuvo intención de seguir a aquellas gemelas que tan extraños comportamientos estaban manifestando y mas de hecho el empezar a decir cosas sobre nosotros. Quien sabía si era cierto o no, pero desde luego, sabían cosas muy extrañas. El coronel fue tras ellas con la intención quizás de protegerlas o dios sabe que, pero con la indecisión del joven muchacho, pasó el tiempo suficiente para que otro extrañó fenómeno se manifestara.  Unos extraños... Seres, empezaron a avanzar por el pasillo, por las forma, el olor pestilente, y la manera de moverse, debía tratarse de una pesadilla. Tuvo por un segundo la tentación de pensar que era un sueño y que abalanzarse sobre esa cosa le despertaría, cosa que le funcionaba cuando era pequeño y tenía alguna pesadilla originada por una mala historia. Pero la realidad de esta pesadilla le hizo temblar y dió un paso atrás. El hombre que dió una patada a la puerta le hizo mirar atras y correr sin preguntar, no parecía buena idea intentar pasar ni hablar con... eso. ¿Que demonios estaba pasando? ¿Estaba empezando a perder la cordura? ¿De donde había sacado la gemela psicópata esa información? Si quería mantener su cordura,debía de encargarse de cada asunto cuando le surgiera la ocasión

Gritó con todas sus fuerzas, hasta el punto de desgarrarse por poco la garganta, sintiendo la bilis subir en cuanto aquella luz se convirtio en una sombra difusa, que poco a poco avanzaba hacia el pasillo, hacia su encuentro. Esperaba ver brazos, cabeza, piernas... Pero aquello era tan retorcido que no podia ser de ninguna forma humano, e iba a por ella. No tuvo mas oportunidad que lanzarse con todo su cuerpo contra las puertas cerradas, hasta que la doble que bloqueaba la salida del pasillo, cedio ante el segundo embiste de su delicado cuerpo. La cerró tras si, concentrandose con sus manos temblorosas en bloquearla de alguna manera, antes de girarse, dispuesta a salir huyendo con todas sus energias. 
Pero se quedó inmovil en el sitio cuando contempló a todos aquellos presos, pacientes, atados, esperando. Las lagrimas corrieron por su rostro cansado, temiendo cruzar entre ellos, temiendo que se lanzaran sobre su cuerpo, temiendo dar cada paso.  Vio luz en el fondo del pasillo y armandose del poco valor que le quedaba, o mas bien, del mas puro instinto de supervivencia, cogio aire y echó a correr por el centro del pasillo, con los brazos alzados, cubriendose la cabeza. Cruzó entre los primeros enfermos, sollozando y rezando por que no la hirieran

 y una pistola semiautomática Colt M1911 con un pequeño papel arrollado dentro de su cañón que cita “Esta vez no falles”.

Echó un vistazo cuando todo estaba aparentemente tranquilo, y rápidamente echó mano de la Colt. Una sola bala, vio que tenía.

Vaya, vaya... Una Colt reglamentaria como las del ejército. Dijo Una bala. Tendrá que bastar Con suerte, algún nazi de esos se deja caer por aquí y le puedo meter un tiro para quedarme con su MP40. 

Harry podrá aparentar pero en el fondo sabe que esa es su arma. La conoce como la palma de su mano. Cada melladura, cada curva y cada tornillo, toda su extensión es idéntica a la misma Colt que disparo la bala que perforo su rostro aquella fallida noche... Sin lugar a dudas la nota era para él. 

Los Despertados actúan rápidamente en consecuencia al accionar de Slaughter. El detective abre con violencia la puerta de la habitación de al lado cuando el horror andante de ese lado del pasillo se encontraba a dos metros de él. Detrás le siguen los demás con toda la premura que sus pies le permiten.

Harry entra a ciegas ya que la única luz proviene de la antorcha del teniente, pero algo lo llama a la habitación, como una polilla atraída a la luz solo que aquí unicamente hay oscuridad. Por suerte algunos segundos después el soldado ilumina el cuarto al ingresar.

Al detective le sigue de cerca James que esquiva el monstruo por menos de un metro. Al entrar se ubica justo detrás de la puerta para cerrarla pronto.

Harry Wood es el siguiente en cruzar de una habitación a otra solo que en esta ocasión el horror proveniente del otro lado del pasillo ataca de una forma impensable. La bestia se encontraba a dos metros y la seguridad de la distancia solo era aparente porque su pecho se abre al medio mostrando sus fauces dentadas y entonces un chorro de liquido maloliente vuela hacia el teniente.

El horrible escupitajo golpea la pared un poco por encima del soldado y la pared comienza a humear y corroerse. El monstruo acaba de escupir ácido muy potente.

Casi a punto de entrar se encuentra de bruces con la otra bestia que ya estaba abriendo su horrible boca para escupir ácido. Entonces Harry aprovechando el impulso de la carrera simplemente empuja a la aberración y la misma retrocede varios pasos a punto de perder el equilibrio.

Harry entra y con su antorcha ilumina la habitación.

El ultimo en cruzar las habitaciones fue Johan. El muchacho avanzo cubriendo su cabeza con sus brazos y en postura un poco encorvada. Él pensaba que tal vez su propia cobertura le serviría contra los horrores deformes pero fue en vano.

Al entrar a la habitación 347 un segundo ataque del monstruo de la derecha impacta a medias en la espalda del joven y el resto sobre el marco superior de la puerta. Pronto el ácido actuá quemando la ropa y la carne...

Cuando todos se encuentran adentro James y el teniente cierran la puerta y la bloquean con sus propios cuerpos hasta tener en claro el contenido de la habitación.

Los monstruos del otro lado intentan entrar por la fuerza golpeando la misma con sus correosos cuerpos.

La antorcha ilumina una austera habitación sin ventanas ni techo, unicamente rematada por una cama, solo que la misma se encuentra ocupada por una persona.

Una mujer yace en la cama, atada a ella de manos y pies, también amordazada. Lleva ropas del hospital, ropas de dormir.

Su mirada perdida alude un atisbo de locura pero sus delicadas facciones minimizan todo lo demás. Su espesa cabellera negra cubre parcialmente su rostro...

Entre lagrimas y sollozos Evelyn cruzo el horrible pasillo plagado de “pacientes” y llegó a la fuente de la luz que la llamaba desde lejos.

Ella cruzo el umbral para descubrir una sala enorme, similar a una capilla solo mucho mas grande, casi del tamaño de una iglesia pequeña.

Varias antorchas bañaban con su luz la estancia decorada en madera y piedra. Un grotesco mural decoraba el fondo. Por la imagen se trataba sobre la quema de brujas o algo igual de horrible y brutal.

La sala se encontraba vaciá, o al menos en apariencia porque una figura femenina emerge de la oscuridad y la protección de los bancos laterales.

La persona avanza hasta el medio de la estancia y una vez allí permanece inmóvil, expectante y observante. La mujer lleva una capa con capucha rematada por una mascara de yeso. Sus ojos azules se posan en Evelyn... 

Harry entra corriendo en la habitación y se queda esperando a sus compañeros. Uno a uno van entrando todos, hasta que el pobre chico Johan? Es impactado por un escupitajo de esos y su ropa empieza a quemarse.

-Rápido chico! Quitate la ropa si no quieres que traspase!- Al girarse ve como James y el militar cierran la puerta y apoyan sus cuerpos contra ella para que esos engendros no entren. El detective da un vistazo a la habitación. Lo único utilizable es la cama donde yace una mujer atada a la que no se le ve el rostro. Corre hacia ella.

-Lo siento señorita, luego la desatare.- Y empuja la cama hacia ponerla frente a la puerta, intentando evitar que esas “cosas” entren.

James se esfuerza por contener a aquellos extraños engendros que intentan abrirse paso hasta la habitación. Al ver la cama piensa que quizá puedan bloquearla pero no tiene que decir nada porque Harry parece haberle leído el pensamiento. Harry arrastra la cama hasta cerca de la puerta y finalmente, con la ayuda de James consigue arrimarla lo suficiente como para bloquear la puerta, pero al soltar la puerta, para dejar paso a la cama y ayudar a Harry, esta cede un poco. Lo suficiente como para que la cabeza de una de aquellas criaturas se cuele. James y Harry la intentan aprisionar contra el marco empujando con fuerza la cama, ajenos a que en ella, hay una mujer. 

-¡Vamos, ayudadnos!-gritó dirigiéndose al resto-No podemos permitir que pasen.

Una vez aprisionada la criatura, James coge el barrote que había cogido en la habitación donde aparecieron y se lo mete por lo que podría ser la boca de aquella criatura intentando atravesarla, en la confianza de que allí el tejido sea más blando y pueda ocasionarle más daño.

Harry empuja la cama hacia la puerta incluida la mujer que aún continua atada a la misma. Entonces el oficial de policía mira detenidamente las facciones de la mujer allí presente y se queda paralizado ante el descubrimiento…

¡Mpfff…! – intenta hablar la mujer pese a estar fuertemente amordazada además de sedada. En la manda descubierta de su antebrazo izquierdo pueden ver un trozo de algodón con cinta, ubicado casi siempre donde las enfermeras suelen dar pinchazos y luego aplicar algodón para contener el poco de sangre que pueda escapar de allí.

Desde luego que la mujer se retuerce con todas sus fuerzas para intentar escapar de sus ataduras ante lso horrores que suceden pero nada puede hacer.

La habitación que solo contiene una cama no ofrece mucho, solo una de las patas de la cama que se quebró y ahora es usada por James para golpear a uno de los monstruos en la cabeza. La bestia ante el golpe retrocede

Quitando su cuerpo y permitiendo que la puerta cierre aunque no por completo ya que la cerradura y el picaporte están en muy malas condiciones.

Aquella mujer es idéntica a Sally, sus ojos, su rostro, su nariz, incluso su cuerpo y sus curvas. Todo en esa mujer es un fiel calco de su esposa, solo que su cabello es oscuro como la noche misma y tiene un pequeño lunar que su esposa no.

Johan había entrado en la habitación mientras notaba un leve dolor que se fue transformando en un dolor horrible y penetrante. Nada mas entrar en la habitación, se quitó la camiseta y se arrodilló, apretando los dientes y gimoteando. 

Se tiró así unos largos segundos, ausente, centrado en superar aquel dolor que una de esas criaturas infernales le había ocasionado, desde luego, ahora podría estar seguro de que no se trataba de ningún tipo de mala pesadilla y que todo era muy real. 

El grito de James fue lo que lo sacó de su dolor y lo devolvía a aquel horror viviente. Aunque estaba en muy malas condiciones, tenía que ayudar fuera como fuera. Dejó apoyar su debil cuerpo contra la puerta, lo mas alejado posible de las criaturas de frente. Con la cabeza, intentaba vislumbrar algo que lo pudiera ayudar. Algo que les permitiera atrancar la puerta o otras salidas.

No se podia creer haber llegado bien al final, sin mordiscos, empujones ni intentos de agarrarla. Su alivio era reflejado en su rostro. Empujo la puerta con todas sus fuerzas y se preocupó en cerrarla detrás de si antes, para impedir el paso a cualquier chiflado o bestia que saliera de la oscuridad, dispuesta a devorarla y a matarla. Nunca fue cristiana, pero en cuanto vio la gran capilla se dejó caer de rodillas, sollozando. Aquella mascara de yeso le devolvia la mirada y la aterraba, pero tenia la esperanza de que fuera alguien bueno. Le habian dicho que en la capilla estaria a salvo. 
- Por favor... Ayudeme... Me ha estado persiguiendo un ser, me quiere matar...- su voz era un atropello de palabras y dejes agudos entre llanto, lagrimas que caian oscuras al suelo al llevarse parte de su maquillaje. El bello vestido rojo estaba sucio y humedo de tanto caer y llorar, y sus pies descalzos llenos de heridas de correr, casi negros por la mugre. ¿Donde quedó su imagen?

¡¡No hombre!! ¡¡No!! Dijo Harry cuando vio que arrastraban la cama con la mujer encima para usarla de barricada, pero como estaba sosteniendo la puerta, para cuando quiso hacer algo ya la habían puesto como bloqueo.

Esa mujer estaba atada, como lo estuvieron ellos mismos hacía muy poco. Parecía que por ahora aguantarían entre los otros tres, así que Wood le quitó la mordaza y loas ataduras a la mujer rápidamente.

Descuide señorita, yo me encargo Dijo apresurado, tratando de liberarla lo antes posible para poder colaborar lo antes posible en la defensa. Huiera preferido que de eso se encargase alguien menos preparado para el combate, como el millonario, pero las cosas habían ido así...

- Por favor... Ayudeme... Me ha estado persiguiendo un ser, me quiere matar...-

La mujer de la mascara se acerca a Evelyn y la abraza intentando calmar sus nervios. - Ya, ya, tranquila. Todo eso ha quedado atrás, no debes preocuparte por el. Solo es un poco impulsivo, tantos años de ocultar sus verdaderos deseos lo han vuelto... digamos que algo violento. Pero no temas, porque él no desea hacerte daño. - La voz de la mujer enmascarada es suave, juvenil y dulce pero terriblemente conocida. Ella palmea la espalda de Eve mientras continua - Él solo quiere que ahora juegues con nosotros. Si, como esa noche. - un pequeño gesto se oculta detrás de la mascara aunque sin saber como ni porque Eve casi puede adivinarlo, es una sonrisa maliciosa.

En ese momento alguien tira hacia atrás del cabello de Evelyn provocando que la delicada mujer caiga al suelo. Apenas logra recomponerse cuando su interlocutora arroja la mascara a sus pies revelando su identidad.

Es Rosalie, su hija. Su difunta hija...

La joven Evans descubre su capucha revelando la marca de su cuello, tan reciente como en la mañana que su madre la descubrió colgando en su habitación. Rosalie ríe sin control mientras varias personas totalmente desconocidas emergen de la oscuridad para formar un amplio circulo alrededor de las dos mujeres.

Cuando la situación parecía no empeorar mas una figura sale de entre la muchedumbre. El hombre de látex negro avanza hacia Evelyn hasta caer sobre ella.

Por mucho que Eve forcejee no logra escapar de la increíble fuerza de la poderosa figura. Y sus manos finalmente encuentran el cuello de ella, entonces la presión hace que Evelyn se desmaye...

Descuide señorita, yo me encargo Dijo apresurado, tratando de liberarla lo antes posible para poder colaborar lo antes posible en la defensa.

Al instante que el teniente deja libre a la desdichada mujer, esta se abalanza sobre Slaugther, cayendo sobre su espalda y aferrando su rostro al provocar algunos rasguños. - ¡Asesino! ¡Asesino! ¡Agggghhhh...! - grita la mujer con toda su fuerza mientras intenta ahorcar al policía aunque su exclamación se detiene cuando comienza a vomitar agua en grandes cantidades.

La situación solo tiende a descontrolarse más y más...

El detective acerca la cama a la puerta y la ponen de parapeto. Entonces escucha al militar decir algo de la mujer, pero su voz pierde forma... Harry se olvida de la puerta, de los monstruos y de cualquier cosa que este a su alrededor.... solo ve...a esa mujer.

Se parece tanto a....tanto... La observa bien mientras su tocayo la desata, la cara, los ojos, la nariz, cada curva de las que se compone ese maravilloso cuerpo...si no fuera por el color de pelo y ese pequeño lunar...diría que es ELLA.

-Pe...pero...quién...?- A Harry no le salen las palabras, toda aquella situación lo supera. Entonces la mujer es desatada. Y en un segundo salta sobre el detective tirándolo al suelo. Este recibe algún rasguño, pero le es imposible hacerle daño a ELLA, así que solo se defiende. Escucha la palabra asesino, entonces el numero 47 vuelve a él...

-No no! Asesino?!?! No pequeña no! Yo no pude evitarlo! Lo siento!- Unas lagrimas empiezan a recorrer su mejilla. -Lo siento! El maldito coche escapo! Lo único que puedo hacer es vengarte! Y lo haré!-

De repente, la mujer empieza a vomitar agua encima suyo. Harry se tapa como puede la cara, y empieza a gritar.

-Ayudenla! Que se ahoga! AYUDENLA!!!!!- 

James contemplaba a la mujer sin poder hacer nada más que intentar aguantar la cama a fin de que los monstruos no pasaran. Lo primero era lo primero y al fin y al cabo, no conocía de nada a la mujer.

Su prioridad era encontrar una forma de salir con bien de aquella, lo que implicaba encontrar otra salida. ¿La había?

James miró al otro lado de la habitación. Buscó con la mirada puertas, ventanas...lo que fuera.