Partida Rol por web

Cansado y dolorido es como llego a la sala devastada. Tal destrucción sólo hace que me lamenta más de haber tomado la decisión "sencilla", y que me plantee hasta donde podemos ir para detener a esta clase de monstruos sin convertirnos en ellos. Pero ahora no había espacio para dilemas morales. Resultó que el tipo y la mujer que lo seguía, posiblemente otro demonio, estaban aún en un estado relativamente bueno, aunque parecía que estaban dañados en varios aspectos.

- Parece que os resistís a morir, pero no podemos dejar que sigáis con vida. No podemos tolerar la destrucción que vais a traer. -digo con un tono engañosamente tranquilo.

Empuñando el cuchillo de combate, avanzo con la autoridad del mismo destino... 

Habiamos tomado una decision, pero quizas no fue la correcta. Habia mucha muerte por todos lados... Pero no de la persona que esperabamos, ese maldito aun seguia con vida y yo me encargaria de asesinarlo y escapar inmediatamente del lugar, pero no me encuentro en condiciones de lucha. Claro, eso no me importa en lo absoluto... Yo descansare hasta ver como el cuerpo de ese bastardo queda totalmente inherte.

-Nuestro objetivo es el hombre... Pero si es posible asesinaremos a cualquiera que este relacionado con el... ¡Por un mejor futuro! -Grite con total enojo, choque con la palma de mi mano mi Sacred Gear con mucha rabia, decido lanzarme hacia ellos dos pero no con la intencion de asesinarlo directamente a el... Si no con el deseo de destrozar el segundo piso, para que ellos caigan derribados y tengan una dolorosa caida, o al menos mis compañeros les logren dar muerte ya que si logro derribar el piso... Estaran mal.

Todos invocaron sus sacred gears, preparados para el combate saliendo del lugar. Cuando vieron a Andrezej que conversaba con una mujer, no dudaron en atacar. Era algo de vida o muerte.  Ren se lanzó directamente contra Andrezej, manejando su cuchillo con una destreza inigualable. Eso parece que despertó todos los instintos de este enemigo, pues, para la sorpresa de Alexander, esquivó el golpe de manera espectacular, algo notoriamente sobrehumano, de la misma forma que había sido el golpe de Alexander. Probablemente a una persona normal ese ataque le habría atravesado el corazón de lado a lado, pero Andrezej había sido capaz de esquivarlo de buena manera.

Ren aprovechó esa instancia, ese desconcierto, y reuniendo toda su fuerza, dio un salto contra sus enemigos…y cuando ellos creyeron que Ren caería sobre ellos, Ren golpeo el piso con tal fuerza, que su golpe fue incluso más potente de lo que habría sido la explosión de una granada. Andrezej miró por unos segundos a Olivia, con cara de consternación, mientras a ella se le iba toda la sangre de las mejillas, y caía, al igual que él. Ninguno de los dos pudo salvarse. Olivia cayó directamente sobre los trozos de acero del piso, mesas y vasos y todo lo que había debajo, rompiéndose el cuello, además de varios huesos en la caída, su cadáver quedó desfigurado por el dolor, mientras la vida se iba de su cuerpo.

Andrezej por su parte tuvo muchísima más suerte. Cayó directamente contra lo duro del piso…pero a diferencia de ustedes, era humano. Lo fuerte del golpe que recibió su espalda fue suficiente para que se desmayara en el acto. La apariencia agresiva que tenía antes había desaparecido, y se le podía ver tranquilo. Alexius se asomó, y tomando su metralleta, dijo;

-Esto es por todas las heridas de hoy, por las personas que seguramente has matado, y por todo lo que ibas a hacer. Ojalá que esto sea suficiente para transformar este mundo en algo mejor. –Dijo, y tras eso, disparo su metralleta directamente al cuerpo de Andrezej, llenándolo de balas, a la vez que este abría los ojos con horror…y finalmente moría en un charco de su propia sangre.

Se miraron entre ustedes, era el momento para huir.

Mis golpe fue muy bueno, pero aún con esas el tipo consiguió retroceder poniéndose fuera de mi alcance con gran habilidad. No obstante, Ren había logrado romper el suelo generando una situación muy interesante, perfecta para que Alexius los rematara. Había sido extrañamente fácil.

- Bueno, hora de largarnos. -digo, revisando que ambos estuvieran del todo muertos antes de salir de allí.

Habia logrado ayudar a mis compañeros para acabar con esta escoria... Mi cuerpo sigue sangrando y a duras penas puedo mantenerme de pie, caigo colocando mi rodilla derecha en el suelo mientras me sostengo con la mano de mi Sacred Gear... Finalmente despues de todo este mal rato lo hemos asesinado posiblemente junto con esa maldita que tambien podria haber causado un gran daño en el futuro, pero lo que hemos hecho tambien ha sido fuerte y doloroso, tsk... Todo lo que sea por el bien de mis compañeros, mis viejos amigos y New York.

-*Cough, cough*... ¿Me ayudarian un poco a mantenerme de pie...? Tenemos que irnos, este lugar estara lleno de policias dentro de poco... -Dije con cierto dolor y enojo en mis palabras... No poder mantenerme por mi mismo me molesta, pero no es mi culpa... No estoy en condiciones, he recibido muchas heridas ya.
 

Aunque no era la mejor opción, mejor que nada era, así que pasé el brazo de Ren por detrás de mi cuello y eché a andar, cojeando también.

- Anda, vamos, rompesuelos. -le digo con una media sonrisa dolorida antes de encaminarnos al coche, asegurándome de que Alexius y Kat también nos sigan.

Salieron del lugar por la puerta trasera sin mucho problema, casi arrastrándose por las heridas. Lograron encontrar el auto y ver el caos que había en el lugar. De no ser por su ropa y por la forma de la cuál habían organizado la huida, probablemente habrían tenido problemas para salir del lugar. Un plan bien organizado tenía buenos resultados. Una vez llegaron al auto el más sano de todos ustedes inició el camino de vuelta, tras lo cual, al subir al departamento, se encontraron con cuatro frascos en la mesa, que tenían una nota, la cual decía ‘’Para sus heridas’’.

Una vez las bebieron, sintieron que tenía un sabor frutal muy fuerte, pero a la vez ácido, inmediatamente, luego de eso, sus heridas comenzaron a regenerarse a un nivel sobrenatural, mientras sus cuerpos brillaban. Vieron como las balas metidas en sus cuerpos caían al piso o entre sus ropas, como si su cuerpo las expulsara de una forma natural. Al explorar el departamento no encontraron vista alguna de sus compañeros. Algunos se habrán duchado y cambiado en ese intertanto, otros habrán comido, otros habrán hecho todo lo anterior, pero pasadas unas tres horas después de que estaban en el lugar, llego solo una persona a la escena, Alexandra. Sus ropas se veían en buen estado, aunque parecía que ella hubiera pasado por algo más duro de lo que ustedes…no sabían cómo explicarlo, pero notaban que probablemente ella había tenido más sangre enemiga en sus manos de lo que ustedes tenían. Una vez los miró allí se sentó, y antes de que preguntaran les dijo;

-Hemos cumplido la misión y todos estamos bien, mi madre y mi padre están averiguando unas cosas, por lo que no los verán de inmediato. Ahora bien, ¿Cómo les fue a ustedes? –Preguntó, mirándolos.

Tras la rápida "fuga", que fue inesperadamente bien en términos de no tener a la policía en los talones, llgamos al apartamento en el cual nos aguardaban cuatro frascos "para las heridas".

- Parece que han pensado en todo. -digo, siendo el primero en llevármelo a los labios... en verdad, no sabía si había que beberlo, untarlo o qué, pero preferí arriesgarme en primer lugar a averiguar cómo funciona y desperdiciar el mío si era así, pues no quería dejar que todos se malgastasen. A los instantes, mi cuerpo se comenzó a regenerar y dije- Está rico si te gusta la fresa ácida. Aunque usualmente prefiero los chicles de menta. -comento de mejor humor ahora que no notaba el dolor de los balazos.

Sin dudarlo, fui a ducharme y cambiarme la ropa. Pensé en comer, pero de momento tenía el estómago un poco revuelto por todo lo sucedido, así que lo dejé correr por el momento. También pensé en relajarme un rato, pero era incapaz de hacerlo y cada poco me levantaba y andaba de un lado para otro. En éste momento llevaba una camisa morada y unos vaqueros flexibles, que quedaban bastante bien en conjunto.

Un buen rato más tarde, llegó Alexandra, aunque había algo raro en sus ojos o en su postura. Era difícil de decir. Al notarlo, decidí apartarle ligeramente el sillón para facilitar que se sentase.

- Me alegro de que todo haya salido bien al final... Nosotros nos encontramos con que esa gente tenía unas "pistolas" -aludiendo a la información que nos habían dado- sospechosamente largas, de madera y metal, y automáticas. Por suerte, a mitad de camino pudimos provocar una explosión y acudir a rematar al tipo antes de que se escapase... aunque desgraciadamente veo que con más víctimas de las esperadas. -se notaba que no me enorgullecía del trabajo por mucho que no tuviésemos grandes alternativas.

Me pregunté cómo habría sentido quien sea que leía el futuro entre los nuestros que tantos hilos se cortasen de golpe... Quizás sólo uno o dos de ellos fuese importante, pero, ¿cómo se podía saber? Los efectos dominó siempre empiezan con la pieza más pequeña.

-Bonito apodo... Me podria acostumbrar a el. -Dije al escuchar a Alex antes de salir de aqui bajo el plan de escape que de hecho fue mucho mas facil de lo que esperabamos... Si nos hubieramos encontrado con la policia eso hubiera sido un problema ya que o nos capturaban o simplemente terminaban de hacer el trabajo que todos los tipos malos de por aqui lo intentaron.

Al observar esos frascos me preguntaba que clase de efectos tendria en nosotros, efectos secundarios claro... -Creo que me gusta mas el sabor de como mi cuerpo se siente mejor... -Dije mientras me tomaba el frasco rapidamente, volviendo a sentirme vigoroso y sin heridas... Aunque era repugnante el ver como los restos de balas de mi cuerpo empezaban a salir, pero al menos ya me siento mejor.

Cada uno tomo su camino, yo simplemente fui a tomar una laaaarga ducha para acabar haciendo una gran cantidad de sandwiches y comida que cualquier persona se quedaria con la boca abierta, no por el hecho de que sea mucho, si no por la velocidad en las que lo he hecho. Pero eso es algo que no debe de ser explicado, ¿Que acaso pensaban que yo no puedo cocinar? Tsk, tontos... Subestiman al poderoso Kuzuki Ren.

Aunque me habia pasado un par de horas yo solo reflexionando acerca de lo que habia hecho, no me interesaba demasiado... A veces para lograr un efecto mayor se necesitan sacrificios y eso es algo que me retuerce internamente, pero no podemos evitarlo. Al menos por el momento.

Deje un par de sandwiches y me fui a dar otra ducha, despejando totalmente mi mente una vez mas y durante eso Alexandra habia aparecido, sin darme mucha cuenta mas que por su presencia. Al notarlo, simplemente mis boxers, un short y con una toalla en la cabeza y un sandwich en cada mano, me uno al grupo... Aunque no logre estar desde el inicio, si pude escuchar un poco a lo lejos.

-El tipo no fue tan duro de matar... Pero eso es porque los tomamos de sorpresa, aunque habia una mujer junto a el, menciono algo acerca de barreras, asi que supongo que era una bruja, ¿Sabes algo de eso Alexandra? Ademas... Pudo habernos ido mejor, sin duda alguna. -Dije con una sonrisa mientras le daba mordiscos a mi sandwich derecho, sin que me importe el hecho de que estoy sin camisa.

                Alexander se relajó lo más que pudo y volvió limpio al lugar de la reunión. Kat se fue a su departamento, y darse un gran baño, volvió al departamento con su ropa usual, no se veía muy afectada por lo que había sucedido en ese lugar, y por más heridas que hubiera recibido, se podía observar en su cuerpo que las marcas de heridas apenas se notaban, eran pequeñas cicatrices las que les habían quedado. Alexius por su parte fue el que primero llego, que tras ducharse trajo su computador y se quedó observando las noticias y viendo lo que sucedía en el lugar de la explosión. Ren por su parte fue el último que llego, de hecho, cuando aprovechó de hacer los panes, le quedaron tan excelentes que muchos se sorprendieron porque el cocinaba tan bien como peleaba, y bueno, también se sorprendieron bastante por la forma a la cuál iba a la reunión.

Una vez esta empezó, Alexandra escuchó atentamente las palabras de Alexander, para responderle;

-Era de esperar, eran narcotraficantes peligrosos, aunque me sorprende que siguiendo el plan que habían hecho, perdieran el elemento sorpresa. ¿Se fijaron en algo que los delatara que provocara esa situación? –Preguntó, mirándolos, luego, escuchó atentamente y abrió un poco los ojos, y puso cara de preocupación- ¿Una maga, dices? Eso sería muy problemático. Si hay una asociación de magos que está trabajando como mercenarios en la ciudad, podrían tener sus propios planes, y puede que cambien la balanza de poder en el futuro…sobre todo si son magos peligrosos. –Dijo, con mucha seriedad, para luego preguntar con interés- Hablan de muchas muertes… ¿A qué se refieren? –Preguntó, mirándolos.

Kat fue la primera en hablar, la miró, y tomando un tono más oscuro y serio que el que siempre tenía, sobre todo, con remordimiento, dijo;

-Nos vimos sobrepasados…fuimos pillados por sorpresa un segundo y unos tipos con carabinas nos hicieron tremendas heridas. Llegamos extremadamente mal aquí, no con heridas gravísimas, pero si muchas, probablemente haya que limpiar todos los sillones del auto porque están llenos de sangre. –Dijo, con seriedad, para agregar- Decidimos que la mejor opción era hacer explotar el edificio, por lo que utilizamos los tubos de ventilación conjunto a otras cosas e hicimos explotar el lugar. Muchas personas murieron, pero también casi todos los guardias armados que protegían al objetivo. Fue una victoria, pero a un costo muy alto. ¿Por qué no nos entregaron la curación antes? Si las hubiésemos tenido en ese momento, esto no habría pasado. –Dijo, con pena y rabia.

Alexandra se tomó un segundo para hablar. Había tensión en el ambiente, y ella lentamente comenzó a hablar;

-Esta era su primera gran prueba. Deben aprender que esto no es un juego, que es muy real, que pueden morir en cualquier segundo…y que para salvar al mundo, siempre habrá costos extremadamente grandes para poder realizar lo que se necesita. Habrá momentos donde no tendrán ninguna curación, y verán a sus amigos morir. Por eso deben estar preparados para todo, tienen que madurar, ver lo oscuro que puede pasar para que así tomen conciencia en la forma de la que actúen en el futuro, aunque ustedes piensen en el futuro…ustedes han salvado más vidas de las que no haciéndolo podría haber costado matar a este enemigo. –Dijo, y mirándolos, ella comenzó a hablar- Nosotros por nuestra parte teníamos conocimiento de un demonio que había perdido un control y que mi madre había visto en sus visiones. Estaba herido pues había luchado hace poco, pero justo nos topamos con él en un lugar para hacerle una emboscada. El usó un antiguo símbolo de increíble poder, que es la serpiente de Uroboros, una existencia con un poder casi ilimitado, y que es tan antiguo como la creación del universo. Su símbolo le otorgó poderes increíbles, pero gracias a nuestro trabajo en equipo, logramos eliminarlo…aunque ciertamente quedamos con muchas heridas al igual que ustedes. No nos explicamos porque ha sucedido esto, pero significa que vamos por buen camino. Si no tienen ninguna otra duda…vayan a descansar, y ya mañana hablaremos sobre los próximos pasos que seguirá nuestro camino. –Dijo, mirándolos.

Podia comprender muy bien el enojo que tenian mis compañeros si soy sincero... Pero me molesta la manera de hablar de Alexandra, como si nuestras vidas no fueran de mucha importancia, como si solo fueramos peones en este juego en donde el futuro de la humanidad es el premio por participar... Es asqueroso de cierta manera, pero no es su culpa, de hecho, no es la culpa de nadie. Pero aun asi, estoy seguro de que esta no sera la primera vez que haga esto...

Mi ideal para usar mis habilidades de batalla jamas fue para salvar a alguien, simplemente fue para entrenar mi cuerpo y espiritu en el proceso, fue para saciar mi sed de batalla y entretenerme, solo por el simple hecho de partirle el rostro a alguien para satisfacer mi aburrimiento... Pero aun asi, si podia usar mis habilidades para ayudar a alguien en apuros, lo haria... ¿Pero que es lo que he hecho hoy? He asesinado. En vez de ayudar, le he arrebatado la vida a muchas personas en una sola noche, pero... ¿Este es el precio para obtener un mundo mejor? ¿Asesinar? Suena como un mal chiste... Pero si me logro convertir en una persona mas fuerte, en alguien mas poderoso... Podria evitar eso, podria salvarlos a todos evitando masacres innecesarias... Y para eso, necesito entrenar mas, necesito fortalecerme mas...

-Alexandra... ¿Estas cansada? Te lo pregunto porque despues de terminar mi comida, ire a entrenar... Asi que, te estoy invitando a entrenar conmigo, ya que supongo que eres mas una luchadora magica, que fisica... ¿Cierto? -Ser fuerte fisicamente no me basta... Tengo que aprender a usar la magia, como los sellos que protegieron a Hodur una vez entrene con el siendo demonio, como las barreras que habia colocado esa bruja... Ser lo suficientemente fuerte para destrozar la magia a base de fuerza. -Si aun asi, deseas descansar, lo comprendo, en todo caso entrenare solo. -Esperando entrenar de manera maxima... Me he esforzado mucho, pero si flaqueo un poco... No podre obtener el poder que deseo, para evitar muertes innecesarias.

El resto miró un poco sorprendido la actitud de Ren, pero ciertamente, no les extrañaba. No todos compartían tu humor, se podía ver que para Alexius, el tema no pasaba por eso, si no por algo mucho más importante, un fin último del cuál estaba seguro que existía...y tampoco es que le fuera a molestar como actuara Alexandra, por lo demás. Kat tenía el mismo ánimo de siempre, aunque Ren sabía muy bien que para ella debía ser durísimo, pues había sido ella misma quién había dado la idea. Alexander pensaba, era quién más pensaba todo de todos ustedes, por lo que se notaba que no tenía nada que decir. El resto simplemente prefirió dejarte a solas, y se fueron a sus apartamentos. Alexandra te miró unos segundos y te dijo;

-Soy experta tanto en magia, como en combate. Yo he combinado los dos estilos de mis padres para crear el mio propio. Te puedo entrenar, pero el combate  de pelea uno a uno no es lo mío, si puedo usar una espada para ver como reaccionas ante un enemigo armado, te podría entrenar. -Dijo, levantándose, y te dijo- Si estás  dispuesto ve a vestirte, te esperaré en veinte minutos en el lugar de entrenamiento. -Dijo, mirándote, y tras eso se levantó y se fue.

"Si... Es cierto, yo solo lucho por mi mismo." Es lo que pasaba por mi mente en esos momentos, no es que a mi me afecte en lo personal el arrebatar vidas, al contrario es un nuevo tipo de adrenalina sadica que de cierta manera satisface mi deseo de combate de una manera mas oscura y bizarra. Pero yo no lucho para arrebatarle la vida a los demas, nunca me ha gustado la idea de que los demas mueran por cosas injustas, al contrario... Lo desprecio. Pero ahora soy un Demonio. Un Demonio que tendra que enfrentarse a la muerte, para salvar a muchas personas, aun cuando el costo de eso sean mas almas que tengan que perecer bajo mis manos... ¿Ese sera acaso el modo adecuado para actuar?

"No lo se... Pero convertire mis ideales de batalla en algo mas que solo luchar para satisfacer mi deseo de batalla... Lo convertire en el deseo de salvar a todos los que esten a mi alcance... Seguramente asi, le dare un buen uso a mis habilidades... " No podia dejar de pensar en eso, aunque mi rostro reflejara serenidad en mi mirada se podia observar mucha profundidad, intentando darle un motivo a mi nueva lucha... A mi nuevo ideal.

Mis compañeros podran vivir con esto, y estoy seguro de que lo entenderan en el futuro. Aunque no estoy seguro de que es lo que pensaran actualmente... Alexandra me habia respondido, ella puede entrenarme, al final tiene muchos años de experiencia de los cuales yo no. -Perfecto. Alli estare, Alexandra. -Le digo con un tono serio, pero en mi rostro se podia ver una pequeña sonrisa, de la cual yo no estaba consciente del porque la tenia, ni siquiera me habia percatado de ella.

Seguia mi camino hacia mi habitacion, en donde habia empezado a vestirme para entrenar apropiadamente tomando un "look" mas deportista, una camisa desmangada de color negro, un short deportivo del mismo color, y una chaqueta blanca deportiva. Antes de dirigirme hacia donde Alexandra, observo en el espejo mi rostro. "No todas las batallas son justas y honorables, eh..." Pienso para mi, mientras decido ir directamente hacia la zona de entrenamiento. Estaba decidido para darlo todo de mi mismo, de mejorar, de ser el mejor...

-Al final, te agradezco de que hayas decidido entrenar conmigo, lamento la molestia... Seguramente tu la habras pasado peor que nosotros y estoy siendo un desconsiderado. -Digo, pero para mi sorpresa, estoy actuando de una manera mas considerada, eso es algo poco comun en mi. Pero por el momento, no me interesa actuar de mi manera normal... Solo por esta vez, sere diferente.

Una vez llegaste al lugar Alexandra te estaba esperando. Tenía un Bokken en una mano, mientras usaba una polera negra ajustada con unas calzas de la misma manera y unas zapatillas. Tenía el pelo amarrado en una coleta, a la espera. Escuchó atentamente las palabras de Ren, y mirándolo negó con la cabeza;

-Mi madre se ha enfrentado a cosas peores. Si bien fue un combate difícil, no ha sido lo peor que hemos tenido que enfrentar juntos.  Te podría contar historias sobre lo que hemos tenido que enfrentar, pero no me gustaría entretenerte más de lo necesario. ¿Estás listo? Intentaré no romperte ningún hueso, aunque no aseguro nada. –Dijo, mirándote con una seriedad absoluta.

Tomo posición de combate, y a su alrededor comenzó a formarse un aura de color azul profundo, un aura tan espesa que podías sentir como cambiaba el aire a tus alrededores, y hacia que sus alrededores reverberaban a causa de la fuente de energía de la que provenía. Tomó su posición y te espero.

No pude evitar sonreir al observar como Alexandra ya estaba totalmente lista, pero pude apreciarla de otra manera. En verdad ella es bonita ahora que la observo bien... -Sabes, me agradan las personas que son muy puntuales. Por cierto, te miras muy bien Alexandra... Solo por eso, evitare hacerte mucho daño. -Dije mientras me acercaba a ella con una gran sonrisa confiada en mi rostro, aunque yo sabia de que su poder era mucho mas grande que el mio y que estare a punto de experimentar una paliza increible... Pero es normal. Mi poder anteriormente era un chiste comparado a las fronteras que estoy experimentando... Asi que convertire el dolor que experimentare, en fuerza pura para derrotar a mis enemigos y crear un futuro mejor... -Estoy seguro que despues de esto, me vendra excelente escuchar todas esas historias... -No saldre ileso de esto, y quizas no tenga oportunidad alguna de ganar pero... Mientras exista una posibilidad minima, por mas pequeña, ¡LUCHARE CON TODA MI ALMA! -¡Por mi orgullo, LUCHARE CON TODAS MIS FUERZAS! -Inhalando de manera fuerte, intentaba hacer relucir mi aura para asi aumentar mi fuerza fisica, intentando relucir un poco mi energia ante esta abrumadora escena. Podria hacer mas... Podria activar mi Sacred Gear... Pero no deseo depender de este poder, deseo llevar a mis limites mi cuerpo para asi, despues utilizar mi poder...

Cuando le dijiste lo de bonita…por un momento se mostró descolocada por el piropo…pero luego cuando dijiste que irías suave con ella por eso levantó una ceja…y el aura que rodeaba su cuerpo se remarcó más, de un color tono azul purpureo. Observó cómo tu energía se empezaba a reunir, demostrando que ya eras un guerrero de temple. Ella por su parte se puso en posición de combate, y poniendo la espada por delante de ella, comenzó a caminar con tranquilidad, calculando tus movimientos, preparándose para enfrentarte con toda su habilidad.

Al sentir como mi aura de un color rojo intenso se empieza a revelar, no pude evitar sonreir de manera engreida, mas estoy consciente de que me supera en todo, pero no significa de que yo deba de sentirme mal por ello... Al contrario. He enfrentado a personas poderosas desde que me he convertido en un demonio, incluso si Dios, o el mismisimo Satanas deseara destruir este lugar, me enfrentaria a el, ¡No le tengo miedo a la gente mas fuerte que yo, ya que yo... LOS SUPERARE!  -¡WROOOOOAAAAAAH! -Grite mientras me abalanzaba hacia ella, y aunque mi grito haya demostrado cierto grado de incontrol, la verdad es que mi puño con la palma de mi mano simulando una cuchilla, intento acercarme lo mas posible para darle un golpe descendente y hacerle daño en la mano con la cual esta empuña su espada, la cual, es mi mayor problema, ¡Con todas mis fuerzas!

Alexandra vio venir con total y completa precisión el golpe. Su entrenamiento en armas le dio a saber que probablemente el primer golpe que ella daría acabaría con Ren si el no era capaz de cubrirse de manera perfecta, por lo que sonrío, pero en caso de que no pudiera acabarlo, se preparó para esquivar. Cuando vio venir a Ren, lanzó una estocada con su espada directamente a su estómago, para luego lanzarse a un costado y evitar su ataque de la mejor manera posible, esperándolo mientras seguía con su espada en mano, calculando sus movimientos, a ver si había acabado con él como se lo estaba esperando.

Cuando observe su golpe dirigirme hacia mi, la verdad... No pude evitar detener mi ataque, seguramente, lo habria evadido de manera exitosa, por lo cual me dejo unas fracciones de segundo para pensar en un movimiento. "Maldita sea, es muy rapida... ¿Lo esquivo? ¿Lo bloqueo? ¡Maldita sea...!" Estaba a punto de recibir una estocada muy directa, posiblemente pierda si me impacta...

-Lo lamento, pero... Ya tuve suficiente dolor por un dia.

Instintivamente, dando un aplauso evitando tocar el filo de la espada, atrapo la espada de Alexandra con una sonrisa, mientras una gota de sudor frio recorre mi rostro. "Si no lo hubiera logrado..." Pienso en ese momento, para cuando me preparo para utilizar todas mis fuerzas y asi, quebrar su espada en pedazos de manera instantanea y retroceder logre o no logre mi objetivo.

Sorprendentemente, Alexandra vio como Ren pudo emplear toda su fuerza y bloquear el golpe de manera exitosa, al punto que se sintió la madera y el viento vibrar por el choque de las energías. La espada, de buena manufactura, resistió el impacto. Luego vino la esquiva por parte de Alexandra, pero Ren, aprovechando de eso, tomó con fuerzas la espada de Alexandra. Ella, sorprendida, pero no menos concentrada en el combate, se lanzó directamente contra él, usando la fuerza cinética para atacarlo con la empuñadura directamente al rostro, mientras que Ren, preparándose para ver cómo se enfrentaría al golpe, empleó su fuerza en la espada, haciéndola crujir horriblemente, mientras se le iban haciendo astillas por toda la hoja, obligando a que Alexandra tuviera que usar la mayor parte de su fuerza para intentar quitarle la hoja a Ren, para evitar que este la rompiera.