Partida Rol por web

Las celdas no es que fuesen extremadamente bonitas, no al menos en las que os metieron, donde aparte de un banco poco mullido había una especie de cama no como en las películas pero poco le faltaba. Había un lavamanos y in inodoro a la vista en una esquina. Todo era de plástico o materiales muy dificiles de romper y las luces eran blancas sobre vuestras cabezas. 

Tenía pinta de que estábais en un lio. 

El chico se estiró nada mas os dejaron dentro sin esposas y miró hacia la puerta transparente, como la pared que daba al pasillo donde había 3 celdas mas como estas. Todas vacías. 

Metió las manos en los bolsillos del pantalón y esperó. 

¿Qué os iba a pasar? No tenías ni idea. 

2 días después del atentado  14:30 Fuente central de la planta 56. 

Con mano ligeramente temblorosa, Moss buscó el número que le habia dado la doctora y lo marcó

- ¿Mona? Soy Moss - la voz le salió atragantada mientras se pasaba desesperado los dedos por las rastas que decoraban su cabeza - Yo.... te necesito de nuevo... - le salió una risa nerviosa mientras sentia el desanimo planeando por encima de él - me acabo de enterar que un amigo está en el hospital pero no se en cual - cerró la boca sintiendo el nudo en la garganta. Con todo lo sucedido con Hilv y ahora lo de... - Alejo. Alejo Pentapedes se llama... porfavor....dime que puedes localizarlo - sabia que le estaba pidiendo demasiado, que apenas la conocia, pero no tenia a nadie más a quien aferrarse...

Para cuando llegó a la celda, sus ganas de pelear se había evaporado, aunque todavía no había llegado al estado en el que empezaba a preocuparse por su situación. Se frotó las muñecas, era la segunda vez que la esposaban en su vida, aunque según su opinión, la primera en la que se lo mereció. La otra había sido un malentendido, ella podía ser muchas cosas, pero nunca una ladrona como le acusó aquella gilipollas resentida y envidiosa.

Se dejó caer sobre el banco, y tuvo que hacer un esfuerzo por mirar al chico, la sangre de la camiseta, las gotas que salpicaban su propia prenda... lo siento...volvió a disculparse perdí el control dijo con tristeza han sido demasiadas cosas...pero eso no es excusa para mi comportamiento asumió con humildad, algo que si le habían enseñado sus padres cuando sus éxitos amenazaron con subirsele demasiado a la cabeza.

¿Se puede saber por qué atacaste a esa cosa?

Preguntó sin poder evitarlo, no tenía sentido alguno para ella.

2 días después del atentado  14:35 Fuente central de la planta 56. 

Hola!- La voz cantarina de la muchacha sonó al otro lado cuando le dijiste quien eras o cuando se acordó de ti- Vale, si, dame un momento...

Alejo...Penta ah si! Pues, ahora mismo no puedes ir a verlo. Le están operando. Se ve que ha tenido una caída bastante fea- se hizo un pequeño silencio- pero puedo apuntar que has llamado para que mañana se pongan en contacto contigo. No se aun donde lo van a dejar, supongo que en el hospital en activo para niveles inferiores. 

No había perdido esa sonrisa que se ensanchó cuando lo miraste al fin.- No es la primera vez que me rompen la nariz- el tono era gracioso, tenía taponadas las fosas nasales. Se miró la ropa, las manos, luego las tuyas y las manchas que también tenías.- Lo que es cierto es que no deberíais de haberme hecho una encerrona- se levantó empezando a dar un paseo por la "celda" mirando hacia fuera un par de veces. 

Bueno- se sacó un pañuelo de un bolsillo, de tela y se empezó a lavar con saliva y cuidado los alrededores y la zona- este es el momento perfecto para terminar lo que se empezó. Me lo has puesto bastante fácil- y parecía tan alegre. 

Las luces se atenuaron ligeramente, creando sombras donde antes no las había por la cantidad de luz que había. 

Dos días después del atentado. ¿Cárcel?. Mediodía.

¿Por qué se ríe?

No tuve nada que ver en esa encerrona se defendió, era la verdad yo lo único que quería era encontrarte, para que me aclararás las cosas joder, tenía que haberle pedido el teléfono, o él a ella, que era lo más lógico... resopló con frustración, ese chico estaba loco.

¿Lo qué empezamos? ?Puesto fácil?

!Eh! !Eh! Se acercó a él, para cogerlo del brazo, pero no llegó a hacerlo, no fue capaz ¿qué estás haciendo? ¿Terminar el qué? ¿Qué coño pasa con las luces? ¿No te he dicho que no me acuerdo de nada de lo que ha sucedido en los últimos tres días? Aquello le estaba dando muy mal rollo, en realidad se estaba acojonando a pasos agigantados tío, en serio, para, explicame que haces por favor le pidió con un tono mucho más asustado de lo que pretendía.

2 días después del atentado  14:35 Fuente central de la planta 56.

Moss se llevó una mano a la garganta sintiendo como se ahogaba entre las emociones que lo desgarraban por dentro. Primero lo de Hilv y ahora esto... Queria gritar a pleno pulmón, pero en lugar de eso comenzó a sollozar bajito. Tuvo que hacer acopio de toda su fuerza de voluntad al recordar que estaba Mona al teléfono

- Perdona - se limpió las lágrimas con la manga de su camisa. - ¿Hay algún problema para que me quede en la sala de espera? No me importa dormir en una silla de plástico. Yo... no podria irme a casa - su voz sonaba derrotada mientras esperaba la respuesta - Gracias Mona -

Cuando lo fuiste a tocar sus ojos eran negros como el abismo, se giró para mirarte con la misma sonrisa. Y se acercó un paso. Solo uno, que pareció resonar por completo en la sala. Notaste como tras la piel, había manchitas...no...no eran...eran ..¿las venas? ¿La sangre? 

- Me lo has puesto muy fácil para quedarme junto a ti a solas en un ambiente cerrado- Hasta la voz era ligeramente cascada- dime Larter, ¿ Cómo te sientes en un cuerpo que jamás volverá a tener un ataque si me sigues?- Pestañeó y volvió a la normalidad, el aura de terror se dispersó demasiado rápido. 

Aunque si te quedas conmigo- te miró con cierto cariño velado- podría curarte ¿sabes?- una tenue sonrisa, cargada de seguridad pero con cierto amor. 

Dos días después del atentado. ¿Cárcel? Mediodia.

Hilv retrocedió de manera instintiva. No podía apartar la mirada de él, asustada e hipnotizada por lo que estaba sucediendo ¿qué? Dios... fue una súplica más que una expresión.

Quedarnos a solas en un ambiente cerrado...si eso no suena siniestro...

Fascinada y con expresión de repulsa, su voz la traspasó, intentando asimilar el significado de sus palabras, aunque demasiado aterrada como para decir nada, al menos hasta que parte de aquella “ilusión” ¿por qué ha sido una ilusión? Has estado en otro mundo... desapareció.

Un escalofrío recorrió su cuerpo.

¿Qué eres? O ¿quién eres? No sabía como preguntarlo, y el caso es que la forma cariñosa, hasta amorosa de mirarlo, casi le dio más miedo que la versión ojos negros del chico no sé de lo que hablas... sin darse cuenta había ido retrocediendo hasta tocar con la pared No Hilv, ya hemos pasado por esto, ya hemos pasado por esto... no digas eso, ¿me oyes? No lo digas... su cuerpo se irguió, adoptando aquella pose de desafío que lucía tan a menudo, pero esta vez la voz quebrada le quitaba fuerza.

¿Qué quieres de mi?

No tener ni idea la descolocaba.

¿Ein?- Frunció el ceño- Yo lo que quiero es que después de esto me invites a un helado- sonrió desde su posición en la cama, bastante mas lejos de donde estaba antes.

Y cuando creías que todo quizás había sido un error, lo volvías a tener pegado a ti por un lateral, sin que se hubiese movido, tu solo habías pestañeado- ¿Quieres ser como una persona normal? Con tus defectos y virtudes claro- los ojos de nuevo.- Como que me revientes la nariz- pero estaba sana, no tenía una forma un poco aplastada, pero si los restos de sangre. 

Otra voz desde la cama, esta vez ni habías pestañeado y ahí estaba, lejos de nuevo- Se puede hacer esto de dos formas, o bien me dejas que te cure y a su vez recibes algunos regalos a cambio, o lo hacemos por las malas y morirás seguramente- alzó las manos levantándose del asiento- Pero un cosa es cierta, si yo estoy aquí, es porque tu te acercaste a mi. Así que esto, empezó por ti, y acabará por ti. Me caes bien, no lo niego, tienes fuerza y coraje, eres hábil, pero demasiado blanda en un mundo como el que se avecina. 

¿Qué le invite a un helado?

La expresión de perplejidad de la chica se veía hasta sin luz. Luego su mirada lo siguió, o lo intentó al menos, mientras parecía teleportarse de un sitio a otro y como crecía de nuevo en su interior aquella incómoda sensación de inquietud ¿Se ha curado la nariz? La cosa era que seguía sin contestar a sus preguntas, esquivándolas, diciendo cosas sin sentido... hasta que la amenazó...

¿Me estás amenazando? Se giró hacía él no te tengo miedo dijo con la esperanza de que su mentira sonara convincente y no me acerqué a ti... fuíste tú quien se acercó a mí... dos veces... recordaba su primer encuentro, raro de la leche, pero este de ahora no tenía ni un poquito que envidiarle.

Y no soy blanda... le rebatió con gesto enfurruñado. Estaba intentando esquivar el quid de la cuestión, las palabras curación y muerte, algo para lo que no estaba preparada, ¿o sí? Por favor... suspiró no sé de lo que me hablas, dices que puedes curarme... mentiroso que me deje, pero dices que sino me dejo moriré al hacerlo por las malas, pero, ¿hacer el qué? ¿no se daba cuenta de que sonaba con un chiflado? Pero se ha movido rápido, y se ha curado... ¿y si no quiero que hagas nada? Parecía que no le estaba dando esa opción, y eso la preocupó ¿y qué mundo se avecina? No te entiendo... ojalá fuera más lista, o él estuviera menos loco.

Pestañeó confuso- pero si ya lo hiciste, ya lo empezaste tu sola.- Miró al suelo llevándose las manos a los bolsillos.

Muchas veces no nos damos cuenta de lo que pedimos hasta que no lo tenemos, o en tu caso, bueno, digamos que lo estabas pidiendo a gritos con la frustración que emanas. Algunos podemos olerla- Te volvió a mirar.- Sois una civilización aquí dentro peculiar, con tanto miedo, al cambio, a lo malo, incluso a lo bueno. Vivís continuamente en una situación de indefensión que creáis vosotros mismos total. 

Te ofreció la mano- Vendrá uno, mas oscuro, donde quizás el sol jamás salga de nuevo, y tras ese, vendrá el olvido, empezarás a olvidarte poco a poco de los recuerdos de tus seres queridos, o quizás, directamente un día, Pof, desaparezcan de la existencia y de tu mente.- Sonrió levemente- a no ser que te unas, y si te unes, no los olvidarás jamás.

Mientras más hablaba, menos comprendía. Este hecho se reflejó en la expresión de la chica, digna del mismísimo Homer Simpson cuando alguien intenta explicarle algo complejo.

Y encima se ponía a filosofar sobre civilizaciones, oler no sé que de frustraciones y situación de indifensión, y lo más gracioso de todo es que se sorprendía de que Hilv no lo entendiera.

No cogió su mano, ni de coña, de hecho seguía pegada a la pared, como si esta pudiera ofrecerle algún tipo de protección.

A ver... intentó aclararse, la ignorancia mantenía ahora a ralla el miedo voy a intentar explicarte de lo que me he enterado aunque suene a locura resopló como si aquello no tuviera sentido, debía ser al revés, pero bueno y por favor, contesta si o no, o algo que pueda comprender, siento no tener siete títulos universitarios añadió con ironía antes proceder a enumerar su “lista”...

Dices que vendrá un mundo más oscuro ha visto demasiadas películas ¿en los próximos meses? Esa era la primera cosa de la lista por tus palabras, y por las cosas que haces, parece que no eres una persona normal, puede que ni siquiera seas humano, o al menos no del todo segunda cosa me estas pidiendo que me una a algún tipo de secta, grupo, o lo que sea a lo que perteneces, y que si me uno, me curaré... pero no cuentas nada sobre ese grupo u otras posibles consecuencias de tan feliz unión la tercera cosa sino quiero unirme voluntariamente, me dices que lo haré por las malas, y que moriré en el intento esta no era la mejor de las opciones y bueno, antes de entrar en Titán te hubiera dicho que estás como una cabra y que no me creo nada de lo que dices, pero te he visto hacer cosas raras, así que...voy a suponer que no estás más chiflado que yo... sin esa premisa no podía seguir adelante.

Si o no por favor a esas preguntas... luego que volviera a soltarle el rollo que quisiera.

Te miró con lástima, como se mira a un perro que ha estado mucho tiempo contigo y sabes que le queda poco tiempo- Lo irás descubriendo, la cuestión es si lo harás porque quieres, o porque llegue. 

Ahora tienes al menos la elección de decir que si- Empezó a bajar la mano- en diez segundos no. 

¿Elección? Encima tenía la puta jeta de llamarlo elección...

Le entraron ganas de pegarle de nuevo cuando la miró de aquella manera, pero el caso es que la joven tenía miedo, de lo que pudiera pasarle, pero sobretodo, tenía miedo de dejar que la esperanza plantara una semilla en su interior.

¿Qué tienes que perder?

Esa era una pregunta muy complicada de responder para alguien que llevaba toda su vida intentando no perderse nada.

Te odio... dijo más para darse fuerzas que realmente lo sintiera así mientras agarraba su mano con una terrible sensación de aprensión en su pecho esto no es justo pero ella bien sabía que vida era cualquier cosa menos justicia lo haré... la mirada que le dedicó era la de una chica asustada.

Buena chica...- Tomó tu mano, y notaste un calor placentero que se desviaba de su mano a la tuya, y como avanzaba, retirando esa sensación de miedo que iba cambiando lentamente a una especie de paz en alerta. Y todo eso, era simplemente para que al ver como por unos segundos tus venas se teñian de negro no entraras en pánico. 

Bienvenida- Soltó tu mano, y te dio un abrazo sentido por lo que dejaste de verle el rostro. Era como si de verdad le agradase la situación, que hubieses aceptado. Acarició tu cabeza con una mano, mientras la otra se posaba a mitad de tu espalda, cerrando el abrazo- Tardarás un poco en acostumbrarte, en adecuarte, deberás de ir con cuidado, si te hieren, no lo notarás, no te dolerá. Nada te dolerá. 

Te pareció escuchar de fondo alguna conversación, pero era muy lejana.