Partida Rol por web

-Joya, si no son los responsables, o alguna facción de tu gente, convencerlos va ser fácil- en realidad no, pero imaginaba la reacción de algunos del grupo y de otros… bueno, no les conocía tanto como para saberlo, pues apenas han hablado algo o correteaban a determinada persona-. No hay problema, tengo debilidad por las buenas historias- en serio, cualquier otro periodista estaría vendiendo esa historia al mejor postor pero, a pesar de que siempre fue con la verdad de frente, sabía bien que esto no terminaría bien para nadie.

Salgo mirando al cielo, con los ojos vidriosos, deglutiendo angustia. Busco a mi hogar alado.
No iba a entrar en una batalla verbal con aquel tipo, tenía todas las de perder y odio las discusiones, nunca sé qué decir. Hacen mella en mí, me hacen sentir culpable por todo, me hacen autocuestionarme todo. No iba a montar el numerito, desde luego, pero tampoco podía soportarlo tanto tiempo seguido. Me estaba destrozando tanta diarrea verbal.
No tienes que llorar, Li, eres adulta, debes poder lidiar con estas cosas. Tienes que hacerlo, no puedes huir siempre de ese tipo de personas. No es mala persona, no es papá, simplemente no te entiende. No pasa nada.
Mis labios finjen una sonrisa mirando a Poe sobrevolandome, mis ojos siguen con unas ganas terribles de llorar. Siento mucho el victimismo, pero no sé cómo llevar esta situación.
No me sentía capaz. El sireno estará bien, no le harán daño y es injusto que cargue conmigo. Si yo soy el problema, necesito dar una vuelta y tranquilizarme un poco.
Rebusco en mi mochila mientras camino hacia la salida, no tengo muy claro dónde voy a ir, pero. Mierda, el tabaco se mojó en el agua.
Traguo lágrimas de nuevo, como una niña que siempre ha estado sola y es incapaz de gestionar estos enfrentamientos. Asumamos la realidad, yo no soy una adulta, no como ellos. Aquel maldito arpón, siempre persiguiendo mis pesadillas.

Como la zona de la entrada está en dos alturas y te quedas en la de arriba al salir mientras te fumas el pitillo puedes ver a lo lejos a Ligeia bajando hasta la zona del paseo marítimo y perderse entre la gente.A aquellas horas aquello era un hervidero de gente a pesar de ser invierno e incluso en la playa se podían ver a pequeños grupos paseando

Entro

-Parece que Valeria no está aquí -dije, extrañado al no saber dónde se encontraba la psicóloga del grupo-. Creo que lo mejor es que vayamos directamente a ver el pescador y avisemos a Val por el camino. -Dirigí una mirada a Marc. Sabía que él tenía una muy buena relación la doctora, por lo que era lo más apropiado que él la visar de a dónde nos dirigíamos.

Sin más y aún un tanto extrañado de ir cogido de la mano con Azariel, decidí encaminarme hacia la playa, abandonando la villa. Recordaba que había visto pescadores el día anterior en la zona, por lo que con suerte nuestro hombre estaría entre ellos.