Partida Rol por web

Quedo deslumbrada por la belleza que se despliega ante mis ojos. Observo a la sirena anonadada, como siempre cada vez que la miro. No puedo apartar mis ojos de ella, es superior a mi voluntad. Entonces noto la mano de Azariel, miro hacia ella y sonrío cogiéndome a su brazo moreno.

No añado nada a lo que dice, simplemente espero la respuesta de la sirena cogida con cariño a Azariel.

Mike se alejaba y era entendible, su alumna acababa de fallecer en boca de un tiburón, luego iría a hablar con el, pues si para si mismo no había sido nada agradable verlo, para el que parecía que le tenía un cariño especial mucho menos. 

Buscó a Valeria con la mirada. y luego al capitán. - Será mejor que volvamos que volvamos.

El salir del agua es traumático, como siempre.  El fatigoso reptar, las abrasivas piedras clavándose en mi cuerpo, el súbito ahogo, los fuertes olores, los estridentes sonidos... Todo ello bajo un manto de intensísimo dolor, de huesos pulverizados, de piel desgarrada.   Y sin embargo, consigo prepararme esta vez, sabedora de que el dolor es transitorio, aguantando estoicamente la rápida transformación.

Salí de debajo del pantalán, evitando pisar los desperdicios que los hombres, debido a su desprecio por las demás especies, no tienen reparo en lanzar al mar.  Tras las recientes lluvias, la brisa del agitado mar sopla fría y no pude evitar tiritar ligeramente.  Eso no me impide estar atenta a mi entorno y darme cuenta de la presencia de Azariel y su amante humana, Ligeia, a los que espero en el mismo borde del paseo marítimo, parcialmente oculta tras el muro.

Eneas fue con dos de los humanos a hablar con los pescadores ¿Quedamos así, no es cierto? —Exclamé con una sonrisa tensa,  pues me sentía algo vulnerable, aunque desde el exterior quizás mantuviese ese aspecto de fría e inmutable belleza.  Puede que Azariel hubiese salido antes de la reunión con Ligeia, no lo recordaba bien.​​

¿La bruja del mar? —En mi voz, pero no en mi gesto, se filtró la sorpresa. Cuéntame, Azariel. ¿Cómo la encontraste? ​​​​​​¿Se esconde aquí, entre los hombres?

- No recordar quien estar con quien... - Azariel se rascó el hirsuto vello que decoraba su barbilla - ¿Con que humano ir Eneas? - miró a Ligea ligeramente confuso, hasta que le vino a la mente - Ronan decir estar con Máximo... -

Su actitud y postura volvió a ser confiada mientras sus labios se curvaban en un rictus de preocupación - Madre contar a mi que bruja subir a la superficie. Deber averiguar donde y avisar a Eneas -

Durante unos instantes la voz de la sirena me hipnotiza, me quedo un poco embobada mirándola. Como siempre. Suelto el brazo del moreno y rebusco en mi mochila de nuevo.

- Eneas debió marcharse con Ronan y Máximo, pero no nos ha dicho nada  de con quién está Máximo, se ha ido con el pelirrojo y Nayi. - Frunzo el ceño pensativa y extrañada, de hecho no dijo nada, nunca entendí a ese chico. Muerdo mi lengua de lado mientras busco con el brazo por toda la pequeña mochila, parece enorme y llena de cosas pero no, está bastante vacía - ¿dónde estás cacharrito? ¡Si te acabo de usar! ¡Aquí!- cojo el móvil - voy a llamar a Máximo. Es el único que queda él y Mike. 

Mientras marco miro a la sirena, que ha salido del agua.

- ¿Has visto lo que le ha pasado a Bianca? Me ha dicho la Doc que un tiburón la atacó.

Me llevo el teléfono al oído. 

- ¡Máximo! - sonrío pero enseguida me pongo seria y frunzo el ceño levemente - ¿Te has ido? Espero que no sea algo muy grave. Te echaré de menos, eres mi argentino favorito – sonrío con cariño - estamos buscando a Eneas, tú no sabrás donde está ¿no?

Miré a la extraña mujer unos instantes, una mirada tan profunda, oscura y fría como las profundidades abisales. ¿Qué razón podía tener esta humana para ayudarnos? ¿Tanto se había prendado de Azariel que podíamos considerarla de nuestro bando? 

Tras sus palabras, sin embargo, me encontré sonriendo ligeramente a Ligeia, una chispa de calidez apareció en mis ojos.  La mujer me parecía honesta y entusiasta en sus esfuerzos, no podía captar ni la más ligera doblez ni el más minúsculo atisbo de malicia en ella.  Es posible que Azariel de hubiera enamorado de esa mujer, después de todo.

— Gracias, Ligeia — exclamé cuando nos dijo exactamente con quién se había ido Eneas.  Callé mientras buscaba su artilugio de comunicación, su tele-fono.  Su pregunta acerca de Bianca,  tan casualmente expresada, me pilló de sorpresa. 

— Bianca pertenece al mar ahora, ya no volverá junto a su familia. — respondo tras unos segundos de titubeo, el idioma de los hombres es demasiado impreciso a la hora de expresar las emociones, suena hueco y desprovisto de amor y compasión.  Su madre y su padre se preguntarán por qué tuvo que irse antes que ellos.  Mi voz tiembla ligeramente al decir esto, pero las dudas por lo que vi bajo el agua me hacen ser cauta y no dejo que las emociones me embarguen.  La bruja, debo encontrar a la bruja. Necesito que haya un culpable de toda esta violencia.

Vamos, Azariel, amigo mío. — Miro al tritón con simpatía — Avisaremos a Eneas y luego buscaremos a la bruja por nuestra cuenta.  Si ha subido aquí es para cometer algún acto nefasto, no para....mmm.. Comer en un restaurante.

Ladeó la cabeza a la par que giraba ligeramente el rostro para observar, de nuevo maravillado, como Ligeia hablaba con alguien en la distancia através de aquel objeto. Sus ojos recorrieron con afecto el contorno de su rostro enmarcado por aquellos cabellos azules antes de volver a centrarse en Eressëa.

Como Ligeia estaba al teléfono, y tras ver que no habia ningún humano cerca, le habló a su congenere en su idioma, pues para él, le era más fácil.

- Una pena lo de Bianca, pero... ¿como es posible que un tiburón os atacara? Quiero decir, si estabas con ella... ¿no la defendiste? Se que no te caen muy bien los humanos pero si queremos la paz entre ambos mundos... - su voz no sonaba acusadora si no más bien triste e intentaba comprender lo sucedido.

Señaló con un gesto de su mentón hacia el yate que volvía al puerto - Deberíamos esperar a que llegue el barco de los humanos amigos. Quizás sepan donde está Eneas - había vuelto a adoptar su sempiterna sonrisa pues al menos, tras esos dias de desavenencias con su amiga de la infancia, por fin, tenían un objetivo en común.

Carlo os va comentando un poco de la historia del lugar mientras os acercáis a la playa,al añorado mar

-"Marina Piccola es a la vez puerto y playa y la mejor forma de acceder a ella que se encuentra localizada a los pies mismos del monte Solaro es a través de la vía Krupp.Este paseo en zig zag permite disfrutar de unas vistas realmente privilegiadas antes de poner un pie en la arena"-os señala hacia el monte donde se aprecian casas de grandes dimensiones cerca de tal paseo-"A la derecha queda la Marina de Mulo, que se extiende hasta alcanzar la punta del mismo nombre. A la izquierda, la Marina de Pennauro, que se prolonga hacia las siluetas de los farallones y justo en medio el escollo de las Sirenas actúa como si se tratara de una verdadera división natural entre ambas. Si esta formación rocosa recibe tal nombre es porque hay quien ha tratado de ver en ella el lugar exacto en el que vivís"-el agradable sonido del mar llega hasta vosotros mientras Carlo continúa-"Desde aquí parten las embarcaciones que navegan la isla, repleta de cuevas, acantilados y grutas aunque supongo que vosotros conocéis esas cuevas"-sonríe y se para por fin antes de pisar la arena,allí donde el paseo de madera termina

Efectivamente está la playa pero a lo lejos veis un pequeño muelle donde un barco está atracando y otras embarcaciones se mecen suavemente.En pie,esperando al barco,se encuentran la del pelo azul y Azariel.De la embarcación surgen tres humanos que no distinguís bien pero parecen dos hombres y una mujer

El barco avanza con rapidez hacia el muelle y en pocos minutos empieza a atracar.Los que estáis en cubierta podéis ver a Ligeia y a Azariel hablando con alguien cerca de un pantalán mas no llegáis a distinguir de quién se trata pues permanece culto bajo el mismo

Los tres que están en tierra ven el barco llegar y tras las interminables maniobras para atracar y tirar las amarras y por fin bajar la pasarela ven que de él descienden Marc,Valeria y Mike haciéndose evidente por sus cariacontecidos semblantes que lo de Bianca es realmente cierto,la bella modelo ha muerto y no de una manera precisamente agradable.

Cuando pisan la arena los tres del barco pueden ver que quien se encuentra con los otros dos no es otra que una despampanante y desnuda Eressëa

La isla y población humana era muchísimo más interesante de lo que me había imaginado, y eso que solo lo estábamos viendo de manera superficial. Por su parte las explicaciones de Carlo aunque imagino que precisa para un humano me deja un poco descolocado, así que me mantengo en silencio intentando seguirle. Más o menos las palabras las conocía y por donde señalaba me iba quedando claro.

- Según nuestra historia ahí es donde nos reuníamos con vuestros antepasados hace muchos años.- le comento cuando nombra algo que me es familiar. Además el sonido del mar se escuchaba cerca, era increíble como había sido poco tiempo y su simple sonido ya me llenaba de nostalgia y ganas de tirarme al agua. Sin embargo el buen humor se me pasa cuando veo a dos figuras conocidas en la costa.- Supongo que era esa mujer de la que nos hablabas, bien el de al lado es mi hermano.- suspiro pensando como voy a realizar esto.- Te voy a pedir un favor que nos va ayudar a ambos, finge que crees que somos humanos aunque estemos a solas con él y si no hay más remedio mantén bajo absoluto silencio el origen de tu abuelo. Mi hermano no es mala gente pero es demasiado iluso e inocente y te puedo asegurar que no toda mi gente va ver con buenos ojos lo que es tu madre, seguramente entre los demás humanos hay gente que es mejor que tampoco lo sabe, ¿verdad? Pues en eso nos parecemos demasiado.- le explico con calma antes de girarme a Amelia.- ¿Quieres que me encargue yo de hablar con él y tu volver directamente al mar? Llevamos mucho tiempo fuera y no quiero que teman lo peor por más tiempo...

Me dirigí a Azariel usando nuestro idioma, tal y como el había hecho.  La emoción se filtraba en mi voz, todavía sacudida por la terrible tensión de la escena bajo el agua

Είδα τον Kadal και τη Rena κάτω από το νερό.  Έφεραν τους καρχαρίες.  Κατά λάθος σκότωσαν τη γυναίκα.  Προστατεύτηκαν την περιοχή.Ο Kadal μισεί τους άντρες

Meneo la cabeza, las dudas atenazan mi mente. ¿Seremos nosotros, nuestra raza, tan sanguinarios como los humanos?¿Y sólo nuestro escaso número nos ha impedido arrasar el planeta como ellos hacen?

Cuelgo el teléfono mirándolo con extrañeza mientras Azariel habla con la sirena, levanto la mirada hacia ellos mientras lo dejo en la mochila, la cierro y me la cuelgo a la espalda de nuevo. Nos dijo que no sabía dónde estaba y tenía prisa por buscar a Orien. Frunzo el ceño pensativa, lo cierto es que no entiendo nada de ese chico. Tampoco la sirena sabe dónde está y los vi muy juntos en la cala, hace dos noches, cuando casi me muero de frío. Qué extraño y frío es el mundo oceánico.

- ¿Estará bien? Me parecía tan bueno…  Dice que Ronan sabe donde está Eneas. Lo hemos visto hace un momento y nos ha dicho que no ¿por qué ocultarlo?

Murmuro verbalizando pensamientos casi sin darme cuenta, mientras ellos hablan. 

- ¡Ahí está el barco! - Doy un respingo entusiasmada, me parece una eternidad sin ver a la doc. 

Me acerco a mis compañeros tan pronto como puedo, el biólogo debe estar bastante compungido, llegaron juntos, parecían tener algún tipo de relación y algo tan terrible… en cuánto vea a Val me vencerá el impulso y le daré un abrazo fuerte.

Amelia asintió por el camino, sin entender la mitad de las explicaciones del humano pero sin querer esforzarse en preguntar. Pronto todo eso habría quedado atrás y podría marcharse de vuelta al agua. Reuniones entre humanos y sirenas... Pero esos tiempos quedaron muy atrás. No hay forma de que... 

Los ojos de Amelia se entrecerraron al ver la figura de la mujer de pelo azul y Azariel en la costa. Con cada vez más humanos. Lo van a vender o descuartizar o... Y ni siquiera parece darse cuenta de ello. Se giró bruscamente hacia Orien, preocupada. 

- ¿Estás seguro? Hay... muchos. Podría ser peligroso pero... - bajó la mirada y luego asintió, decidida - Está bien. Volveré yo y avisaré a los demás de que seguimos con vida. ...Suerte. Y ten cuidado

Le apoyó la mano en el hombro intentando infundirle valor y finalmente dirigió una mirada de advertencia a Carlo. Después se alejó de donde estaba la pareja y buscó un lugar discreto en el que poder meterse en el agua sin llamar demasiado la atención.

Me volví a levantar en cuando noté las maniobras de atraque. Había que hacerse el ánimo. Pero sentí que necesitaba emborracharme, dormir varios días seguidos o las dos cosas a la vez. 

Bajamos del barco y allí estaban Ligeia, Azariel y Eressëa, por sus caras escrutando las nuestras debían de haberse enterado. Suspiré - Hola - No sabía que más decir, mi mente estaba en otro lugar ¿El ataque había sido mala suerte? ¿Y qué me pasó a mi? ¿Por qué estaba como atrapado durante aquellos momentos? Luego... sangre... Me puse pálido, mareado, sentí como que el cuerpo me pesaba una barbaridad y comencé a verlo todo blanco - Yo... - Intenté caminar, salir de allí, pero me dio miedo caerme en cualquier momento. Me senté en el suelo de aquel embarcadero, al menos la temperatura era fresca y eso me alivió. Pero me sentía ridículo y avergonzado por las reacciones de mi cuerpo.

Tenía el alma en un puño.

La muerte de Bianca no había sido agradable. Y para todos era como un mazazo el haberlo visto. Más aún cuando el peligro estaba en el aire (agua) y lo sentí casi en mis propias carnes. De no ser porque encontraron a otro antes. ¡Maldita sea!

Podía ser todo lo psicóloga que quisiera que una cosa era que te lo contaran y otra verlo con tus propios ojos. Trozo a trozo. Literalmente. Y en esos momentos no sabía bien qué decirles a mis compañeros que les pudiera hacer sentir mejor.

El barco llegó hasta tierra y no lo agradecí más en mi vida. Hasta que entre mis amigos la vi a ella, la maldita sirena.

Hice aplomo de toda mi profesionalidad para decir delicadamente cómo estaba la situación y lo que pensaba, de una forma educada, comprensiva , pero sobre todo, calmada.

-Tu! Grandisima hija de puta!!!- Señalé a Eressëa con el dedo acusador, el índice. El de los mocos, vamos. - Te fuiste... te seguimos!!! Y luego... Mark... se... se quedó enganchado y aparecieron esos bichos!!- Inquirí dando un paso tras otro, amenazante contra la preciosa y rubia sirena, con alguna que otra lágrima en los ojos

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El chico os escucha en silencio sin querer intervenir en la decisión que tomáis por lo que tan sólo se despide de Amelia con la mano antes de responder a Orien

-"No le caigo demasiado bien ¿verdad?"-señala por donde se ha ido la sirena-"Pero la entiendo...os entiendo.Aquí nadie sabe nada de nuestro origen,si lo supieran podrían pasar dos cosas: o que nos tomaran por locos o que nos encerrasen para estudiarnos"-suspira y comienza a caminar en dirección al embarcadero-"Tranquilo,para mi eres un atractivo humano nada más"-dice caminando bastante cerca de ti