Partida Rol por web

Tombstone: Dead Lands

Capítulo 4: Perseguidos y malditos

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10/05/2011, 15:44
Charles Eckhardt

Antes de que vayan más lejos, Charles Eckhardt habla.

Caballeros, me ha parecido ver una estación de telégrafo aquí cerca.

Ciertamente, sin esfuerzo puede verse, a una milla de distancia, una cabaña aislada en la que desembocan los hilos del telégrafo.

No supondría un gran desvío, pero propongo que vosotros sigáis hacia el pueblo y yo me acercaré a la cabaña. Me debo a mi periódico, y en Tombstone deben darme por muerto. También daré noticia del éxito en Purgat... Bronco Pueblo. Solo me tomará diez minutos, y os alcanzaré después. ¿Os parece?

Se encoge de hombros y sonríe, controlando a su montura con una única temblorosa mano mientras busca algún papel entre los bolsillos de su chaleco con la otra. Si hay una habilidad que el bueno de Eckhardt ha desarrollado en este viaje, sin duda es la equitación. Estas ultimas jornadas de viaje a caballo han sacado a la luz un talento sin pulir.

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11/05/2011, 05:01
Stephen Boyle

Mi buen Eckhardt, en nueva iteración he de resarcir la lección de estrategia que nos ha preservado con el hálito vital hasta el momento? Trabajaremos en pares, ofrézcome para acompañarle al puesto del telégrafo. Que si mal no recuerda, el presente colaborase en la recuperación funcional del cable conductor. Maese Frank, maese Dakota, ya les alcanzaremos para un merecido descanso y sobre todo, una muy necesaria ablución general.

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11/05/2011, 14:27
Charles Eckhardt

Perfecto.

Dice Charles sonriente. Aunque lo peor ya haya pasado, y aunque alejarse de la Máscara sea un alivio, lo cierto es que sigue estando más tranquilo con compañía. La compañía de Stephen nunca está de más.

Volveremos a unirnos en el poblado entonces. Dice dirigiéndose ahora a Dakota y Frank. No nos tomará más que unos minutos.

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11/05/2011, 15:11
Dakota

Dakota dedicó una larga e impasible mirada al plumilla, que heló la sangre de Eckhard por unos segundos. Luego, los ojos del mestizo se posaron en Boyle con la misma infinita e  insensible serenidad. Era imposible determinar si aquel nuevo retraso tenía alguna consecuencia en el indio, pero finalmente pareció encogerse de hombros y continuó su marcha.

Había llegado ya demasiado lejos. O bien se había terminado por acostumbrar a las excentricidades de aquellos dos, o nunca le habían importado del todo.

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11/05/2011, 20:07
Frank

El destino vuelve a unir a Frank con Dakota. En el fondo no son tan distintos. De hecho, puede que sean iguales en muchísimas cosas. Sin mediar palabra, sigue al indio sin importarle demasiado el destino del plumilla y del excéntrico y bienhablado inglés.

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12/05/2011, 02:38
Director

Ninguno de los silenciosos hombres-duros parece oponerse al empeño de Charles, de modo que el grupo se separa en dos con la promesa de volver a reunirse en un corto plazo de tiempo. Eckhardt y Boyle encaran hacia la solitaria cabaña del telégrafo, y sus monturas - más desahogadas que la de Frank y ciertamente mucho más que la de Dakota - emprenden un trote alegre, como ansiosas por llegar. Quizá el aliciente de los caballos sea el verde pasto que rodea al edificio, que incluso parece tener una pequeña huerta. Con el sol brillando, los dos gentlemen llegan a la conclusión de que el día se ha puesto espléndido y que ciertamente la zona invita al sosiego. Incluso se puede escuchar el rumor de un riachuelo que no se ve, cubierto por los árboles.

En seguida llegan a la cabaña, que a juzgar por el buen estado y las ventanas abiertas parece habitada. Desmontan, dejando a las fieles bestias libres para que pasten a placer, y los dos caballeros se acercan a la puerta de entrada, que no está más que entornada.

Desde que se acercan lo suficiente como para vislumbrar el interior de la sala, cruzan su mirada con la de un hombre bien vestido y de mirada amable.

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12/05/2011, 02:51
Encargado del telégrafo

Oh... ¡Hola!

El habitante de la cabaña parece solo moderadamente extrañado por la presencia de paseantes acercándose a su puerta. Posiblemente el buen porte - aunque sucias ropas - de los dos visitantes sea lo que más le sorprende.

Adelante, por favor. ¿En qué puedo ayudaros?

Señala con su mano hacia toda la pequeña sala en la que se encuentra, como dando la bienvenida. Ciertamente, el contenido de la choza es modesto pero con apariencia acojedora. Al margen de una puerta que debe dar a un excusado, casi todo lo que puede necesitar una vivienda está en esta en esta misma habitación, a la vista.

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12/05/2011, 04:11
Stephen Boyle

Buena mañana, caballero. Mi nombre es Stephen Boyle y quien me acompaña es el afamado Charles Eckhardt, del Tombstone Epitaph. Estamos en medio de un reportaje para aquel magazín noticioso. Podríamos, si no es molestia, emplear su hilo conductor de información por impulsos?  El joven se remueve el curtido sombrero y un poco de rubor aparece en sus blncas mejillas, evidentemente aquel arroyo cercano suena como el cántico de querubines en ese momento.

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12/05/2011, 15:54
Encargado del telégrafo

El encargado sonríe abiertamente. Las noticias del Tombstone Epitaph solían llegar hasta este lugar, la frontera con Calfornia, e incluso más allá.

Sin duda, Sir.

¡Oh!, podéis llamarme William. Disculpen mi rudeza al no presentarme, pues paso largas temporadas aquí, alejado de todo contacto social. Lo hago por propio deseo (supongo que tengo algo de ermitaño) pero sigo disfrutando del placer de una visita de vez en cuando.

Pero no me dejéis divagar: la tarifa habitual es de cinco centavos la palabra, pero sus señorías están invitadas al primer telegrama.

Acoge con otra sonrisa la inclinación de agradecimiento que le hacen los dos invitados. Coloca su silla justo frente al transmisor del telégrafo, preparado para emitir al dictado, y vuelve a hablar.

¿A dónde será la transmisión?

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12/05/2011, 16:09
Charles Eckhardt

Esta vez es Charles quien toma la palabra.

A Tombstone, por favor. Necesitamos contactar con la oficina del Epitaph.

Cambia una mirada de entendimiento con Stephen. Los del periódico sabrán dar a conocer el éxito en Bronco Pueblo.

Antes de hacerse ilusiones, Charles mira con cierto desasosiego al encargado.

Supongo que no habrá problemas con hacer un contacto tan largo, ¿verdad? No habrá ningún corte de línea...

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12/05/2011, 16:15
Encargado del telégrafo

¿Un corte de línea? No tengo constancia de ello. Hacía tiempo que no recibía señales de tan al Este de Arizona, pero ayer mismo me llegó un telegrama desde Tombstone precisamente, así que la línea está en perfectas condiciones.

Descartando las preocupaciones de Stephen, y despejando todas las dudas, el encargado William desconecta unos cables de una pared y los conecta en otras clavijas cercanas, tras lo cual se pone a los mandos dispuesto a realizar el contacto al instante.

Confío en que después me permitirán ofrecerles un té, pero ahora vayamos al trabajo.

Mira hacia Stephen, esperando su dictado.

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12/05/2011, 23:51
Stephen Boyle

Nonsense! El té es lo primordial para mi persona en este momento, el reportero aquí presente podrá dar la noticia mientras ud me enseña donde se encuentran los implementos para tomar la bebida matutina por excelencia! El buen garbo de Stephen parecía amainar al pronunciarse la palabra "té" ciertamente no le producía tanta obsesión como la piedra fantasma, pero si tenía un gusto bastante demarcado por sus británicas costumbres.  Cuénteme, maese William, es usted oriundo de estas partes? O al igual que un servidor, llegó de tierras más civilizadas? Mientras hablaba sus ojos inspeccionaban los gabinetes, empero los modales de un caballero exigían que no se moviese de su lugar. Al parecer Stephen había entrado automáticamente en modo "desayuno social" y el telégrafo paso a un segundo, si no, tercer plano.

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13/05/2011, 00:13
Encargado del telégrafo

¿El señor Eckhardt sabría usar el manipulador?

Al asentimiento del periodista, el encargado se levanta, jubiloso.

Pues por descontado. Si no le importa atenderé mis obligaciones como anfitrión entonces.

Dejando al plumilla al aparato, el hospitalario telegrafista se vuelca ya sin distracciones en el encuentro social. Señala una destartalada mesa para que Stephen se siente mientras él empieza a calentar agua y conversa alegremente.

Ha acertado usted: soy de procedencia polaca, aunque vine hace ya muchos años con mis padres. El poco patrimonio que conservo de Polonia consiste en el idioma (algo torpe ya), la religión judía y el gusto por las pequeñas celebraciones.

No me parece arriesgado aventurar que es usted británico, ¿correcto?

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13/05/2011, 01:07
Stephen Boyle

Ah, hace ud gala de la biennombrada astucia polaca. En efecto soy de tierras británicas, sin embargo mi vocación me insta a venir aquí, verá. Se han encontrado en estas tierras, yacimientos de un mineral que puede revolucionar la industria mundial. Y evidentemente, quien logre descubrir dicho potencial con la mayor premura tendrá la ventaja del advenedizo científico descubridor! 

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13/05/2011, 01:14
Encargado del telégrafo

Creo haber oído algo al respecto de ese mineral. En territorio californiano nadie parece pensar en otra cosa.

Hace una larga pausa mirando hacia la pared de forma ensoñadora. Sin duda se sentaría a tener la charla más comodamente de no ser porque está ocupado en reunir vasos - nunca creyó necesitar tres - y en vigilar el agua que ya está puesta a calentar.

Mi difunto padre le habría comprendido bien a usted. Fue un geólogo de cierta reputación, y su padre (mi abuelo) fue minero. Caracteres dispares, pero supongo que mi viejo progenitor heredó el amor por la tierra.

Continúa ocupado en reunir algunos enseres, pues parece que va a servir un desayuno completo, aunque no pierde atención al británico.

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13/05/2011, 01:48
Stephen Boyle

Ah, maravillosa ciencia, la geología. Sin duda hubiese podido solicitar los servicios de su progenitor. Podría honrarme, antes que hierva el té, con el apellido que usted bien portase como legado? Es plausible que en la investigación de mis próximos meses requiera una referencia en las notas para la excavación de la misteriosa roca y su señor padre, de tener el mismo carácter afable y minucioso que el vuestro tendría unos datos de sumo interés.

El cansancio de la vigilia por la noche anterior, las heridas sufridas y el evidente estrés de hace unas horas yace adormecido por la anticipación a su amado te mañanero, sólo harían falta un poco de pan tostado con huevos en canasta y una ablución completa para que se sientiese de vuelta en casa.

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13/05/2011, 01:59
Encargado del telégrafo

El anfitrión sonríe, levemente sonrojado, y contesta.

¡Oh! eso es demasiado amable, pero complaceré su curiosidad. Mi apellido de familia era Mojkevicz, aunque al venir aquí adoptamos el apellido "Michaels", para adaptarnos mejor.

Suelta una pequeña risa.

Mi propio nombre solía ser otro, pero temo que sonaría impronunciable para un angloparlante. Incluso yo he perdido la aptitud de pronunciarlo debidamente...

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13/05/2011, 02:04
Charles Eckhardt

Señores...

Interrumpe Charles.

He mandado el mensaje, y temo que tenemos cierta prisa.

Se dirige directamente a Boyle al decir: Frank y Dakota nos estarán esperando.

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13/05/2011, 02:05
Encargado del telégrafo

¡Oh!

Se sorprende el polaco, y coordinado con su brinco empieza a sonar el silbido de la tetera.

Pero el té está listo, y esperaba pudiéramos compartir desayuno y charlar un poco. No tengo mucho, pero es mi deber y placer ofrecerlo a caballeros tan refinados.

Indudablemente el tal William esperaba con gran ansia el encuentro social que, por sorpresa, se le había presentado.

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13/05/2011, 02:12
Stephen Boyle

Oh Charles, seguramente 5 minutos más no van a hacer de nuestros compañeros menos malhumorados que de costumbre, francamente creo que ya es muy tarde para motivarles a sonreír de nuevo. Recuerde usted como fue nuestro primer encuentro, mi buen plumilla, al son de un te como este. Por favor, no me diga usted que su estómago no retumba con la avidez del alimento que nos ha carecido en Santa Marta. Stephen sonríe con su tradicional gesto soberbio, pero con la mirada que sólo se le dedica a un amigo de hace mucho tiempo.

Ha obtenido usted respuesta de Tombstone sobre lo que haya acontecido recientemente? Dice a Eckhardt sin dar la espalda al reportero, pero haciendo un gesto con la mano a William para que traiga la anhelada infusión.