Partida Rol por web

Acompañaba a Bianca hasta la barra cuando también se les unió Valeria, escuchó a Maximo decirle que le comentara a la doctora y le asintió para que estuviera tranquilo, una vez llegaron a la barra.

Dejó que las chicas se pusieran en la barra para pedir, no había podido decirle a Bianca lo que el quería cuando Valeria les asalto con preguntas, algo que era lógico pero no hacía falta tanta energía. - Van a venir más aparte de los que has visto, y por lo que parece ellos también están buscando el motivo de los ataques. o eso quieren dar a entender, no puedo pensar con mucha claridad con ellos delante, tienen que estar usando algo como la voz de Azariel. 

Negó con la cabeza, -No se si son abstemios, pero eso seguro que ya te lo respondió Ligeia. Por como hablaba pudo confirmar que el polvo en la ducha no es que fuera algo que pudiera llegar a iniciar algo más, si no más bien le usó para desfogarse. Era una pena, no parecía tonta, más bien muy lista, pero le perdía el como se comportaba, ya llegará la idónea Marc, quien sabe, puede que en esta aventura o a la vuelta.

Apoyó la mano en el hombro de Bianca. - Si no te importa, a mi pídeme un café y una copa de coñac. Lo hacía siempre en invierno antes de entrar al mar y el coñac calentaba el cuerpo muy rápido, con el frío que hacía, no le iba a venir mal.

El tritón rodea la cintura de Ligeia con un brazo y la conduce a la mesa donde parece que se están sentando todos. Hay demasiadas cosas que no comprende pero intenta imitar a los humanos y hacer caso de lo que le dijeron al salir de casa. No llamar la atención.

Su rostro se torció al escuchar el nombre de Orien, pero la calidez de la chica de pelo azul lograba mitigar esa sensación. Giró el rostro hacia el humano rubio.

- Nuestros ancianos mandar a averiguar. Ellos estar confusos tambien - hablaba despacio intentando no equivocarse mucho en sus palabras. Intentó coger aire pero parecia que le costaba un poco más que antes.

Me acerco a la barra junto con Valeria y Marc y pido lo que falta de los compañeros al camarero mas un té rojo.

- Sin estar bajo el encanto de ellos me llegan hasta ideas algo descabelladas. Y si están compinchados con los seres que nos atacaron ? hasta qué punto podemos connfiar en ellos?. Pensadlo, esos "poderes" de atracción, si los tienen será por algo no?. Todos hemos oído hablar de las leyendas de que las sirenas atraían con su canto a los antiguos marineros para llevarselos a las profundidades...- Hago una pausa pensativa.- me estoy volviendo loca !! .- digo llevandome las manos a la cabeza con cara de circunstancia y una sonrisa nerviosa mientras miro a Val y Marc alternativamente.

- Soy amante de todo ese mundo de sirenas pero todo esto sobrepasa los límites de la imaginación, no habeis pensado que quizás no sean tan inofensivos como aparentan?¿?¿.- miro de reojo hacia donde se han sentado el resto.- y encima van a venir más?¿

Algunos del grupo se alejan para hacer algo que Eressëa no tiene ni la más mínima idea, lo bueno es que al quedar justo al lado de Ronan, éste le habla y ella como entiende a la perfección el idioma de los humanos, asiente conforme mientras se dispone a conversar con él. — Calculo que tres más, aunque no sé si se han agrupado...— responde la sirena y agrega. — ¿Podrías contarme sobre los atacas? ¿Qué ha pasado realmente? — pregunta curiosa, es que si bien se comenta de ello, nada en realidad es lo que cuentan. 

Y mientras aquellas preguntas quedan en el aire, la rubia desvía la mirada primero a Eneas que parece estar disperso y luego al resto de las personas que se encuentran allí, incluido Azariel que algo dice como puede ya que no domina del todo aquella lengua. 

Esa pareció ser su señal, pues inmediatamente alargó su celular hacia Eressea, Eneas y Azariel, en donde había puesto en cola varios videos de YouTube de mala calidad en donde se anunciaban los ataques y se daban ciertas informaciones.

-Esto es un video, son imágenes que ya ocurrieron- dijo con rapidez, pues no quería que pasara lo mismo que con Azariel-. No hay nadie encerrado ahí- agregó un poco más bajo-. Se dijo que vieron… sirenas- se encogió de hombros-. O algo parecido. No tenemos datos precisos o alguna imagen que pueda ser tratada como real. Esto puede ser un fake- pestañeó antes de aclarar-. Una mentira, un engaño. Estas imágenes podrían ser falsas.

Con suerte podrían reconocer algo de unas imágenes medio borrosas y el amarillismo propio de la sociedad. Era un paso lógico para aclarar el problema. Ahora estaba casi seguro que esos seres no habían provocado esos ataques, pues tenían medios para provocar verdadero daño, no solo ahogar a un par de tontos.

- ¿Vosotros también lo sentís?- Pregunté y lancé un suspiro aliviada.- Pensaba que solo era yo la que se veía atraída sin sentido por esos jippys.

Ciertamente, Bianca tenía toda la razón del mundo con respecto al canto de las sirenas. Había estudiado multitud de lenguas y culturas, pero en todas, de una nombre u otro, la voz de la sirena era demasiado encantadora para ser ignorada. Aun recordaba la voz de Azariel y eso me produjo un escalofrió.

Un poder bastante potente y jodido.

Pero lo interesante era precisamente lo que "no decían". Hablaban de ellos con toda la naturalidad del mundo, como si ya supieran que eran sirenas o al menos se lo creyeran. Bianca, desde luego no le encontraba explicación.

- A ver, tiempo muerto.- Miré a Marc seriamente- Me estáis diciendo que son realmente sirenas?- No lo podía creer.- Lo habéis visto con vuestros propios ojos? Existe una cosa que se llama hipnosis colectiva o incluso... drogas!- La chica que se tiro al agua, ver su cola de sirena bien podía ser una alucinación pero  ya... todo me valía.

- No rubita, no estas loca- Dije dando un sorbo al café fuerte con Whisky- Lo estamos ambas, al menos. - Miré al chico y le tome por lo hombros, mirándolo fijamente.- Marc. ¿En serio son sirenas? Por que si van a venir mas y entre ellas hay alguien cargándose gente... estamos bien jodidos. Como dice la rubia, no veo defensa contra esa voz y esos cuerpos marinos prietos, ¿sabes?

Torcí el gesto de forma inconsciente al escuchar la respuesta de Azariel. No alcanzaba a comprender como estaban organizados, había tanto que aprender de ellos…

- Podría ser falso, pero alguno de nosotros ha sufrido un ataque de camino a aquí y me considero que es demasiada casualidad – Dije tratando de aportar. Quizá esto nos dejaba en un punto muerto, pero había mucho terreno en el que poder investigar.

Hablé con Azariel – Está bien, si se enterasen de algo vuestros… ancianos, me gustaría saberlo.

-Es imposible que los ataques sean falsos -indiqué, negando ante la opinión de Maximo, que supuse que estaría intentando buscar algún vídeo de Youtube-. Nosotros mismos sufrimos un ataque cuando veníamos a Capri -le expliqué a Eressëa, recordando los eventos de la primera noche-. Algo golpeó nuestro barco y tanto Bianca como Marc cayeron al mar. Tenían mordeduras en el hombro. Creo que Azariel las examinó cuando estábamos en la villa. -No estaba seguro de qué había dicho el sireno a Marc al respecto de las mordeduras, por lo que dejé que fuera el tritón quien lo aclarara si quería-. En cualquier caso, tanto Marc como Bianca dijeron haber visto rostros de una mujer o varias bajo las aguas. Ignoro si sirenas o criaturas distintas, pero lo único seguro es que hay dos marineros muertos. Todos vimos unas manos que hacían sumergir sus cabezas en las aguas.

Aunque Azariel era fiable, pensé que Eneas y Eressëa quizá fueran más experimentados y podrían reconocer qué tipo de criatura marina podía haber mordido a Bianca y Marc. Lástima que ahora ambos estuvieran en la barra, demasiado alejados como para decirles que mostraran la mordedura que habían recibido.

-Tengo la teoría de que lo que está provocando ataques no son sirenas, sino una criatura distinta -expliqué al dúo de sirenos que nos acompañaban. Entonces tomé mi móvil y les mostré las mismas imágenes de un monstruo marino mitológico que le había enseñado antes a Azariel-. ¿Alguna vez habéis visto una criatura que pudiera parecerse a esto?

Contemplo sin participar en la conversación, yo ya les conté a todos los demás lo que sabía y lo que vi, quizás el resto pueda aportar algo más, de seguro Mike y Bianca puedan añadir información más meticulosa. Yo les relaté lo que supe a mi manera y bajo circunstancias bastante adversas para mí. Presiono los labios y vuelvo mi mirada hacia Azariel, que me estrecha. Con la mano que aún me sujeta trato de apaciguar su tensión, pues sé que su hermano le pone alerta. Con las yemas de los dedos procuro marcar el ritmo de la canción que está sonando, no sé si bajo el mar hay música pero dudo mucho que sea de éste tipo de música. Si me mira le sonrío con todo mi cariño.

Luego vuelvo la mirada hacia el resto de presentes. Máximo les muestra el vídeo al que Az reaccionó. La sirena de hecho me gritó en la playa que eran sirenas quienes estaban atacando a los humanos y ahora pregunta, parecía muy segura de aquella afirmación aunque Azariel la negó después. Me siento muy confundida con todo esto. No sé muy bien qué está pasando pero tampoco voy a añadir confusión así que me mantengo prudentemente en silencio.

Cogió su copa de coñac y le dio un trago mientras escuchaba a Bianca, parecía que al estar lejos el efecto atrayente de los sirenos no afectaban o eso creían, miró un par de veces hacía donde estaban situados los demás. tenía la sensación de que algo se había quedado allí junto a ellos pero a la vez no quería volver a sentirse como un bobo queriando complacerles, en seguida iba a dar su chupa de cuero, JODER TU CHAQUETA LA HA DEJADO EN LA PUÑETERA PIEDRA, SERA MALNACIDA!!!!. 

Iba a salir en busca de la chaqueta cuando Valeria le cogio por los hombros. - No estoy seguro, pero podría ser algo de hipnosis como dices, lo que no me gusta es sentirme como un idiota que quiere ser su mayordomo el resto de su vida, si vienen más y sus intenciones son malas, si usan eso no podremos hacer mucho.  Bebió de un trago la copa. - Yo también la vi, y si fuera un espejismo o algo preparado lo hizo muy rápido, ambas tenéis razón si vienen más y son una avanzadilla para lo que sería una guerra, estamos jodido, pero si vienen de buenas por que también están siendo atacados por otra criatura y  les arrastramos a una jaula en un acuario para que algún científico se divierta seremos las peores personas del mundo y seguramente desatemos una guerra, así que tenemos una decisión complicada entre manos.

Cogió el café y miro sonriente hacía la mesa por si alguno le miraba. - Aún así no es el mejor lugar para hablárlo entre nosotros, estaría bien encontrar el momento en el que estemos solos los seis sin contar a Ligeia, pues dudo que entrase en razón si el resultado fuera contra ellos.

Aquellas imágenes de Maximo, que enseñaba gracias a aquel ingenio humano, trajeron malos recuerdos a Eneas. Su mano instantáneamente cogió la de Eressëa, en búsqueda de su apoyo. ¿Cómo llamaban los hombres a esa brujería que eran capaz de utilizar? El tritón creía recordar que era algo así como tecnología. Eso era lo de menos en este momento. Le habría gustado pensar que era un "fake", como les había explicado Massimo. Sin embargo, Eneas tenía claro que, como afirmaba Ronan, los ataques eran verdaderos y muy probablemente las imágenes también.

- Parece que nos vamos acercando un poco más a lo que sea que está provocando esto- afirmó el tritón, prácticamente hablando con Eressëa, aunque en un tono que perfectamente el resto también pudieron oírlo-. ¿Qué pensáis?- preguntó refiriéndose a sus  dos compañeros de especie-. Podrían ser perfectamente otras sirenas...

Tras eso, se fijó en la criatura que les mostraba Ronan. Nunca jamás había visto algo semejante, con esas formas, pero había convivido con la monstruosidad y la brujería. Intentó volver a sus recuerdos de la infancia, buscando algo que pudiera parecérsele, aunque lo hubiera visto o mencionado solo una vez en la corte de su madre. El simple rememorar ese tiempo y su traer su rostro de nuevo ante su mente ya era algo doloroso. ¿Y en las leyendas que bien conocía? ¿Alguna vez se mencionaba algo parecido en las antiguas historias? A lo único a lo que le recordaban aquellos seres era a Escila y Caribdis...

- ¿Y de dónde sacas eso, Ronan? ¿Por qué piensas en esas criaturas?

La mano de Eneas todavía seguía aferrada a la de Eressëa, en completa tensión. Por un momento su sonrisa constante desapareció de su rostro.

El rostro del tritón se ensombrenció. Miró la sonrisa de Ligeia y aquello consoló en parte su alma. Luego volvió la vista hacia Eneas y Ronan, que eran quienes hablaban de esos mordiscos.

- Parecer de sirena - bajó el rostro unos segundos antes de volver a alzarlo con el ceño fruncido de enfado. - Pero ser imposible. Una sirena siempre oculta. No hacer algo que exponer tanto - cerró la boca de golpe al darse cuenta de que eso mismo estaban haciendo ellos. Exponiendose ante infinidad de humanos, pero se suponia que era por un bien mayor.

- Quizas yo tener que hablar con madre. E informar. - sus dedos estrecharon la mano de su compañera mientras su pecho volvia a alzarse y bajar con pesadez.

La sirena siente como la mano de Eneas se aferra con fuerza a la suya mientras los demás le muestran aquellos videos en ese extraño artefacto. Un tanto intrigada, alza una ceja y analiza para intentar identificar si se trata de la gente de su misma especie o alguna criatura marina que sea muy peligrosa y este haciendo estragos en el mar. La verdad es que le parece demasiado extraño, le cuesta creer que sean sus congéneres, es raro. 

— ¿Otras sirenas? — pregunta Eressëa al mirar a los ojos al tritón. — No sé qué pensar... —termina por decir al pensar que quizás sea un buen momento para explorar los mares, estar en las zonas por donde han aparecido y sacar sus propias conclusiones. Tal vez sea la manera, para avanzar. 

-No deja de ser una teoría, pero no estoy convencido de que los atacantes sean sirenas -dije, manteniéndome pensativo-. Es decir, se puede conversar con vosotros. No sois criaturas agresivas. ¿Por qué unas sirenas atacarían una embarcación humana? No encaja mucho con vuestro comportamiento, por lo que veo. Si son sirenas, dudo que sean de por aquí, o vosotros ya sabríais de su existencia de alguna forma, ¿no? -Recordé los detalles de lo que Marc había contado sobre su ataque-. Y sin embargo, lo que Marc dijo fue haber visto el rostro de una mujer muy bella. Una sirena, probablemente. Pero, ¿y si no fuera una sirena? Tenemos que pensar en todas las posibilidades.

Dirigí una mirada hacia la barra, donde Marc, Bianca y la doc parecían estar tardando una eternidad en llevar las consumiciones al resto. Era una pena que no estuvieran interviniendo en la conversación, sobre todo las dos personas que habían sido víctimas de los ataques.

-Por el momento, los únicos hechos probados son que hay dos marineros muertos y que Marc y Bianca fueron agarrados por esos seres en primer lugar, pero fuera lo que fuera lo que les atacó, les soltó después de morderles, a diferencia de a los marineros. Quizá deberíamos preguntarnos el porqué.

Miro a la sirena que parece extrañada de nuevo, anoche parecía segura de todo ¿mentía para asustarme en la playa o finge ahora? ¿Qué dijo exactamente? Frunzo el ceño mirando mis manos un momento, intentando recordar… yo estaba intentando hacer que Az caminara bien cuando ella dijo que no sabía lo que las sirenas eran capaces de hacer, las atrocidades que podían cometer, que nos tenían miedo y asco, que había una guerra dentro del océano y nosotros estábamos en medio ¿por qué no habla de todo esto ahora? Dijo algo más…

La posibilidad de que fueran otras criaturas me parece remota ahora que lo pienso, cuando estuve bajo el mar la mayoría mostraron una gran hostilidad hacia mí. Incluso Azariel temió por mi vida. Quizá hemos hecho algo que haya enfadado a algún pequeño grupo y haya decidido tomar represalias contra los humanos. Quizá están enfadados porque estamos llenando de plásticos y de basura sus hermosos arrecifes.

Sonrío de medio lado cuando Eneas dice que nos acercamos, qué optimista, yo creo que no nos hemos acercado en nada en absoluto. Luego habla Azariel, vuelve a comentar lo de informar a madre, lo detuve la última vez y ahora no me siento capaz de hacerlo.

- De ser sirenas… ¿qué podría empujarlas a hacer esto? – Verbalizo mis pensamientos - ¿qué daño podríamos haberos hecho, que sea tan sagrado para romper las reglas? Quizás no les mataron, solo se los llevaron, yo no me ahogué debajo del agua, Azariel hizo algo… - le miro y sonrío, ¿fue el beso? – y pude respirar mucho tiempo. Quizás les necesiten para algo, pero los mordiscos...

Hablo bajito en realidad, no pregunto a nadie, solo pienso en voz alta casi sin darme cuenta. Miro hacia la barra, Val, te estás perdiendo cosas importantes, maldita ¡Vuelve aquí! ¿Son mancos los camareros aquí o qué?

Los camareros os sirven las bebidas que pedís y mientras exponéis vuestros pensamientos os fijáis que algunos de vuestros compañeros os lanzan miradas un tanto extrañas,quizás porque tardáis en volver,quizás porque necesitan vuestro consejo o simplemente porque en ese momento vuestros ojos se han cruzado.En cualquier caso en la mesa no dejan de hablar entre ellos 

La respuesta de Marc no me tranquilizó mas pero al menos pensábamos igual.

-Esta bien. Primera regla del psicólogo profesional : no suponer que tu cliente necesita una jaula. de momento demosles un poco de crédito. Al menos dejadme que hable con ellos a ver que pasa o si... les puedo sacar algo en claro. - Suspiré - Hace mucho que no lo hago pero antes se me daba bien saber si alguien miente o no.

Recogí mi café y cogí la mano de Marc de forma suave - No dejaré que seas la marioneta de nadie ¿Vale?- Le guiñe el ojo -Para eso estoy yo.- Bromeé, pero quizá era una forma de decir o protegerme sobre lo que realmente pensaba. Dicen que cuando uno bromea con algo serio oculta algo, y eso es cierto. Solté la mano de Marc con una leve caricia, al notar que quizá la había dejado allí demasiado tiempo.

Esperé un segundo y le di un sobro pequeño a mi café con whisky. Noté enseguida el sabor oculto del alcohol y se me ocurrió una barrabasada.

- ¿Les gustará el alcohol?- Miré a la mesa y después a ambos con cierta cara de travesura.. -Probemos.

Sin mas me acerque a aquella mesa que parecía tenia mas luz que cualquiera con el café "cargado".

Ronan se mostró proactivo, describió mejor que yo los hechos y hasta incluso una teoría. Pero de lo que yo había comentado, parecía ser que lo de que los seres marinos hablaran con los suyos fue ganando fuerza.

Mi atención se desvió hacia el exterior para ver como evolucionaba el clima, cuando algo de la charla reclamó mi atención - ¿Respirar bajo el agua sin branquias? Eso tengo que verlo… - Dije frunciendo el ceño levemente.

No conocía la sociedad de las sirenas, aunque parecía ser matriarcal, con una sirena como cabeza y las demás obedeciéndole. Eneas parecía ser un “explorador” conociendo la cultura humana con bastante facilidad, solo sorprendiéndole ciertas tecnologías, pero hablando con facilidad. Azariel estaba totalmente perdido en la superficie, así que supuso que no todos podían aventurarse muy lejos de sus guaridas o ciudad. Pero, en cualquier sociedad hay rebeldes, personas que no quieren que todo siga como siempre, personas que harían lo que fueran por estar mejor.

-Veo normal que un reducido grupo viera las acciones humanas como un ataque- por mucho menos se han producido guerras-. Así que, supongamos, que un grupo de sirenas quiere lograr un cambio, que los humanos dejen de contaminar y destruir su hogar… ¿Cuál sería la mejor forma de lograrlo? ¿Qué ganarían con algunos ataques al azar? ¿Tienen la capacidad de casi voltear un enorme bote?- apretó los labios-. Si les soy sincero… ustedes podrían conquistar un buque solo pareciendo y usando sus habilidades. Por eso me choca tanto lo de los ataques.

Aunque podría ser otra criatura como soltó Ronan… una con un increíble parecido a una sirena. La idea de un grupo rebelde era más simple y confiable. El problema era que estaba usando la peor táctica habida para solucionar el conflicto.

Asiento con la cabeza ante la idea de Val de que hable primero con ellos y añado: -Me parece bien, quizás más tarde podríamos reunirnos los tres y exponer la información que saquemos e intentar descubrir algo más como ... si van de buenas o no... - digo mirando de reojo a la mesa mientras cojo las bebidas del resto, había sido camarera durante unos años, no me resultaba difícil.

Me percato que la doctora coge de la mano a Marc y no puedo evitar fijar la mirada en ese gesto y sentir como mis mejillas se ruborizan así que me decido a empezar a caminar hacia la mesa.