Partida Rol por web

No ha ido mal, ha sido un acercamiento... interesante, digamos. De todos modos, el tal Marko parece ser un tipo duro de roer, pero ha sido una primera instancia interesante.

Sin embargo, no soy de los que se quedan en una sola opción, o de los que no aprovechan las oportunidades añado, asegurándome que nadie me escucha alrededor. En ese sentido, buscando información sobre Marko, me he topado con un nombre, alguien que me han comentado puede darme más detalles.

Se llama Margot, pero me han dicho que no hará nada sin el consentimiento de TITAN. Por eso me preguntaba si podría ayudarme de alguna forma a conseguir una cita con ella, algo... no sé, el tipo que sea, intentaré sonsacarle información sobre Marko. ¿Lo ve posible?

Me quedo esperando una respuesta. Cabe la posibilidad que no pueda ayudarme, por supuesto, o que directamente no quiera. En tal caso, tendría que ir yo directamente aunque casi seguro obtendré un no por respuesta. Pero veamos qué puedo conseguir, hasta donde llega su interés por Marko.

Suspiró, fue muy evidente- Margot si, ella trabaja con información- Dejó salir el aire- Tienes dos formas de hacer esto, o bien por lo legal y pides una cita que puede que sea entre hoy y mañana o, te pasas por donde trabaja y le preguntas directamente. Pero- dijo antes de que pudieses responder- ella comercia con información de todas formas. Si TITAN le dice que tu puedes comerciar, ella te pedirá información sensible para tu persona. Ten cuidado. 

Comprendo, da información a cambio de información. Interesante...

Bien, lo tendré en cuenta. Creo que voy a usar el modo legal, solamente por pensar bien qué información estaría dispuesto a darle y cuál quiero que quede solo para mí. Tendría tiempo para prepararme, básicamente.

Entonces, ¿puede ayudarme para ir por lo legal, o lo hago yo directamente?

Una sombra de tristeza y de comprensión tiñó los oscuros ojos del hombre.

Posó una mano en su hombro con suavidad - Se lo que es. Lo peor es que me vuelvo a encontrar en la misma situación. Alguien a quien quieres y... No puedes remediar el final - se apartó con cierto embarazo. No tenía que haberle dicho algo así a una desconocida. Quizás estaba tierno por la conversación mantenida con Liv. Tal vez fue la jovialidad de la joven y saber que había sufrido como él. No importaba, el caso es que lo había dicho

Cogí las bolsas de té que me dio, no sé si las iba a usar pero me parecía mal rechazar el ofrecimiento. En algunos episodios que he tenido también tomaba una especie de tranquilizantes, así que no me resultan extraños. Las guardé.

–Gracias de nuevo, esperamos noticias expectantes –le di la mano al doctor y me acerqué a la estancia de Tamra, daba miedo el verla así tan dormida con la respiración conectada. Le di un beso en la frente acompañada de unas lágrimas –sé fuerte cariño –le rocé la mano para darle fuerzas, todo saldría bien.

Salí de la habitación dando unos pasos despacio, y respirando hondo, me limpié las lágrimas con un pañuelo y exhalé el aire lentamente como tratando de infundirme ánimo. Me di la vuelta y miré a Kit a los ojos, –me voy a ir a casa Kit, me daré una ducha y trataré de estar ocupada estos días. Si te enteras de algo antes que yo, por favor, avísame –le di un abrazo de despedida, en estos momentos me sentía débil y lo que menos quería hacer era cometer una estupidez. Lo mejor sería irme y quizá saber si la misión que se nos había asignado seguía en pie, aunque supongo que no porque no había recibido más información en mi dispositivo que es lo que dijeron que sucedería.

Dame unos minutos, lo arreglaré para que tengas una cita con ella. Te llamo en...- Se quedó en silencio- Tiene que venir aquí en media hora, así que aprovecha que tienes ese tiempo. Nos vemos en mi despacho.

Un deje de pánico y preocupación en su mirada- ¿Lo está pasando ahora?- Había duda- Lo siento mucho, es horrible ¿verdad? Es como un vacío que sabes que se acerca, pero que te tiene atado de pies y manos sin poder hacer casi nada...- Bajó de nuevo el tono de voz. 

¿Cómo lo llevas? - No, aquel no era el momento. Sonrió y se apartó- Pero que hago, nada, puedes ignorarme, solo estoy sensible- una corta risa vergonzosa- espero que la fiesta salga bien. Me han dicho que ese hombre pájaro lo hace realmente bien- te guiñó el ojo "malo"

No estuviste sola, Kit entró contigo, Kit se quedó a tu lado, y desde luego, no lloraste tampoco en singular. Pero era cierto que el fue silencioso, porque debía de cierta manera, por como le habían educado, mantener una compostura. La fortaleza era precisa. ¿No era esa una de las cosas que habían acabado siendo un problema para ti de él? Era tan insoportable a veces. 

Por un momento, volvisteis a ser la familia que Tamra quería, aunque no pudiese verlo allí postrada. Ella no había terminado de entender, o no quería entender, porque sus padres no estaban juntos. 

Ya fuera, el se ofreció a ir contigo- Puedo acompañarte a casa, prepararte es que tanto te gusta- No sabía que hacer en esos casos, pero seguro que haciéndote sentir mejor, ganaba algo, al menos, gastaba su tiempo en no preocuparse como un neurótico. 

Bueno, por fin un golpe de suerte pienso. De acuerdo, allí estaré. Y, Megan... gracias.

Pienso en el tiempo que tardaría en llegar al despacho y si me daría tiempo a pasar por mi casa para arreglarme un poco. Si no me da tiempo, pues iré así, pero si me da tiempo quisiera ir un poco más presentable.

De todos modos, a la hora indicada, estaré llamando al despacho de Megan.

Sonrió ante la mención del colchón tirado en el suelo no, no es eso señaló la pecera me esperaba algo mucho más frío contestó con sinceridad, de todas formas eran sólo sensaciones, la chica pocas veces se las callaba, sobre todo cuando se referían a los demás, cuando el repentino acceso de tos del soldado la interrumpió, hizo además de acercarse, pero respetó el espacio solicitado, su pregunta hizo que en el rostro de la joven apareciera una expresión de extrañeza, como si él hubiera cambiado totalmente de tema, y la mirada que le dedicó hizo que retrocediera un paso de manera instintiva ¿Qué? Preguntó ¿Matarla? El gesto de sorpresa era sin duda genuino, ella no era en absoluto una buena actriz... y lo siguió con la mirada esperando una explicación o algo... hasta que por fin pareció caer en la cuenta de algo...

Joder dijo más para si misma no Marko, no me refería a eso ¿por qué siempre terminamos teniendo alguna especie de lio o malentendido? Que va negó con la cabeza apurada me refería a que si había sido feliz con independencia de lo que pase no lo estás arreglando antes de que la acusaran de terrorista, o sea, que pienses en ello en caso de que te digan que no es la persona que tú creías que era, a eso me refería sólo quería que si le decían que realmente personas inocentes habían muerto por las acciones de OA él valorara la situación teniendo en cuenta el tiempo que habían estado juntos además, si al final resulta que era alguien quien la obligaba a hacer esas cosas de las que la acusan... pues, que no se lo tuvieras en cuenta por muy jodido que sea resopló hinchando los carrillos y soltando el aire poco a poco.

¿Crees que Titán la ha...?

Seguro que no habían tenido que llegar a tanto.

Me detuve un instante escuchando sus palabras, parte de mi no quería estar sola, si las cosas iban mal –¡Para ya Ella! No pienses idioteces –me dije dándome unos golpecitos en la cabeza. Me giré hacia él, dude, –de acuerdo, seguro que así no le daremos tantas vueltas a las cosas. Ya sabes que tiendo a sobrepensar –eso había sido uno de los problemas entre nosotros.

Pero ahora todo lo ocurrido no importaba porque algo más trascendente nos unía. –Vamos –además tenía que revisar la PDA de casa por si hubiera algo importante, además nos avisarían allí quizá con algo de la operación.

Había algo en aquella joven que le provocaba ternura - No creo que nadie se atreviese a ignorarte - sonrió con calidez - Se me olvidó presentarme. Moss Obi - se llevó una mano al pecho como si fuera necesario especificar que era él quien se llamaba así. Titubeó antes de seguir hablando.

- Quizás te estoy molestando demasiado pero no puedo irme sin preguntarte que te pasa. No dormiria esta noche sabiendo que a lo mejor podia ayudarte en algo y no lo he hecho. ¿Es por todo el jaleo que se montó tras... el ataque? Intenté ayudar a una mujer embarazada pero... - se sorprendió acordándose de repente de aquello pero antes de preguntar nada más esperó que la doctora le contestase

Frunci levemente el ceño, mirando a mi alrededor por un momento. Estudiando la casa por un instante y entendiendo a lo que se referia, aunque la pecera era sin duda un punto importante de colorido y vitalidad, no era el unico de la sala, o eso suponia. Habia intentado plasmar parte de mi en algunas cosas, pero seria dificil que lo notase.

Aun asi fue el momento de tension el que realmente aprecio descolocarla. Solo con ver su cara y sus gestos fui consciente de que no lo habia hecho adrede. Suspire pesadamente. Estaba tenso, mucho, un poco mas tras lo de Ella, como un suma y sigue de mas cosas que no sabia donde colocar y que sabia que acabarian por estallar en algun momento. No tenia claro si queria controlarme o dejarlo salir.

Esta bien no te preocupes. - Notaste la tension en mi tono, la manera obvia en que mis hombros cayeron y como intentaba mantener la compostura al escuchar tus palabras. El tono seguia siendo duro y hosco, pero tambien parecia algo roto mientras pasaba la bayeta por el banco de la cocina. Gruñi cuando dijiste lo de que la estaban obligando, notandose tension, ira en ello, como si fuera a perseguir a ese malnacido hasta arrancarle la piel a tiras.

Si... lo se... mirar el escenario completo y no solo... un acto. - Los hombros subieron y bajaron y poco a poco recupere la compostura, con el ceño mas fruncido que antes por un momento, antes de volver al habitual.

Tu ultima pregunta me hizo mirarte a los ojos. Notaste una miedo sincero escondido tras una ira templada, que respondia por si misma a la pregunta que habias hecho. Si, eran capaces. - Puede ser... por eso queria hablar con seguridad, quiero que me digan las cosas a la cara. - La mandibula se tenso, el puño tambien y quedo claro que era mas que eso.

Unos minutos de silencio. Una respiracion mas lenta, un intento de calma. - ¿Estas segura de que quieres estar? No se como iran las cosas, pero... bueno, puede complicarse. - Complicarse era poco, de eso estaba seguro y lo que ella no sabia, es que su presencia era... posiblemente uno de los factores importantes.

Mona- Sonrió, porque aquello le acababa de recordar a la película de tarzán.- No, no lo mio es anterior al ataque- su mirada se ensombreció cuando mencionaste a la embarazada- Si, que yo sepa, está en cuidados intensivos, pero parece que va mejorando. Gracias por tu ayuda, seguramente sin tu voluntad los dos estarían muertos- pestañeó un par de veces. 

Perdí a un hijo hace algunos años- dijo en un arranque de sinceridad- y a veces aun vuelve.- Rodeada de niños en la sección infantil. Aun no sabía si aquello era una tortura o terapia.- Cosas que pasan- dijo con resignación.- Espero que lo pase bien en la fiesta con el pájaro gigante.  

Desde luego que se había sorprendido por que aceptaras, era patente en sus ojos fijos en ti, como si estuviese esperando que le dijeses que era una broma o algo. 

Si, vamos- Se puso a tu lado, dejándole que le guiaras. En el ascensor acabó hablando, tras un silencio inquieto- ¿Te duele lo de la mano?- Había sido bastante tiempo sin veros como dios manda, tu pasabas tiempo fuera por las misiones, o las largas horas en el laboratorio, y el, solía ver mas a Maggy que a ti. Lo único nefasto era que la niña venía hasta arriba de azucar y quizás con alguna nueva herida o raspadura en pos de sus nuevas aventuras. 

Sabes que si necesitas ayuda..- No sabía como decirlo, ni explicarlo. El no era demasiado bueno en esas lindes. Bueno si, podía intentarlo, pero era como lanzar en una nave llena de cristal de Bohemia un montón de ladrillos. 

De nada- Una escueta despedida antes de colgarte. Parecía una mujer bastante atareada.

Media hora después, un poco mas arreglado, estabas de nuevo en aquel despacho, donde esta vez, también había una mujer alta, de mirada algo inquisitiva de pie, observando por la ventana mientras Megan estaba sentada en la silla. Parecía que estaban hablando algo, porque se hizo el silencio y ambas te miraron al entrar. 

Margot- se presentó acercándose a ti a los pocos segundos de entrar- tengo poco tiempo, digame que quiere. Megan apenas me dice nada, aunque tienen los permisos para algunas cosas- Era muy muy directa.

Seguramente estaba presenciando la versión más expresiva de Marko desde que lo conoció. Esa ira bien pertrechada detrás de un dique de contención que empezaba a hacer aguas por más grietas de las que al soldado le gustaría... y Hilv no pudo evitar preguntarse como sería tenerlo como adversario, era una cosa que no venía a cuento, pero, enfrentarse a alguien incapaz de rendirse, encontrar a alguien incapaz de rendirse, era un reto, una suerte.

Entonces se relajó. Y algo peor.

Tiene miedo... tiene miedo de Titán...

Una frío interior comenzó a ascender desde la boca de su estómago hasta su pecho. Tenía miedo pero seguía aquí, confirmaba su pensamiento anterior, pero ahora tenía la sensación de que el hombre se enfrentaba a una montaña imposible de escalar, de la que caía una y otra vez sólo para seguir intentándolo sin plantearse dar un rodeo... estoy segura la joven también era de las que buscaba el camino más rápido para llegar a un lugar, y aunque sus palabras parecían atarla al veterano, no quería seguirlo, quería tirar de él para evitar que volviera a intentar subir las cosas siempre se complican a pesar de todo, fue capaz de esbozar una sonrisa que parecía genuina y que la devolvió a su edad real.

Has estado sin saber que te ha pasado durante tres días...

Los problemas, uno detrás de otro, así se lo decía siempre su padre, y su entrenamiento la hacía capaz de concentrarse en momentos, y eso era lo que tenía que hacer ahora.

Estoy lista para apoyarte en lo que necesites...

Mintió. Aunque no de manera consciente.

Extendí el brazo delante mio y moví algunos dedos de la mano a modo de muestra. –A veces un poco, pero me duele la parte que ya no es mía. Supongo ya lo conoces, el dolor fantasma. Pero… poco a poco me molesta a menos y los muevo mejor –cerré los dedos y me llevé la mano al bolsillo. –Estamos bien –respondí a su pregunta, –nos vamos apañando –vaya conversación tonta, hacía una semana le hubiese girado la cara al pasar y ahora me acompaña a casa como… hace una eternidad, qué estúpido es el ser humano, dando importancia a lo que no lo tiene, pensando que todo va a durar para siempre y un pequeño evento te tuerce la vida –¿Y tú? – añadí.

Bajamos hasta la planta sexta, una de las habilitadas solo para aquellos que realizan cambios de fase. Dentro de cada planta había 13 viviendas y la que yo habitaba era la número 10. La vivienda era un unifamiliar de dos plantas con bodega, además tenía un pequeño jardín con un columpio que colgó Kit cuando Tamra cumplió dos años. Era la casa que compartíamos antes de que en una misión la gota colmara el vaso y decidiéramos partir peras, acabando sin hablarnos hasta que… hasta que la desgracia nos había unido, al menos temporalmente. En la planta baja estaba situado un salón cocina y un cuarto para jugar lleno de juguetes, casi siempre revueltos, y un aseo. En la planta primera estaba situado el dormitorio principal con un baño, un cuarto con las letras Tamra talladas en madera y pegadas a la puerta, uno de invitados y otro baño. En la planta sótano había un gran trastero, el cuarto de la lavandería y una bodega amueblada rematada con una chimenea.

Al entrar el olor a lavanda de la colada me inundó las fosas nasales, lo cual quiere decir que la mujer de la limpieza había venido hoy y que la ropa estaba tendida en la planta baja. Un rápido vistazo me permitió detectar todo en su sitio y perfectamente ordenado. Me quité la chaqueta y la dejé en el armario que estaba nada más abrir la puerta, la dejé abierta para que Kit colgara el suyo, no me gustaba que estuvieran las cosas por ahí tiradas.

Me fui hacia la cocina y abrí el congelador, estaba nerviosa y eso me daba hambre, no, mejor dicho, gula. Escogí un helado de nueces de macadamia que no le dejaba tomar casi nunca a Tamra y cogí una cuchara, de repente caí en la cuenta, y me giré –¿Quieres algo? –se habitúa una rápidamente a vivir sola.

Hasta ahora no había pensado mucho en ello, el ansia me consumía en el hospital pero ahora algo más venía a mi mente, –¿Sabes algo más del atentado? Espero que detengan a esos hijos de puta. Murió un compañero de misión, que me ayudó a sobrevivir –.

Después me percaté el led rojo encendido en la PDA de casa. Sería algo importante que no habrían querido enviarme a la portátil. La cogí y abrí el mensaje mientras escuchaba a Kit.

Fred, encantado saludo a la mujer, estudiándola con una inquisitiva mirada. Luego ella pregunta, y una irónica sonrisa asoma a mis labios. Una mujer directa, me gusta. Yo también seré entonces directo. Necesito información sobre Markus Deus... medito un poco y asiento ligeramente para mí y también sobre Ella Weiland.

De ellos conozco ya los datos básicos, incluso alguno más que los básicos, pero hay cosas que necesito completar para hacerme una idea completa. En particular son los siguientes aspectos los que quiero ver si puede aclarar:

1- Al entrar en el programa, el aspecto de Markus era distinto. Digamos que... más atractivo. Luego, imagino que en una misión, algo pasó y se quedó como está ahora. Quisiera saber todo lo que se sepa sobre esa misión, y también sobre otras misiones que haya tenido.

2.- Detalles sobre la relación que mantenían Markus y OA. En particular, justo antes de los ataques, si Markus se mostraba preocupado, triste, uraño... algo que pareciera indicar un pelea entre ellos, o si por el contrario les vieron juntos en algún momento y se mostraba ilusionado o algo por el estilo. En definitiva, cualquier informe en esa dirección que puedan tener.

3.- Detalles sobre la relación de Markus y Ella. No me parece una relación solo de amigos, por así decirlo. Quisiera saber si hay algo que debiera saber en ese sentido.

y 4.- Datos sobre Ella y su contacto con la tecnología. La hija de ella está en el hospital, y le han dicho que existe un tratamiento que podría ayudar a su hija. Y, pese a que está claro que la quiere con locura, parece pensar en rechazar dicho tratamiento. ¿Hay algo en su historia que justifique este aspecto?

Una vez formuladas las preguntas, me quedo mirando a ella y a Megan alternativamente. Ahora toca saber el precio de estas respuestas.