Partida Rol por web

Turno 1106
Oficial de guardia

- Buenos días - dijo el oficial, ante el cual los soldados siguieron a lo suyo, las cartas.

- Díganme, me han comunicado que necesitan algo de información sobre las rutas hasta Minas Tirith - dijo amablemente - Os ayudare en lo que pueda, ¿Que queréis saber exactamente?

Turno 1106

-Muchas gracias amable señor, aunque como bien dice mi compañero aquí presente no hacía falta.

Tras contemplar como el posadero y su hijo partían, se quedó unos segundos observando como se alejaban.

-Bien maese Ilidan, ¿que hacemos?, podríamos entrar en la ciudad y buscar a nuestros compañeros. Creo recordar que Gelion dijo algo de buscar a un erudito y el posadero le habló de una tal Ercis. No recuerdo muy bien donde iba Groal, pero creo que fue con Draupner y Oin al castillo. Así que podemos ir al castillo a buscar a los enanos y al beórnida, o a buscar a esa erudita en busca de Gelion. La otra opción es esperarles aquí, ya que seguro que vienen, al no ser que tengan problemas.-Bolgo se quedó pensativo durante un instante- la verdad es que la mejor opción es esperarles aquí, pero no me apetece mucho, no sabemos cuando vendrán y la espera puede hacerse eterna. Si te parece podemos ir a buscar a Gelion y luego ver que hacemos. Si vamos hacia el castillo es posible que sea complicado encontrar a nuestros amigos, dado que estarán preparándose para el ataque.

Turno 1106

Gelion era ingenuo por naturaleza. Su asombro por los misterios mayores y menores o incluso por los menores detalles le hacía perder las defensas ante las amenazas. De ese modo le capturaron al principio de sus aventuras, cuando conoció a los enanos.

Pero había pasado tiempo, el tiempo es un maestro. Se sorprendió tanto de que detrás de la tienda hubiese una nutrida biblioteca que se quedó sin habla. Pero al menos tuvo la precaución de intentar no quedar subyugado por el bello mecer de las caderas que marcaban el camino. Estaba solo y probablemente era un imprudente. Oin le había dicho que se cuidara. Intentó memorizar el camino que le llevó hasta allí, los giros, las salas ... pero no sabía si lo había conseguido hacer de modo satisfactorio.

La belleza esconde otras cosas ... le había dicho Ercis. Ercis ... ¿tendría algún significado especial aquel nombre? Por un momento se sintió como un tonto. ¿Cómo se le ocurría desconfiar de todo y todos como Draupner? Y sin embargo ... ¿Quién mostraba sus más preciados tesoros al primer desconocido que se presentaba?

Extrañamente habían pasado varios minutos en los que había reflexionado sobre estas cosas y tenía delante tres bellos códices y no los había tocado. Fuese lo que fuese, pasase lo que pasase, no podía dejar pasar la oportunidad de consultarlos. Lamentó no haber centrado sus esfuerzos en aquella parte de su arte que identificaba la magia de los objetos porque algo le decía que aquellos libros eran algo más que un montón de papeles escritos y encuadernados.

De modo que lo primero que hizo antes de nada fue mirarlos sin tocarlos, examinar su encuadernación y buscar algún tipo de marca o firma del encuadernador o del autor. Luego, poco a poco comparó su grosor y si tenían algún grabado en su portada. Finalmente cogió el menor de ello temiendo ser subyugado por algún tipo de sortilegio. Tales eran las ganas que tenía de leerlos que pensó que debía mirarlos aún así y miró primero si entendía la lengua y los índices. Si no comprendía qué ponía buscaba los grabados o dibujos o esquemas que encontrase y por supuesto tomaba notas. Intentaba hacerse una idea del tema que trataban los libros, si veía alguna reproducción que le pareciese importante intentaba memorizarla.

Comparó las lenguas en que estaban escritos con las que conocía ... ¿sería Quenya?

En suma, se sumergió en el examen detallado de aquellos libros. Sentía afinidad por Ercis y si ella los amaba debían tratar temas importantes.

Turno 1106 (Continuación)

-Ummm, no sé. Aunque hayamos estado poco tiempo durmiendo, no creo que encontráramos a Gelion allí donde iba. Y por lo tanto, con lo alejado que esta, perderíamos mucho tiempo.- Habían pasado más de 3 horas así que esa idea no podía ir muy desencaminada. Luego dio su opinión sobre lo que debían de hacer.- Lo mejor sería adentrarnos un poco de camino hacia el castillo si lo que te preocupa es estar justo en uno de los límites de la ciudad...- Con aquello no quería atacar a la valentía del hobbit, él mismo había pensado en lo mismo.-... ,pero únicamente lo suficiente para que si vuelven sea necesariamente por el camino en el que estemos. Draupner dijo que volvería y no dudo de su palabra de enano.- Aunque creía eso con todas sus fuerzas, o que al menos enviaría a alguien;  le sonaba extrañó en él, ya que no coincidía en muchas cosas con el enano.

Turno 1106 (continuación)

-Seguro que al menos Oin regresa, tengo sus cosas -dice el hobbit señalando el equipo del enano- Me parece bien tu propuesta, ¡pongámonos en marcha!, aunque te agradeceré si me echas una mano con las cosas de Oin

Turno 1106 (Continuación x2)

-Por supuesto, trae.- Ayudó al hobbit a cargar las cosas de Oín, y luego se pusieron en dirección al castillo junto con Wyd, quien guiaba el mismo.

Turno 1106

Draupner esperó con calma a que llegara la persona encargada de transmitirles la información que deseaban ajeno a las actividades que los soldados desempeñaban en su tiempo libre y en las horas previas a la batalla.

Cuando este llegó devolvió el saludo - Buenos días. - Luego dio respuesta a lo que se les preguntaba. - Pues queríamos saber dos cosas, la primera es como están los caminos de aquí a la Ciudad Blanca. Sé que los orientales tienen tomadas las rutas norte, este y sur, pero no sabemos nada acerca de la ruta oeste que es hacia donde nos dirigimos. También nos gustaría sabre si habría inconveniente alguno en que abandonásemos la ciudad o si debemos de conseguir algún tipo de autorización antes de poder hacerlo. Por último nos gustaría, a ser posible, saber acerca del paradero de dos amigos que se encontraban hace unas semana en Burht Ailgra, hemos escuchado rumores de que nadie ha sobrevivido, pero nos gustaría confirmarlos, sus nombres eran Agranil, alcalde de Ciudad Lago y el mercader Egorant, de Esgaroth. - tras su respuesta, espero que el soldado pudiera aclarar las preguntas planteadas ante él.

Turno 1106
Oficial de guardia

- Pues estáis en lo cierto, - asintió en oficial -  los orientales han invadido casi todo Rhovanion. Ahora mismo parten para la lucha nuestros soldados, se enfrentaran a un ejercito que viene del norte. - dijo refiriéndose al ejercito que habían visto en la entrada y que ya debería de haberse marchado.

- Por el este se prepara otro ejercito de orientales, los soldados de Burh Widu, que ha sido abandonada, esperan junto a cualquier hombre capaz de aparentar ser un soldado. Esperemos que la batalla del norte acabe pronto y bien, y puedan asistir a esos soldados, son pocos. - dijo con cara de preocupación

- Y por el sur... Tampoco esta muy bien. Algunos orientales, con un nutrido ejercito de aliados sureños, de mas alla de los montes de ceniza. Avanza sin descanso ni piedad - anuncio, su cara se torica de pensar en lo que los esperaba - No sabemos con exactitud cuando llegaran, nuestros exploradores están mas ocupados intentando interceptar mensajes entre todos los enemigos, que preocupados por saber cuando lo haran. Sin embargo si se que cuando lo hagan, caerán todos juntos y esta ciudad será destruida.

- Respecto a tus amigos... Dalos por muertos, tan solo un par de soldados moribundos sobrevivieron, pero murieron la misma noche en que llegaron. - dijo descorazonador - Enviamos a algunos exploradores, lograron evitar al enemigo, y descubrieron una masacre, no quedo ni uno vivo.

La cara de Oin se va volviendo más y más cenicienta según el soldado detalla la situación actual; pero es sobretodo al final cuando explica lo de la masacre, Oin no puede reprimir una maldición en Khazalid.

- Perdón  - apostilla luego y hace un gesto para que el soldado o Draupner sigan con sus palabras.

Todo aquello no pinta nada bien y más si su amigo está pensando en volver sobre sus pasos al lugar de la matanza.

Turno 1106

- Y los nombre de los soldados no los sabréis verdad, sabemos que nuestros amigos vestían como soldados. Eran dos personas de avanzada edad. No coincidirá ninguno de ellos con la descripcción que os doy ¿verdad? -

- Si no lo fuera, ¿cuáles son las posibilidades de atravesar las líneas enemigas para llegar al lugar de la masacre?-

Turno 1106
Oficial de guardia

- Me temo que los caminos están tomados, la ruta del sur, que es el camino mas corto, no es segura, pero claro, cual lo es en estos tiempos... - reflexiono - Yo no me arriesgaría a tomar ese camino.

- No es necesaria ninguna autorización para huir de la ciudad - la palabra huir la pronuncio con un tono viperino, una cuidada manera de cuestionar la valentía

- La ruta oeste, como decís, no sale desde aquí, hay que subir al norte, hasta burh Widu, para encontrar caminos transitables, ya saben lo que les espera al norte. - informo al enano, la ruta del oeste implicaba subir al norte - siempre pueden atravesar el bosque, aunque es grande y les llevaría mucho tiempo, seguro que de ese modo no os topareis con ningún peligro.

Quedo a la espera por si querían saber algo mas

- Señores, si me disculpan, he de atender muchos asuntos, les deseo un buen viaje.

Hizo ademan de marcharse, cuando el enano le pregunto algo mas.

- No, desgraciadamente no conocemos sus nombres, apenas les alcanzo para indicarnos el lugar donde Burh Ailgra fue masacrada. - dijo encogiéndose de hombros - pero si se que no eran viejos, eran dos soldados, y jóvenes, no creo que fueran los que andáis buscando.

- Para llegar al lugar, solo hay que seguir el camino norte, que lleva hasta Burh Ailgra, a un día de aquí - dijo no del todo seguro - Encontrareis una batalla, pero con suerte la podréis sortear, los orientales estarán demasiado ocupados muriendo. Es un riesgo tremendo, pero si dais un gran rodeo y no os encontráis con nadie, cabe la posibilidad de que lleguéis.

- No quiero saber vuestros interés en llegar hasta allí, pero lo hacéis, no encontrareis mas que muerte.

Y dicho esto, desaparecio por la puerta por la que había entrado.

RESOLUCION TURNO 1106
 

El oficial le conto cuanto pudo. Le hablo de la situación crítica del norte, del acoso del este, y de la pronta llegada de más enemigos por el sur. Las rutas hacia la ciudad blanca estaban tomadas por el enemigo. Solo por el oeste, por el Bosque Verde, parecía ser la ruta más segura. Pero no lo era tanto, para encontrar un camino seguro, debían ir primero al norte, hasta Burh Widu, de donde salía un camino que cruzaba el bosque. Si no era por ese camino, cualquier ruta segura implicaba cruzar la floresta y eso no siempre resultaba fácil.

La otra opción, era tratar de rebasar las líneas enemigas sin ser detectado, yendo directamente al sur, el camino más corto. Esta opción era la más arriesgada, aunque la de ir al norte en busca del sendero que cruzaba el bosque, tampoco resultaría fácil. Una batalla tendría lugar allí, el ejercito de Burh Waldlaes, ya se dirigía hacia allí, al encuentro del enemigo.

También le informo de la masacre de la que fueron víctimas los ailgrathas, de cómo no hubo supervivientes y donde fue más o menos esa aniquilación.

Después, sencillamente el oficial tuvo que marcharse, decía tener muchos asuntos que atender, y seria así, la guerra estaba en las puertas de la ciudad.

RESOLUCION TURNO 1106
 

Groal entendió lo que pasaba, por culpa de la guerra, todos trataban de salvar, en la medida de lo posible, sus posesiones. Las tabernas se tapiaban, las casas cerradas, la gente iba y venía ayudándose unos a otros.

Groal, impotente, veía como la desesperación se apoderaba de la ciudad. Deambulo durante un buen rato mas, recorrió casi todas las calles. Pocas casas de piedra, la mayoría eran de madera y sus tejados de paja. Las calles no seguían un patrón, serpenteaban siguiendo el contorno de las enormes columnas de piedra que había, gargantas civilizadas en las que se habían edificado casas de estilos muy diferentes. Había casonas, chozas, tabernas, negocios y puentes colgantes. Que unían algunos edificios en la altura, edificios de mayor calidad que descansaban el cima de esos gigantes de piedra.

Al cabo de mucho rato, había recorrido la ciudad entera, volvió hacia la posada, había pasado casi tres horas perdido entre las calles, cruzándose con poca gente, y toda ella muy atareada con los preparativos. Se volvía hacia la posada, cuando vio algo según enfilaba la calle que salía. Ilidan y Bolgo, cargados como mulas con los enseres de Oin,  no estaban en la posada, estaban allí delante, en el camino…

RESOLUCION TURNO 1106
 

Poco podían hacer los dos. Portaban las cosas de Oin, aparte de las suyas propias. Sin saber bien dónde ir, por miedo a cruzarse con sus compañeros, esperaban en el camino de entrada a la ciudad.

La posada no estaba lejos, no se podía decir que estuviese a las afueras, pero sí que era el primer edificio que uno encontraba si venia por el este. Desde donde estaban lo veian a lo lejos, y también veian el camino que conducía a la base del castillo.

El castillo estaba encaramado en lo mas alto de una de esas columnas de piedra que se habían separado del Talath Harroch. Era un edificio grande que ocupaba casi toda la cima. Solo había un sitio por el que acceder al castillo, su entrada principal. Era un puente de piedra que colgaba a cerca de treinta metros de altura y que conectaba con la parte superior del barranco. Desde allí abajo parecía majestuoso y sin duda muy bien colocado estratégicamente, debía ser difícil de tomar.

Admirando aquella obra, vieron venir a lo lejos a una persona, grande y alta, con barba tupida, era Groal…

RESOLUCION TURNO 1106
 

Ante él tenía tres ejemplares de buen tamaño con cubiertas de cuero y sus nombres grabados en ellas, no había ninguna otra inscripción o símbolo en el exterior, no al menos visible. Los títulos no estaban claros, Gelion no conocía aquellas lenguas, aunque dos de ellas tenían alguna similitud con el  sindarin que si conocía, eran de algún tipo de lengua élfica, si, sabia que debía ser sindarin, una lengua que no tuvo la oportunidad de llegar a aprender.

 Sus títulos eran "Oilima Markilla" y "Amaurëa". El tercero, sencillamente rezaba con las letras comunes "Zâin Kuluban". No lo dudo, en la soledad, comenzó a ojear los libros, primero por fuera, luego los índices, cada vez que habría uno esperaba un tremendo encantamiento, como si albergaran un gran poder escondido. Poco le revelo lo que veía, eran índices comunes, cuyo significado no conocía, pero que casi podía asegurar, habían sido escritos por la misma persona, o al menos en el mismo lugar. Su construcción era esquemática, similar en los tres ejemplares.

El interior, alternaba el texto, con lo que debían ser algunas citas o explicaciones escritas en letra más pequeña. Carecia de imágenes, grabados o dibujos. En general los libros presentaban un estupendo aspecto y a pesar de ser claramente antiguos, se conservaban a la perfeccion.

Entonces entro Ercis…

Turno 1107

- Llevas mucho tiempo aquí querido Gelion, lamento haberte dejado solo tanto tiempo. - dijo la muchacha mientras se acercaba al escritorio. - Llevas ojeándolos más de una hora, ¿Qué te han parecido estos libros? - pregunto- no has podido evitar echar un vistazo a todos, ¿verdad?, es una pena. - añadió sin que Gelion supiera a que se refería.

- Ahora si me disculpas, he de cerrar la tienda, la guerra esta próxima y he de proteger todo esto. - su actitud no era ya tan amable, mas brusca.

Turno 1107

Estaban esperando, la mayoría del rato en silencio, mientras cada cierto tiempo echaba una vista o bien hacia el camino hacia el castillo o aunque menos veces de nuevo hacia la posada. Fue así, cuando a lo lejos vio una persona, grande y alta, con barba tupida. Levantó la mano ya que podía tratarse de Groal, hasta que creyó que la persona que se acercaba se había dado cuenta también de ellos.

Luego, cuando Groal ya estaba a su lado, le preguntó.- ¿Sabes algo del resto?- Por ahora omitía el que les había llevado a estar allí, pues lo otro era más acuciante con el inminente ataque del ejército enemigo.

Turno 1107

Mientras estaban esperando el regreso de sus compañeros, el pequeño hobbit aprovechaba el momento para fijarse en todo lo que pasaba a su alrededor. Contemplar a la gente que iba de un lado a otro preparándose para un combate no era algo agradable, y Bolgo estaba intranquilo ante la posibilidad de verse envueltos en un asedio.

Fue entonces cuando a lo lejos apareció una figura familiar, Groal. Cuando se acercó iba a decirle algo hasta que Ilidan se le adelantó, así que se limitó a saludar

-¡Saludos Groal!

Turno 1107

No lo entiendo. ¿De qué hay que apenarse? Preguntó el bosquimano.

No he podido evitar mirarlos. Son libros muy bellos pero no entiendo lo que pone. Lo único que he sacado en claro es que han sido escritos por la misma persona a juzgar por la letra. Son importantes para tí, pero si no querías que los viese no debías haberme traído aquí. ¿Qué debía hacer? ¿Abstenerme de mirarlos?

Pero entonces recordó las palabras de Ercis antes de dejarle solo.

... Puedes mirar uno de ellos ... le había dicho. Se dio cuenta de su error y se avergonzó terriblemente. Ella había confiado en él y él se había olvidado completamente, su maldita curiosisdad le había traicionado y se sentía ofendida con motivo.

Yo ... balbuceó. Lo siento terriblemente. En mi afán por ver estas obras de arte olvidé que me dijistéis que mirase uno solamente. Siento haber abusado de vuestra confianza.

El bosquimano se sentía mal consigo mismo y sentía haber ofendido a Ercis. Me hospedo en la taberna. Tal vez me permitáis invitaros a cenar para compensaros.

No sabía porqué lo hacía. Además, después de meter la pata tal como lo había hecho, no tenía ninguna posibilidad de que a ella pudiese gustarle su compañía.

Mis compañeros de viaje no son grandes eruditos. Agradecería la conversación inteligente, quién sabe cuánto tiempo tenemos de vida con la proximidad de la guerra. No deseo desperdiciarlo con tonterías. Me gustáis.

Y al terminar de hablar simplemente se puso rojo como un tomate maduro. Pero ya lo había dicho.

Turno 1107

Draupner había confirmado sus peores sospechas y tenía claro lo que debía hacer, no en balde, ya había anticipado a sus compañeros sus intenciones y su amigo mejor que nadie, sabía como pensaba.

De todos modos no era quíén para decidir por nadie y llegados a ese punto cada uno debía decidir lo que era mejor para cada cual. Así pues, tras agradecer al oficial de guardia la información se volvió hacia Oín.

- Ya podemos contar a los demás lo que nos han dicho. Cada cuál tendrá que tomar su decisión. Por lo que a mi respecta ya sabes, un contrato es un contrato, y este solo se extingue cuando desaparece su objeto, lo que no es el caso. -

Con estas palabras abandonó el cuerpo de guardia en dirección a la posada.