Partida Rol por web

-Bueno, pues esto significa que ahora -su sonrisa flaqueó un momento, pero se recuperó pronto-, somos una manada -juntó las manos e inclinó ligeramente la cabeza, mirando a Randolph-. Señor Goodwin, usted que tan acertado ha estado al proponer que renovásemos nuestros vínculos, y que tan bien se ha desenvuelto en su papel, no tendrá nada en contra de ostentar el título de Sacerdote, espero. Nuestro querido Paul será Abad -dijo sin mirarle siquiera-. Y yo -sonrió llena de satisfacción-, seré la Ductus.

No significaba nada, pensó sin sonreír. Pero no podía negarse, y tampoco a ser Sacerdote. Se limpió la boca con el dorso de la mano y volvió a asentir; tenía la sensación de que era lo único que hacía delante desde que sus invitados habían llegado. Decía que sí con la cabeza cada vez que la señorita Latimer le enfurecía. Sonreía cada vez que sentía deseos de darle un puñetazo.

-No tengo nada que objetar.

Paul asintió.

- Yo tampoco.

Total, el Brujah ya había estado siendo Abad antes de que lo fuera oficialmente, así que poco cambiaba en su existencia... Se quedó en silencio, a la espera de lo que venía a continuación.

-Pues está hecho. Espero que nuestra reunión haya satisfecho sus inquietudes, señor Goodwin. Y espero que volvamos a reunirnos pronto, a ser posible de forma más organizada y discreta -apuntó con una mueca que parecía resignada a la idea de que teniendo en cuenta quien había organizado la que acababan de terminar, qué más se podía esperar. Se volvió a poner el sombrero, sujetándolo con una horquilla, y cogió su abanico-. Hasta pronto, señor Goodwin.

Miró a Paul un momento, que se apresuró a levantarse y escoltarla hasta la salida, despidiéndose apresuradamente de Randolph.