Partida Rol por web

13:30 Fuente central de la planta 56. 

2 días después del atentado 

Curiosamente, parecían que estaban arreglando o modificando la fuente. Un montón de gente que paseaba por allí miraba con curiosidad el nuevo aplique, que no era mas que una pirámide de un verde mármol cuyo pico estaba todo por un aro de metal, y en su interior, un reloj de arena. 

El ambiente estaba raro, había cierta incomodidad en la zona. 

Uno de los operarios, de los tres que había, desenganchó la toma de agua que ahora se mostraba al haber levantado una losa del suelo cercana a la fuente. Estaba todo bastante señalizado. 

Moss había pasado por casa para recoger su gastada chaqueta y un paquete de cigarrillos.Aún así llegó antes de la hora acordada pensando en algunas cosas mientras fumaba con lentitud. Detuvo su avance de golpe algo desorientado por lo que estaba viendo

Miró alrededor y buscó algún operario que tuviera cara de querer hablar. Esas cosas se notaban, aquel que buscaba cualquier excusa para pararse, rostro normalmente hastiado, o aquel que siempre da conversación a los compañeros, retrasando el trabajo.

Tras localizarlo y sortear las señales para no poner nada en riesgo y como respeto a los que si trabajaban, se acercó a él con parsimonia - Hace apenas una semana estuve aquí... Si que se ha tenido que joder algo gordo para cambiar la fuente ¿No? - parecia que hablaba al aire pero no.

No fue el hastiado si no uno que había por allí, con cara de nuevo, aun con ilusión en lo que hacía- Es de un concurso, cada cinco años se hace un concurso de esculturas, la que gane se coloca en algún sitio del complejo. Este año se ha decidido simplemente colocarla en otro lugar, en la fuente, no cambiará demasiado, solo que tendrá algo en el centro- señaló la estatua, del tamaño de una persona- ¿le gusta?

Dió una calada más al cigarro y se llevó las manos a la espalda con cuidado de no quemarse mientras sonreia con amabilidad

- Me gustan las cosas más ornamentadas, pero... no está mal. ¿Porque una pirámide? ¿Tiene algún mensaje el reloj de arena en la punta? - miró a su alrededor por si veia aparecer algún joven antes de volver a centrarse en el operario. Justo en ese momento se quedó paralizado ¿no le habia enseñado Hilv una foto de aquella estatua?

- ¿Entonces ésta escultura ya ganó el concurso? Es que no me ha quedado muy claro - se rascó la nuca fingiendo cierto embarazo, pero tenia que asegurarse que habia entendido bien lo que le decia.
 

No estaba siendo su mejor día, ni de lejos, aunque por supuesto los había tenido mucho peores.

Tras respetar el deseo de Marko, la chica había regresado a su apartamento, se había dado una ducha, y se había puesto unos vaqueros cómodos de color azul y una camiseta de manga larga de color rojo, no muy gruesa, con una capucha que no llevaba puesta cuando apareció en el lugar en el que había quedado con Moss unos pocos minutos más tarde de la hora acordada.

Caminaba un poco más despacio de lo que en ella era habitual, y ligeramente encorvada, como si cargara peso. Levantó la mirada y localizó enseguida al enfermero, aunque luego sus ojos se desviaron hacia las obras, y más concretamente hacia el reloj de arena... ¿es el mismo? Sacó su teléfono y comparó la fotografía con la escultura mientras terminaba de recorrer la distancia que lo separaba de Moss.

Hola...

Saludo a su amigo y al otro tipo con el que estaba hablando guardando de nuevo su móvil en el bolsillo delantero izquierdo del pantalón mirando el dichoso reloj que tenía delante...

Moss ni siquiera se movió del sitio. No la miró ni reaccionó a su saludo en un primer momento pero si sonrió internamente. Estaba bien y eso lo reconfortaba. Esperó a que el operario le contestara para fijar su mirada en la fuente y hablar

- No ha llegado aún. No se si será bueno que nos vea juntos. - se dió la vuelta para poder mirar el resto del lugar mientras echaba un rápido vistazo al reloj de su muñeca para luego volver a echar otro vistazo alrededor.

- Haz como si te fueras... pero quedate cerca -

Hilv se quedó mirando con extrañeza a Moss durante unos segundos... y luego se llevó a la frente dándose un pequeño golpe hostia es verdad se dijo maldiciendo por haber sido tan lerda y estar distraída.

Volvió a sacar el móvil y se lo llevo a la oreja fingiendo que hacia una llamada, obteniendo con ello una excusa para apartarse del lado del enfermero, y buscando un sitio en el que obtuviera una buena visual del mismo pero a ser posible con ella bastante más escondida.

Al pobre muchacho solo le dio tiempo de asentir antes que Hilv llegase y por lo tanto, Moss cortase la conversación con él. Se marchó a seguir trabajando, cargando con una de las bolsas de mezcla. 

Hilv hizo como si estuviese a otra cosa, y Moss esperó a que la cita apareciese. Lo cual ocurrió apenas dos minutos después, aunque no como los dos querrían. 

Menuda casualidad- se acercó directamente a Hilv con esa sonrisa tranquila. Llevaba unos pantalones de deporte azules marino y una sudadera negra de manga corta, pero con capucha- ¿Qué tal estás? ¿Mejor?- Se quedó a dos pasos de ella, sin invadir su espacio vital. 

El actuaba con naturalidad. 

El hombre se quedó descolocado. Aunque quizás no era el mismo chico que esperaba. Aún así, buscó un buen lugar desde donde pudiera ver a Hilv y a aquel joven y también estar visible por si resultaba que "no era su cita" y la de verdad aparecia.

Se encendió otro cigarrillo con naturalidad mientras esperaba a ver que sucedia a continuación.

¿Por qué coño se ríe de esa manera?

La chica no había podido alejarse, había estado torpe y no había sabido interpretar que Moss había conseguido encontrar al chico y quedar con él. Había sido un poco idiota, pero eran demasiadas cosas en los últimos días.

¿Qué hostias estás diciendo? No gritó pero su mirada se había afilado sobre él y su gesto se había crispado ¿Qué si estoy mejor? ¿Qué coño me diste? Ella si que invadió el espacio vital del chico dándole un empujón con su mano izquierda en el pecho ¿Qué me has hecho? No recordaba encontrarse mal, aparte del ataque !Tres putos días! Le dijo poniéndole tres dedos de su mano derecha justo delante de sus ojos !Tres putos días que no recuerdo después de ir contigo y tú estúpido disfraz! Ella también actuaba con naturalidad, por supuesto, era lo natural tener ganas de sacarle los ojos a alguien que la había drogado o algo peor.

Algunos de los transeúntes se empezaron a fijar en la escena de Hilv con el chico. Uno de los trabajadores prestó especial atención, al gritar la chica. 

¿Qué?- Miró a la que le acusaba- Viniste a mi casa, estuvimos un rato y te fuiste, ¿como que tres días?- La sombra de incomprensión se tornó preocupación- ¿Estás bien?¿tienes algo?- Dio un paso hacia ella, alargando la mano para apoyarla en el hombro, ignorando esos tres dedos. 

Si claro... el tono dejaba claro que no lo creía en absoluto ni siquiera mi acuerdo de como es tu casa ni de donde es... le apartó la mano con brusquedad cuando este intento apoyarla en su hombro !no me toques! Le advirtió con una chispa de furia brillando en su mirada, conteniendo de momento las ganas de abofetearlo, ella no tenía ninguna duda de quien era el culpable de su amnesia, ninguna.

No te hagas el gilipollas le advirtió, dedo en alto nuevamente, esta vez señalándole ya me hiciste una cosa rara en el observatorio le recordó y yo como una idiota voy y me fio de ti a pesar de que todo el mundo me decía que tuviera cuidado contigo donde todo el mundo era una persona, pero eso él no tenía porque saberlo !pero ya no cuela! Volvió a subir el tono de voz, visiblemente nerviosa, porque no quería ni plantearse que él no había tenido nada que ver...así que dime de una puta vez que coño me diste... recuerdo haber bebido algo... y luego frunció el ceño, afilando la mirada luego esa sensación... la misma que cuando me besaste aquel día, !así que no me jodas y no me digas que no tienes nada que ver! Ya estaba bien de que la tratara como una una niñata imbécil.

Todas las alarmas de Moss se encendieron, pero la edad es un grado y no se iba a dejar arrastrar por sus primeros impulsos e impresiones como cuando era joven. Aún así se plantó en pocas zancadas al lado de Hilv y colocó sus manos sobre sus hombros. Primero, para que supiera que él estaba allí, y segundo, para que no cometiera una estupidez.

Sabía que en esos momentos no lo entenderia, pero si se liaba a golpes, las autoridades de TITAN no solian ser amables ni comprensivas*

- Creo que es mejor que hablemos esto en un lugar tranquilo. La gente nos mira - miró al chico con seriedad pero su tono era conciliador para demostrar que le daba una oportunidad para explicarse - así este joven podrá decirte exactamente que pasó hace tres dias, ¿verdad? - remarcó el número tres para que viera que sabía de que iba el tema mientras lo miraba a los ojos.

El gesto brusco de Hilv le hizo fruncir el ceño, pero casi de inmediato volvió la sonrisa, ahora un poco mas descompuesta- ¿qu- no le dio tiempo a hablar, la muchacha estaba muy enfadada con él. 

La actuación de Moss hizo que el chico diese un paso atrás y os mirase con seriedad- ¿Me estáis acusando de algo?- Miró al hombre mayor- ¿Es usted quien me ha llamado hace un rato para interesarse por una fiesta de cumpleaños?- Se cruzó de brazos- una encerrona...vale. No te tenía por ese tipo de persona Hilv

La gente se empezaba a acercar, y la tensión aumentaba en el ambiente. Al menos una docena de personas observaban a Hilv con lupa, y otras tantas a los otros dos. 

¿Una encerrona? ¿Encima? ¿en serio pregunta si le estoy acusando de algo? No sé como te llamas, no recuerdo donde vives y no tengo ni tú teléfono... sólo intentaba localizarte... encima voy a ser yo ahora la mala y culpable volvió a fruncir el ceño, y se quitó de encima las manos de Moss tras mirarlo asintiendo ligeramente con la cabeza.

Uno... dos... respira...respira... tres... cuatro...

Vamos a otro sitio dijo finalmente, parecía un poco más calmada, pero seguía teniendo esa expresión de mala hostia con la frente arrugada y ese brillo en los ojos sólo quiero saber que ha sucedido haciendo un esfuerzo para parecer tranquila, aunque no lo estaba en absoluto, pero no quería tener público ¿acaso la gente no tenía vida propia? ¿Qué pasa con vosotros? Dijo refiriéndose a todos los puñeteros cotillas que parecían no tener nada mejor que hacer que meterse en una cosa que no les importaba en absoluto se acabó el espectáculo joder con la gente. Se volvió a centrar en el chico... venga, hablemos mientras comemos alguna cosa añadió en modo conciliador, un poco fingido, todo sea dicho, pero no estaba resultando en absoluto un día nada fácil, demasiadas emociones, joder, estaba rebozando de emociones, y le estaba costando mucho gestionarlas.

Mientras la joven espantaba al público civil el hombre aprovechó para dirigirse al muchacho de pelo largo - Te llamé yo sin consultar con ella... No recuerda nada y estaba preocupado. Solo queremos respuestas. Te pido disculpas si no han sido las formas - sonrió con calma, como siempre, y se apartó un poco de Hilv para dejarle espacio, pero también para estar un poco más cerca del chico, por si le daba por salir corriendo, aunque su gesto no fue amenazante en ningún momento ni parecia intencionado.