Partida Rol por web

Titubeó un poco pero ahora la conciencia le aguijoneaba por haberle mentido...

- Para ser sinceros solo quiero hablar con el chico que viste de pájaro. - tuvo la decencia de apartar la mirada avergonzado.

- Pero no te entretengo más, aunque si algún día quieres que quedemos para hablar de nuestras... Cosas, no dudes en darme un toque. Salgo en la guía -

No te preocupes, no es cosa mía lo que quieras hacer con él- Sonrió de lado- Que tengas un buen día, de verdad- se despidió para seguir haciendo papeleo. 

Enarcó una ceja- No tienes nivel de seguridad para acceder a otras misiones. 

En el funeral de un amigo conjunto hubo una pelea, porque el señor Deus besó a una compañera en pleno entierro, Hilv Larter, cuando OA lo vio se volvió violenta, porque estaba en un momento crítico y tuvieron que detenerla y que pasara un día en los calabozos. 

No, la señorita Weiland y el señor Deus son amigos desde hace ya tiempo en el complejo, dudo que tengan mas relación. 

La señorita Weiland hace poco perdió una mano en una misión, así que es reticente a eso ahora mismo. Además, ¿quien elegiría algo experimental con su hija cuando está grave pero el riesgo de muerte no es inminente? Ella es una buena científica, sabe cuando no pasarse aunque debido a su posible humor, es normal que haya pensando en lo mas radical. 

Tocaron a la puerta, y al abrir estaba allí un MEIL y al lado un hombre de piel dorada que vestía con ropa negra, definiendo aun mas su delgada y fibrosa silueta. 

Marko...- Lo miró de esa forma seria, que podría echar a cualquiera hacia atrás. Llevaba una ligera capa de rimmel, unos polvos dorados que acentuaban su color de piel y un pequeño punto de color en los labios para que fuesen algo mas carnosos- diría que me alegro de verle, pero no es el mejor momento me temo- Esperó a que le diese paso para entrar. El guardia se quedó fuera, custodiando la puerta. 

El hombre miró a Hilv- Señorita, tengo que pedirle que se vaya si es tan amable- Una leve inclinación de cabeza hacia su persona. 

Yo estoy bien...- Una respuesta vaga. 

Demasiados recuerdos confusos, demasiado dolor concentrado ahora mismo. Su ex-mujer le preguntó por si quería algo cuando el solo podía pensar en una cosa- ¿Puedo ver su cuarto?- Lo había visto mil veces, había estado allí mas de una docena de veces tras la separación, pero...necesitaba verlo. 

Dejó su chaqueta sobre el brazo del sofá. Como no. 

Miraste la PDA y allí el mensaje de TITAN

Contraseña para entrar a la búsqueda de información sobre el caso inconcluso: TamgriMtiKmEllara

Solo accesible desde el hogar con las contramedidas activas y anulada la señal de conexión general. 

No ha trascendido mas información, pero al menos no hay mas muertos- Negó con la cabeza, frotándose los párpados con cansancio- Creíamos que las medidas eran una locura ¿Te acuerdas? Pues fíjate, incluso con esas, nos la han clavado pero bien.  

Bien, realmente lo de las otras misiones solo confirmaría sospechas, nada más. Escucho atento lo que dice. Hum... no parece que se llevaran bien en ese momento, interesante. ¿Y si actuaron antes de tiempo o algo similar?

Ella perdió la mano en una misión, y por eso es reticente a la tecnología experimental. Pero yo me pregunto, ¿realmente será solo reticente a eso o habrá algo más? ¿Serán estos dos una célula durmiente de los que atacaron hace  unos días? Si fuera así, Ella sería la más vulnerable, más que Markus, por lo de su hija. Tengo que conseguir información de Markus, pero no tiene por qué ser de él directamente.

Miro a Margot. Bien, creo que tengo cosas que pensar, pero lo que me ha dicho tiene sentido y me servirá de ayuda. Lamento lo de las misiones, hubiera servido para aclarar sospechas, pero no puedo hacer nada, no voy a molestar a un superior solo pos sospechas.

Y ahora dígame, ¿qué quiere por haberme proporcionado esta información? No voy a andarme con rodeos, ella no lo ha hecho. Seamos directos.

Saboreo una cucharada de helado, me limpio la comisura del labio e indico a Kit –en la planta de arriba, el cuarto con las letras de colores en la puerta –. Recuerdo que nos trajo las iniciales Sarah, cuando Tamra nació. Aquella mujer llevaba trabajando conmigo desde que entré en TITAN. Al principio pensé, elitista de mi, que sería extraño que TITAN fuera contratando personal de limpieza pero luego me di cuenta que no era una limpiadora sin más, quizá me la asignaron porque no conocía a nadie y hacía las veces de una especie de madre, incluso trayéndome la medicación cuando estuve con tratamiento, o cuando no conocía a nadie era la única persona con la que hablaba de fuera del trabajo, siempre estaba muy pendiente de mi, y ahora de nosotras.

Sarah viene tres días por semana, lunes, miércoles y viernes. Acude a primera hora por la mañana, nos prepara el desayuno, ayuda a vestir a Tamra, incluso a veces la lleva si yo no estoy o no tengo tiempo. Después va a buscarla al colegio, come con ella, también conmigo si estoy, y está un rato por la tarde. O incluso ocupa el dormitorio de invitados si la necesito más tiempo, al ser viuda tiene mucho tiempo libre. Es una buena mujer cuya ayuda me resulta indispensable. De hecho, tengo que enviarle un mensaje a su PDA para contarle como está la cosa, estará preocupada. Dejo un instante el helado en la encimera y le escribo un mensaje para decirle que Tamra va a ser intervenida y que estamos a la espera de ver cómo va la cosa. –Sube si quieres – contesto a Kit sin mirar mientras escribo.

Escucho sus pisadas por las escaleras, seguramente Sarah habrá dejado la persiana bajada, me apuesto a que se acercará a mirar las fotos del corcho que tiene encima del escritorio, tiene varias instantáneas de ella con su padre, conmigo y con ambos, esta última tiene unos años pero se niega a quitarla, también tiene una con Marko, con Daniel y su hija, y muchas de un grupo de música que también salen en una serie de televisión recortadas de alguna revista.

Echo un vistazo alrededor, ya no oigo los pasos, suspiro. Vuelvo a guardar el helado en la nevera, creo que no ha sido buena idea, me ha caído pesado al estómago. Recogoí la chaqueta y la cuelgo en el perchero. Me siento en el sofá. Cojo la PDA, activo las contramedidas y anulo la señal de conexión general y tecleo TamgriMtiKmEllara.

Abrir la puerta ya fue un mazazo. Mi cuerpo se quedo rigido por un momento por la tension, al ver quien estaba mas alli. Yliadris. Maldita sea... ¿por que él? De todos ¿por que él? Implicaba confianza, cercania a una vida pasada y a mi antiguo yo y eso, no podia ser bueno. Si hubieran mandado a un trajeado mas, seguramente hubiera sido... menos impactante. No podia ser bueno. Por Marte que no podia serlo. - Yliadris. - El tono queria ser neutro, pero la tension era patente, aunque no parecia desagradarme. Una inspiracion densa antes de dejar escapar el aire lentamente.

Un paso atras, casi mecanico. Automatico. Aprendido.

Pidio a Hilv que se fuera, lo cual solo podia significar una cosa. Me tense, mis puños a la par, mientras cerraba los ojos por un momento... me estaba sobrepasando. Era demasiado. Acabe por abrir los ojos, clavandolos en él. El tono era agresivo y enfadado, pero no con él, era obvio que simplemte tenia que salir por algun lado. - ¡Maldita sea Yliadris! ¿Tan jodidamente malo es que te mandan a ti? - Mi mirada era directa, como siempre lo habia sido. El me conocia bien... me habia entrenado desde el principio. Ademas de ser un "negro"... aun asi, simplemente no.

Todo lo demas me daba igual, solo necesitaba que contestara.

Moví los dedos por la PDA, la misión no llegó a ser lanzada adecuadamente por lo problemas que han causado el estado de Tamra. Antes de enviar un mensaje a los otros compañeros de misión decidí tratar de averiguar algo.

Probé varias cosas. En primer lugar busqué videos de los afectados por el moho y en particular quería saber si había míos o de alguien cercano a mí. También saber qué alucinación tuve yo.

Quería saber también si habían sucedido cosas más extrañas después en la planta del lago grande, a bibloteca, el bar o en los laboratorios.

Quería un listado de los afectados que estuviran en zona de contención.

Conocía al hombre que acababa de entrar, al menos de vista, y no le sorprendía que conociera a Marko, que fueran amigos o a saber, pero lo que estaba claro es que no enviarían a alguien que usa un mono negro sino hubiera un buen motivo.

La forma en que retrocedió el soldado... hizo que ella misma se pusiera en una postura defensiva, que no relajó cuando el hombre se dirigió a ella a pesar de su amabilidad me estoy volviendo paranoica joder y su primer paso instintivo fue el de seguir las instrucciones de Yliadris y dio un paso en dirección a la puerta no joder, no es cosa suya se detuvo y miró al hombre, aunque no a los ojos que color de piel más peculiar...

Marko me ha pedido que le acompañara le dijo con una voz mucho menos firme de que lo había imaginado en su cabeza si él quiere que me marche, lo haré, si prefiere que me quede, respetaré sus deseos no le había salido mal del todo, aunque desde luego había usado un tono muy respetuoso y educado, muy parecido al que se había acostumbrado a usar cuando hablaba con un sacerdote o el director de su instituto.

Desvió entonces la mirada hacia su amigo, que estaba mucho más nervioso de lo que a Hilv le gustaría, pero le había dicho que lo apoyaría si lo necesitaba, y eso estaba intentando hacer.

Pediste acceder a los videos de los afectados por el moho, y ante ti, se abrió un listado bastante grande mientras Kit abría la puerta del cuarto de vuestra hija. 

Carpetas, cada una tiene entre 2 y 5 videos.

Por fecha anterior a mas reciente:

-12Fc7

-1Cb76

-OP-96

-Psi65-Z

-E78OLI

-XY-VIVE-8

-MDC572

-HL 26-1

-SR 520-Y

-AS 77V

-EW001

-KTV581

Nada, esta información es a la que puede acceder por TITAN- Parecía que no era una mujer de sonrisas precisamente- Debido a que tiene usted un nivel de información mayor en este asunto relacionado con el señor Deus, puede preguntarme cualquier cosa que pueda tener en los informes de recursos humanos, no de misiones- Sacó una tarjeta de color mandarina suave, un crema que olía a flores- llámeme mejor, pero no mas allá de las 8 de la tarde. - te la tendió. 

En ella, solo había un número de teléfono. 

No titubeó ni un instante, ni se mostró sorprendido por la reacción de Marko- Ya sabe como funciona esto señor Deus- Alargaba las eses un poco mas de lo necesario- No quiero tener que hacerlo a las malas. De verdad.

Miró de reojo sin mover la cabeza a Hilv cuando le habló, pero el solo miró a Marko, en un gesto fácil de entender para él ¿Quería hacerlo a lo dificil o lo fácil? Para ella, mas bien sería como estuviese preguntando si de verdad ella quería quedarse. Y si el quería que ella se quedase. 

Afirmo con la cabeza. Lástima no tener acceso a los registros de misiones, podría aclarar bastantes cosas, pero comprendo la situación. No se preocupe, conservaré su número.

Me guardo la tarjeta en mi cartera y miro a Megan. Señorita Maxwell, si me lo permite quisiera retirarme. A menos que quiera cometarme algo más.

Ah, se me olvidaba un detalle más, señorita Margot, antes que se vaya. Aparte de Ella e, imagino, Hilv, ¿tiene más amigos cercanos el señor Deus?

Megan te hizo un gesto, que denotaba que podías irte. 

Margot no tardó nada en responderte- Si, un tal Daniel Trainor, un chaval llamado Dag o algo así y Hilv Larter. Hay mas personas pero son demasiado listas como para caer en nada que pueda estar pensando. 

De acuerdo, muchas gracias, señora Margot.

Salgo de la oficina, con algo más de información y, sobre todo, con un contacto que me puede conseguir cualquier información que quiera. Esto sí fue suerte. Claro, todo tiene un precio en esta vida, pero qué le vamos a hacer.

Una vez fuera pensaba ir a mi casa, pero pienso en Maggy. ¿Habrá terminado ya de trabajar? Compruebo la hora que es, realmente me gustaría relajarme un poco y ya mañana se verá qué más puedo hacer.