Partida Rol por web

Se pusieron a hablar, primero Mona la cual dio rapidamente paso a padre. Como no nuestro viejo sabio, nos dio otra leccion sobre historia, en este caso sobre los cumpleaños y de donde venia el rito. Sin duda la de simplemente poner las velas parecia la mas sencilla, pero cuando comento la antigua,eso recordabahaberlo visto alguna vez mientras corria por las calles. Nunca supe que era, ni pregunte, debian ser tonterias de los mas ricos que yo, o de los que tenian familia, fuera como fuera, ese si me sonaba pero al mismo tiempo por mas que me gustara... sonaba algo ridiculo en los tiempos de este mundo, asi que me quede un poco sin saber que hacer. - Me gusta lo del daemon, lo del circulo de velas me suena, pero... no es tipico de esta epoca y seguramente si lo hacemos, atraeremos la atencion de nuestros invitados y ya he atraido mucho la atencion sobre mi ultimamente, quiero... pasar mas desapercibido. - Suspire. - Si es que lo consigo. - No es ya que fuera una asignatura pendiente, es que siempre me las apañaba para fastidarla d alguna forma y solo queria tranquilidad, mas aun si ibamos a celebrar... mi primer cumpleaños. Que raro sonaba, mas aun porque ni sabia mi edad... mi primer cumpleaños, casi tuve que repetirmelo apra poder creermelo.

Mas entonces Mona solto un buen comnetario sobre Klaus, evidenciando que todo lo de antes habia pasado a un segundo plano. Mi emperatriz dijo que si lo haciamos juntos conoceria mas gente y eso me parecio bien, muy bien la verdad. Mas entonces mi amada se saco un numero que me dejo a cuadros. ¿24 o 26? Suponia que serian 24 cuando mori en Terra Magna y 26 contando el tiempo que llevaba en Titan, antes y despues de despertar. - Tengo 26 años... - Una sonrisa tonta se formo en mi rostro. Asi pues haciendo cuentas habia nacido en el año del toro. Eso tenia logica, pues mi vida pertenecia a Marte y las mejores ofrendas a Marte eran toros bravos. Entonces cai en otra cuenta. - Espera si yo tengo 26...¿cuantos teneis vosotros? -  Les mire realmente expectante, era algo nuevo, algo bueno. Ademas no pude evitar mirar a mi mujer con puro amor, pero con cierto toque de humor. - La ultiam vez que te pregunte, te libraste de decirme tu cumpleaños, pero ahora que vamos a celebrarlo, quiero saberlo... asi como el dia que es mi cumpleaños. - Estaba euforico... mucho. Sabia cuantos años tenia... se suponia que era importante en Magna, saber el año por lo menos... y ahora lo sabia.

Podemos hacerlo en casa los dos en una fiesta mas privada. Y en público hacer lo de la tarta solo- sonreí ilusionada con ello. Preguntó las edades y miré hacía abajo, rascándome la coronilla. Luego a Klaus esperando que el dijese primero su edad. 

Klaus se rió por lo bajo- Yo he cumplido setenta y nueve este año, en Marzo, el 7, pero no suelo celebrarlos, igual con una cena, cuando llegue a los ochenta entonces si. Son especiales los números pares para mi, una costumbre, una manía- bebió de su copa, esperando a Mona.- Venga, díselo.- insistió. 

Mona suspiró y elevó la mirada hacia Marko respondiendo con apenas una vocecilla- veinti y nco...- Klaus carraspeó. Ella resopló mientras se comía una albóndiga- treinta y cinco, he cumplido treinta y cinco según mi ADN- refunfuñó- no tengo cumpleaños, pero adquirí el día que tu naciste, que fue cuando yo...volví- sonreí de medio lado- Los dos cumplimos el 15 de Julio.  

Klaus sobrepasaba con mucho la mayoría de la edad normal de tu mundo, y Mona, Mona casi podría considerarse una mujer a la que le faltaban apenas cinco años para ser vieja o anciana. 

Dijo lo de una fiesta privada y despues la publica, si, eso me gustaba mas. Se noto en mi sonrisa, se noto en que asentia, mientras procesaba todo eso. Pregunte por sus edades y Mona de pronto estaba mirando para otro lado, hasta clavar su mirada en Klaus, como si quisiera que empezase el primero.

Mire a mi padre con uno de los cubiertos en la mano, cuando dijo su edad. Mis ojos se abrieron de par en par, el cubierto cayo al suelo mientras le miraba totalmente fuera de mi. ¿Ochenta? ¿tenia casi ochenta años? ¿Como era eso posible? La gente no vivia mas alla de los 40, como podia tener mas de setenta... mas de sesenta, pero entonces Mona hablo y Klaus el obligo a rectificar por algun motivo. Cuando dijo su edad, tenia treinta y cinco. Los mire a los dos, con los ojos abiertos de par en par. Respire hondo, muy hondo. Levante la mriada esquivando sus ojos pero mirandoles alternativamente. ¿Cual era la palabra? ¿Cual era...? Esperanza... Esperanza de vida... si eso era. - ¿Cual es... la esperanza de vida en este planeta? - Mire a Mona, sin creermelo, no habia rechazo ni mucho menos, solo una sorpresa abrumadora. Cuando recibi respuesta, la cosa se complico, no tenia logica pero aun asi, me relaje. - Ochenta años... y treinta y cinco. - Asenti lentamente, mas para mi mismo. Entonces cai en que igual les habia molestado... - Yo, perdon, no me molesta la edad, ni mucho menos. - Mire entonces a Mona sobretodo. Queria dejar ese punto claro. - Pero en Terra Magna, llegar a los cuarenta... era tener suerte y probablemente pertenecer a una clase privilegiada. Pocos legionarios llegaban a los 27, menos aun a los 30... asi que... me habeis dejado un tanto sorprendido.

Mire a mi amada, asi que los dos cumplimos el mismo dia, el 15 de Julio. Me gusta eso. - Le sonrei con ternura, con amor, con cariño y con una devocion fuera de los limites, haciendo que la balsa entrara casi en erupcion. - Y mi Dioskouroi, para mi puedes tener la edad que quieras... me da igual, te voy a amar igualmente cada dia de mi vida.

Me movi de la silla para recoger el cubierto y dejarlo sobre la mesa, luego mire a Klaus durante unos pocos segundos y despues a Mona. Para entonces intentar hacer una broma. - No os creais que por ser mas mayores que yo, voy a rebajar mi forma de ser, eso no ocurrira. - Les guile el oj a los dos, antes de ponerme a reir aunque fuera yo solo.

Buah ahora pensaría que era una carcamal seguro. Si hasta se le cayó el cubierto al suelo. Preguntó con los ojos como platos cuanto era la esperanza de edad en este planeta- depende de la zona, pero en la que estamos, por los avances y tal, no se, unos 90 o 100 como mucho. Klaus se mantiene muy bien para su edad, una de las cosas en las que trabaja son justamente las proteinas encargadas de apartar enfermedades que suelen matar a la gente. Por norma, a partir de los 60 años empieza a decaer la calidad de vida. 

Klaus asintió tranquilamente- unos 90 años, raro es llegar a los 100. 

Mona bajó la mirada entre enfadada y azorada, la reacción de Marko le había si no herido si afectado.- Avances y genética supongo- la boca fruncida y ojillos de perro apaleado eran la marca de ella ahora mismo- si...el 15 de Julio.- dijo que le daba igual la edad pero caí en algo- ¿y cuando esté vieja y chocha? ¿y cuando tu tengas 65 y estés en la flor dela vida y yo 75? Klaus se conserva bien, pero yo estaré flácida y me llegará el pecho por el ombligo- Klaus casi se atraganta con su bebida mientras soltaba una carcajada.-Querida, se te caerán antes- ella solo pudo abrir los ojos y entristecerse aun más- eres cruel...

Se llama vida, es normal, el perderá un 30% de su musculatura a partir de los 50, y le costará más conservar la fuerza y su ritmo de vida. Siempre os podéis operar- bromeó el anciano

No me lo podia creer, cien años, en este mundo podian llegar a los cien y aunque no fueran los cien como indicaba Klaus. Noventa años, era mas del doble de lo habitual y Klaus, como habia dicho Mona se conservaba a  un nivel que ya quisieran mas de algunos de los de las familias ricas cuando se acercaban a los cuarenta. Estaba ligeramente conmocionado, pero no para mal, simplemente saber lo de la edad me suponia un cambio drastico mental. - Yo pensaba que... no se... me quedarian como mucho cinco años buenos, quizas diez, pero ahora... ¿yo tambien puedo llegar a los noventa si no me mata algo antes? - Si, confuso, intentando asimilarlo.

Entonces comenzo algo que no entendi, Mona tenia esos ojitos que ponia a veces cuando algo no salia como epseraba, o cuando necesitaba muchos mimos, o me la queria jugar, pero no parecia ser de estas ultimas. Dijo lo de la edad,a vanzando unos cuantos, muchos años, diciendo algo sobre su pecho y Klaus ademas clavo un poco mas la daga, hasta el punto de que ella le dijo que era cruel. - ¿Que mas dara que tengas 75 o estes fofa? Ya te lo dije, cuando me comprometi contigo... te quiero a ti Mona Stuard, a ti, me has enamorado tu por entero, no solo tu cuerpo, sino la combinacion de la persona que eres y la percha que tienes. - Ladee la cabeza mientras negaba ligeramente. - ¿En serio pensabas que seria un problema que fueras mayor que yo? - Suspire ligeramente, dandome cuenta de lo raro que sonaba eso para mi. - Eres mi vida, aunque a veces no sea capaz de expresarlo bien o no se, igual no me expreso bien. - Mire a Klaus, antes de volver a mirar a Mona. - Voy a casarme contigo, bueno estamos casados, pero rellenando los papeles o los documentos de este mundo... me dijiste que era lo mas importante para tu cultura... ¿acaso unos años crees que van a cambiar la forma en que te miro?

Klaus bromeo y yo le mire, sonriendo, si bromeaba es que todo iba mas o menos bien. Me levante de nuevo, pidiendo en cierta forma permiso a Klaus para abrazarla y darle un suave beso en los labios antes de acercarme a susurrarle a la oreja. - Recuerdas, antes de que viniera el instructor, recuerdas ese primer acto... ¿Crees que esos sentimientos, esa necesidad de ti se borrara con los años? - Volvi a sentarme mientras negaba, para luego mirarla con cierto chinche, no mucho pues lo que brillaba con fuerza era mi amor. - Ademas, ahora se que me gusta... no, que amo... a... - busque la palabra. - ¿una madurita?

Bueno, tu genética es muy buena, por Mona- ya sabía desde hace tiempo porque lo hablasteis aunque no entre los tres. Por la reacción de Mona aquello ya estaba superado- así que si no llegas a los 90 por lo menos si a los 70 si hacemos medias. Olvidate de morirte antes de los 50 por lo menos- otra risa. 

El pobre chaval intentó arreglar lo de Mona pero cuando dijo percha fruncí un poco el ceño, mientras ella lo miraba como si aun estuviera mas triste- no me querrás cuando sea mas mayor- se quejó, balbuceando. Cuando me miró le hice un gesto de que le abrazara, y le indiqué con las cejas y la mirada a Mona, que estaba hecha un ovillo sollozante al borde de una llantina. Treinta y cinco años...treinta y cinco. Iban a acabar matándome. 

Mona asintió a sus palabras, aunque parecía sentirse terriblemente indefensa y delicada. Como no era ella. - ¿seguro? Porque no quiero tener que estar subiéndome las carnes cada pocos años solo para que me veas guapa y atractiva, por esa percha que voy a perder- Klaus se encogió de hombros y bromeó para quitarle hierro al asunto. 

Cuando le susurraste a Mona en el oído eso se te quedó mirando como si fuese algo que había olvidado- ¿no verdad?- susurró bajito agarrandote de la manga del traje con cierta desesperación, no te soltó hasta que no le respondiste. Te sentaste de nuevo y soltaste la bomba al aire, con la cual ganaste un pisotón con todo el tacón en el pie. Dolió. Escoció, pero menos de lo que sabías que era capaz. Esa era tu Mona.- OYE!

Mire a padre cuando dijo lo de la genetica y mas aun cuando dijo que no esperase morirme antes de los cincuenta. Eso eran muchos años, era practicamente el doble de los que tenia... eso era ser muy mayor, muchisimo, aunque mirando a Klaus igual no tanto. Entonces intente arreglar lo que estuviera mal, aunque no sabia el motivo de que hubiera un problema con la edad, pero parece ser que mi eleccion de las palabras no fue la apropiada mientras ella se hacia un ovillo a punto de ponerse a llorar. mire a Klaus, perdido, sin entender nada y me indico que la abrazara.

Me levante presuroso, casi tirando la silla y la rodee con mis brazos, apretandola contra mi pecho mientras besaba su cabeza. - Siempre te voy a querer, siempre... cuando tengas cincuenta, setenta o cien años. Siempre seras mi emperatriz y mi esposa, siempre seras mi amada, eso nunca cambiara... porque desde que te conozco me has robado el corazon mi Dioskouroi y soy y sere tuyo por siempre. - Bese su cabeza, mientras mi tono, mis palabras, mis gestos y mis ojos trasmitian esa verdad simple. Nunca dejaria de amarla, nunca dejaria de ser mi esposa y nunca dejaria que se fuera de mi lado. mas entonces dijo algo y entendi porque habia usado mal la palabra percha. - No, no... no me referia a percha, yo no sabia como decirlo sin que sonara raro, queria decir que me enamoraste tu, todo tu, incluido tu cuerpo, pero no solo él... él solo es una parte de ti y me encantaria, si es cierto que voy a llegar mas alla de los cincuenta, que envejecieras a mi lado... hasta que los dos tengamos tantas arrugas como Klaus. - Mire a mi padre mientras seguia abranzadola, con su pecho contra mi, sonriendole, porque no iba con mala intencion, solo era una forma de que ella saliera de ese estado de tristeza.

Negue con la cabeza cuando dijo lo de las carnes. - Segurisimo, no tienes que subirte nada de nada... solo ser tu, solo se tu misma... o no recuerdas lo que hablamos antes de comprometernos. Tu, Mona, solo tu. - Cuando estuve seguro de que todo estaba bien, le susurre algo mas, algo nuestro y ella respondio de nuevo con dudas. - No, nunca se ira, nunca se borrara... incluso ahora noto como crece dentro de mi.

Nos separamos y yo volvi a mi sitio, solte esa broma, la solte porque sabia que eso la despertaria y calro que lo hizo, el pisoton fue duro, fuerte pero mucho menos de lo que ella era capaz. La mire, mientras apretaba la manidbula por el dolor y mis ojos se fijaban en los tuyos, con esa sonrisa, la que decia alto y claro de que jamas dudadses de m amor y de que era bueno, tenerte de vuelta. - Asi... mucho mejor... - Sonrei con algo de dolor, pero sonrei al fin y al cabo.

Suspiré mientras volvía a mi plato y dejaba a los enamorados, jóvenes y entregados a los placeres mas estridentes y hormonados que uno ya no poseía. Terminé mi plato mientras ellos se dedicaban miradas y palabras que deberían de ser mas dichas en privado que aquí, pero no dije nada. -Mona...-dejé caer cuando noté el golpe- unas normas en la mesa. No la violencia en ella.- le advertí con una mirada. 

Bueno, ya que podemos volver al tema del cumpleaños...¿algún lugar en especial Marko? Vas a tener que enfrentarte a los amigos de Mona, algunos conocidos y será un poco complicado mantener las formas con todos ellos, sobretodo porque nunca te has encontrado en una reunión social de ese tipo.- Cogí otro trozo de pan para mojar la salsa- hay diferentes reuniones sociales, están las cenas de gala, donde siempre hay que mantener las formas, por norma hay jefes, o personas de cierta importancia. No es una fiesta para pasarlo bien, si no para conocer gente influyente, que interese o causar una buena impresión. Luego están las intermedias, como la de navidad. Se mezclan la primera con una mas de estar por casa, algo mas distendida. Las que son como cumpleaños, en tu caso eliges a quienes invitas, lo cual te da el poder de que sea mas o menos íntimo, pero cuyas normas de sociedad no están muy al día. Siempre con educación claro- apunté- y por último las salidas con Rick, que son algo así como un lugar donde desfogar y pasarlo bien, dejando un poco de lado la educación si hiciese falta. 

Klaus nos escucho pero la verdad, es que me daba igual, ella habia tenido algun tipo de bajada animica, como si la edad fuera algo nsalvable y no lo era y por eso mismo diria, lo que tuviera que decir, sin importarme quien me escuchara, pero si ademas era Klaus, entonces no tenia ni que preocuparme. El golpe, que en parte me gusto, por el hecho de traerla de vuelta, fue recriminado por Klaus y yo sonrei levemente, mirandola, no por haber sido regañada, ni mucho menos. Sino por verla de nuevo en pie, asi era mi Mona, guerrera como ella sola. - Bienvenida de vuelta mi emperatriz.

Escuche detenidamente a Klaus, sobretodo cuando dijo que era la priemra vez que estaria en una reunion asi. Me empape de las palabras del viejo sabio sobre los diferentes tipos de fiestas y al final, me decidi, al menos mirando a Mona. - Yo no se bien cual esperas hacer tu, mi amor, pero yo quiero que sea algo divertido y no formal, que la gente se lo pase bien y no este pendiente de etiquetas, ni formas, ni nada de eso. Solo una reunion de amigos, para compartir... un momento especial. - Me quede callado, escuchandome a mi mismo sin reconocerme. Las unicas reuniones de amigos habian sido en el cuartel o alrededor de una hoguera antes o tras una batalla... tambien las habia en los burdeles o tabernas, pero alli se celebraba el seguir vivo un dia mas. Eran suponia, fiestas diferentes. Mire entonces a Klaus, sin llegar al nivel de las de Rick, pero mas similares a esa, que a las de con traje. Esa era mi idea. - En cuanto al local, no tengo ni la mas remota idea. ¿tu tienes alguna idea? Yo creo... no se, pero ¿una barbacoa? Carne, verduras, patatas, monton de salsas y bebidas... me parece distendido... pero no se donde se podria hacer o igual reservar algun sitio... - Andaba algo perdido, simplemente soltando ideas que asomaban a mi cabeza.

Le saqué la lengua cuando note esa sonrisa tensa aguantándose el dolor, remarqué un poco mas la punta del tacón antes de retirarlo, como una advertencia. Padre me llamó la atención y yo me puse como una señorita a comer, con la espalda recta y las piernas bien cerradas, como se me había enseñado- Lo siento, se me ha ido. 

Explicó las distintas etiquetas por encima de las fiestas, no pude evitar sonreir cuando dijo lo de Rick. -Mi amor, yo estaba pensando en una distendida, como lo que tu dices, pasar un buen rato, pero sin perderme toda la noche- era una broma, una pequeña.- Bueno un momento especial...tienes que saber que tengo un par de compañeros que son un petarrrrdo- puse los ojos en blanco- pero son majos. 

¿Una barbacoa?-me quedé pensando unos instantes- si, se podría hacer en el parque. Hay barbacoas de piedra ya colocadas, podríamos hacer una sesión de comida y cena, hay un estanque donde se puede uno bañar, no es tan grande como el lago pero es un parque gigantesco con un montón de sitios bonitos, como ese que te comenté donde puedes tocar los animales.

Se empeño en dejar su marca y yo solo pude pensar que mas tarde, se lo haria yo a ella... aunque el medico dijera que no, estaban siendo demasiadas cosas, demasiados momentos emotivos y mi cuerpo estaba reaccionado a ellos. Lo notaba, mi autentica forma de ser estaba cada vez mas cerca de la superficie de esa balsa y como un autentico legionario, no se detenia, ni por un instante. Ante las recriminaciones de Klaus se coloco como toda una princesa modosita y yo no pude mas que reir por lo bajo para mi, atento a que Klaus no me dijera nada. Sin duda de modosita no tenia nada... eso lo sabia bien.

La mire cuando explico cual era su ideal de fiesta, dejando un comentario al final que no entendi de primeras. Tuve que mirarla, notar su intento de broma, hasta que entendi lo que queria insinuar y mis ojos se abrieron de par en par. Negue con la cabeza viendo lo mala que era, aun asi no pude evitar reirme. - Eres mala y rencorosa amor mio. - Le saque yo ahora la lengua. - Eso es bueno, como son amigos tuyos solo tendras que aguantarlos tu... ¿no? - Me meti un trozo de albondiga en la boca, mientras la miraba de reojo, riendome por dentro.

Entonces cogio mi idea y le dio forma, especificando el lugar y yo asenti. - No se, si tu traes unos diez y yo... bueno tendria a Rick y poco mas, seriamos unos catorce o asi. Mejor en algun lugar abierto, que en una casa cerrada ¿no? - Los mire a los dos. - Solo es una idea, pero tanto en el exterior como en el interior es una buena idea, igual en el interior daria pie a estar mas cerca unos de otros y conocernos mejor, mientras que fuera seria mas con actividades o similar... - Mi mente iba, mi lengua hablaba, pero la verdad es que la decision me estaba costando, porque no tenia ni idea de por donde emepzar, mas aun si era conjunto.

No sabes cuanto- añadí a su comentario sobre que era una rencorosa- No perdona, es lo malo de estar emparejados, ahora también son algo así como tus amigos y el cumpleaños es de los dos- apuntillé.

Realmente serían algo así como diez, mas sus parejas...unos 20, pero claro no todos van a ir con parejas...pongamos con Klaus y alguno de sus amigos que se traiga para animar la velada para que no se aburra, luego añadiré alguno de mis niños- puso los ojos como platos- mis niños! Eso suman 7 más, 22, mas extras 25, más Rick y quien tu mas quieras...no se ¿Una treintena de personas?- me lo quedé mirando a ver si le parecía bien.- no podemos meter una treintena de personas en casa...la verdad es que no. ¿alguna otra idea? ¿Un local? Para los niños mejor el parque ¿no?

La mire, realmente lo hice, deteniendome unos cortos segundos en su mirada, levantando incluso ligeramente las cejas, como dandole a entender que si. Lo sabia. Recordaba perfectamente el baño, la ira, el odio y la furia desbordada en tan pequeño cuerpo, mientras estmpaba la colonia de Klaus contra el espejo y se dejaba dominar de una forma simplemente sinsentido y atroz con tal de descargar lo que llevaba dentro. Oh, si, me hacia una idea muy clara de su nivel de rencor, sobretodo teniendo en cuenta que habia tardado meses en devolverle a Megan, una fraccion de lo que merecia. Dijo entonces que en cierta forma eran mis amigos tmabien porque estabamos emparejados. Frunci ligeramente el ceño, buscando a Klaus, como entendido en estas lides. - ¿Es eso cierto? Si ni siquiera se quienes son, menos aun si me caen bien... ¿o tienen que caerme bien porque son sus amigos? - En parte un puñal a mi mujercita, en otra una duda razonable.

Mona empezo a sumar, empezo a incluir un monton de gente, con sus aprejas, con sus niños, con... con... no se cuanta gente pero al final eramos una treintena. Treinta personas de las cuales conocia a dos... algo me decia que el dia de nuestro cumpleaños iba a ser un dia muy largo. - Si vamos a ser treinta. - Aun no me lo creia. - Creo que lo mejor es un sitio abierto, mas si van a haber niños, pero... estaria bien que me fueras presentando a tus amigos, algunos al menos, para no encontrarme con veintitantas personas a las que no conozco de nada... el dia de nuestro cumpleaños. - La mire, pues me parecia una peticion comprensible y logica. - Si lo organizamos bien, el parque con los animales parece un buen sitio... - De nuevo mire a Klaus, en busca de su opinion.

Klaus asintió- verás sus amigos pasan a ser tus conocidos y por ende van a intentar conocerte...no tienen porque caerte bien desde luego ni tu a ellos, pero, es una de las cosas a las que uno tiene que enfrentarse cuando es pareja de otra persona. Rick no le cae bien, pero aun así no te dice nada, porque es tu amigo

 Mona clavó su mirada en él- no es que no me caiga bien es...si vale- volvió la mirada a su plato- no me cae especialmente bien.- Miré a Marko de nuevo- pero no es que no lo quiera invitar, solo que no comparto con el su forma de ver algunas cosas por lo poco que se. - me encogí de hombros.

Me dijo que tendría que presentarle gente antes de la fiesta- nah, de sorpresa es mejor- sonreí- tendría que ser en un lugar alejado de los animales o estos se acercarán y nos robaran la comida, por eso las barbacoas están en la zona del estanque y no donde los animales. 

Klaus os miró a ambos- Mona al menos tendrás que hablarle de tus amigos, eso si lo tienes que hacer- le insistió a ella, que acabó por asentir.

Vale vale...Por quien quieres que empiece primero, ¿adultos o niños? ¿Del trabajo o de otras cosas?- respondió ella 

Las palabras de Klaus tenian sentido, debia conocerlos y ellos intentarian conocerme porque era la pareja de Mona, eramos como una confluencia de cadenas o hilos en un punto donde de una forma u otra estabamos ligados, en este caso el punto o nudo que era mi emperatriz- Pero eso a su vez implicaria que ella querria conocer a mis amigos, pero entonces llego la conclusion final de Klaus, donde admitia que Rick no le caia bien, mire a Mona, totalmente sorprendido. Ella intento dar su expicacion mas o menos razonada y yo me quede algo frio, quieto, como si meditara algo. - Él se disculpo, me dijo que de saber que yo tenia pareja no me habria hecho beber aquel brebaje, y desde entonces se ha cuidado muy mucho de hacerte enfadar... yo creo que es buena persona, en todo caso el fallo fue mio... por dejarme engatusar por él. Aunque estoy seguro de que te tiene algo de miedo... - No lo sabia, pero por las formas en las que habia hablado, estaba claro que no queria hacerla enfadar al menos y eso, tenia su merito. - Bueno, en todo caso podras conocerlo en persona en el cumpleaños.

Entre Mona y Klaus se establecio algun tipo de duelo, donde al final esta claudico admitiendo que tendria que hablarme un poco de sus amigos y que por donde habia que emepzar. La mire y entonces me di cuenta de que aparte de la cena de Navidad, no sabia nada de ellos, absolutamente nada y ella, nunca tampoco habia buscado que nos enocntraramos. ¿Habia quedado ella con ellos sin decirme nada? Eso no tenia sentido, pero tmapoco el dejarlos abandonados. - Antes de eso... ¿Que saben de nosotros? Porque no conozco a ninguno y... ni siquiera se si saben que estamos prometidos. - Ella nego, diciendo que aun no lo sabian. Asenti para mi mismo, teniendo en cuenta que llevaba mas de medio año dormido tenia su logica. - ¿Que somos pareja? - Ahi dijo que si... segui rumiando y acepte esas conclusiones antes de seguir. - Pues empieza por los del trabajo mismo.

Si bueno, se disculpó contigo no conmigo- era así de simple. Aun con ello no parecía especialmente furibunda con él- más le vale tenerme miedo. Y si, el fallo fue tuyo pero...no te lo voy a echar a ti todo, a veces la gente suele hacerlo, con las personas cercanas y queridas, ignoran sus fallos y alaban sus virtudes por encima de los demás.

No no saben que estamos prometidos, sería como demasiado rápido y llamaría la atención, pero si que estamos viviendo juntos y que has tenido un accidente que te ha dejado en cama un tiempo en el hospital. Pocos han preguntado y siempre he dicho que era cosa del trabajo. Aquí no son demasiado cotillas, no les conviene. - Me encogí un poco de hombros, sopesando por quien empezar.- Del hospital invitaría a Raquel que es una de las enfermeras con las que llevo trabajando ya unos años y Koth, Koth es uno de los cirujanos. Raquel es muy tranquila y simpática, tiene una paciencia enorme y es de estas personas que da igual que mal diga haya tenido siempre tendrá un gesto. Suele tocar a la gente, porque nosotras tenemos que tocar mucho a los niños para que se acostumbren a que no están solos, no lo hace de malas, si nota incomodidad dejará de hacerlo aunque puede que se le escape alguno. Seguramente venga con su hijo, que tiene 9 años. 

Koth es un hombre bajito de Pakistan, tiene la piel como el café con agua, creo que no has visto muchos de esos- advertí- es más serio y le gusta hablar mucho, de casi cualquier cosa aunque le tira más la política. 

Asi que la razon era que no se habia disculpado con ella, pero si no la conocia. No tenia muy claro si en su posicion yo querria conocer al dragon con el que yo dormia. Aun asi, tendrian que conocerse, si o si, en unas dos semanas, esperaba que no mandasena Rick a ningun sitio raro y pudiera presentarse. Con todo note que mi emperatriz, no parecia especialmente furibunda hacia él, algo de rencor habria pero no en exceso. Ademas tras eso vino esa explicacion que no llegue a captar del todo pero donde me libraba o daba a entender que no toda la culpa era mia... no tenia claro donde llevaba eso pero no indagaria no fuera que cayera algo mas sobre mi.

Me informo de que sabian que eramos pareja, pero no que estabamos comprometidos, como ella misma habia afirmado habiamos ido muy rapido. ¿Se habria dado cuenta de sus palabras? Suponia que si, habia tenido tiempo para reflexionar sobre ello. Tambien me indico mi cohartada, estar en el hospital por un accidente de trabajo... algo plausible y donde no habia necesidad de contar demasiadas cosas. Inteligente, conciso y directo. Tras eso me hablo de una tal Raquel, con la que llevaba años trabajando y que tenia un niño de 9 años, por lo que aprecia estaba acostumbrada a los niños y tenia la tendencia de tocar en cierta forma a su interlocutor, sabiendo eso, dudaba que fuera a molestarme, aunque todo dependeria de como tocara. Ademas aprecia el tipo de persona con el que puedes pasar mas de un rato. Luego estaba Koth, me concedio el hecho de que su piel no era como la nuestra, sino mas oscura, lo que me recordo a los salvajes de mi mundo. No es que fueran una de las naciones mas poderosas, pero eran peligroso y poderosos a su manera. Negue con la cabeza. - El tono de piel no sera un problema en ese sentido, quizas el tono sea diferente, pero conozco de primera mano lo de los diferentes tonos de piel. - A diferencia de la primera , este era cirujano, un medico, uno de alto nivel probablemente, la otra mujer  era enfermera. - Por lo que dices, parecen simpaticos, dudo que sea bueno que hable d euna politica que no entiendo... sobretodo recordando mi forma de hacer politica... pero supongo que puedo cambiar de tema con cuidado para que no se moleste.

Hice como que memorizaba algo. - Raquel, enfermera con un hijo de nueve años. Koth, cirujano. - La mire cuando termine, esperando los siguientes.

Si no me pareciesen simpáticos no los invitaría- le miré de reojo mientras dejaba el plato a un lado, ya vacio- sabe que no a todo el mundo le llama la atención la política así que si ve que no hay interés cambiará de tema seguramente. 

Zatraz retiró los platos vacíos, si Marko había terminado el suyo también- Veamos- puso los codos sobre la mesa- puede que caiga Mónica, es una chica nueva, pero demasiado nervio, es como que necesita estar haciendo cosas siempre y no estoy segura de que sea trigo limpio, me refiero- los miré para aclararlo- que creo que se le va un poco la lengua a veces. No se hasta que punto, pero creo que si le preguntan hablará de la fiesta, tampoco es que ocultemos nada- me reí por lo bajo- luego...invitaremos a Artemis, su mujer y la niña por supuesto- asentí mirando a Klaus- ¿te parece?- mi vista se fijó en Marko. 

La mire parpadeando un par de veces mientras me contestaba asi. - Eso es obvio... pero es tu punto de vista, no el mio. - Creia que era absurdamente facil de entender, sobretodo para alguien como ella. Aun asi no hice hincapie sobre ello, no intentaba atacar a sus amigos, solo daba una opinion basada en sus palabras. Asenti ante el hecho de que si se daba cuenta de que no me iba la politica cambiaria de tema, aun asi no es que no me gustara, es que probablemente ni siquiera supiera de que hablaba.

Zetraz retiro los platos, le deje llevarse el mio, el cual tras el apunte de Mona de que podia mojar, habia quedado muy limpio. Mona siguio comentando la siguiente persona que tenia en mente, refiriendose a ella como que no era trigo limpio, par luego aclarar que hablaba de mas. Torci ligeramente el gesto, odiaba a los cotillas, pero aun mas a la gente que hablaba de cosas haciendo aprticipe a los demas, de cosas que ni les iban ni venian... solian crear rumores y eso era malo en una comunidad cerrada. Lo sabia bien. - No hay nada que ocultar sin duda, pero no me gusta que vayan hablando de lo que no se debe. - No lo dije en ningun tono agresivo, solo puntualizando, aun asi ni se me ocurrio decir que no la invitaran. Comento entonces a Artemis y su familia. No sabia que tenia pareja, no despues de lo sucedido en Navidad. - ¿Y Anathema? - La mire, era de las pocas personas que se habia dirijido a mi en la misma fiesta, para explicarme que aquello era normal. Las formas de Mona y Artemis. - ¿Quien es la pareja e hija de Artemis? - Mas entonces vi la mirada de Mona que no entendi del todo. - Si, por supuesto, me encantaria que estuvieran. -  ¿Por que no iba a ser asi?

Mi amor, por norma aunque no siempre es así, en las parejas se suelen tener gustos similares asi que por norma lo que a uno le puede parecer bueno lo es para el otro, o una persona. No siempre, claro está- intenté vadear el tema un poco mientras el dejaba claro que Mónica era un poco lenguilarga, suspiré pesadamente tras beber un poco de agua- no tiene porque ser malo, pero hay que tener en cuenta eso ¿que te parece? ¿la invitamos?- Zetraz fue trayendo el segundo plato, cuscús con conejo y naranja, colocado sobre una salsa de dátiles. Aquello mas que una especie de guiso, era una torre perfecta donde sobre la salsa estaba el cuscús, luego la carne y encima la naranja. 

¿Anathema? ¿Quieres que la invitemos?- pareció sorprenderme un poco. No la había mencionado antes.- si claro, podemos. Miré el plato que nos ponían delante mientras me relamía- no la conoces, ni a la niña tampoco, no estaban en la cena de navidad-apresuré a hablar- la niña estaba mala y ella se quedó con ella. Son muy buenas, ella un poco especial, muy suya, y...-caí en algo- bueno muy suya. No le iba a decir nada más.- la niña es un pequeño trasto que lo va manchando todo a su paso- bromeé mientras Klaus asentía con vehemencia- no te pongas nada arreglado...- dijo él mientras se rellenaba la copa. 

Bien entonces tendríamos a...hice recuento en alto mientras iba cortando la carne en trozitos pequeños.