Partida Rol por web

Unas horas después...

Ha atardecido. O algo parecido. La ciudad, que flota sobre la estrella, parece girar sobre esta de tal forma que cuando la noche llega, simplemente cubre con su sombra su luz. Es algo irreal, imperfecto, y maravilloso.

El cielo de Erean, de colores entre el naranja y el ocre, se oscurece pese a las llamaradas repentinas que iluminan por momentos la lejanía. La vista desde las alturas es sobrecogedora. La inmensa estrella parecía resistirse a permitir que Erean se sumiese en la oscuridad, manteniendo un brillo de un rojo mortecino que no terminaba de desaparecer. A lo lejos veis los límites de la ciudad, iluminados como los bordes de una luna durante un eclipse. Como si de olas rompiendo se tratase, veíais filamentos de luz adentrarse en ocasiones, iluminando algunas calles a su paso.

El pequeño aoerodeslizador volaba por encima de la torre más alta de la ciudad, a más de 2 Km de altura. Se bamboleaba una y otra vez por las violentas turbulencias que se producían a su alrededor. Se acercaba a la cima con Nico, Red, Lev, KP y Godot en su interior, todos fuertemente sujetos a los asientos. El panel de mando chillaba sin parar, iluminándose de un intenso rojo, mientras reportaba problemas de estabilidad, y en ocasiones de temperatura excesiva al cruzar algunas ráfagas de viento. En ocasiones incluso tocando las ventanas de la cabina podían notarlo.

El aterrizaje no iba a ser tarea fácil... la plataforma apenas tenía 5 metros de lado a lado, y una vez en el suelo debían ser rápidos. Sus ropas les brindaban protección, pero no podrían pasar demasiado tiempo en el exterior.

El cacharro se movía sacudido por el viento como si fuéramos en un pequeño barco en medio de una tormenta... Y sus controles no ayudaban, menos mal que no era la primera vez que tenia que domar a una fierecilla -eso me recuerda a una twilek que... Concéntrate Nico- me dije a mi mismo, mientras conseguía aterrizar en la plataforma.

- Ahora empieza lo difícil, tu primero grandullón -digo dando le un toque a Lev- Intenta no disparar a nadie hasta que yo llegue.

El aerodeslizador parecía estar seguro sobre la plataforma, pero me aseguraría de que quedaba bien fijado por Red y KP antes de apagar los motores y bajarme, al fin y al cabo es nuestro único salvavidas en esta "misión".

El deslizador tocó la plataforma, pero no lo hizo de forma suave. Golpeó el suelo con fuerza y dio varios botes hasta quedar quieto. En algunos momentos pareció a punto de caer por el borde, pero finalmente Nico consiguió dejarlo más o menos centrado. Estaba todo listo para salir... o eso parecía. Inmediatamente después de cortar la propulsión una ráfaga de viento caliente empezó a mover el deslizador hacia el borde de la plataforma, amenazando con tirarlo. Un golpe de propulsión lo mantuvo dentro, pero no había faltado mucho.

-Sugiero que no dejéis que el deslizador caiga torre abajo - comentó con cierta sorna tras haber pasado el viaje entero en silencio.

La misión había comenzado y un nudo se le había formado en el estómago a la copiloto. No en vano ellos se lo jugaban todo y de ellos dependía casi todo. Además no estaban en un lugar al uso de la mujer: barrios cochambrosos donde encontar lo peor de la sociedad y donde todo se mueve por dinero...el lugar perfecto para hacer negocios, por lo que se sentía un poco desubicada.

El viaje fue movido. Como había predicho la archiduquesa, el viento que reinaba en la zona era violento y azotaba todo lo que se alejaba del suelo. Ellos estaban en la última planta del edificio más alto, así que el viento allí era terrible. Sujetándose la mochila con una mano y al aerodeslizador con la otra, Red consiguió mantenerse dentro de la aeronave sin sufrir percances.

Cuando se aproximaron al edificio para atracar, Nico hizo de las suyas y "poso" la aeronave omo si tirara un saco de tierra al suelo. Tras esto su socio le hizo una petición que le resultó bastante extraña a la mujer. Red miró a Nico seriamente y levantó una ceja.

-¿Y con qué sugieres que lo ate y a dónde? Mira a ver si tiene un anclaje magnético, anda. -la mujer negó con la cabeza y luego bajó, cuidando de que el aire no se lallevara volando.

Lev permaneció bastante callado todo el viaje, salvo algún comentario de vez en cuando, pero sin adentrarse demasiado en ninguna charla. No por parte de Godot, puesto que no soltó palabra en todo el trayecto.

Lo que sí soltó Lev fue alguna palabra malsonante ante el agitado aterrizaje de Nico.

- Realmente no entiendo como pilotando así aun no estás muerto - soltó cuando finalizaron la maniobra - Bueno, chicos... y chica. Una vez fijado el deslizador, sugiero que nos metamos lo antes posible en la torre y salgamos de esta plataforma antes de morirnos.

En el momento que os alejáis un poco de la pasarela de la azotea, veis como cuatro diminutas compuertas se abren en el techo y de ellas salen cuatro torretas, protegidas con escudos. Las torretas comienzan a desplegarse y fijan con toda rapidez su objetivo sobre vuestra nave...

Quizás entonces recordáis que el plan era esperar a que el pequeño droide M1 os diese el aviso de haber desactivado las defensas del edificio. En todo caso, poco importa, porque estáis a punto de ser derribados antes de haber comenzado siquiera la operación. 

- Regla número uno - dijo dirigiéndose a Nico - Estar seguro que la zona es segura. Es la única que voy a explicarte, no creo que vivamos para poder dar la lección número dos.

Lev preparó el arma que les habían suministrado, pero decidió dar una oportunidad al pequeño droide para ver si podía desactivar esas defensas.

- Será mejor que demuestres que realmente eres tan buen piloto como alardeas, o no habremos podido ni siquiera aterrizar.

Me cago en la puta. Pienso mientras tiro de los mandos para volver al aire con el aerodeslizador y sacarnos del apuro.

- Callate Lev, es la segunda pelea que lucho a tu lado y sigues sin hacer un puñetero disparo, empiezo a pensar que realmente solo tienes de mandaloriano la chapa esa de la cabeza. No sabia muy bien si el viendo ahora era una maldición o una bendición pero intente utilizarlo para esquivar a las torretas.

- Red, metele prisa a tu amiguito, no me preocupan las torretas pero no quiero que suenen las alarmas.

Cuando los planes los hacen aficionados...

- Es que de mandaloriano sólo tengo la armadura, capitán. Tú mantenos vivos un poco más, la unidad droide está a punto de desactivar las torretas de defensa. - contestó Lev a Nico, haciendo referencia al mensaje de M1-D1.

El deslizador se movió con sutileza, levantándose ligeramente de la plataforma y evitando por centímetros las descargas laser de las torretas. La maniobra de Nico lo mantuvo muy muy cerca del lugar donde poco antes se había posado, pero seguíais siendo un blanco evidente y aun no habíais recibido una llamada diciéndoos que las torretas estaban desactivadas.

Tras lo que parece un pequeño barrido, parecen volver a fijaros. Por si fuera poco, notais como el deslizador comienza a temblar mientras una docena de indicadores del panel de mando comienzan a parpadear en rojos y naranjas. Una intentsísima y ardiente ráfaga de aire parecía estar alcanzándoos. 

Red, sentada en el puesto del compiloto, comezó a teclear datos en la computadora de a bordo para intentar corregir la oscilación de la nave por culpa del viento.

Mientras tecleaba, los haces láser de las torretas pasaban a escasos centímetros de la nave. Con su característica voz neutra apremió a sus compañeros para que también ayudaran.

-No es que lo tenga que decir yo, pues es evidente, pero si las torretas disparan es que no han sido desconectadas, con lo que sería de agradecer que alguno de los que vais atrás hiciérais algo al respecto.

No había nada de sutileza en sus palabras dirigidas tanto a Lev, como a Godot, como a KP, quienes parecían estar esperando a que todo pasara sin más.

Cuando fui a replicar a Lev la vibración y los instrumentos me alertaron de la ráfaga de viento que venia, agarre con ambas manos la palanca de control del aerodeslizador e intente hacerme con el control mientras esquivaba esas malditas torretas. Mierda, mierda, mierda.

- ¡Vamos a necesitar algo más de rapidez con la desconexion de esas torretas!

No estaba muy acostumbrado a los controles y no sabia como podía acabar esto si seguía jugando al tiro al pato con esas torretas...

- Maldita sea - masculló Lev - Al final vamos a morir todos.

Lev cogió su arma y se asomó del vehículo.

- Intenta aguantar este cacharro lo más estable posible, a ver si logro acertar...

Pero incluso para alguien tan acostumbrado a tirar la situación le superaba.

Nico se preparó para repetir su maniobra anterior,  cuando los instrumentos empezaron a alertar de la llegada de una fuerte ráfaga de aire. Agarró los mandos y fuerza, haciendo cálculos en su cabeza para compensar el empuje del viento, y en el último momento hizo girar la nave... pero algo ocurrió. Los instrumentos se callaron, la ráfaga nunca llegó. Nico movió la nave demasiado rápido, en una dirección diferente a la que pretendía. La nave se inclinó demasiado, rozando la superficie de la plataforma mientras avanzaba hacia una de las torretas. Chocó con la torreta, haciendo que el deslizador saliese rebotado sin control, en dirección al borde de la plataforma.

Lev se había preparado para para tratar de acabar con una de esas torretas. La tenía en su punto de mira cuando la fallida maniobra de Nico le hizo el perder el agarre, y el posterior choque hizo que saliese despedido fuera de la cabina, cayendo sobre el lateral del deslizador.

El deslizador se dirigía sin control hacia el límite de la plataforma, y las torretas entonces dispararon. Las descargas laser impactaron de lleno, haciendo saltar por los aires parte de las placas de la carrocería, dejando a la vista el motor y circuitos. Un disparo más los freiría sin duda. Lev peleaba por mantenerse colgado del lateral de la nave. A sus pies estaba aun la plataforma, pero se movían a gran velocidad.

Debían hacer algo, o en pocos segundos caerían todos al vacío. 

- ¿PERO SE PUEDE SABER QUE ESTÁIS HACIENDO? - Lev gritó mientras lidiaba para mantenerse agarrado al vehículo.

Maldijo la hora en que había decidido hacerse el valiente y asomarse para disparar a las torretas. Pero no era momento de lamentaciones, tenían que actuar rápido o realmente iban a morir todos.

- ¡Meteos para adentro de la plataforma, debemos evitar caernos!

El impacto de las torretas dejo casi fritos los controles, intente reiniciar los motores del aerodeslizador pero el vehículo ya no respondía a mis ordenes, rápidamente me gire hacia la tripulación y les grite:

- ¡Saltar a la plataforma! ¡Ya!

Mientras todos salían intente controlar lo mejor que pude la nave quedándome en ella hasta el final... Con un poco de suerte la altura me dará tiempo y podré recuperar nuestro único medio de transporte. Pensé mientras veía como el final de la plataforma se me acercaba sin remedio.

De mal a peor. El viento reinante hacía de las suyas. Tan pronto se volvía huracanado como dejada de reinar calmando la convulsa tormenta de aire en una calma impropia de aquella altura. Era todo una locura y más si intentabas controlar un aerodeslizador para atracarlo en lo alto de una torre.

Tras intentar controlar la situación Nico lo que consiguió fue chocar contra las estructura y las torretas que lanzaban haces láser contra ellos.

Entonces Nico les ordenó que saltaran a la plataforma. Nunca antes le había dicho que abandonara la nave y eso que se habían enfrentado a situaciones muy complicadas. Eso era síntoma inequívoco de que el aerodeslizador estaba perdido.

Sin rechistar la mujer saltó hacia la plataforma siguiendo las órdenes de su socio. Pero esperaba que les diera tiempo a los demás saltar.

Nico consiguió mantener el deslizador enderezado, pero no frenar el avance hacia el abismo. Arrastrándose por la plataforma, haciendo que saltasen chispas por todas partes, la nave parecía negarse a reaccionar. En apenas unos instantes, si nada lo remediaba, caería torre abajo.

Mientras Lev peleaba por mantenerse, vio como Red pasaba a toda velocidad a su lado, saltando hacia la plataforma. Rodó sobre el suelo, con la fortuna o habilidad suficiente para llevarse solo alguna magulladura. La siguió Godot, que en un rápido movimiento saltó tras ella y aterrizó con dificultad pero evitando también sufrir un fuerte golpe. 

Quedaban instantes para que la nave cayese. Nico seguía a los mandos, Lev aun se mantenía colgado de la cabina. Desde la plataforma las torretas parecían listas para disparar. El tiempo se había agotado.  

Al ver que los demás saltaban del vehículo, Lev entendió que tal vez era la mejor opción de todas. Sin más preámbulos, se soltó del vehículo y siguió a sus compañeros en el salto a la superficie de la plataforma. Confiaba en que la armadura le protegería de cualquier golpe que pudiera darse al chocar con el suelo.

- ¡Vamos! - gritó al piloto antes de saltar -¡Esto se va para abajo, salta!