Partida Rol por web

Cadur-Xi-Mirr escuchó con atención al anciano, dedicándole la misma respetuosa y silenciosa escucha que dedicaría a los maestros del templo. No podía evitar pensar que era posible que surgiesen problemas cuando se corriese la noticia de que estos vagabundos se habían asentado en las ruinas. No obstante, dadas las penurias que habían padecido, bien podían concederles unos días de reposo, ya tomarían sus superiores en la Orden la mejor decisión para todos cuando llegase el momento.

El cereano sonreía según hablaba el anciano Fitte, este "daaki" le parecía de gran interés. ¡Por fin un filón de información! Estaba seguro de que la Maestra Serra estaría exultante.

-¿De dónde vienen estos daaki, anciano Fitte? ¿Dónde escuchó de ellos?- preguntó con tono educado, no creía que supiese mucho más de lo que les había contado, pero por intentarlo no perdía nada, siempre podían averiguar algo más que les permitiese acotar la búsqueda.

Se detuvo para respirar profundamente, si bien su habla con el anciano era pausada y apoyada por gestos, abusar de su garganta todavía le pasaba factura de cuando en cuando.

Con la información dañada previamente obtenida en mano y junto a Zez y Fitte, consiguieron traducir el poema.

Llevándose la mano al mentón, respondió a Zez -Bueno, es una exaltación al saber, a la par que una invitación a la humildad, si lo entiendo bien.- Se detuvo, pensativo -Creo que el texto desgastado apunta a lo mismo- señaló el final del mismo -"sacrificio que el propio conocimiento." ¿No hay mayor sacrificio que el propio conocimiento.?-.

Señaló ahora la referencia a Ashla y Bogan, las dos lunas del planeta, del poema y la alusión a los ciclos del texto desgastado -Quizá las ruinas estén en este lugar elevado para favorecer la captación de la luz de las lunas. ¿En qué momento la luz de ambas se podría reflejar aquí?- Señaló la parte que decía "Muestra lo que oculta".

Suspiró -Es una lástima que este texto esté tan desgastado, quizá hubiésemos podido sacar algo más que conjeturas, ¿No te parece? ¿Qué opinas?-

Hound'ua sonrió al ver a los chicos abalanzarse sobre los dulces, aunque la sonrisa era un tanto amargar al recordar la historia de los dos hermanos, sobre de donde venía el grupo y lo que había padecido, reafirmandose en su idea de mediar con los maestros para asegurar el porvenir de estos.

Había dejado enfrascados a sus compañeros en la traducción y el se centró en recabar los datos que la fuerza le brindase, pero lo que allí encontró, donde la fuerza manaba en abundancia, no era en absoluto lo que esperaba.

Miedo, ira, dolor. Un sentimiento similar a la horrible sensación que tuvo hace ya años cuando sucedió el incidente, pero multiplicado por mil, mucho más intenso y duro, las visiones lo asaltarón con fiereza, y aunque temía a donde lo arrastraban, no pudo evitar mirar más allá, llegar a ese mundo yermo carente de vida que se encontraba al otro lado del muro. Cuando vió el horror que le mostraba la fuerza no pudo dejar de percibir como su cuerpo físico se retorcía y peleaba, contrayendose de dolor al ver enfrentarse entre sí a sus compañeros, morir a su amiga, y anegarse todo en cenizas y dolor.

Pronto despertó con el hedor de carne quemada y empapado en sudor, no pudo evitar que por su garganta manase un potente grito desgarrado de dolor y pena, al pensar que ese olor a carne quemada aún provenia de los cadáveres maltrechos de sus maestros y compañeros. Pronto la música residual del festival le devolvió a la realidad, y descubrió, que el olor a carne quemada provenía de su pecho, de la marca de la herida que lo había atravesado. Este dato no le aportó consuelo, pero le confirmó que lo que había visto era real, aunque en el fondo, cada vez que escuchaba resonar en su cabeza las palabras del ser, sabía que era real, no una alucinación, si no un aviso. "Sueñame, Jedi".

Con la herida aún humeante, y estas palabras resonando en su cabeza aún, se apoyo en el bastón y lucho por acercarse al grupo de nuevo, paso a paso, con dolor y algo desubicado, pero con la certeza de que no se encontraban en un templo, sino en la entrada a una prisión.

Renqueando peleo por llegar a donde se encontraban sus compañeros, y cuando lo consiguió, con un hilo de voz, mientras se agarraba la humeante herida exclamó:

-Hay que salir de aquí...No es un templo.... es, ..., es... una prisión, avisar a los maes...tros, tenemos que avisarlos, cenizas, muerte, eso se acerca, lucha entre iniciados, la mirialiana desmembrada... ¡guerra!...

El dolor lo confundía, y la marca le ardía, pero la decisión estaba clara, tenía que llevarlos a todos de vuelta al templo, nadie podía quedarse en aquel pozo de maldad, no sin consecuencias. Tenía que salvar a Maylak...

Oney escuchó las palabras y trató de darles significado. En respuesta a Zez, habló, aunque solo entendía lo ovbio. Ashla nos ilumina, Bogan nos desafía, pero ambas son necesarias. ¿Se referirá a la fuerza, verdad? La senda que andamos, la de Ashla, pero no es la única. También está la de Bogan y, según estos escritos, también es necesaria. Lo que me intriga es lo de postrarnos ante ellas si estamos preparados. ¿Tal vez se trate de una prueba? Comentó, sin demasiada idea.

Sin embargo, el regreso de Hound'ua hizo que aquello pasase a segundo plano. Se levantó de un saltó y corrió hacia él, asiéndole para ayudarle. ¿estás bien? ¿Qué ha ocurrido? El pantorano se puso en guardia, esperando que algo saliese de la nada para atacarles.

Tras escuchar las palabras de su compañero, sus ojos se abrieron, horrorizado. ¿Egibo? ¿Hablas de Egibo? ¿Qué has visto? Preguntó, mientras se le aceleraba el pulso. No podía haber visto a Egibo, había dejado a la chica en su habitación leyendo, no podía haber llegado allí tan rápido. ¿Dónde? Tenemos que volver.

Cadur le devolvió la pulla, de forma prácticamente inconsciente, como si estuvieran en clase.

-Eh -dijo, ignorando aquello y dedicándose a lo jugoso, que era lo que tenían entre manos- Bastante, sí. Pienso igual. Diría que las lunas son metáforas sobre el Lado Luminoso y el Lado Oscuro, ¿y dice básicamente que no puedes prescindir de tener conocimiento de ninguna de ellas? También de que vayas con cuidado, porque...

Se interrumpió cuando la cabeza del chico-diente de león se levantó repentinamente del pergamino, mirando hacia ambos lados, con la mano dentro de la túnica y buscando algo que tardó dos segundos en aparecer. La sensación en la fuerza le había abrumado primero, y ahora llegaba el resultado, que...

que...

-OH POR AMOR DEL PUT-

Levantó las manos al cielo, completamente frustrado, y se levantó con rapidez acercándose hasta Hound´ua, que se vio sujetado de la mano y casi arrastrado de forma energética por alguien que debía medir la mitad que él en todas direcciones y al que porobablemente habría podido partir sólo con mirarlo mal en cualquier otro momento.

-Siéntate -le puso las manos prácticamente en los hombros para que se sentara- Inspira. Expira -le pasó uno de los vasos- Bebe un trago de zumo. Examina tus sentimientos. Y entonces explícanos.

Se puso en cuclillas para examinar a Hound´ua mientras tanto (lo que posiblemente no hubiera hecho falta, era una persona más bien bajita) y resopló en dirección a Oney.

-Eh, Pistas de Blue, relaja. Lo que menos necesitamos es que te pongas histérica. ¿Alguien puede mantener vigilancia en las ruinas mientras checo a este idiota? Y por alguien digo ustedes dos.

Los modos de decirlo habrían podido ser mejores, pero no dejaba de ser un buen consejo. Y había tardado menos de cero coma en priorizar la seguridad y atendimiento del otro padawan, por mucho que estuviera diciendo mierda de todo el mundo. Que igual era la razón por la que se había estado tan callado... aunque si esa había sido la idea, poco le había durado.

-No "tenemos que" nada -resopló, agitando la cabeza, encendido- Lo que tenemos que hacer es calmar esos culos, ver qué mierda ha pasado y *entonces*, *entonces*, si pasara algo, establecer contacto e informar. La nave debería tener comunicaciones para con la base.

No dijo nada a Cadur sobre tranquilizar a la gente, porque asumía que ya habría tomado iniciativa por su cuenta. En aquel momento exacto de la existencia era el único miembro del grupo al que no había clasificado como "retrasado mental"; lo que significaba que tenía su confianza en considerar las circunstancias que lo rodeaban.

-Mmm- murmuró, con la mano en el mentón -Si, coincido, aunque no es nada ortodoxo, ¿No os parece?- preguntó, con tono sorprendido.

Lejos de esperar una respuesta se levantó súbitamente, alarmado por el tono y la voz elevada de sus compañeros. Las palabras de Hound'ua no terminaban de tener sentido para el, pero era evidente que le habían turbado profundamente y, por extensión, a Oney.

-Amigo- Sonrió forzadamente a Oney -Échame una mano y cuéntame, ¿Quieres?- acercándose a el, con tono cómplice, añadió -Esta gente ha tenido una mala racha, y hay niños, tratemos de no alterarles, ¿Te parece?- preguntó, manteniendo la sonrisa más como fachada para los twi'lek que por ganas de sonreír, realmente las exclamaciones de sus compañeros le habían preocupado, y no veía el momento de hablar con ellos con calma. Lo primero era lo primero, había que mantener la tranquilidad: las ruinas y los textos ya estaban bastante dañados, daño que podría incrementarse de producirse una escena de caos en el lugar.

Viendo a su compañero iniciado tratar con Hound'ua, el puso una mano en el hombro a Oney y sonrió al grupo, en un gesto que pretendía decir "No pasa nada, todo está bien".

De manera superficial, trataría de sentir que había alterado a su compañero, de manera muy leve, ya que su atención está centrada en la tarea de calmar las aguas.

Entre resoplidos de dolor Hound'ua se movió todo lo rápido que pudo, intentando soltarse del agarre de Zez y Oney, si lo consigue, interpondrá su bastón entre él y los otros iniciados, y aunque aún tartamudeando por la herida, pero con tono duro y serio añadirá (se suelte o no dirá lo mismo)

La última vez casi se muere mi compañera, ... la.. la.. costó la mano, no va a volver a pasar, no voy a permitirlo, sacad a la gente de aquí. Cada segundo ... cuenta.

La mirada oscila entre Cadur, Oney y Zez, y aunque está al borde de los nervios ve las intenciones de sus compañeros, por lo que volverá a hablar:

-Cuando estemos en el valle y hayamos avisado podréis tratarme, no antes, no respondo de lo que pueda pasarme aquí... Eso... es muy fuerte... mucho más que yo.

La mirada de Hound'ua ya no solo transmite dolor y enfado, también ... Duda?

​​​​​

Sardan meditó con la vista en otra parte la pregunta de Zez.
—Tenemos lo esencial, pero sigue siendo incómodo- —Calló antes de seguir hablando—. Nada, estamos bien. Simplemente queremos que nos dejen en paz y no tener que preocuparnos de más amenazas.
No parecía demasiado interesado en desarrollar.
Por otro lado, el twi'lek grandullón hizo de nuevo el visible esfuerzo de traducir las respuestas de Fitte.
—Por lo que he entendido por la manera en que habla de esos daaki, debieron ser del mismo planeta o sistema que nuestros antepasados. No sabe su origen con seguridad, pero existieron al mismo tiempo que los antiguos twi'lek hace miles de años —El viejo volvió a hablar durante un buen rato y Sardan trató de sintetizar—. Estudió a ese pueblo cuando aún tenía una plaza en la academia de Lessu. Dice que en Ryloth probablemente haya más información, pero él mismo puede atestiguar que vivieron antes de la 'Gran Guerra Hiperespacial', si es que eso os dice algo. Un tiempo después de esa guerra no hay más registros históricos.
Zez pudo entender el grueso de lo que decía Fitte, aunque con las dificultades que engendraba el que fuera alguien tan anciano y cerrado a comunicarse solo entre los suyos.
De pronto, la reacción del weequay acabó de golpe con las conversaciones y las cavilaciones. Y mientras el grupo se organizaba, los twi'leks no pudieron evitar fijarse en la escena. De una u otra manera, todos acabaron dándose cuenta de que algo no iba bien, a pesar de los esfuerzos del cereano. De todos modos, no parecieron abocarse al desorden.
—¿Está bien vuestro amigo? —dijo Enci en dirección a Cadur-Xi y Oney—. Si le ha sentado mal algo de la comida... pues no sé qué deciros —Observó de cerca un trozo de cecina.
Nadie de entre los refugiados se movió del sitio, pero tampoco les faltaba preocupación en sus caras; o como poco, extrañeza.

Hound´ua no iba a necesitar mucho tiempo para sacarse al menos a Zez de encima, que estaba apretando los dientes mientras trataba de atender algo.

-No hay nada que tratar. Físico al menos -gruñó el chico- Lo máximo que puedo aplicar es una cataplasma y una colación, y evidentemente no tengo nada de eso aquí, así que no te voy a encerrar para atenderte ni ninguna mamada que estés pensando.

Aquello iba a durarle poco si el tipo seguía haciendo algo mínimamente parecido a resistirse, así que hizo lo siguiente que podía hacer con los recursos posibles: apresarlo. Y por "apresarlo" quería decir "envolverle el cuerpo con los brazos en una cosa que no era definitivamente un abrazo, nadie podía considerar un abrazo y los mataría si lo consideraran un abrazo".

-Cierra el pico, anormal -le susurró, en un tono imperioso, pero que no dejaba de traslucir preocupación por el padawan- Siento lo que fuera que pasó, no es que no sea simpatético hacia MIERDA ABSOLUTAMENTE HORRIBLE que pasa, pero si salimos ahora mismo en espantada sólo conseguiremos mandar a toda la gente en pánico, que no tienen otro sitio donde vivir y que no pueden defenderse en la Fuerza. Y lo que sea que te haya pasado *tendrá terreno libre para ir detrás de todos y cebarse* -le sacudió el cuerpo para agitarlo. O más que sacudirle, dio un espasmo. Hound´ua posiblemente pudiera seguir andando y arrastrando su cuerpo por el camino agarrado, si de verdad quisiera- Así que cierra los ojos por un segundo, concéntrate, nos alejamos lentamente para no dar sospechas y nos cuentas con calma lo que ha pasado para que podamos estar prevenidos y actuar con lo que tengamos.

"¿Está bien vuestro amigo?"

Giró la cabeza en dirección a la voz.

-¡Oh, está perfecto! -dijo- ¡Le pasa de vez en cuando! ¡Su problema es que es -y giró la cabeza hacia el calvo, fulminándolo con la mirada desde su posición de abajito- UN MALDITO IMBÉCIL!

Le contestó a los reunidos ahí, tranquilizándolos. Y al menos era posible que lo hiciera, si no corrían rumores en momentos de poderes malignos de la fuerza: era una escena que podría explicarse con gente siendo gente. Y la gente siendo gente, si bien podía ser vista con desaprobación, no tenía por que cambiar vidas enteras probablemente para mal. El precio era que su cabeza estaba demasiado en rango de alcance de un tipo que podía levantarle con una mano y estamparle en un árbol con otra. Supongo que la profecía del "sacrificio en pos del conocimiento" va a pasar más que rápido, se maldijo para sus adentros.

-Así que respira... cálmate... examina... y dinos, para que podamos establecer la clase de protocolo de seguridad que hace falta. Si salimos corriendo ahora y dejamos a toda esta gente tirada, *estamos jugando exactamente como el hijo de puta que haya causado esto querría que jugases*.

Si la razón no funcionaba, a la mierda, el despecho iba a funcionar. No era exactamente el camino del Jedi hasta donde había leído, pero ya le cantarían las notas cuando volviera. El poder de denegarle al enemigo lo que quiera por puro "que le follen" era uno que había que considerar.

Cadur-Xi-Mirr frunció el ceño, no alcanzaba a comprender esta ¿niebla? que afectaba a su percepción, pero no podía ser nada bueno, de eso tenía pocas dudas.

¿Qué podían hacer? Volver al templo podría ser la opción sensata, seguramente los maestros sabrían que hacer, no habrían contemplado esta eventualidad. Por otra parte, dejar a los twi'lek a su suerte sería un gran riesgo, a juzgar por la reacción de Hound'ua. 

El cerebro binario del cereano se encontraba sopesando las distintas opciones que podrían tomar cuando se sobresaltó por el grito de su compañero.

-Si, no pasa nada, es algo que le ocurre de cuando en cuando, por favor, disculpadnos- carraspeó con una débil sonrisa a Enci, siguiendo el juego a Zez, esperando contener la impresión causada. Parecía estar surtiendo efecto, pero nunca se sabía con estas cosas.

Llevando la mano al hombro de Oney, le animó con un cabeceo a acercarse a sus otros dos compañeros.

Manteniendo la sonrisa, si bien algo forzada -Hound'ua, compañero, ¿te parece si bajamos hasta la base de la montaña? Allí podremos hablar los cuatro tranquilamente- dijo, enfatizando el "tranquilamente", con la mirada reflejando preocupación.

Si bien el suceso le había turbado, se resistía a alejarse demasiado.

Hound'ua no podía creer lo que estaba escuchando del hasta ahora callado iniciado, lo trataba con una soberbia y confianza inaudita, incapaz de comprender lo que les acechaba bajo las piedras de este templo, arremolinandose en la Fuerza que bañaba esta zona, como cada pinchazo de su pecho se lo recordaba, aún confundido por la visión y el dolor en el pecho solo quería que su compañero se callase, así que alzó su mano derecha, con la que no empuñaba el bastón, decidido a lanzar al insolente jedi contra las piedras, para dejarlo tumbado, espachurrado contra el suelo como vio en su visión y luego...

Horrorizado, y aún con la mano en alto agitó su cabeza, ese no era él, como había tan siquiera podido pensar en esa posibilidad... Escuchando las peticiones de Cadur y Zez de que se calmase, inspiró hondo dos veces, como en una preparación de meditación, y trato de aislar sus sentimientos de miedo y odio.

Cuando habló, lo hizo con tono calmo, aunque serío, transformó su mano alzada en un apoyo en el hombro de Zez cuando este intento envolverlo con sus brazos, y utilizó cada una de las palabras que dirigia al grupo para construir un muro entre sí y ellos, no para no dejarlos entrar, sino para no dejar salir los horrores que la visión había intentado enterrar en él.

-Zez, lo que he vistó han sido tus tripas desparramadas por el suelo, depués de que Cadur te cortase el estómago con su sable laser. A Cadur siendo decapitado por una miraliana, que asumo es por la que me esta preguntado Oneey, ya que era él el que estaba amputandola una pierna, para después atravesarla con su laser, como una togruta inicidada se axfisiaba con su propia mano metálica para evitar apuñalar a Oneey. He visto pudrirse y oxidarse la sala del consejo con los ecos de una horrible risa y el óxido de la sangre derramada. Y he visto, mientras el ser que reía como me empalaba con un laser ardiendo en una roca, para que pudiera observar toda la matanza y el regocijo de este ser al convertir nuestro templo y nuestro mundo en una copia del suyo donde todo lo que queda es una roca negra y el polvo de los huesos machacados, y su risa incesante que surge de su cuerpo cadaverico que esta atrapado en un pozo negro y oscuro de dolor, en un planetoide lejano, pero que se comunica con este lugar mediante la Fuerza más oscura y horrible.

Y se que la visión no ha sido una alucinación no por el agujero humeante de mi pecho.-Paro para tragar saliva- Si no porque la iniciada togruta es mi mejor amiga desde que tengo razón, Maylak, quién perdió su mano en un entrenamiento conmigo cuando perseguiamos adentrarnos en la fuerza mediante un ejercicio de meditación que nos forzaba a ver como dos lunas, una blanca y otra negra rotaban enfrentadas entre sí, hasta que una fruta, unna fruta en la que presentí la misma presencia que hoy, pero mil veces más diluida, la intentó envolver, y solo quitándola la mano, pudimos salvarla. No se si véis el patrón...

Lo que no dijo es que el otro patrón consistía en que la misma persona había estado detrás de ambos ejercicios, pero antes de acusar a un maestro necesitaba tener pruebas y llegar al fondo del asunto.

Volvió a inspirar profundamente pues notaba como la calma se resquebrajaba al pensar en la maestra, y volvió a dirigirse al grupo en voz baja tras el intercambio entre Zez, Cadur y Enci, habló bajo, pero no comenzó a descender como propuso Cadur.

-Este ser, o consciencia, o lo que sea, es claramente hostil, y quiere que nos destruyamos entre nosotros, eso me ha quedado claro, por lo que he visto en ambos ataques se hace presente con las interacciones de la Fuerza, en ambos casos que os comento estabamos entrando en una comunión profunda, quizá por eso aún no ha hecho mella en el grupo, pero si en mi compañera y en mí. Pero como sabéis, todos estamos conectados a la Fuerza, seamos usuarios o no, por eso creo que los antiguos Jedaii movieron el templo, aquí la presencia de la Fuerza es poderosa, pero oscura, probablemente sabían que si se asentaban aquí el ser se manifestaría corrompiendo o atacando a los usuarios, según parece esta atrapado en ese pozo que os digo, por eso creo que el templo es un aviso, o una puerta para contenerlo, y por eso creo que tenemos que sacar a los refugiados de aquí, tardará más, pero va a hacer mella en ellos, y va  hacerlos cosas horribles. Aunque Zez tiene razón, sembrar el pánico no es buena idea, os pidó disculpas, la visión me trastocó y no me dejaba pensar con claridad, sin embargo creo que es importante que hablemos con los hermanos, ya que parecen los líderes, y les expongamos los peligros tal como son, han sufrido mucho, se merecen elegir, pero creo que deben acompañarnos, sin embargo, debe ser elección suya. Salga como salga, creo que nosotros debemos avisar a los maestro de esta presencia, y del peligro de perseguir las dos lunas, o del precio que hay que pagar al buscar su entendimiento...

Tras esta verborrea incesante, Hound'ua se sentió algo mejor, la había usado para aclararse y calmarse. cogiendo fuerza con el sonido de su voz, y la presencia de sus compañeros, pero se sentía infinitamente cansado, así que observó a sus compañeros, y aguardó a sus opiniones al respecto, los recorrió con la mirada, y cuando llegó a Zez, un rastro de culpabilidad asomó en sus ojos, no podía olvidar lo que había estado apunto de intentar hacerle...

Oney le dedicó una mirada de odio a Zez sin ningún tipo de disimulo. Desconocía el significado del compañerismo, del trabajo el equipo, del respeto y, aparentemente, también de la amistad. El pantorano estaba dispuesto a todo por salvar a Egibo. Sin embargo,  no replicó a las palabras del chico, simplemente le ignoró, ya le había descartado como aliado fiable. La mano que le puso Cadur en el hombre ayudó a evitar el enfrentamiento entre ambos. En vez de eso, centró toda su atención en Hound'usa, especialmente cuando comenzó a dar más detalles.

Niega con la cabeza, imaginándose lo que describía su compañero. Eso es imposible. Jamás podría matar a Egibo. Nunca. Respondió, aunque muy en el fondo dudaba de sus palabras. No porque dudase de él mismo, sino porque desconocía los caminos y formas de la fuerza, así como el oscuro horror que albergaba aquel templo. Según su compañero, aquel horror sería capaz de controlarlos y corromperlos a todos.

Si lo que has visto es real y volvemos, estaríamos poniendo a todo el mundo en peligro. Comentó Oney, dudando de la manera de proceder. Estaríamos volviendo al templo donde se encuentran las personas que has visto  y estaríamos volviendo al lugar donde todo ocurre. Miró a Cadur y a Hound'ua, tratando de encontrar la mejor solución. ¿En tu visión qué apariencia teníamos? ¿Qué ropas, las que llevamos ahora? Quiso saber. Aquello tal vez podía cambiar todo. La verdad era que le aterraba volver con Egibo sabiendo que podría llegar a hacer algo así.

Aún así, debemos informar a la tribu de lo que hay en el templo. La decisión debe ser suya, pero debemos hacer todo lo que podamos para que tomen la correcta. Añadió, refiriéndose evidentemente a que se alejasen del templo hasta descubrir lo que ocurría.

Caundo Oney habló, Hound'ua asintió la cabeza, pues el mismo miedo había cruzado su mente, sin embargo pronto le replicó:

-Teníamos sables laser propios, así que aún deben quedar años, si es que va a pasar literalmente como vi, sin embargo quizá sean visiones de guerra, no necesariamente un combate literal entre nosotros, no lo sé, por eso creo que debemos avisar a los maestros, al menos por radio desde el transporte, ellos tienen más experiencia, aunque me duela admitirlo...

Hound´ua no pudo evitar el movimiento, el chico de la máscara había sido demasiado rápido y aprovechado el momento. Por el otro lado, el chico, Zez, tampoco pudo hacer nada más cuando el weequay le puso la mano en el hombro para separarles. Todo lo que el padawan pudo hacer es empezar a agitar los brazos, espásmico, y a insultarle por lo bajo, moviendo los brazos en aspavientos energéticos que no iban a ninguna parte, ya que por la diferencia de medidas ni siquiera era capaz de llegar. Una estampa con la que era imposible mantener la dignidad.

Se calmó sin embargo, de forma curiosa, cuando escuchó el relato de Hound´ua. Se encogió de hombros.

-*Por supuesto* que tenía que ser el primero que aparezca muerto. Visión de mierda, Lado Oscuro de mierda...

Empezó a quejarse. El hecho de que Hound´ua hubiera experimentado una visión mística en la que lo mataban no parecía haberle afectado mucho más allá de eso, lo que parecía un orden de prioridades interesante. Al menos, a la soguiente parte sí que reaccionó de una manera más esperable, aunque más como de la manera que se esperaría de alguien con esa actitud y menos de la manera que uno esperaría de un jedi: mirándolo con los ojos abiertos, las palmas igualmente extendidas hacia arriba con los dedos abiertos y algo arqueados y, podíamos asumir, la boca completamente abierta. Lo que en otros lugares de la galaxia podría llamarse "cara de wtf".

-Pero. Qué. Cojones.

Dijo.

-¿¿¿Por qué no reportaste esa mierdaaaaa???

Sacudió la cabeza, sólo rezando por escuchar algo que no fuera "pero es que no tengo pruebaaaas" o iba a acabar estallando, otra vez y para variar.

-Tío. El hecho de que tengas una quemadura en el pecho provocada por *algo* que *intencionalmente* te ha hecho ver esa visión me haría pensar más que otra cosa que es la prueba de que la visión ha sido manufacturada -sacudió la cabeza, tratando de centrarse- Pero da igual. ´ta madre... sabes qué, ¿toda esta mamada? Totalmente por encima de nuestro sueldo. Que es CERO, por cierto -recordó- Informamos de lo que hemos encontrado, informamos de lo que uno de nosotros ha sentido y que decidan los de arriba.

Fue a echar mano al bolsillo y sacó el comunicador.

-Si esto tiene bastante rango mejor, si no habrá que ir a la nave. Ahora. Alejar a la gente de aquí, ahora mismo... yo personalmente creo que hacer caso a una voz mágica que quería claramente que entraras en pánico y sacaras a todo el mundo cagando leches no es una gran idea y... -reparó en lo que había dicho por unos momentos- Huh. ¿Crees que estamos hablando de una inteligencia, Hound? Ahora que estamos más distantes, ¿puedes recordar si sentiste algún tipo de comunicación más allá de meterte toda esa mierda en la quijotera?

Se encogió de hombros.

-Pondría a dos de nosotros a los que se nos de mejor el wauuun waaaun mental -dijo, refiriendose a la Fuerza... probablemente- entre ellos, para mantener guardia sensorial en el templo. Y decirles que vamos a reportar un potencial problema de seguridad con las autoridades, pero que ahora mismo no parece ser nada serio.

Después de todo no necesitabas decirle a un grupo de refugiados de guerra y de cazadores que estuvieran atentos y que entendieran de eso que podrían escalar las cosas si la situación fuera mal. Todo el mundo consideraba a Zez un capullo, y probablemente con razón, pero no se consideraba tan capullo, al menos, como para insultar la capacidad y las experiencias de otra gente así.

Después de una deliberación algo caótica se optó por el término medio, por lo que el grupo se comunicaría con el templo a través de sus comlink personales, a la vez que tratarían de convencer a los twi'lek para que abandonasen la zona por su seguridad. 
Por su lado, algo más alejados de las ruinas, Oney y Zez intentaron contactar con el templo. Tras un poco de espera, les derivaron con la Maestra Ilis. Las palabras de los iniciados no lograron sacarle ni un suspiro a la maestra jedi.
—Sin duda la tarea se os ha complicado, iniciados. Habéis hecho bien en avisarnos y me aseguraré de transmitir vuestros descubrimientos al Consejo —dijo entre algún que otro ruido de estática. Pero justo cuando parecía que iba a cortar, añadió más—: Sin embargo, si las ruinas son peligrosas, los twi'lek no pueden continuar ahí. Deben marchar a otro lugar y esperar el veredicto del Consejo sobre su estancia en el planeta. Informadles y volved a la mayor brevedad. Huelga aclarar —terminó por decir— que NINGUNO debéis volver a interactuar con las ruinas a través de la Fuerza. De hecho, si podéis, ni las toquéis. Que la Fuerza esté con vosotros —Cerró la comunicación casi al instante.

Mientras, Hound'ua y Cadur-Xi se adelantaron para comentar lo sucedido a los hermanos, y tras un rato de resumen, el pequeño saltó al ver hacia donde iba la conversación.
—Y supongo que si este sitio es tan peligroso, querréis que nos vayamos, ¿no? —dijo Enci. Su hermano estaba de brazos cruzados, pero no parecía tan convencido—. Sin ánimo de faltar al respeto, jedi, pero creo que nos sabremos cuidar nosotros solos.
—Lo mismo son ellos los únicos a los que les afectan estas ruinas, pero...
—¡Sí! —dijo Enci cortando a Sardan— Y quien sabe. Es decir, llevamos ya un tiempo aquí, si realmente fuese tan peligroso creo que nos habría afectado hace rato.
Nadie en el grupo había presentado señas de haber sido tocados por el Lado Oscuro, o por cualquier influencia de la Fuerza más allá de lo normal. Al menos no algo que los iniciados pudiesen sentir a través de sus habilidades.
—Perdón —Una de las twi'lek, a la que Enci se había referido antes como "Etani", se acercó a los cuatro—. Lo mismo no habría que ignorar el aviso de unos jedi sobre cosas que no entendemos. Y menos si somos sus huéspedes.
—Etani, cielo-
—Déjate de "cielos", Enci —Al joven twi'lek se le borró la sonrisa al recibir la reprimenda—. ¿De verdad que os preocupa tan poco lo que nos pueda pasar? Por mucho que llevemos aquí, vete a saber si nos estamos viendo expuestos a algo peligroso. En un principio pensé que esto iba a ser temporal, pero es que por muy ventajoso que sea este sitio no deja de resultarme... —No pudo evitar reprimir un escalofrío al alzar la vista para ver los monolitos negros.
Enci buscó una mirada de apoyo en Sardan, pero el grandullón solo supo apartarle la mirada. Algo debió haber percibido al igual que Etani como para reaccionar así. En ese momento, Zez y Oney se unieron de nuevo a sus compañeros.
—¡No! ¿Estamos locos? Es decir, vienen unos críos salidos de una casa de chalados y tenemos que creer sus paparruchas, así, sin más, solo porque se supone que saben sobre cosas "que no entendemos". ¡Venga, por favor! —Enci estaba visiblemente alterado, caminando casi acorralado dentro del círculo que se formó por la disposición de sus compañeros y los iniciados.
—Enci, escúchame
—¡No, escúchame tú, Etani! ¡¡Escuchadme todos!! —El grito llamó la atención del resto de los refugiados, que ya parecían ver la que se les venía encima. Se giró hacia ellos y siguió hablando—: ¿Vamos a confiar en lo que unos cualquiera vengan a decidir por nosotros? No sé si ya os habéis olvidado de lo que yo- —Buscó a su hermano y le tiró del brazo para traerlo con él— lo que nosotros hemos hecho por todos. Me jugué el pellejo para lograr un trato con aquellos piratas y mi hermano dio su SANGRE para conseguir la otra parte de los créditos —Volvió a girarse hacia los iniciados, buscándoles las caras—. Nos ha costado mucho llegar aquí para que nos sigan mandando como a unos miserables. Así que gracias por la preocupación, pequeñajos, pero nos quedaremos lo que nos de la gana.
La mayoría parecía ya resignada a la decisión de Enci, de una u otra forma.

Con los deberes hechos y un cambio de planes en el horizonte, Zez devolvió el comunicador al cinto y se preparó para volver con los demás. El "veredicto del consejo" le importaba un bledo, no iba a echar a un montón de refugiados de un planeta entero porque, en sus propias palabras, no le salía de las pelotas. En cambio alejarlos de lo que podía ser a grandes rasgos una fuente de radiación de la fuerza no era algo que fuera a discutir tanto.

"..."

Y para cuando llegó pudo escuchar un lío ENORME de camino. Rezongó. Mucho era esperar que las cosas pudieran haber sido fáciles con todo ese asunto. Por qué iban a salir las cosas si medio bien jamás. Llegó hasta el resto del grupo para unirse y se encaró hacia el tipo, Enci, que no sólo estaba bastante alterado sino que se había puesto en la posición de desafío, esperando que alguien se le uniera al ruedo dialéctico. Y Zez se lo puso fácil.

-Ok. Primero, ¿"pequeñajos"? Que te follen -y a continuación, para no dejar eso solo- Y es como han dicho tus camaradas, como un detector de gases. Piensa en radiación. Nosotros podemos detectarla antes, no quiere decir que no vaya a pasar más adelante. Quiero decir -hizo un gesto con la mano- mira este maldito sitio. Quién mierda crea MONOLITOS NEGROS. ¡En serio!

Le miró, cruzado de brazos, con el ceño fruncido. No era algo especial porque si algo habían podido comprobar los que habían tenido el cuestionable placer de coincidir con él más que un momento se pasaba mucho rato en modo de fruncimiento ceñil.

-Pero eh. No quieres que te echemos. Entendible -se encogió de hombros- No me haría ni puta gracia a mi tampoco que me quitasen mi autoridad y me pateasen después de todo eso, así que... eh. No lo hagamos.

Alguno de los otros padawanes quizá pensara en aquel momento que debería haber intervenido antes en vez de confiar en que el tipejo aquel hiciera algo de provecho por ellos. Aquello no era lo que les habían encomendado para la misión. 

-Negociemos.

Levantó la barbilla por unos momentos y se rascó con la yema del dedo índice en las junturas de la máscara de gas.

-Algunos ven bien irse, otros prefieren quedarse, pero no quieren perder la ventaja que tienen sin nada más y a la aventura. Seguro. Todo eso es razonable -hizo un gesto girando la mano- ¿Qué es lo que tienen de bueno acampados aquí comparado con otros lados? ¿Y qué es lo que no pueden conseguir aquí con facilidad, que querrían?

No era difícil ver por dónde estaba intentando ir el humano clawdita. Después de todo, echar a alguien de un sitio sin más bajo amenazas de un posible futuro que no eran capaces de ver era una cosa, y una cosa en la que por su pasado muchos no confiaran. Proponer a alguien que se desplazara a otro lugar que conservara al menos buena parte de las ventajas del lugar en el que estaba (en cuanto a localización, seguridad o visibilidad) y que a cambio pudieran llevarse alguna que otra cosa, en cambio, era un trato, y eso era una cosa muy diferente, y sobre todo, mucho más fácil de tragar tanto para el ego como para el pragmatismo.

Cadur-Xi-Mirr se encontraba exponiendo lo peligroso del lugar, haciendo ver que era primordial alejar a los refugiados de la zona, por su propia seguridad.

-No tengo dudas de que sabéis cuidaros, de ahí que hayáis llegado hasta aquí...pero no podéis ver todos los peligros que os acechan en estas ruinas- expresó, buscando con la mirada al anciano, esperando su comprensión.

Su búsqueda de complicidad y comprensión con los refugiados se vio interrumpida por los gritos. Los ánimos se estaban caldeando, y eso no convenía a nadie.

Frunciendo el ceño, molesto por como había sido increpado, dejó pasar un par de segundos en los que respiró antes de continuar -Lo que mi compañero quiere decir- comenzó, con tono calmado, brazos extendidos con las palmas hacia arriba, en gesto de paz -Es que en el templo nos entrenan para sentir estos problemas- suspiró -No deseamos mal alguno para ti y para los tuyos- continuó, dirigiéndose al alterado twi'lek -Pero tenéis que entender que este lugar es peligroso. Hay un peligro yacente que no sabemos, todavía, cuando puede manifestarse- concluyó.

Mantuvo silencio mientras escuchaba a sus compañeros, aunque cuando Zez lo confrontó por no haber avisado previamente, no pudo evitar añadir:

-Por qué crees que os cuento esto, para darte pena? Es para que esteís sobre aviso, y respecto al incidente del templo, una chica desangrandose fue suficiente aviso, los maestros están al tanto, de todo.

Mantuvo silencio después de eso, asintiendo con un cabeceo cuando se acordó hablar con el grupo, aunque torcío el gesto al ver que iban a avisar al templo con comunicadores, había preferido que todos se alejaran de allí, pero la mayoría decidía, y era mejor que nada. Al escuchar la propuesta de separarse se ofrecío a quedarse vigilando, no solo era avezado en el uso de la fuerza, sino que sentía que tenía la obligación moral de vigilar aquella cosa.

La charla con el grupo no fue para nada como había esperado, no por el resultado, que era lo que se temía, pero había pensado que entre todos, Enci lo entendería. Sin embargo guardo silencio y le dejo terminar su encendido discurso, también esperó, a ver si Zez en su retorno, o Cadur, quienes parecían ser los más duchos en el arte de la oratoria intervenían, pero al ver como Zez intervenía perdiendo un tanto los papeles, y la decisión se iba asentando en su contra, vió que Cadur habla sabíamente, pero no sería suficiente, así que se adelanto dos pasos, y alzó la palabra, estaba bastante seguro que iba a salir regular, pero tenía que hacer algo, no podía dejarlos así, al menos intentaría salvar a unos pocos.

-Entiendo como os sentís Enci, pero os pido que nos escuchéis, no os estamos pidiendo que os marchéis, es más, Zez y Cadur estan intentando ofreceros salidas, os estamos pidiendo que vengáis con nosotros, que pongáis a salvo a los vuestros, aunque parece que tu ya has tomado una decisión. Nos has llamado críos, locos, y muy probablemente lo seamos, e inocentes además, porque como os digo, os estamos ofreciendo nuestra ayuda, y os estamos pidiendo, con la certeza de que respetaremos vuestra decisión, aunque no sea la de acompañarnos, que os pongáis a salvo, sin embargo deberíamos sacaros de aquí a como diese lugar, para salvaros. Pero eso no sería seguir el camino Jedi, pues sería ser un tirano, que como bien dice Enci, sería alguien que pretende saber mejor lo que os combiene a cada uno de vosotros que vostros mismos, diciendoos y decidiendo por vosotros que hacer...

En ese momento hizo una breve pausa, apenas un segundo, para tragar saliva, pero suficiente para que calase esa frase, donde esperaba, de manera sutil,se recordaba las palabras que Enci había enunciado, y que irónicamente ejemplificaban su conducta, similar a la de un tirano.

-Como os dicen mis compañeros, os entendemos, y respetamos vuestra decisión, pero por desgracia, nos han entrenado para saber el riesgo al que os enfrentaís, habéis dicho ambos que quizá esto solo nos afecte a nosotros, y eso demuestra que en efecto, desconocéis bastante de la Fuerza. No voy a negar que nosotros somos más vulnerables que vosotros, puesto que este ser que nos amenza a todos anida en la Fuerza que puebla este lugar, y en su oscuridad, nosotros, al ser usuarios de ella somos como hogueras, y al entrar en comunión cone ella, como hice yo cuando me atacó, es como si echáramos más leña, aumentando nuestra presencia en la Fuerza y brillando más, pero todo ser vivo, incluso los animales y plantas, tiene su conexión a la Fuerza, pues la Fuerza es y baña todo, y todos incluso si no sois usuarios, estais conectados a ella, como pequeñas velas, unos más que otros, por eso, cuando nosotros nos vayamos no se eliminará el peligro, sino que se incrementará para vosotros. Y pensáis que como sois un grupo duro y fuerte podréis enfrentaros a lo que venga, que estaréis a salvo, y podríais si fuera un ataque físico, unas bestias o unos piratas, diantres, si fuera así de simple os ayudariamos sin dudar, pero lamentablemente este atacante no es así. Y ya que parece que vosotros dos habéis decididó quedaros, yo solo puedo esperar equivocarme, ser un exagerado, y desearos lo mejor y que la fuerza os acompañe, pero no podría irme sin mostraros a lo que un usuario de la fuerza puede hacer, ya que a eso os enfrentáis, un usuario de la fuerza sin moral podría atacaros de maneras diversas y sin dar la cara, se cuenta que los más poderosos pueden lanzar rayos que queman y abrasan o quitar el aire de las gargantas con un gesto...

En ese momento, y de manera casi instintiva Hound'ua se paso la mano por la herida de quemadura

Pero siendo sinceros no he visto a nadie que lo haga, lo que si he visto es como un usuario habilidoso puede, con el poder de la Fuerza, implantar una idea a otros y hacerles pensar que es suya, puede empujar, golpear o romper solo con un pensamiento.

Al decir eso retrocedia hacia el exterior de las ruinas, una vez en el exterior de las ruinas, y alzando más la voz, por la distancia, Hound'ua giro para encarar de nuevo al grupo y continuó:

-Y no penséis que para hacer esto hay que ser un maestro o un monstruo, hasta un iniciado, un crío como yo, con entrenamiento y un poco de pontencial puede hacer mucho daño si no lo guía la moral.

En ese momento, y a pesar de saber el riesgo Hound'ua se concentro, lo más calmado posible, esta vez alejando de sí el ejercicio de las esferas, pero trayendo a su mente un ejercicio que había leido con Maylak, una hoja mecida por el viento que se eleva lentamente en espiral. Alzándo la mano, canalizo la Fuerza de la montaña a su espalda levantando una pesada roca sobre su cabeza, y batallando por mantener la concentración siguió hablando:

-Y no os digo esto para que nos temáis, sino para que sepais que si yo puedo hacer esto, lo que aquí acecha, que nos ha superado facilmente puede llegar a haceros algo mucho peor a vostros los no entrenados, ahora con esto en mente, y de manera informada tomad vuestra propia decisión, como he dicho, a los que os quedéis, solo puedo desearos lo mejor y pedir a la fuerza que os proteja, pero a los que deseaís poneros a salvo, no hablaré por mis compañeros, aunque creo saber lo que harán, pues aunque como os digo, nosotros corremos más peligros y si son listos deberían partir cuanto antes, todos somos iniciados Jedi. Os esperaré dos horas en el borde de las ruinas, en el camino, y a todos los que queráis poneros a salvo se os escoltará por estos bosques hasta nuestro templo,protegiendoos de bestias, o de lo que sea que venga, hasta que estéis a salvo, y no porque espere que nos deís algo a cambio, o porque quiera vuestro agradecimiento por el sacrificío, sino porque sí, somos crío idealistas y un poco locos, pero también somos iniciados de la orden Jedi, y eso es lo que hacemos, proteger y ayudar a quién lo necesita, sin esperar agradecimiento, recompensa o ni siquiera respeto.

Al decir estas dos últimas frases había mirado directamente tanto a Zez como a Enci, y al decir la última palabra dejó caer a plomo la la piedra a su espalda, de manera que se despeñase hacía abajo por la montaña, echó a andar camino al punto donde dijo que esperaría, y solo allí, una vez sentado con las piernas en posición de loto, se dejo temblar por el esfuerzo y los nervios, si hubiera estado allí, Maylak se habría reido de su actuación, pero no estaba...

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Parte del grupo parecía haberse ido convenciendo con las palabras de los iniciados, de forma que comenzaron a recoger sus pertenencias para marchar discretamente, a espaldas de Enci.
—Vale, primero: ¡Que te meriende un rancor, enano! Y segundo, ¿por qué habríamos de irnos si ya lo tenemos todo aquí? ¿Solo porque nos traéis historias asustaviejas como las de Fitte?
Etani negó con la cabeza y fue hacia las ruinas, recogió su macuto con algunas herramientas y marchó montaña abajo. Algunos de los que se habían ido preparando se levantaron y siguieron a la twi'lek. Sardan miró la escena de reojo, sin moverse. A partir de entonces, Enci ignoró deliberadamente a los jedi para dirigirse a los suyos.
—¡¿Con que sí, eh?! Está bien, ¡marchaos! Se os nota MUY agradecidos después de lo que he hecho por vosotros. ¡Y luego a la primera que os mandan marcharos os piráis con los lekku escondidos! ¡¡Manada de idiotas!! ¡Yo-! —La expresión del twi'lek cambió súbitamente nada más ver la enorme roca levitando, mientras el weequay iba subiendo por la cuesta. Los que quedaban observaron, con un evidente grado de preocupación, el tamaño de la piedra. Sardan dio un par de pasos atrás. Enci se quedó quieto, alerta, y claramente perturbado. Su hermano, tras que Hound'ua acabase, miró a Enci y se le acercó para hablarle en privado. Le pasó un brazo por encima del cuello mientras andaban hacia las carpas, hasta que el pequeño se lo quitó de un manotazo, quedando Sardan atrás.
Tras todo aquello, la mayoría de los refugiados accedieron a marchar con los iniciados, quedando en las ruinas tan solo Enci y unos pocos adultos, entre ellos Fitte, reunidos ahora en una única hoguera, en silencio.

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El nutrido grupo de twi'lek y los jedi partieron en dirección al templo, habiendo llamado para comunicar la situación y pedir apoyo logístico. Al cabo de unas horas, los casi cincuenta refugiados se apelotonaban a las afueras del templo mientras observaban el lugar y hablaban entre ellos. Del propio edificio salieron algunos auxiliares médicos junto a la Maestra Ilis y la Maestra Serra. Los auxiliares se encargaron de atender a los twi'lek, curando posibles heridas no tratadas en su viaje y examinando su estado general. Las maestras se acercaron a los iniciados aparte, dedicándoles un saludo respetuoso.
—Me alegra teneros de nuevo aquí, pequeños —Serra les dedicó una sonrisa cordial— Más aún cuando siento que habéis completado con creces vuestra asignación.
—Desde luego, Maestra Serra —dijo Ilis, seria, como siempre— Sin embargo, yo también siento que quizá aquí no están todos nuestros invitados —Examinó de lejos al grupo.
—Sea o no así, lo importante es que han vuelto y de seguro han hecho todo lo posible por salvar la situación —enfatizó Serra.
—Iniciados —Ilis cambió el tono a uno más autoritario, esperando llamar vuestra atención y cortar el aire distendido de la recepción—. Enfrentarse a la última prueba para alcanzar el rango de Padawan no es cosa baladí. Habéis confrontado una situación complicada que requería de paciencia y diplomacia.
—Por otra parte —añadió Serra— confrontar el pasado también necesita de conocimiento y capacidad crítica para saber interpretarse.
—Decidnos, ¿qué habéis sacado de todo esto? —Os miró a cada uno sin mover el cuello—. Y sed concisos.

Oney se mantuvo al margen de la discusión, entendiendo perfectamente la postura de Enci. Alguien que acababa de salir de la esclavitud y que se había encontrado con la libertad, un buen lugar donde vivir junto con sus compañeros y la perspectiva de una nueva vida, lucharía por ello. Él mismo no habría escuchado a completos desconocidos sin ningún tipo de pruebas que hablaban de lo que a sus ojos era un cuento. Iban a tener que salvarlos de otro modo.

Lo que sí que le sorprendió fue la proeza de Hound'ua. Miró a su compañero sorprendido, él no se veía capaz de hacerlo. Cuando lo hizo, esperó a que el revuelo acabase para acercarse a él. ¡Te encuentras bien? Eso ha sido increíble, tío. Le felicitó, poniéndole una mano en el hombro. Vamos, tienes que descansar. Has hecho más que suficiente.

Tras esperar el tiempo establecido por Hound'ua, comprobó con tristeza que varios de los refugiados, entre ellos Enci, habían decidido quedarse. Que la fuerza os acompañe... Susurró, consciente de que probablemente no sería la última vez que se encontrasen.

Al llegar al templo se acercó con cierta prisa a la maestra Serra. ¿Se encuentra Egibo bien? Quiso asegurarse, pese a saber que probablemente así fuese, dado que la visión de su compañero ocurría en el futuro.

Escuchó a las maestras y no pudo evitar bajar la mirada y apretar los dientes. Él no había hecho casi nada. Había perdido los nervios al creer que Egibo estaba en peligro y que iba a ser él quien acabase con su vida y casi no había ayudado en las relaciones con los refugiados. Pese a que estaba acostumbrado a hacer las cosas en grupo y sabía que el éxito del grupo era de todos, no podía evitar pensar que sin él se habría llegado al mismo resultado.

Maestra, he aprendido que hay muchas cosas que aún desconozco, tanto sobre la fuerza como sobre mí mismo. Agachó la cabeza, avergonzado. Al parecer los otros tres iniciados sabían mucho más sobre la fuerza que él mismo, había quedado claro. En el momento de la verdad dudé y no fui capaz de ver con claridad el camino a seguir. Pido disculpas a mis compañeros y prometo que seguiré esforzándome para mejorar.

¿Cómo iba a ser capaz de salvar a sus amigos si no podía actuar? No podía volver a repetirse.

También he aprendido que tenemos una responsabilidad con el resto de la gente. No todos tenemos la misma sensibilidad con la Fuerza y depende de los que la tenemos ayudar a los que no. Es por eso que debo esforzarme y mejorar. Cuando levantó la mirada la tenía llena de determinación y rabia.