Veronique mira a Leonore mientras entra y se asombra de su aspecto. No había pensando que estaba tan bien así...
Mientras la señora recorre con su mirada a los invitados, Veronique la observa atentamente. Se da cuenta que Leonore repara en ella y muestra muestra un leve desagrado. Veronique no expresa ninguna emoción. Intenta sonreír amablemente pero no lo consigue, en vez, frunce sus labios con un poco de nerviosismo... Esa actitud la tomó por sorpresa. No voy a cambiar por nadie.
Se acomoda en su silla y coloca sus manos sobre sus muslos, las mueve lentamente mientras observa la reacción de los demás invitados.
Matilde no se sorprendió con la apariencia de Leonore, apenas entro, echo una sonrisa, se sento derecha con las piernas cruzadas y ambas manos coloco delicadamente sobre la mesa. -Buenos días Tía, encantada de conocerla. Ya era hora de unas vacaciones, además hay muchos familiares que no recuerdo o no conosco y me agrada la idea de conocerlos de a poco. Mi papá te mando un saludo también y dijo que te dijera que en cuanto pudiera, vendría a visitarla.- Le comentó en un tono de respeto.
Llegó a un pasillo largo, en donde había varias lámparas de pared y ventanas abiertas, pero el lugar seguía siendo oscuro. Una suave alfombra acallaba los sonidos, por lo que parecía inquietantemente silencioso.
En el lugar no había ni un alma, todo era silencio sepulcral. Caminando unos pasos, Leopold se encontró con un gran espejo de cuerpo en la pared, en donde pudo apreciar más su aspecto y comprobó que realmente estaba limpio y que su cabello estaba peinado prolijamente, cosa que nunca lo hizo.
André miró a Leonore realmente perplejo, esa mujer no parecía para nada enferma. Frunció el ceño con desconfianza, pero luego se tranquilizó un poco al escuchar las palabras amables de su tía-abuela, hasta le hizo sonreír por unos momentos, pero se borró cuando Matilde comenzó a hablar antes que él -¿Pero qué..? - Cuando la chica terminó de hablar, André respiró hondo y comenzó a hablar - Es un placer que nos haya invitado a su casa, tía, y mucho más es que nos hayas considerado como tus herederos. Realmente le agradezco de corazón su actitud generosa, también me agrada la idea de conocerla a usted y a Matilde - Aunque sus palabras eran amables y gentiles, su rostro seguía demostrando frialdad y desconfianza.
Alicia sonreía con cara de ignorante felicidad, no le importaba en absoluto el aspecto ni la salud de la mujer, lo que sabía era que esa señora iba a arreglarle a vida, y la mejor manera de demostrarle aprecio era sonriendo y contestando positivamente a sus preguntas.
-Soy Alicia Mason, es un honor que nos haya invitando a esta mansión, es un aútentico paraíso. Y le agradezco mucho que nos haya considerado en su lista de herederos, siempre le estaré agradecida por ello-
Alicia cerró los ojos y lanzó su mejor sonrisa hacia la anciana dama que decía ser su tía abuela.
La mujer pareció satisfecha con las respuestas de todos, aunque miró de reojo a Veronique, que ni se había dignado a saludarla si quiera. -Hum... espero que esta muchacha no me cause problemas - Pensó en silencio. Leonore agarró una campanilla que había en la mesa y comenzó a moverla hasta que una mucama se acercó a ella - Traigan la comida por favor - Pidió la mujer. La mucama asintió y se retiró del lugar velozmente.
-Bueno, hablenme de ustedes muchachos ¿A qué se dedican? - Preguntó con dulzura mientras miraba a Veronique para darme confianza.
Veronique observó como Leonore llamaba a la mucama de esa manera y le pedía la comida. Se sorprendió un poco, ya que no estaba acostumbrada a ese estilo de vida, y ni si quiera se sentía cómoda así. Pensó que sería cuestión de adaptarse, que no tenía que ser negativa. Se había propuesto ver las situaciones de la mejor manera.
Mientras la señora estaba hablando Veronique se dió cuenta que se dirigió a ella principalmente. Tomó aire lentamente y dijo lo más amable posible: Creo que no me presenté. Yo soy Veronique, y en este momento me encuentro estudiando fotografía. Trató de agregar algo más pero solo salieron balbuceos indecifrables de su boca. Miró a la señora y asintió dando por terminado el comentario.
Aviso que antes usaba las 3era persona presente y ahora pasé a usar el pasado porque Lucio es gay y me lo dijo.
Matilde la miró con una sonrisa en el rostro al ver como llamo la comida, ella estaba muy acostumbrada a esta clase de lujos y cada vez se sentia mas comoda en está mansión.
Ante la pregunta de la tia, la miro con una sonrisa y le respondió orgullosa diciendo -Yo soy bailarina profesional de ballet. La obra mas reciente, que ya la terminamos de presentar fue el lago de los cisnes. Me habria encantado que fuera a verla.-
La perfeccion es solo por ahora eh. Despues le van a ver los defectos!
Alicia echó una rapidísima mirada asesina a Matilde, no le agradaban nada las personas que siempre han tenido todo regalado, y menos cuando había un dinero que ella no necesitaba de por medio. Volvió a formar su radiante sonrisa y miró a su tía. -Yo soy enfermera, trabajo en el hospital local, me encanta ayudar a la gente- Acto seguido miró a su hermano con el fin de que él también hablase.
Estoy con el móvil, no puedo poner negrita. AMO A LA SHELIA
Miró con desdén a Matilde, la chica no intentaba ser arrogante, pero igual lo era. Luego observó como Alicia contestaba de esa manera tan propia de ella - Siempre tan simpática... - Pensó con amargura, en ocasiones le llegaba a molestar su actitud siempre optimista, pero trataba de que no se notara. - Bueno, yo trabajo de cadete en un estudio contable, y de camarero en un bar durante el fin de semana - Respondió intentando forzar una sonrisa, aunque abandonó sus intentos cuando notó los aros de oro puro de Matilde.
-¿Para que vino? Se ve que no necesita para nada el dinero... - Pensó mientras la observaba siniestramente, pero de manera en que no se diera cuenta - Ya me encargaré de investigar más sobre esta chica...
Al principio Leopold sentia mucho miedo, no sabia adonde terminaria esto. No alcanzaba a creer que lo que estaba pasando fuera real, y por momentos se convencia de que era una niña que vivia en el lugar. No pensaba mucho por el efecto de la droga que habia consumido, pero termino por decidirse a hablar a la niña. -¿Acaso eres tu un angel al fin?- Dijo creyendose muerto por el gran golpe.
Matilde escucho atentamente a Alicia y sonrió al escuchar sus palabras, cuando miro hacia André ella hizo lo mismo esperando escucharlo. Debido a uno de sus problemas quedo mirando su mirada tan fría y su apariencia tan dura pero atractiva y no presto atención a lo que dijo, hasta que vio una pequeña sonrisa mostrarse en su rostro entonces echo ella misma una sonrisa, luego matilde observa que su mirada derrepente queda dirigida hacia ella y vuelve su rostro de frialdad de tal modo que ella siente una incomodidad muy notable a distancia.
El servicio de la casa llegó con varios consomes con una elegante sopa de verduras y trocitos de carne, el caldo era espeso y tenía varios sabores nuevos. Una vez finalizada la entrada, una mucama llegó con una gran bandeja de plata cubierta con una tapa del mismo material. Una vez en la mesa, la mucama retiró la tapa y dejó ver un enorme pavo rostizado, acompañado por una gran cantidad de guarniciones, como ensaladas, salsas, y diversos aderezos.
La cena continuó sin alteraciones, de a momentos Leonore realizaba preguntas a los huéspedes, de modo que se fueron conociendo poco a poco. Hablaron de diversos temas, gustos, disgustos, etcétera. Cuando terminaron de comer el pavo, Leonore llamó a las dos sirvientas para que retiraran los platos, y les pidió que les sirvieran café con tortas.
Luego de que se hayan retirado las mucamas con los últimos platos, Leonore miró atentamente a sus invitados - Bueno, como verán, no todo en mi mansión son lujos, sino que hay ciertas reglas a seguir:
1. Pueden ir a la ciudad cuando quieran, hay dos automóviles exclusivamente para ustedes, pero siempre que quieran podrán utilizar las limusinas, con el chofer, claro.
2. Pueden traer invitados a la casa, pero no pueden hacer fiestas u otros eventos sociales sin mi permiso.
3. Jamás de los jamases entren al sótano o al ático, y mucho menos en el bosque. Son lugares oscuros y peligrosos - Dijo la mujer en un tono sombrío. Siguió enumerando otras 5 o 6 reglas más, que trataban sobre la vida en la mansión y los horarios.
-Y por último... Bienvenidos a la Residencia Mason - Anunció Leonore con una sonrisa algo retorcida y misteriosa.
Último post:
Bueno, este es el último post que van a hacer en la introducción. Les recomiendo no dejar nada suelto para no generar confusiones, tómense su tiempo para escribir porque nadie las está apurando ;)
Veronique escuchó atentamente las reglas de Leonore. Le iba a costar mucho este cambio, iba a pasar de estar todo el día haciendo lo que quiera a que la manden continuamente. Estaba muy enojada, disgustada. Trataba de sacarle lo positivo a la situación, pero no lo encontraba. Lo único bueno de esta casa era lo material, los lujos. Lo demás, era pura mierda. Horarios, órdenes, educación, limpieza, falsedad, impresiones, juicios, críticas, obedencia. Veronique trataba de ocultar todo lo que sentía para que sus hermanos no se incomoden ni la pasen peor. Solo esperaba no explotar algún día.
Por otro lado, Leonore le parecía un poco intimidante, le generaba muchísimas dudas. Pero, mirando a la señora esas dudas pasaron a segundo plano. El aspecto de Leonore transmitía algo que no le llegaba a generar una sensación de comodidad absoluta. Sus ojos guardaban una expresión contenida, algo raro. Veronique era muy observadora, cosa que se le daba bien. Por algo, y a primera impresión esta señora no le caía del todo bien.
Asintió, aunque sabía que no iba a cumplir esas normas. Sobre todo la última. Lo misterioso y prohibido genera una atracción irresistible para Veronique.
Veronique miro a cada uno de los integrantes de la mesa para sacar sus propias conclusiones, tan típicas de ella. Alice, estaba cegada de felicidad, como la mayoría de las veces. La iba a pasar bien, lo iba a disfrutar. Veronique se iba a limitar, no iba a reventar la burbuja de su hermana. André tenía algo raro. Le pasaba lo mismo que a Veronique, estaba dudando. Lo podía ver en cada actitud, en cada movimiento. Más adelante podrían hablar, cosa que no se le da mucho a Veronique, y menos con su hermano. Matilde era la típica niña perfecta. Estaba rebozando de alegría, era su palacio. Veronique no pensó nada importante de ella, porque le pareció que era irrelevante.
todos los hilos atados mi capitán (?)
Alicia, con su típica sonrisa postiza, continuaba feliz y alegre, cegada por los lujos materiales. Las normas no le importaban, es más, algunas le parecían bien. Lo único que no podía soportar era la prohibición de meterse en los bosques, una de las actividades favoritas de Alicia es perderse por lugares rodeada de naturaleza y tranquilidad. Estaba dudando si decir que uno de los coches debía ser para uso exclusivo, pues, siendo enfermera, puede ser reclamada para alguna emergencia en cualquier momento.
Observó a Veronique y André algo dudosos, pero, tal era su felicidad que ni se paró a pensar en lo que les podía estar pasando. Su alegría solo se cortaba al mirar a la supuesta "prima", para ella no era una prima, era una extraña que pretendía quitarle lo que le pertenece, ahí, vestida con tanto lujo, tanto oro...
-Para que quiere esta el dinero...si debe de cagar perlas...-
Miraba el reloj, era sábado, no tenía que trabajar, pero a lo mejor había una urgencia. Nunca se sabe.
A Lucio le gustan los penes
El almuerzo había transcurrido con total naturalidad, André solo se limitaba a responder las preguntas, casi de manera automática. Lo único que le interesaba en ese momento era la chica que estaba sentada delante de él, Matilde. Durante todo el almuerzo había prestado atención a cada palabra, movimiento, gesto u otra cosa que ella haga con el motivo de conocer qué es lo que tramaba esa misteriosa chica.
Cuando Leonore comenzó a enumerar las reglas, André sintió que la comida le hizo mal, ya que tuvo que contener varias arcadas por el asco que le producía esa vida tan "fifí" que la mujer les proponía, o tal vez, les imponía. Observó a la mujer con atención, ya que comenzó a ignorar lo que decía a partir de la 4º regla. Le parecía extraño que haya utilizado un tono dramático en la carta, diciendo que estaba muy enferma, pese a que la mujer estaba completamente sana y saludable - Acá hay gato encerrado... - Pensó André mientras miraba de reojo a sus hermanas.
Alicia parecía que estaba de acuerdo con las reglas, no había puesto ninguna oposición desde que recibieron la carta. Sin duda, parecía disfrutarlo, aunque notó su compartido desagrado hacia la "prima". Pero la entendía, para ella también era una desconocida. Pero pese a todo, su sonrisa seguía intacta. André envidiaba la capacidad de sonreir de Alicia, casi siempre estaba feliz y demostraba sus sentimientos hacia los demás, cosa que él nunca pudo hacer. También su hermana tenía una capacidad asombrosa de fingir cuando algo le caía mal, debido a eso él y Veronique aprendieron a ser más observadores, para notar las reacciones verdaderas de su hermana.
Y luego estaba Veronique. Su hermana parecía igual de disgustada que él. Se podía verlo a simple vista, pero la chica parecía tan centrada en Leonore que se podría decir que ignoraba a Matilde por completo. Sin duda ella no la veía como una amenaza, sino como una prima lejana acostumbrada a los lujos que vino para recibir más lujos. André sabía con perfección que Veronique iba a romper la mayoría de las reglas, por lo que estaba pensando en futuras excusas que podía darle a Leonore para defender a su hermana, y porqué no a su estancia en la mansión, también estaba pensando en los regaños y charlas que le podía dar, pero nunca tenían resultado, así que solo se limitó a pensar en modos para cubrirla.
Y por último, pero no menos importante estaba Matilde. La chica le parecía guapa y atractiva, pero tal vez algo falsa, ya que no presentó ningún tipo de disgusto ni reacción negativa en ella, o era buena actriz o sus sentimientos eran realmente genuinos. André optó por la primera opción. Matilde le parecía una completa desconocida para él, y la veía como una amenaza, ya que no tuvieron ningún momento para hablar a solas y no conocía sus intenciones. Pese a impactarlo un poco con su apariencia, André sabía que no debía dejarse llevar, pero la tarea le resultaba cada vez más y más difícil.
Matilde sentía mucha incomodidad al ser la unica estando de su propio lado, tal vez se sentia algo sola con este viaje, ya que no conocia a ninguno de estos nuevos familiares. Al escuchar las reglas de la Tía acepto todas, aunque al llegar a la propuesta 3 quedo pensando en lo primero que haria en este lugar. A Matilde le gustan las aventuras, y el misterio con el que dirige el tono de la tía solo le dice una cosa, para ser exactos, le marca el momento de ser traviesa. Matilde les gustaban las reglas pero no para ser respetadas, sino para hacer lo que otros no deberian aunque ella tampoco debería hacer.
Respecto a Veronique, Matilde le gustaba mucho su estilo y su actitud sin expresion le parecia le parecia algo nuevo ya que no conocia a nadie así. Observo como no le importaba nada, ya que es la unica que asistió a la cena informal por lo que penso que tal vez la ignoraria y no tendría para nada problemas.
Alicia, le parecia una chica común. Tan común que aún no la podía juzgar, aunque de alguna forma ya lo hacia. No sabia si tendría problemas con ella, o si se llevaria bien. -Parece tan alegre, pero su sonrisa nota tanta falsedad..- Piensa cuando la ve. Pero lo sierto es que casi no le importaba.
Y finalmente estaba André, actitudes iguales a la de Veronique, nada mas que el mostraba mas frialdad y Veronique no mostraba nada, sus expresiones eran neutras, su apariencia mostraba normalidad (refiriendome hacia Andre). No sabia como juzgarlo, pero de lo seguro es, que Matilde quiere conocer mas a sus primos. Aunque ella pensó que era la unica que vendría, no queria tener ninguna clase de problema familiar.
De lo seguro es, que Matilde sentía que la aventura habia comenzado. Tal vez una parte de ella que no conocia estaba en este lugar, o en esta ciudad. Ella es adaptable en cualquier lugar, y espera que este no sea la ecepción.
Avril Lavigne♥