Partida Rol por web

Ese maldito bicho le había sorprendido, podía deberse a que en aquel lugar tan tranquilo había bajado la guardia, o que aquel individuo era realmente bueno... No tomaría riesgos por el momento.

-Estoy buscando refugio y puede que algo de comer. No quiero molestarte, es como... como si este sitio hubiese tirado de mí-.

-Solamente necesito un sitio donde tumbarme a pasar unas horas, no te molestaré- realmente no quería problemas con el lobo. ¿Era un lobo?¿Era un vampiro? -Me llamo Iver- dijo sin moverse de su sitio, estaba seguro que alzar la mano o avanzar hacia su interlocutor podría ser malinterpretado.

Odiaba aquella situación de cazador cazado. Y para colmo aquel mensaje de Crida le había sobresaltado. Maldita estúpida...

Cedric asintió con la cabeza, y tras lo que dijo Rubens, comentó;

-Efectivamente. Creo que lo mejor será que nos acerquemos a cierta distancia, y desde allí observemos lo que pasa en el barco. Me preocupa que vaya a haber alguien en la oscuridad, pero por ahora encarguémonos de estos autos. -

Dijo, y tras eso, se acercó directamente a las ruedas de los autos, reventándolas una a una, luego de eso, les hizo una seña para que lo siguieran a través de la oscuridad. Mientras avanzaban, pudieron encontrar el cadáver de un par de humanos, muertos. Tenían sus armas a unos pocos metros de ellos. El barco aún estaba a cierta distancia, demasiada como para que pudieran ver. Cedric los comenzó a revisar, y luego envío un mensaje avisándole al resto lo que sucedía.

El lobo lo miró a los ojos, respondiéndole;

-Este es un buen lugar…siempre puedes encontrar la forma perfecta de la cual descansar. Lamentablemente, no te puedo ayudar en tu cacería…de hecho había más de un par de presas para alimentarse en este lugar, pero aparentemente no has tenido suerte…-Su voz era suave y fuerte, pero no te producía intranquilidad. Luego, cuando le pediste y te explicaste, te respondió- Ya veo…así que eres uno de los Arcontes que ha venido con Cedric…si…nos lo había informado el príncipe. Este lugar es parte del dominio de los Gangrel, y todos pueden pasar por él. –Dijo, y tras mirarte unos segundos, se transformó. 

El hombre, que ahora estaba con vestiduras desgarbadas y de cuero, se presentó;

-Soy Michael Arcantus, primogénito Gangrel, de los pocos que quedan en esta ciudad. Eres y siempre serás bienvenido entre nosotros, Iver. Pensé que vendrías por la investigación, pero ya veo que has venido por un lugar seguro. No hay duda que te costará encontrar algo así en esta ciudad, han estado pasado cosas…muy extrañas. Yo no sé tanto como los Nosferatu, pero lo que sí sé, es que hay algo muy malo ocurriendo en esta ciudad. Sígueme, te mostraré nuestro refugio. –

Dijo, y haciéndote una seña, te espero a que lo siguieras. Mientras eso pasaba, recibiste otro mensaje, pero ahora por parte de Cedric;

‘’Acaba de explotar un barco en el puerto. Hemos encontrado los vehículos de quienes han atacado a un cargamento Giovanni, pero parece que ahora ellos están siendo atacados de vuelta. Investigaremos que sucede. Prepárense para venir de ser necesario’’ 

Cedric se mostraba cauteloso cosa que agradecía, prefería alguien así, que un loco que decidiera acercarse de frente sin medir los posibles riesgos. Al pasar por los cadáveres de los humanos, me pare un segundo para ver si había alguna muestra extraña en sus cuerpos, alguna marca que no fuera de disparo o arma blanca, por si los asaltantes no es que fueran humanos. Cosa que viendo la oscuridad era más que evidente "Aunque claro, los míos también suelen usar armas convencionales" Por lo que no le puse mucho empeño.

Pero de paso a la par de ese vistazo tome alguna de las armas de los muertos, no es que fuera de mucha ayuda, pero llegado el caso era mejor eso que nada.

Una vez con algún arma en la mano, use uno de mis poderes para protegerme por si las cosas se ponían mal. Para luego seguir a Cedric, tratando de cubrir sus pasos aunque era evidente que no lo necesitaba.

En un principio las palabras acerca de su fracaso a la hora de encontar una presa de la que alimentarse le enfureció, pero cuando Michael se transformó, Iver se quedó con la boca abierta antes de poder decir nada y cuando le explicó que era un primogénito Gangrel se quedó sin palabras.

-Así es- dijo inclinando ligeramente la cabeza a modo de saludo -soy uno de los Arcontes de Cedric-.

-En cuanto a la investigación, la verdad es que no contaba con encontrarme con ninguno de nuestra raza tan pronto, y mucho menos con un primogénito... Pensaba descansar y comenzar a investigar una vez recuperadas las fuerzas. Ha sido una noche complicada...- dijo recordando una vez más su discursión en casa del Príncipe -Aunque cualquier dato o información que puedas darme será bien recibida, por supuesto- continuó mientras seguía a Michael de camino al refugio.

Su teléfono volvió a sonar, era otro mensaje, ésta vez de Cedric. Iría cuando fuera posible, ahora la prioridad era investigar el asesinato.

Rubens se acercó directamente a investigar la escena, y notó algo bastante peculiar. Los tipos que estaban muertos, presentaban, en su mayoría, heridas de armas cortantes, pero no eran cuchillos, sino algo más parecido a la herida de algo más afilado y pequeño, pero no lograba dilucidar bien. En cambio, Calipso comentó;

-Estas heridas…están hechas con agujas de acero, y uno fue muerto con un rifle de francotirador. –

Dijo, señalando uno de los cuerpos, el cual, al contrastar las heridas de bala, efectivamente podían ser. De hecho, si observaban un poco el lugar, podrían encontrar marcas de suelo en el piso, como si alguien se hubiera ido sangrando. Lo más importante de todo, es que se seguía escuchando lo que pasaba directamente en los barcos. El olor a sangre de los cuerpos les empezó a molestar…todos tenían hambre, pero aun no la suficiente como para sentirse en problemas, no, estaban lejos de eso, pero aun así, la eterna sed de su maldición se hacía sentir.

Luego pasó que para el resto llego inadvertido, Rubens logró notar por el rabillo del ojo un movimiento en la oscuridad, algo imperceptible, pero juraría que hubiera visto pasar algo, pero ciertamente, no tenía idea de que podría haber llegado a ser. Usando eso, decidió protegerse inmediatamente, y, tras invocar las palabras arcanas, se protegió, tras lo cual Cedric asintió con la cabeza, aprobándolo. Luego de eso los miró y les dijo;

-Debemos avanzar, intentemos ir de manera sigilosa para ver que ocurre en el barco. –

Dijo, mirándolos, indicándoles que lo siguieran.

"¿Agujas de acero?¿Quien usaría algo tan preciso y extraño?" No era un arma habitual y menos entre matones de los puertos. Aquello me dejo en dudas. Pero podía ser que hubiera un superviviente dado que había un reguero de sangre alejándose de la escena.

Al final Cedric accedió que avanzáramos, yo había percibido un movimiento de algo entre las sombras. No sabía que era, pero igual servía de pista y llevaba a algo interesante. Con permiso de Cedric comencé a moverme hacia el lugar donde había visto ese extraño movimiento. Me sentía algo protegido por la barrera que había creado, pero aun así un combate cerrado sería algo complicado para mi.

Recordabas que tenías una copia de la carpeta con todos los documentos, donde hablaba sobre todos los vampiros de la ciudad, probablemente en ese lugar habría más información sobre quién tenías al frente.

Caminaron debajo del puente hasta unos metros más adelante, y antes te diste cuenta, entre las enredaderas y las flores nocturnas que había en el lugar, había unas escaleras de piedras que bajaban en forma de caracol. Notaste en el rodeo de la entrada que había inscripciones mágicas, probablemente, para que ningún humano pudiera acercarse a ese lugar. Caminaste y bajaste un piso, y lograste ver algo maravilloso. Era, por decirlo así, un piso bastante grande, de al menos unos dos cientos metros cuadrados, diseñado con muchísimas ramas y árboles naturales, que crecían dentro del mismo lugar. EL suelo era de madera, y el lugar acogedor, más bien parecía moldeado en la tierra que hecho por mano humana. Podías ver al menos otras cinco personas durmiendo, o haciendo otras cosas en el lugar. Michael te lo mostró y te dijo;

-Este es nuestro refugio, aquí aceptamos a que todos los miembros de nuestro clan vengan a descansar. No es algo muy grande, pero es acogedor, y es todo lo que necesitamos. Ahora bien, ven. –Dijo, y guiándote por el lugar, te ofreció asiento en una mesa que tenía unos asientos de madera antigua muy cómodos, y la mesa tenía un color madera oscura, casi negra, que tenía diseños medievales en todo su largo. Allí te ofreció un vaso de madera, y al observar su interior, contenía sangre. Él se sentó con otro vaso en su mano, y te miró, diciéndote- ¿Has escuchado sobre los asesinatos y desapariciones que han estado ocurriendo últimamente? –

Preguntó, mirándote a los ojos, esperando escuchar que tanto sabías, para saber que debía compartir contigo y que no.

Dejando a tus compañeros atrás avanzaste rápidamente intentando buscar la fuente del sonido, lamentablemente, la oscuridad absoluta de lugar, el hecho de que hubiera tantos contenedores y el sonido proveniente del barco no te dejaba encontrar nada fuera de lo común. No pudiste encontrar rastros de sangre, ni nada que te ayudara a guiarte en tu búsqueda, fuera lo que fuera que te estaba observando, ya estaba oculta en un lugar donde no podrías encontrarla.

Viendo mi nula suerte, decidí continuar mi camino con cuidado, tratando de aprovechar en la medida de lo posible mi escaso talento a la hora de moverme sin ser detectado "Maldita sea, soy un investigador o un líder, no un maldito perro de muestra" Maldecía ante no poder conseguir nada de la figura que había detectado.
 

Decidiste a toda costa seguir buscando, y seguiste, y seguiste…y así pasaron cerca de diez minutos más. Nada. Absolutamente nada. Ni una mota de polvo, ni una huella, absolutamente nada. Todos tus intentos por encontrar fuera lo que fuera la sombra, marcas de sangre, olor, algo que te guiara a la ubicación de tu objetivo fueron en vano. Cansado ante tanta búsqueda y no encontrar nada, decidiste irte de allí.

Volviste por el camino que viniste antes y seguiste derecho hacia el barco en llamas, y en medio de la oscuridad encontraste a Calipso y a Cedric observando hacia el barco. Al llegar, Cedric te preguntó;

-¿Encontraste algo? Hemos observado cómo se escuchan disparos, aparentemente, un par de personas intentan entrar a la cabina del capitán. –

Dijo, mientras seguía observando la escena, esperando escuchar tu informe.

Negativo, por más que me esforcé no he visto o averiguado algo. Eso lo hace sospechoso, pero claro podría no ser nada. Conteste. Estaba aún molesto por no conseguir sentir nada, aunque quedaba la opción de que realmente no fuera nada importante. Pero en mi cabeza e interior sentía que algo se me había pasado.

Me centre entonces en Cedric. Y ahora ¿Qué paso damos? Pregunte, esperando su contestación. No era alguien que estuviera versado en combate ni tenia talento para ello, por lo que prefería estar seguro de que se haría.

Viendo que había encontrado la información satisfactoriamente, ordeno los papeles y los guardo en mi morral, levantándome para dirigirme a la armería más cercana. Mi principal objetivo era comprar unos guantes de combate reforzados, un par de cuchillos y si se podía, algún arma de fuego. No iba a dirigirme al lugar mas legal que viera, si no, todo lo contrario. Sabía que allí podía encontrar lo que necesitaba sin necesidad de responder preguntas. Como siempre, voy revisando a mi alrededor si alguien me sigue u observa.

Cedric le señaló a Rubens, y este, observó con mucha atención lo que estaba ocurriendo. Habían dos personas, un alto pelirrojo, y hombre mucho más flacucho, estaban disparando hacia adentro de la cabina. No podían ver que ocurría adentro…pero si vieron dos cosas que le llamaron mucho la atención. La primera es que un tentáculo de sombras surgió al lado del hombre flacucho, golpeándolo y sacándolo a volar directamente contra un contenedor, provocando que se desmayara, o eso parecía. Otros dos tentáculos salieron del lugar, además de fogonazos de balas con dirección al pelirrojo…pero sorprendentemente, lo esquivo todo de una manera sobrenatural, al punto que observaron cómo apareció un aura negra en su mano, y esta lanzó un rayo oscuro que dio dentro de la cabina, el cuál no entendían como lo genero, si fue magia, u otra cosa.

Mientras pasaba todo eso, observaron cómo desde las sombras, nuevamente apareció alguien, y esta vez lo vieron por completo. Un joven que andaba vestido con ropas de militar, pero lo más interesante de todo, es que tenía orejas de gato y una cola igual. Lanzó una granada, la cual dio en el barco, sin dañar a nadie. Dedujeron de inmediato que había sido uno de los que había tirado una granada al comienzo de las explosiones. El tipo los miró, y luego corrió inmediatamente del lugar. Cedric los miró, y les hizo un gesto;

-Persigámoslo, con que tengamos uno que nos de la información será suficiente. –Dijo, señalándoles para que entre todos comenzaran a perseguirlo.

Rubens observó que el objetivo estaba lleno de heridas, por lo que dedujo que la sangre y sus marcas eran de él. También recordaba claramente que antes no lo había encontrado, pues sabía ocultarse muy bien.