Alicia se levantó con normalidad, apagó el despertador de un golpe y se dirigía hacia el baño. Se dió una ducha caliente para empezar bien el día, hoy tenía que ir al hospital a trabajar. Una vez limpia, se secó el pelo y se hizo una coleta, se fue al vestidor y se puso un jersey de lana blanco y unos vaqueros ceñidos.
Hoy iría en autobus al hospital, no quería despertar a su tía para pedirle un coche. Salió despacio y sin hacer ruido para no despertar a nadie.
Continua en el jóspital
Alicia, de mala gana, se dirigió a su habitación junto a Lotte. Eso sí, echando unas miraditas por detrás de su hombro para ver si Steve aparecía milagrosamente, pero no hubo ni rastros de él.
Apenas entraron, Lotte corrió a la cama y se echó a ella y comenzó a moverse, deleitada por las suaves sábanas de seda.
-Oh mi dios, esto es un sueño. Maldita perra - Dijo Lotte mientras reía simpáticamente.
-¿Si? Pues se va convertir en pesadilla
La voz no provenía de la boca de Lotte, ni la de Alicia, ni era Steve o Leonore. Ambas amigas se miraron sorprendidas, era la voz de un hombre, pero no se veía a nadie.
Sigue del Hall
Alicia se extrañó al oir aquello... ¿Que demonios había sido?
-¿Has oído eso...?- Alicia se acercó al baño para comprobar si había alguien mientras le hacía un gesto a Lotte para que mirase en el vestidor.
-¿Hola?- Preguntó confusa.
Lo primero que hizo Lotte fue obedecer a Alicia, algo temerosa. Se dirigió al vestidor y pudo comprobar que allí no había nadie, todo estaba inquietantemente silencioso
-Aquí no hay.. no hay nadie
Lotte se fue a un rincón de la habitación realmente atemorizada, miraba a su alrededor con nerviosismo. No sabía de donde había provenido. Tragó saliva y se intentó calmar, aunque estaba demasiada alterada. Miró a su amiga y tartamudeó al hablar:
-¿Ha-hay alguien? - Logró decir con un hilo de voz.
Apenas Alicia asomó la cabeza por el baño, sintió que había un hombre dentro. Pero luego pudo comprobar que no era así, el baño estaba como lo había dejado y ninguna cosa parecía fuera de lugar. Excepto el gato persa blanco sobre la mesada del lavabo, pero éste parecía ignorar a la chica.
Como bien conocía Alicia. Los gatos eran animales crípticos y solían ver lo que los humanos no veían. Y el gato blanco parecía ver lo que ella no veía. Un punto fijo en la pared.