Partida Rol por web

Tras el diente de Dragón

Escena II: Nieve en Irlanda

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07/09/2012, 10:17
Rhiannon

Harald se había deshecho de una parte importante de las provisiones, sin embargo Rhiannon no podía reprobar la decisión del gigante del norte. Era consciente las penurias que para el grupo podía constituir aquella acción, pero también sabía que era el justo pago a la anciana por su hospitalidad y por los problemas que le habían causado.
"El último…", dijo sin poder evitar recordar la terrible pesadilla que la torturaba cada noche. “Dime, viejo, pues no me gustan los acertijos ¿Qué significan tus palabras?

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08/09/2012, 12:42
Sheogorath ex Jerbiton

Sheogorath parecía de mal humor. Gruñía por lo bajo constantemente, y arrastraba los pies. Sus ojos no dejaban de mirar al anciano y a su túnica quemada.

-Chamusquina, eso es lo que es, chamusquina -masculló, sin saber si alguien lo oiría-. Está triste por todo el asunto de su hogar, cierto, pero no por eso es menos chamusquina. Y estos cabezas vacías siguen sin verlo -en su enfado, el mago casi parecía normal, pero su risa alocada siempre regresaba, siempre-. Jejeje, es divertido. Cabezas vacías, un buen mote. Jejeje.

Las palabras de Harald llamaron su atención.

-Los reyes quieren todo lo que no tienen, pues así se sienten realizados. Amasadores de deseos, amantes de la codicia... burda lección sin aprender -su mano verde acarició el pelo negro de su aprendiz-. Tuann lo sabe. Él sabe que no debemos codiciar más de lo que tenemos -de repente, su voz se tornó melancólica, y triste-. Es un error querer ser más que humanos...

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10/09/2012, 17:56
Tuann Oig

-¡Por supuesto que lo sé!-replicó el chico a su maestro-otra cosa muy diferente es que lo entienda-murmuro por lo bajo el aprendiz.

Por lo demás Tuann Oig permaneció al lado de su maestro a la espera.

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10/09/2012, 18:55
Adrien

Pese a la lluvia, el rechazo de la vieja, perder una parte de la comida que tenían, la sensación de que no le habían contado toda la historia y que aún desconfiaba del guía... pese a todo eso Adrien seguía pensando que él era el líder de este grupo. Por eso optó por ponerse cerca del viejo pero su compañía no le resultaba agradable, aún sospechaba que un viejo ciego y borracho pudiera servirles de guía, así que decidió quedarse al final del grupo y retrasarse un poco borrando los restos de sus pisadas con una rama.

Un pequeño esfuerzo por si les seguían acompañado de unas pisadas falsas antes de meterse en la espesura y recuperar la posición de sus compañeros. Dudaba que fuera a servir de algo pero la paranoia y el peligro constante dicen que es lo que mantiene a salvo a los héroes. Tal vez funcionará...

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11/09/2012, 02:27
Bennen

-¡El lago!- Solo con escuchar aquel nombre le recorría un escalofrío por la nuca. El no lo pudo ver con sus propios ojos pero las sensaciones que percibía de aquel lugar no eran naturales y no le gustaría volver. - ¿Queréis ir hasta Loch Dairbhreach? El camino no es fácil y esta lleno de obstáculos-. Se dio la vuelta con la mirada vacía y se dirigió a ellos.- En el centro de esta hermosa y salvaje isla el lago se encuentra, escondido a la vista de viajeros despistados. Solo por alguien con ya ha estado allí podéis entrar-. Olfateo el aire y su cuerpo se oriento hacia el camino a seguir - Si allí queréis ir, yo os llevaré-.

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11/09/2012, 21:46
Nenúfar

Nenúfar empatizó con la pobre y anciana mujer que había ofrecido su humilde casa para cobijarlos y a cambio casi le quemaban la casa. Con el rostro rojo de la vergüenza se dirigió al exterior sin decir palabra. Evitó todo contacto con el posible causante del alboroto, Shegorath, y caminó junto a Harald.
Al fin tenían un objetivo,  Derravaragh estaba entre las pistas de Gwalch, era lo más indicado. – Si, allí queremos ir- dijo Nenúfar decidida.
Aunque Nenúfar confiaba bastante ciegamente en el ciego, sacó sus pergaminos y su mapa, no vendrían mal y así marcaría el camino para la vuelta.

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11/09/2012, 22:50
Director

Caminar hasta Derravaragh detrás de un anciano.

Al tercer día de caminata pensaron en conseguir unos caballos o al menos, una carreta. Pero no llevaban dinero ni provisiones

Al cuarto pensaron que se volverían locos.

El quinto día pensaron que, sin duda, lo estaban.

Habían tenido suerte hasta entonces. Siempre hay un establo, o un campesino al que un anciano como Bennen o Tuann despierta compasión. Otros sucumbían cuando Rhiannon se lo pedía haciendo gala de su encanto. En una ocasión fue el brillo del hacha de Harald.

Pero no aquella noche. Aquella noche llovía como si el infierno se hubiera desatado, con un viento extraño. Tras las nubes debería haber luna llena, pero hacía kilómetros que no se veía ni una triste cabaña en la que rogar compasión.

Nenúfar había encontrado un resquicio entre dos árboles medio caídos que prometía un poco de refugio, pero ni siquiera la habilidosa Rhiannon había conseguido encender un fuego en el que calentarse. Tuann se frotó las manos y se colocó entre Harald y Sheogorath. Hacía mucho frío, demasiado incluso para poder dormir. Y despiertos pasaron la noche en silencio, hasta casi la madrugada.

Así que no podían estar soñando.

Gruñidos. Eran de un animal grande, quizá un lobo o un oso.
En realidad, dos animales. Y sonido de zarpas y colmillos.

Un resplandor verdoso iluminó, diminuto, el camino. Y después otro, un poco más violáceo. Otro, y otro, y otro, hasta que el claro estaba iluminado, y pudieron verlos:

Un oso enorme, negro como la noche, luchaba encarnizadamente con un lobo blanco, también enorme. La sangre de ambos manchaba los pelajes pero no parecían agotarse, ni sentir las heridas. Solo querían hacerse daño mutuamente.

Notas de juego

El punto A es Wexford, el B el Lago.
Hablamos de unos 180 km a ritmo de ancianito.

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11/09/2012, 23:21
Director

Tuann se quedó entre ensimismado y asustado al ver el espectáculo. No tenía sentido alguno que esos animales estuvieran ahí, tan cerca, y que no los hubieran percibido antes a lo largo de la noche.

Y mientras estaba pensando eso, sintió algo en su regazo. Un armiño, blanco como el lobo, se había acurrucado con él entre sus ropas, y, sin ningún signo de agresividad hacia el niño (más bien parecía domesticado) también observaba con atención la pelea.

No obstante, Tuann sintió que había visto antes este animalito...

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12/09/2012, 00:16
Adrien

¡Maldición! - exclamo adrien al observar lo que esta pasando delante suya. Un oso y un lobo blanco peleando pero parecían ser irreales, extraños, misteriosos... pero ni con esas pensaba acercarse. Despertó a sus compañeros mientras les pedía que se mantuvieran en silencio mientras buscaba una salida.
Tal vez podamos subir sobre estos árboles... - pensaba adrien.

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13/09/2012, 19:07
Rhiannon

El olor a sangre y tierra mojada inundaba el ambiente mientras los compañeros, calados hasta los huesos, observaban el terrible espectáculo que ofrecían aquellas majestuosas criaturas. Los animales henchidos de rabia  e iluminados por la tenue luz lunar ofrecían su sangre, como si de una macabra ofrenda se tratara, al astro plateado. Se herían una y otra vez sin acertar en las zonas vitales del adversario, pues su finalidad parecía ser la de causar el mayor dolor y sufrimiento al rival. Gruñidos, barro y sangre. Mechones de pelo arrancados y cubiertos de sangre ya coagulada. El tamaño de aquellos animales y el color de sus pelajes le hicieron pensar a la joven pelirroja en la bruja del vestido negro y en el chico del armiño, así como en la extraña guerra abierta entre ellos.
“Magia…esto no nos atañe a los mundanos ¡Sheogorath! ¿Puedes detener esta locura? ¿Puedes parar el enfrentamiento entre ellos? Los demás deberíamos intentar ponernos a salvo, tal vez subiendo a los árboles”.

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16/09/2012, 16:11
Sheogorath ex Jerbiton

-Claro, pelofuego -rio divertido Sheogorath ante las palabras de Rhiannon-. La locura es miiiiiiiii especialidad.

El mago dio un paso adelante, observando la escena. Se remangó las mangas, con sus ojos destellando con un extraño brillo. Veía el oscuro pelaje en contra del blanco. Veía la sangre manar, sin detener la encarnizada lucha. Veía al oso, enorme y fuerte. Veía al lobo, ágil y feroz. Garras y dientes.

Sheogorath cerró los ojos, y susurró algo.

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16/09/2012, 20:32
Tuann Oig

La primera impresión que tuvo el joven Tuann fue de sorpresa al tener entre sus piernas a la extraña criatura, pero pasados unos segundos ya trataba de acariciar la cabeza del armiño, y de pronto cayó en la cuenta de donde había visto antes, era la mascota del niño de la posada. Trato de pensar el motivo del abandono del animalito, a Tuann no se lo ocurría una situación en la que una persona se deshiciese de su acompañante.
-Salvo que estuviera en peligro-

-Maestro!!-gritó el chiquillo-El chico del armiño tiene que estar en los alrededores, y me temo que en peligro, sino no hubiera abandonado a su mascota-añadió señalando al animalito.

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16/09/2012, 21:52
Sheogorath ex Jerbiton

-En otro momento, pequeño -sonríe el maestro al aprendiz, aparentemente en calma tras lo que fuera que había hecho. De nuevo, era el Sheogorath manso y calmado-. Ahora lo buscaremos, pero antes... -dice, girándose hacia Nenúfar-. Chica extraña, ¿no reconoces a ese oso? No es más que un noble guerrero que se preocupa por ti... en realidad, por todos. No son animales comunes, sino magos, pues fuera de la Orden no conocen los secretos de la Parma Magica. Si vamos a intervenir, que sea para separarlos. Pero es en el oso en quien confio...

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17/09/2012, 03:01
Nenúfar

Aquella fuerte tormenta parecía estar castigándolos. Sin ningún lugar donde refugiarse, el grupo se cubria con sus ropajes. Instintivamente Nenúfar se acercaba al gigante esperando protección ante la lluvia bajo su brazo.
Pero pronto el grupo fue distraído del frio por los gruñidos y zarpas que se escuchaban no muy lejos de allí, el sonido era espeluznante. Por un instante Nenúfar relacionó la visión de pocos días había contado a Rhiannon con el rugido de aquellas bestias. La joven agarró el brazo de Rhiannon a modo de alarma. Pero al contrario de la visión, no había niebla, solo lluvia. Fue gracias al verde resplandor cuando pudieron ver de donde venían aquellos rugidos. Dos majestuosos animales luchaban en zarpados.
- De acuerdo, subamos a los arboles. Harald, ayúdame con Tuann.- Se acercó al niño y pudo ver al armiño que señalaba el muchacho.
Tuann tenía razón, el chico del armiño estaba cerca, que curiosamente portaba una bonita y suave piel de lobo.
-Chica extraña, ¿no reconoces a ese oso? No es más que un noble guerrero que se preocupa por ti... en realidad, por todos. No son animales comunes, sino magos, pues fuera de la Orden no conocen los secretos de la Parma Magica. Si vamos a intervenir, que sea para separarlos. Pero es en el oso en quien confió...
-Jamas he visto unas bestias de esas dimensiones, claro que no lo reconozco…-apartó el pelo mojado que goteaba sobre sus ojos y observó con atención al oso y al lobo. Su mente viajó al momento en el que la mujer moribunda se le apareció a las afueras de la posada. Portaba una piel de oso áspera y negra.Handalaia. – Oh quizás si.. Detenlos!- mirando fijamente a las bestias.

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17/09/2012, 04:18
Bennen

Sentía el poder de las bestias por todos lados y no sabía muy bien donde se daba lugar la encarnizada disputa. Palpo el aire, sin saber muy bien que hacer, buscando un lugar donde esconderse. La valentía no era una de las virtudes de Bennen. Avanzando a tientas, sin hacer mucho ruido, por fin localizó un árbol y se ocultó tras el. Esperaba que todo se solucionara sin que ninguno de ellos fuera herido,

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17/09/2012, 21:05
Harald Sigurdrson

La manaza del vikingo llevaba ya un tiempo aferrando el amuleto que colgaba de su cuello. La lluvia que empapaba su cabello y su barba se confundía con un sudor frío que el nórdico se negaba a aceptar. Se irguió en toda su altura encarando las penumbrosas luces, dispuesto a defender a sus compañeros de las fantasmagóricas fieras que luchaban entre sí.

¿Magos? ¿Hombres transfigurados en animales salvajes? Sheogorath y Nenúfar afirmaban que al menos uno de ellos era un aliado, y que debían hallar el modo de detener aquella lucha brutal. Berserkers y ulfserkers eran criaturas familiares al noruego: unos terribles enemigos de los que guardarse. Entrometerse en esa pelea era una temeridad.

Asió a Tuann por las ropas y lo alzó en el aire de la noche, ligero como una pluma, encaramándolo en las gruesas ramas de un roble cercano.

-Sube, pequeño, y escóndete si puedes. También vosotrros –dijo a los demás-. La Arrdilla segurro que os ayudarrá –remató con una retorcida sonrisa.

Y sin aguardar más echó a correr hacia la espesura y la noche. A pesar del aguacero y los rugidos de las fieras, los más cercanos le oyeron cantar en la lengua de los piratas escandinavos

 

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17/09/2012, 21:08
Harald Sigurdrson
Sólo para el director

Se detuvo tras un grupo de arbolillos no lejano, arrancándose a toda prisa la armadura y la ropa mojada, arrojando sus armas y equipo sin orden, pues no había tiempo que perder.

Hombres que vestían la piel de los animales y luchaban con ferocidad. Harald lo había visto antes y también lo había vivido antes, pues él mismo era uno de los que visten la piel del lobo.

-Formidable Fenris, indomable lobo –recitó una vez desnudo, besando el cinturón de piel que le cruzaba el pecho-, comparte conmigo tu fuerza. Permíteme vestir tu piel y correr con tu Camada.

Una elástica sensación se apoderó una vez más de sus huesos mientras el vello brotaba espeso por todo su cuerpo. Sabía que el cosquilleo en las entrañas duraba sólo unos momentos, y Harald se aferró a él, apresurándolo. Se agachó para tocar el lodo con sus manos, pero éstas dejaron entonces de ser manos humanas, sino las zarpas de un fiero depredador. Sacudiéndose la lluvia de la pelambre gris, mostró los dientes a la luna y galopó de vuelta al lugar donde el oso y el lobo peleaban a muerte.

 

Notas de juego

Te dejo a ti el desarrollo de los demás acontecimientos.

La intención de Harald no es la lucha, sino desviar la atención de los contendientes: aullará junto a las bestias, las empujará, las zancadilleará y llegará a mordisquear sus cuartos y patas traseras si es preciso para distraerlas. La idea es hacerles ver que hay otros testigos más o menos sobrenaturales y que decidan detener o aplazar su pelea.

Aunque supongo que en su forma lobuna Harald será también un bicho enorme y peludo, asumo que no será tan imponente como los otros, por lo que si intentan atacarle en serio huirá como una flecha de vuelta a la negrura, como hará también si consigue su objetivo.

Espero los animales sean reales, y no estemos viendo el resultado de un Certamen.

Por cierto, te hago notar que deliberadamente he omitido el acento de Harald en su plegaria a Fenris el Lobo. Eso es porque es en noruego, su lengua natal. xD

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17/09/2012, 22:41
Tuann Oig

-Suéltame gigante!! soy un niño no vuestro juguete-gritó indignado e intentando zafarse de Harald y dicho esto cogió al armiño y se fue junto a su maestro, que es donde debía de estar.

-Por muy pequeño que sea sigo siendo un mago-murmuró Tuann Oig

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18/09/2012, 03:17
Adrien

Adrien ayudo a subir al árbol a sus compañeros mientras inspeccionaba lo que estaba ocurriendo cerca del árbol y listo para subir enseguida si la batalla que estaban presenciando se les acercaba.

Guardar silencio ahora, no queremos que sepan que estamos aquí - susurro adrien.

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18/09/2012, 19:49
Director

La noche se despejó y por un instante la luna brilló, clara y llena, en el cielo. La luz azulada apagó por un instante el resplandor verdoso que miles de puntos diminutos, como luciérnagas, creaban alrededor de las bestias. Pronto amanecería.

Tuann se mantuvo, erguido y orgulloso, al lado de su maestro. No se podía dudar de que el Don estaba muy presente en él, y de que muy pronto se convertiría en uno de los elegidos de Hermes, en un mago. Extrañamente no le preocupara que los animales lo descubrieran. No tenía miedo.

El armiño trepó a su hombro y se sentó en él, oliendo su oreja. De un blanco inmaculado, la pequeña criatura tenía sus ojos fijos en la luz de la luna, y en la pelea. Tuann sintió cómo se aferraba a su ropa. Si no hubiera sido un simple armiño, habría podido jurar que estaba preocupado.

Bennen se había ocultado tras uno de los troncos y Rhiannon, Nenúfar y Adrien habían optado por trepar al árbol. Desde allí vieron que algunos duendes, oscuros y verdosos como el goblin que Nenúfar encontró en Cornualles, observaban la pelea con tanta atención que tardaron en darse cuenta de que no estaban solos en las ramas.

El bosque entero, si se observaba con atención, estaba en vilo con la batalla de las dos bestias. Y no se preocupaban en ocultarse.

Entre los arbustos, por el mismo sitio por el que Harald había desaparecido, otro lobo irrumpió en el claro. No era, ni de cerca, tan grande y majestuoso como el animal blanco que peleaba con el oso; aun así, su tamaño no era desdeñable. Gris, (y mojado), se sacudió al lado de Sheogorath sin prestarle atención un segundo antes de saltar a la pelea.

Este tercer animal realmente no atacaba. Gruñía, tiraba zarpazos y en algún momento trató de asir al otro lobo por una pata, tirando de él hacia atrás. El oso aprovechó la distracción y lanzó un poderoso zarpazo a la cara del lobo blanco; el gris saltó entonces hacia el oso, y esta vez la ventaja fue para el lobo blanco...

Aunque su prioridad seguía siendo luchar hasta matarse entre ellos, no puede decirse que el animal gris saliera ileso. Un feo zarpazo recorrió su lomo y una dentellada su pata trasera, haciéndolo cojear. El animal gris gimoteó y se apartó, escondiéndose entre los arbustos por donde había entrado.