Partida Rol por web

Dulio hizo un gesto de asentimiento, y levantándose, les dijo;

-Pues entonces me alegro haberlos guiados por el comienzo del el comienzo hacia un nuevo destino en sus vidas. Procuren no usar sus habilidades y las que aprendan para el mal, si no para él bien, o al menos, su supervivencia en este mundo tan oscuro. Permítanme darles la bendición de Cristo. –Dijo, y levantándose hizo un pequeño rezo sobre sus frentes para luego hacerles una cruz en ella, para luego decir- Sé que  su camino estará lleno de aventuras y acción si están dispuestos a correrlas, y si no, estará lleno de angustia y peligro si no son capaces de enfrentarse a este…sean prudentes con lo que hacen, pues han sido elegidos entre cientos con habilidades que van más allá de lo natural. –

Dijo, para terminar de despedirlos con una sonrisa.

Mientras salían del lugar Gabriel les respondió ante lo que dijeron;

-Realmente no me esperaba que Jake pudiera usar ese artefacto al primer intento, debo decir que aquellas armas me han parecido muy interesantes. La verdad debo decirles que nosotros con Erika poseemos una tienda de armas en la cual trabajamos, de esa manera mantenemos nuestra investigación, a la vez que creamos las armas que usamos para nuestras cacerías. No sé a qué hora se podrán desocupar mañana, pero supongo que durante el día podrán ir y uno de nosotros podrá enseñarles las cosas básicas para que se puedan defender en el futuro. ¿Quieren que los pasemos a dejar a sus casas? Tenemos que ir a buscar tu perro, Jake. –Dijo, mientras salían del lugar.

Aquello pintaba bien, íbamos a recibir una instrucción para al menos defendernos y  hacer frente a los nigromantes y sus secuaces. Y esperaba tener más oportunidades de poder averiguar mi poder antes de nuestro primer enfrentamiento. Había tomado buena nota de lo que tenía que hacer, y le preguntaría a Jake más adelante como lo había conseguido. Todo era cuestión de confianza.

Tras el profundo discurso de Dulio y la promesa de un entrenamiento, empecé a sentir mucha más confianza, hasta que Gabriel comentó sobre dejarnos en nuestras casas. Suponía que esas cosas sólo andaban de noche, y todavía era de noche. De echo, nada nos aseguraba de que no anduvieran también de día. Levanté la mano un poco dudosa.

- Ehm, Gabriel, ¿es seguro que nos separemos y vayamos cada uno a nuestra casa? Aún es de noche y mi casa está en las afueras. El ataque fue cerca de ahí, por lo que no sé si sabrán donde vivo.

El joven se sentía orgulloso por haber podido materializar su habilidad, hasta que escuchó el primer comentario de Gabriel. A lo que respondió:

-Qué adulador Gabriel, me reconforta saber la fe que tienes en mi.- dijo con tono cómico y prosiguió.- Gracias Gabriel, aceptaré tu oferta de llevarme a mi casa aunque antes recojamos a Momou, tengo ganas de verlo.- escuchó atentamente a Sumire y no pudo evitar sentirse identificado con ella, ambos estaban ahora en el mismo barco. Le puso una mano sobre su hombro y ofreció a la joven:

-Sumire, si quieres puedes venir a mi casa, está en el centro en un ático y tienes una habitación para ti sola si quieres, incluso no tienes por qué compartir baño, cada habitación tiene uno propio. Lo único que tienes que convivir con Momou y conmigo, si no tienes problema con eso estás más que invitada a venir.- hizo una sonrisa sincera, la idea de proteger a Sumire le provocaba un sentimiento que nunca había sentido tan intenso... ¿satisfacción podría ser?

No tuve que pensarme mucho la oferta de Jake. Era mucho mejor que dormir sola en un apartado barrio de las afueras y si pasaba algo podíamos ayudarnos mutuamente.

- Claro, te agradezco la oferta. Siempre nos irá mejor juntos. Puedo quedarme hoy en tu casa e ir a por mis cosas mañana, durante el día. En serio gracias - le sonreí realmente agradecida. Luego, pensé ¿un ático en el centro? Se notaba que era de familia rica -. En cuanto a Momou, me encantan los perros así que creo que me llevaré muy bien con los dos. Hagamos todo nuestro esfuerzo por aprender y enviar a esos seres al abismo del que vinieron. 

Me puse delante de Jake y, con una sonrisa, le tendí una mano - Una vez más, me presento, Soy Sumire Idane y me quedaré durante una temporada en tu casa, encanta. 

Gabriel respondió ante las dudas de Sumire antes de cualquier cosa mientras manejaba;

-Las sombras siguen los pensamientos del nigromante que las maneja, ya que llevan una especie de relación mística que les permite controlarlo, algo así como una mente enjambre, y debido a eso no te atacarán en tu propia casa, es por eso que han estado buscando gente en los callejones…y bueno, como ustedes se veían potenciales víctimas, además de poseer Sacred Gears, fueron justo lo que estaban buscando. –

Dijo, tranquilamente. Asintió ante las palabras de Jake para pasar a buscar a su perro, comenzando a manejar en dirección a la casa otra vez. Gabriel no hizo más que sonreír un poco ante la conversación de los dos, más no dijo ni una palabra.

Una vez llegaron al lugar se bajaron del auto, sacaron a Momou y mientras Erika se despedía de ustedes y se quedaba en la casa, Gabriel les entregó a cada uno de ustedes una pequeña botella, un papel y les dijo;

-Esto es una botella de agua bendita. Si la rocían sobre cualquier entidad maligna la debilitará en gran medida y la podrán atacar con cualquier arma matándola muy rápidamente. Estoy seguro de que no los atacarán, pero si prefieren dejarlo de esa manera es lo mejor que pueden hacer. En el papel va la dirección de nuestra armería para que vayan el día de mañana para que puedan ir a entrenar. –Dijo, y tras eso, volvieron a subir al auto con el perro para ir en dirección a la casa de Jake.

Jake vio como Sumire se colocó delante suya y tendió su mano presentándose de nuevo, su reacción fue cuanto menos cómica, no pudo evitar sonrojarse y éste respondió de la misma forma, un apretón de manos y una educada presentanción. Después de esto siguió a Gabriel hasta el coche y se montó en él.

De camino a casa de Gabriel se mantuvo en silencio pensando en cómo había cambiado el día con respecto a la mañana, había sido todo tan gratuito, tan repentino.... La ojos del joven mirando a través estaban apagados, era bastante tarde, y no era eso lo que le pesaba, sino lo que les quedaba tanto a él como a Sumire de ahora en adelante.

Llegaron a casa de Gabriel y Jake bajó del coche para abrazar a su perro, tan cálido como siempre y con cara de dormido. El joven se arrodilló y rascó la cabeza del perro:

-Qué vida más placentera tienes siempre, desgraciado. Tú durmiendo y yo aquí aprendiendo a pasos forzados, ¿te cambias conmigo por unos días?- dijo sonriendo mientras rascaba a su mascota.

Cuando Gabriel les dio las botellas de agua bendita Jake asintió y dio las gracias a éste por el detalle, acto seguido guardó la dirección escrita en el papel y se sentó de nuevo en el coche, con Momou encima suya tumbado. Parecía mentira que el joven estuviera cómodo con semejante perro encima pero ya estaba más que acostumbrado a la pereza del animal.

De camino a su casa, Jake pensaba si estaba el sitio ordenado y limpio, la asistenta había ido durante la tarde a limpiar el ático, o por lo menos ese día le tocaba ir por la tarde...

Me tranquilizó un poco oír a Gabriel decir que no podrían encontrarme en mi casa, pero aún así, creí más seguro permanecer juntos, por si acaso. Nos detuvimos a recoger al perro de Jake y aproveché la ocasión para saludar a Erika, que no había podido venir con nosotros. Luego observé como Jake hablaba a su perro. Sonreí. Parecía que lo quería mucho. Desde luego, parecía un perro muy simpático.

Cuando volvimos al coche, Gabriel nos dio un regalo de lo más útil - gracias, espero no tener que utilizarlo - miré maravillada el agua bendita. Tendría que llevar de ahora en adelante un cuchillo o un palo encima por si acaso también. Ya veríamos que nos contaba sobre la defensa a la mañana siguiente y qué armas podríamos usar. Las dagas que usaba Erika eran muy útiles, y tal vez me interesaría aprender a usarlas medianamente bien antes de volver a enfrentarme a los engendros aquellos.

Tu perro meneo la cola ante tus palabras, y cuando subieron al auto se acostó al lado tuyo, como si hubiera entendido lo que querías decir. Luego de un rato llegaron hasta la casa de Jake, pues efectivamente no estaba tan alejada de lo que era donde estaba Gabriel. Una vez allí se detuvo frente a lo que era la entrada y les dijo;

-Bueno, creo que nos veremos mañana. Lo único que les puedo decir antes que nos separemos, es que deben decidir en qué mundo quieren vivir, si en el normal que ustedes conocen, o lanzarse y conocer sobre los males y fantásticas cosas que tiene el verdadero mundo. No todo lo sobrenatural es malo, pero tampoco es bueno. Nos vemos. –

Dijo mientras los dejaba para luego partir de vuelta a su hogar. Se quedaron allí, frente a la puerta, rodeados por el frío de un nuevo cambio en sus vidas.

Estaba bastante nerviosa por el entrenamiento del día siguiente. No sabía bien que me esperaría, pero seguro que no sería un paseo por el campo. Respiré hondo e intenté tranquilizarme. Lo primero que tenía que hacer era descansar bien y luego ya vendría todo lo demás.

Miré el edificio y luego a mi compañero - es bastante grande - dije admirándolo. Acaricié a Momou, antes de volverme otra vez a Jake - te sigo.

Jake agradeció enérgicamente a Gabriel que los hubiera llevado a su casa por fin, hogar dulce hogar, entre tanto cambio en la forma de ver el mundo, algo seguía igual, su edificio. Ante el comentario de la joven Jake se sonrojó y aclaró de manera despreocupada.

-Bueno, el edifico no es mío solo poseo dos plantas, el ático y la anterior que reformé para hacerlo "dúplex", en las demás plantas hay vecinos y eso, pero son muy tranquilos, bueno, o eso dice mi...- cortó la frase antes de comentar a su criado, no le parecía de buena educación ser presumido en demasía, pero claro; Jake no conocía a sus vecinos porque él nunca iba a las reuniones de la comunidad, iba su criado. Jake pensó tranquilamente en que su criado no dormía en su casa, no quería que viera a Sumire y éste se le fuera la lengua con el padre de Jake.

De pronto el joven notó la brisa de la calle y recordó que estaban a las puertas del edificio y que tenían que entrar ya, no era conveniente exhibirse ahora mismo. Se acercó a su mascota, metió su mano por dentro de su collar y sacó una llave magnética de él. Acto seguido abrió el portal con dicha llave, dejó pasar a Sumire y la condujo hasta el ascensor. 

Dentro de aquella cabina ya se podía intuir la calidad de los apartamentos, perfecta. Pulsó el último botón del ascensor sin pensarlo mucho, ya por costumbre y ascendieron hasta la cumbre del edificio. Una vez frente a la puerta de la casa, Jake extendió su mano sobre un panel plateado situado a la derecha de la puerta, que pitó e hizo un chasquido en la propia puerta. El joven terminó de abrir con una mano y con la otra invitó a Sumire a que se adentrara en su hogar, su templo, su todo.

-Bienvenida, siéntete como en tu casa y quítate los zapatos al entrar, gracias.- sonrió a Sumire.

Estaba cada vez más sorprendida. Dos pisos para él sólo, incluido el ático de semejante edificio. Aquello era todo lujo, se notaba que era de familia rica. Hice un pequeño mohín como una niña al imaginarme lo fácil que había sido su vida. Bueno, yo tampoco podía quejarme. Había crecido en una familia muy acomodada y mi vida también había sido bastante fácil, después de todo mi padre era un famoso cirujano, pero no tenía nada que ver con el estilo de vida de Jake. Aquello ya era para super ricachones.

Cuando entramos, seguí sus palabras y me senté en un cómodo sofá como si fuera mi casa admirando todo a mi alrededor. Luego, le sonreí alegremente - bueno, y ¿cual será mi habitación?

Y así paso la noche. Su primera noche en el mundo sobrenatural. Habían enfrentado unas sombras, se habían encontrado con personas que cazaban este tipo de criaturas, y más encima, se habían dado cuenta de que la Inquisición estaba viva, y quizás cuantas leyendas y películas eran ciertas, al punto de preguntarse si alguna de estas cosas no habría sido hecha por estos mismos entes sobrenaturales. Ahora solo quedaba mañana empezar el entrenamiento que habían decidido enfrentar, el entrenamiento de comprobar si eran capaces de enfrentar la realidad o no, capaces de enfrentar a quienes intentaban cazarlos o no.

Fin del Prólogo.

Erika entra en la casa cerrando tras de si. Se dirige a la cocina buscando algo de beber mientras piensa en lo ocurrido.

Esos muchachos tendrán mucho que aprender y lo más rápido posible; las criaturas que los buscan no se andan con vueltas. Espero podamos guiarlos de la mejor manera...

Piensa tranquilamente mientras se echa un trago, luego analiza las mejores maneras de introducirlos en el mundo en que se han metido, asume que Gabriel tendrá alguna mejor idea de como hacerlo. Con ella tuvo tiempo, con los muchachos el tiempo esta en contra. Se dirige a la cama y se acuesta pensativa, esta cansada y mañana el día será largo.

Son cerca de las dos de la mañana. Este tema ya terminó por sea caso, y para ti continua con ''El Entrenamiento''.