Partida Rol por web

Red entró en el ascensor y miró si había cámaras. Esperaba que M1 las hubira desactivado en caso de haberlas. Pero por si acaso entro y miró.

Luego esperó a que sus compañeros entraran y luego les habló.

-Supongo que la siguiente planta nos encontraremos más de lo mismo, así que nos tenemos que organizar -dijo para que tuvieran claro qué hacer-. Mientras Godot se encarga de uno, el de la izquierda, por ejemplo, los demás acabamos con el de la derecha. Seguimos en modo aturdir y disparos al pecho. Por favor que no vuelva a pasar lo del piso anterior...no puede haber más muertes.

Dicho esto la mujer revisó su arma para ver si estaba como debía y luego esperó a ver qué opinaban sus compañeros.

- Ya... bueno, son cosas que pasan.- dijo Lev ante los reproches de sus compañeros.

Se había enfrentado a muchas situaciones y a veces esos desenlaces eran inevitables. Obvió más respuestas, lo hecho, hecho estaba y debían seguir adelante con la misión.

Subí al ascensor junto al resto y asentí ante las palabras de Red, no sabia muy bien porque había sido tan dura pero supongo que era su modo de llevar la perdida de un compañero, no es que lo estuviera digiriendo perfectamente, pero decidí guardarme la bromilla para otro momento y revise mi arma al igual que mi compañera mientras el ascensor estaba listo para bajar a la planta 260.

El recorrido hasta la planta 260 no fue largo. Aun así fue suficiente para que se generase un silencio incómodo que Godot rompió a mitad de trayecto mascullando Tengo un mal presentimiento... No sabíais como estaban yendo las cosas abajo, pero sí que por vuestro lado nada estaba saliendo según el plan. El ascensor os dejó a varias plantas de distancia, desde allí caminasteis siguiendo el mapa que os habían dado. No había perdida.

La planta 260 era la planta en la que se guardaban los tesoros reales. Sabíais que tenía unos 50 metros de radio, y que no había manera de conectarse desde fuera. Las defensas estarían activadas, y habría patrullas.

Entrasteis por una puerta lateral, y os encontrasteis una sala circular de gran tamaño, con una altura mayor que cualquiera de las plantas que habíais cruzado. Puertas en multitud de direcciones, vitrinas repletas de joyas y esculturas, y cuadros en las paredes. Una auténtica selva de tesoros, una impresionante muestra de lujo, y al fondo delante de vosotros la pared tras la que se encontraba la cámara que guardaba la reliquia.

En aquel momento no veíais guardias, pero podrían estar en alguna de las salas contiguas.

Tras recorrer unos pasillos de la planta 260, por fin llegaron a la sala del tesoro. Red se adelantó a sus compañeros y se puso a buscar un terminal donde conectarse.  Sabía que ahí ibana estar solos, que no recibirían ayuda desde el exterior como lo estaba haciendo M1. Así que era su hora.

La mujer se puso a buscar el terminal, pero también miraba los posibles sistemas de seguridad que su entrenada mente pudiera detectar: cámaras,  micrófonos,  sensores de ruido o movimiento,... cualquier cosa. Y para no perder tiempo, mientras buscaba y miraba, sacó de su mochila el ordenador que le dieron en la casa de la archiduquesa y le conectó un cable para enchufarlo a un terminal cuando lo encontraran.

- Esto parece demasiado tranquilo...

El instinto de Lev le decía que algo pasaría. Desconfiaba de que una sala tan importante no estuviera más vigilada.

- No hay guardias, ni nadie vigilando la sala... esto no me gusta. Debe haber algún sistema de protección automatizado. Será mejor movernos con mucha precaución.

Nico seguía de cerca a su compañera Red, cubriendo las espaldas de su técnica aunque ella pudiera cuidarse sola. O eso se cree ella. Pistola en mano le ayudo a buscar un terminal desde el que desplegar su magia, ahora todo dependía de ella...

- Shhh

Realice la señal universal de guardar silencio a Lev cuando levanto la voz para avisarnos del peligro inminente, si había seguridad o no el sigilo es crucial.

Red y Nico avanzaron hacia el interior de la sala en busca de una terminal. No comenzó a sonar ninguna alarma ni apareció ninguna torreta. Buscaron una terminal, pero no había ninguna a la vista. Lo que vieron tras buscar a fondo fue que uno de los cuadros de la pared podía deslizarse hacia un lado. Estaba colgado en la misma pared en la que debería estar la entrada a la cámara a la que os dirigíais. La terminal podría estar ahí detrás. 

Mientras buscaban, comenzaron a oir voces en una habitación contigua. Parecían dos personas conversando.  

Mientras nos acercábamos al cuadro le hice señas a Red para que me dejara mirar a mi primero, al fin y al cabo era demasiado cliché como para que no tuviera algún tipo de trampa, inspeccione lo mejor que pude sin hacer ruido el cuadro y la pared que tenía detrás y si no encontraba nada peligroso lo desplazaría para que mi compañera pudiera conectarse a algo y salir de allí lo antes posible...

Las cosas no parecen ir bien en ninguno de los dos frentes, sera mejor darnos prisa.

Pensé mientras miraba el cuadro.

Red se acercó con Nico al cuadro. Sin tocarlo en un principio miró a ver si había algún sensor o alguna alarma que pudiera saltar nada más tocarlo, para pasar a moverlo y descolgarlo si es que no había nada.

Pero lo que más le inquietaba a la mujer eran aquellas voces que se oían en el cuarto de al lado. Sin duda alguna había un par de personas hablando. Y si entraban en aquella sala les pillarían con las manos en la masa.

Cuando Nico hubo terminado su escrutinio, le hizo una seña para que él y Lev se fueran a proteger la entrada por donde se oían las voces. Si entraban quería que por lo menos tuvieran la ventaja de su lado.

Ante la seña de Red, Lev asintió con un ademán de la cabeza. Puso su arma en modo aturdir y se dirigió con sigilo a la entrada. Intentó agudizar su oído para ver si lograba escuchar de qué estaban hablando.

Movisteis el cuadro mientras Lev trataba de escuchar lo que ocurría en la habitación contigua. En cuanto lo empujasteis comenzó a deslizarse hacia un lado. No hubo alarmas. Tras el cuadro apareció un terminal, con una conexión en su lateral. Parecía a punto, un poquito más y tendríais acceso a la habitación. 

Escuchas con atención tratando de averiguar que es lo que dices las voces. Reconoces algunas palabras, reconoces algunas frases... y de pronto tras unos segundos te parece que se empiezan a repetir. Las mismas frases, otra vez. 

Red escruto el terminal con la conexión, no quería conectarse sin comprobar que era seguro. Más valía perder unos segundos que perder toda la misión. Tras esa comprobación la técnico sacó su ordenador y lo conetó al terminal y comenzó a teclear comandos para poder entrar en la cámara principal donde estarían ubicadas las joyas.

Esto le llevaría un rato y no necesitaba a nadie que le ayudara y así se lo hico saber a Nico.

-Nico ayuda a Lev, o mira en la puerta que no venga nadie. Aquí no te necesito -dijo fríamente pero sin que sonara despectivo ni ofensivo, como solo ella era capaz de hablar y como solía hacerlo casi siempre.

Lev permaneció atento a las palabras y frases que oía.

- Esto no me gusta nada - comentó a sus compañeros - Parece como si fuera una grabación en bucle... Red, date prisa con eso, debemos irnos de aquí lo antes posible.

Nico se aproximo a Lev para comprobar lo que sugería y escucho a través de la puerta la conversación que ocurría al otro lado, con un ojo siempre puesto en su tenaz compañera.

Esta misión no puede ser más extraña... Solo falta que se abra una puerta secreta con droides de combate listos para acribillarnos.

El pensamiento le dio un escalofrío a Nico e inmediatamente dejo de intentar escuchar para buscar más compartimentos o puertas escondidas en aquel pasillo.

Quizá hubiese sido la fuerza la que alertó a Nico, o quizá era simplemente inevitable, pero no tardó en darse cuenta de que tenía razón. No se trató de una puerta escondida, sino de la misma entrada por la que habían llegado. Mientras el capitán buscaba, y el soldado se mantenía alerta; mientras la ingeniera trataba de conectarse a la terminal, escucharon pasos metálicos llegando por el camino del que habían venido. Todos encontraron lo que buscaban, pero no tuvieron tiempo de aprovecharlo. 

Nico y Lev apenas tuvieron tiempo de darse la vuelta y buscar una mínima cobertura, Red ni siquiera de desconectarse. La puerta que daba a la cámara de la reliquia se abrió, e instantes después tres hombres entraron por el mismo lugar por el que poco antes vosotros lo habíais hecho. Dos miembros de la seguridad de palacio, y a su lado un oficial imperial. Los dos guardias llevaban sus rifles en la mano, mientras el oficial imperial no lleva armas a la vista. 

-Les dije que las ratas estarían aquí -  parece calmado, casi os da la sensación de que sonríe al ver la puerta de la cámara abierta - Con las manos en la masa... 

-¡Alto! ¡Tiren las armas! – exclamó uno de los soldados mientras os apunta. Parece estar al mando - ¡Quedan detenidos en nombre de la reina!

Entonces, en los laterales, se abren dos puertas. Una de ellas, la puerta por la que Lev había escuchado ruidos extraños. Dos droides de combate aparecen, uno por cada puerta. Son más altos que vosotros, mucho más grandes de lo que era KP-CHA. En cuanto os detectan, los dos levantan las armas apuntándoos.