Partida Rol por web

Puse los ojos en blanco ante las palabras de Valeria. Empezaba a preguntarme si las deducciones que le había revelado a Eneas y Eressëa eran verdaderamente sus pensamientos o sólo estaba bromeando para intentar tantear las posibles hipótesis de los sirenos.

-No. Lo que está atacando a humanos tiene que ser una criatura marina -coincidí con el tritón-. Todos los ataques han sido en el agua. No es algo que tenga que ver con nuestra especie. -Dado que ya había tomado mi decisión de buscar al pescador desde antes incluso de reunirme con los tres sirenos, sabía que probablemente tuviera que separarme de Mike si él iba a explorar las profundidades-. Mike, si vais a hablar con los sirenos de las profundidades, preguntadles si alguna sirena sabe acerca del ataque que se produjo en nuestro barco. Marc y Bianca mencionaron haber visto un rostro de mujer bajo las profundidades. Si ninguna sirena estuvo allí... lo que ellos vieron tuvo que ser otro tipo de criatura.

La opción de dividirnos se veía ideal para mí. Ya llevábamos demasiado rato en el bar, por lo que lo mejor era dividirnos a la hora de obtener información.

-Por supuesto, vamos -asentí a las palabras de Eneas acerca de ir a buscar al pescador, en compañía de Máximo-. Con nosotros tres creo que sería más que suficiente, pero si alguien más quiere venir, puede hacerlo. -Me levanté de la sila, colgándome mi preciado arpón al hombro, preparándome para marchar-. Cuando queráis, chicos. -Le indiqué al tritón y al argentino, listo para marcharme.

Se inclinó sobre Ronan, para hablarle en voz baja. Había dado por hecho que le seguiría a ver a un pescador loco que podría no saber nada… pero no pensó que podría gustarle mucho más experimentar lo que fuera que hacían las sirenas para que gente normal respirara bajo el agua. Vamos que eso sería algo increíble para cualquier biólogo marino.

-Che, si vos querés ir con Mike, anda tranquilo. Puedo encargarme de un viejo- sería como si a él le dijeran que podía entrevistar a algún político corrupto, sabiendo que solo podría responder con la verdad. Sería algo que no podría dejar pasar-. Posta. No hay drama- ya si decidía seguirle de todos modos… demostraba que era una gran persona y compañero-. Ya estoy listo pero… ¿La tormenta?- alzó el mentón, proyectando su nariz al cielo para poder ver por encima de las cabezas de los demás. ¿Cómo estaba el exterior?  

-No -Hizo un gesto de negación a las palabras del periodista. Tenía claro desde el principio a dónde quería ir y con quién. Y de los grupos que se habían formado, tenía claro en cuál quería estar-. Si el pescador empieza a daros descripciones de esos supuestos monstruos marinos u os enseña algo como un hueso o una mordedura, necesitarás a alguien que sepa identificar especies que pudieran parecérsele. También es apropiado que él -señaló a Eneas con un gesto de cabeza- venga. Como tritón puede reconocer detalles en lo que cuente el pescador que nosotros no identifiquemos.

Me aproximé hacia la puerta del local para comprobar si la tormenta continuaba en el exterior.

-Hay dos sitios donde podemos buscar al pescador -aclaré, más como explicación a Eneas que otra cosa-. O en la playa, en la zona donde se lo encontró Máximo. O en El Tritón, un bar que no debe quedar lejos de aquí. Máx y yo estuvimos allí ayer, fue donde nos hablaron sobre ese anciano.

- Ajam - sentí sonriente.

- No Az, no dudo de ti. Eres transparente como el agua. Sin embargo...- miré a los otros dos. Era imposible no mirarlos de alguna manera que incitase a su idolatrización.-...lo que no dicen es lo que me ha llevado pensar en eso. Pero mira... al final las cosas salen.

Y vaya si salían.

Su interés radicaba en que no culpasen a los suyos, mas que nada por que, hasta donde ellos sabían, era algún tipo de bicho marino. Benditos Hippis acuáticos....

- A ver si me queda claro. ¿Así que apostáis por un tipo de criatura marina que... vosotros desconocéis?- me encogí de hombros. Si era realmente gente del mar... ¿que habría que ellos desconocieran?- Solo.. permitidme un supuesto: tan extraño sería que fuera uno de los vuestros? A ver... un tipo... no se... un renegado. ¿No tenéis amigos malos que cometan crímenes o algo así? Porque joder, si no los hay, me encantaría vivir allí.- Levanté las manos en señal de paz y armonía.- No lo digo por vosotros, de veras. En psicología se llama Brainstorming y consiste en dar ideas aunque parezcan difíciles de creer. Es mi trabajo: saber como piensan los demás y estar preparada para cualquier cosa.

Les miré a todos intentando parecer amable, aunque era mas que probable que me tuvieran por la Dra. Ballentines que por una profesional de verdad. Ser y parecer es parte del juego de un doctor.

- Tengo que barajar todas las posiblidades, chicos. Y de verdad me alegraría que al final fuera... un experimento de gobierno con pruebas nucleares en peces amazónicos o algo así. O gente disfrazada haciendo el gilipoyas, que también puede ser. Es mi trabajo ser la mala y tener que dudar de todo. No es personal.

Si lo entendían bien y si no... que mono el rubito...

Le gente empezaba a movilizarse y aunque las pistas estuvieran sobre la cabeza de un pescador, no creía que pudiera aportar nada salvo hacer de traductora.

- Ligeia, Az...- Buscaos un puto motel, por favor.- Creo que dar de comer a Azariel en la casa es lo mejor. Luego le acompañaremos a "casa" como sugieren sus colegas, o podemos ir al Triton, mientras ellos buscan en la playa.- Hice un gesto a Marc para ver si nos íbamos a preparar ...cena de verdad.- Bueno, Marc. Me encantará hacer de pinche de cocina- Sonrei abiertamente.- Antes de que os comáis también la rubia y tu, claro.- Eso tampoco me había pasado desapercibido.

Celosa yo...nahaa.

Tras beber e incluso picotear algo que os dejan en la mesa,al menos los humanos ya que los otros no se atreven a tomar nada de aquello que no les resulta familiar,comprobáis que fuera la tormenta ha amainado y aunque sigue oscuro ha dejado de llover e incluso el viento se ha calmado por lo que podéis salir cuando queráis

- Bien, ha pasado de llover, aunque el cielo aún amenaza, creo que podemos salir de aquí – Dije alegrándome

Muchos parecían querer ir a preguntar a los pescadores, y en verdad era algo importante. Pero yo me sentía mucho más intrigado por lo que había debajo del mar.

- Muy bien, nos dividimos entonces. Ya la hora que es... podríamos reunirnos de nuevo a la hora de cenar – Parar ahora para comer de nuevo sería caer en otro bucle, así que ya que los ánimos estaban en marcha, seguir con ello.

- ¿Quién se viene a las profundidades entonces? Tenemos que ir a por neoprenos, bombonas y lo necesario para una inmersión – Dije mirando el resto

Con los que vayan en búsqueda del pescador. Imagino que con Ronan y demás.

Soy una “pequeña” patada a Marc por debajo de la mesa sin que se note carraspeando a la vez para que la doctora se percatara de que también buscaba su atención .- Dados los acontecimientos creo que otros podríamos ir a casa con algunos de vosotros -refiriéndome a las sirenas y tritones)-allí vamos a poder hablar sin miedo a que nos observen o llamemos la atención, no creéis ??-miro tanto a Val como a Marc para ver si este último había salido de su embelesamiento con la sirenita, parecía que cambiaba de opinión solo por complacerla ya que ella se había dirigido específicamente a él (espero que la patada haya sido suficiente distracción).

me levanto de la silla esperando ver quien apoya mi idea y la de Mike para irnos dividiendo.

- ten cuidado si te vas a sumergir, el agua parece traicionera y lo que menos quiero... queremos es que haya otra desaparición...- digo en un tono cauteloso a Mike ante su idea de inspeccionar la profundidades.

-Como vos prefieras- le dijo a Ronan con una sonrisa. Su sonrisa se desvaneció cuando algo rápido rozó su pierna, oyéndose luego un sordo golpe bajo la mesa, apenas perceptible. Solo enarcó una ceja, aunque no dijo nada-. Vamos a la playa primero, sin lluvia los pescadores habrán vuelto- con algo de suerte les encontrarían ahí y estaría el que buscaban… Máximo le conocía de vista, pero no tenía el nombre del tipo, sabían que le apodaban el loco, lo que facilitaría un poco encontrarle-. Vamos yendo antes de que vuelva a llover- los demás tenían sus propias agendas, las que incluían sumergirse en el mar acompañados de unas desconocidas sirenas. La verdad que él mismo querría ir, pero su mente práctica le llevaba a tierras más conocidas y simples.

Valeria, como siempre, actuaba de forma rara, aunque entendía su forma de pensar o de dar ideas. El problema es que estaban frente a otra cultura, donde quizás se tomaran todo más literalmente, lo que podría desatar un malentendido con graves consecuencias. Sobre todo cuando ya había quedado establecido que podrían ser sirenas “rebeldes”. En fin, aun intentaba descifrar a esa mujer y solo podía atribuirle una conducta caótica y despreocupada. Algo bastante raro en el círculo de conocidos de Máximo… al menos hasta que les conoció a todos ellos.

-Vayan con cuidado- sentía que estaban siendo algo descuidados y tenían mucho que ver esos maravillosos seres. Era difícil concentrarse, proponer ideas cabales, actuar dentro de lo normal. Seguía pensando que si querían invadir la superficie, había mil formas más sencillas que solo unos simples ataques. Pero los radicales rara vez hacían malas cosas de forma coherente.

Su sonrisa se amplió cuando Eressëa aceptó que la acompañara. - Cuando tu quieras partimos. Los demás habían pasado a segundo plano en ese momento, dándose cuenta de ellos, parpadeó varias veces y giró su rostro hacía Maximo. 

El y Ronan iban a ver al pescador y ahora que había dejado de llover y parecía que el día iba a dar una tregua era el momento, algo que este ultimo no iba a perder por lo que se veía, ya estaba de pie e instigando el hacerlo todo rápido, les pagaban por estar allí, no tenían que resolverlo en dos días, pero bueno, cada uno a su manera. Azariel y Ligeia se habían apartado para pedirle de comer al tritón, no iba a quedarse allí para ver como terminaba aquello, podía salir muy bien o que el tritón hiciera algo muy desconcertante para todos los presentes y comenzara a llamar la atención de quien no debía entre los nuestros por así decirlo.

Volvía la mirada hacía Eressëa cuando Valería le llamó, así que detuvo sus ojos en los de la psicóloga, esa mirada alocada y traviesa hacía que por momentos se olvidara de la sirena pero no podía evitar pensar en la chica del mar, asintió a Valeria sin escuchar del todo lo que decía, había oído que quería hacer de pinche y que se iba a comer a la sirena, una sonrisa picara brotó en sus labios pero fue fugaz cuando recordó que había dicho de ir a hacer de come,r pero todo se esfumaba de su mente al comenzar a ver de nuevo a Eressëa, no tardó en volver en sí cuando sintió una patada en la espinilla, ubicó de donde vino y fue Bianca, la que ahora le hablaba, recordó algo que había hablado con ellas en la barra y asintió a la estudiante. - Sí cierto, pero podemos hacerlo en el barco, así también podremos sumergirnos y tendremos, aparte tenemos los equipos de buceo allí. Si os parece bien, miró a ambas chicas y a Mike, no creo que vuelva a revolverse el mar como antes, si ellos lo creen que podría pasar de nuevo, el que nos sumerjamos alguno de los dos podría ser peligroso. 

Ahora le tocaba a el levantarse e iniciar el camino a lo que podía ser un día en barco o algo más.... - ¿Vamos pues? 

Mire a Bianca tras la contestación de Marc, y suspiré como si el problema fuera de ellos.

Hombres... Parecía querer decirla con mi gesto.

- Vaaaale.- Me encogí de brazos. Tampoco me apetecía volver a hacer de sujetavelas de esos dos.- Así que nos toca volver a mojarnos.- Temblé pensando de nuevo en el fresquito mañanero pese que la hora de la comida estaba encima. -Por dios, prometedme que después podemos pasar por un McDonalds.. tengo hambre de tiburón. - Bromeé... en realidad no. 

Cogí el café irlandés que había ofrecido al resto y me lo bebí del tirón. Si, hombre, ahí se iba a quedar.

- Vamos entonces, no sea que se haga tarde y empiece a hacer mas frío-Me levanté de la mesa con la intención de seguir al resto.

La sirena se mantuvo en silencio y tras las palabras del Tritón, se acercó un poco para hablar en su propia lengua. Si bien no le agrada el tener que separarse de Eneas, no hay opciones cuando Azariel está con la tontera de Ligeia, en vez de ir a hablar con su Madre y ofrecer unas explicaciones que nuestra gente necesita de su parte. Pero como el amor a veces puede ser una burbuja de espuma de mar, prefiere no entrometerse y permitir que sea feliz a su manera. 

Así que tras algún que otro intercambio de miradas y más aún palabras con el rubio Tritón, ella se despide de él con la intención de incorporarse de la mesa tras escuchar las palabras de Marc. Esto de ir en una embarcación le resulta demasiado raro, pero intenta confiar en ellos y no creer que será sometida a una trampa letal de la que no saldrá. No conoce a los humanos, aquel moreno de ojos bicolor le agrada e intenta confiar en él. 

- Es hora de marchar, voy con ustedes. - dijo en un tono determinante, propio de la sirena y tras colocarse junto a Marc, le dedica una profunda mirada, una de tantas que había intercambiado en la mesa. Espera no equivocarse, confía en su instinto y cree que todo estará bien. - Sigo tus pasos, Marc. - termina por decir y agrega. - Será conveniente que tú ingreses al mar conmigo, no más personas, porque si algo sucede no podré salvar a todos. Prefiero no poner en peligro a más humanos. - agrega al posar su mano sobre el hombro del moreno. Tendrían que explorar dos, y dos o tres arriba por si la cosa se tuerce. Ella sabe manejar en el océano, es su hábitat natural. 

- Te quiero mi amor. - dijo Eressea en el primer susurro cercano a su oído. - Estoy confiando en estos humanos, sé que es una opción peligrosa el separarnos, pero ya sabes calcular el tiempo y si ves que tardo demasiado, ve por mi.- confiesa la sirena al mirarlo a los ojos, cuando su mano acaricia el rostro del Tritón. - Espero que esto no sea una trampa y que ellos tengan un buen corazón. - termina por decir, cuando al dejar un efímero beso en sus labios cuando todos estaban distraídos, despedirse con ello en cuenta. 

Mientras Ligeia se recuesta en la barra para pedir, Azariel observa con una sonrisa traviesa su perfil, recorriendo desde la base de su oreja hasta el trasero, bajando por sus piernas. Esa mujer lograba que olvidara todas las preocupaciones

Tardan un rato en servirles, por lo que el tritón aprovecha para apartar el pelo de la joven y saborear el cuello de la chica con sus labios. Los demás están en la mesa. Incluso le ha parecido que algunos se iban, seguramente a buscar información. Él ya tiene un objetivo en mente, pero antes quiere disfrutar un rato de su tesoro, que quiere que pruebe comida humana. Y él también tiene ganas de probarla, a pesar de que lo que comió en el hogar de los humanos no le supo demasiado bien.

Les trajeron varios platos y solo uno de ellos le pareció comestible. Cuando hubieron comido un poco se acercó al oido de ella y le susurró bajito mientras una de sus manos acariciaba su mejilla.

Luego se acercaron a la mesa pero no se sentaron - Yo ir a ver a madre. Nadie poder venir. Humanos no poder conocer hogar. Ella acompañar playa. -

-Tener que ir a casa. solo. ser peligroso sin avisar - su susurro sonaba preocupado y seguía escuchandose algo raro cada vez que respiraba - Solo tu acompañar playa. Si querer... -

Dediqué unas palabras tratando de tranquilizar a Bianca – Tengo muchas inmersiones en mi haber, no te preocupes, no asumiremos riesgos innecesarios - Aunque para que engañarnos, a la hora de la verdad ya se vería...

Marc sugirió que podíamos hacer la inmersión desde el barco – Me parece buena idea, más sencillo así – Pues ponerse las aletas en la playa siempre es un engorro.

Era hora de hacer algo activo por fin, me puse en pie. Azariel dijo lo que no podíamos hacer. Bueno, siempre hay piedras en el camino – Está bien, tu a la playa, nosotros al barco – Lo que nadie iba a evitar ya es que me diera un chapuzón, estaba decidido a ello.

 El modo en el que él me mira era nuevo para mí, nadie jamás me había mirado así. Aún me parecía increíble. Embelesada e ilusionada contemplo como le da mordiscos a la comida, mientras Val nos ilustra un poco, dando algo de cordura, porque aquí todos han asumido que son sirenas, pero ninguno ha visto sus colitas como yo. Todos han asumido que es verdad, incluso los científicos, desde luego desprenden magnetismo animal pero la única con rigor está siendo Val. Sonrío cuando me mira, sé qué piensa, río divertida, nunca jamás he sido ESA chica a la que él besa sin pensar. Y por supuesto ¡Jamás! He sido esa chica a la que sujetan de la mano. Me siento tan extraña.

Miro a Azariel, dice que se marcha, mis ojos se apagan un poco cuando me susurra y miran al suelo un momento. No podemos alargar más todo y se están organizando, estoy siendo egoísta reteniéndolo aquí.  Tiene que irse.

- Muy bien, intentaré reunirme con vosotros.

Miro a Val, luego le devuelvo la mirada a Azariel, sé que está preocupado así que no quiero dilatar más esto, tiro de él, hacia afuera.

- Luego os veo - echo una última mirada al grupo y abro la puerta del bar, susurrándole a Azariel.

- Vamos a la cala a la que llegamos, es mejor que la plaza, no quiero que te vea nadie. Aunque, si vas a irte sin mí, me gustaría despedirme de ti. Con todo esto que está pasando no sé si volveremos a vernos.

Susurro mirándo al suelo, quizás apretando su mano más fuerte de lo que debería sin darme cuenta.

- Tener cuidado abajo - dice posando una mano sobre el hombro de Mike - Ver mas tarde en hogar humano vuestro - añadió antes de salir junto a Ligeia