Partida Rol por web

El grupo de Edmun, Max y César avanzo hasta los suburbios de la ciudad, que terminaban dando a la zona más perimetral del sector izquierdo que tenían calculado. La zona era extremadamente pobre, y lo notaban con extrema facilidad. Por suerte, lograron llegar al lugar donde se encontraba la entrada a la alcantarilla, y tras abrirla con fuerzas, lograron bajar y cerrarla. El lugar apestaba, era primera vez que sentían un olor así. Eso, sin contar que les dio un escalofrío entrar a ese lugar.

La vista tanto de Edmun como de Max se acostumbró de inmediato a la oscuridad, pudiendo ver sin problemas, en tanto César prendía su linterna para poder mirar a los alrededores. Los túneles debían tener cerca de siete metros de ancho, y unos dos metros y medio de alto, con una pasarela de unos dos metros, que daba espacio para que dos personas pudieran caminar lado a lado. Al entrar, se dieron cuenta de lo que se esperaban, el radio de los walkie talkie no alcanzaba a sus compañeros a esta distancia, por lo que probablemente deberían acercarse al medio lo más pronto posible para poder contactarlos.

Empezaron a caminar como lo esperaban, en cuadras de tipo zig-zag…pero antes de que caminaran más de dos de estas, Max y César escucharon algo que no los dejó tranquilos. Quién más escucho principalmente fue Max. Era un quejido ahogado, rasposo, como el sonido provocado por una ventana mal cerrada en un edificio alto, un chillido muy suave que llegaba en una dirección, cerca de una cuadra de ellos. César solo escuchó el quejido, mientras que Edmun no logró escuchar nada.

El grupo de Iseut, Alfonso y Hitsagaya avanzo hasta los suburbios de la ciudad, que terminaban dando a la zona más cercana al centro de la ciudad. Aunque Iseut no hablaba, podían notar claramente que ella estaba encantada, pues nunca había visto una ciudad de ese tipo, y el mundo demoniaco era muy distinto del que conocían ellos. No demoraron en llegar al lugar donde se encontraba la entrada a la alcantarilla, y tras abrirla con fuerzas, lograron bajar y cerrarla. El lugar apestaba, era primera vez que sentían un olor así. Eso, sin contar que les dio un escalofrío entrar a ese lugar.

La vista de Iseut se acostumbró de inmediato a la oscuridad, pudiendo ver sin problemas, en tanto Alfonso y Hitsagaya prendían sus linternas para poder mirar a los alrededores. Los túneles debían tener cerca de siete metros de ancho, y unos dos metros y medio de alto, con una pasarela de unos dos metros, que daba espacio para que dos personas pudieran caminar lado a lado. Al entrar, se dieron cuenta de lo que se esperaban, el radio de los walkie talkie no alcanzaba a sus compañeros a esta distancia, por lo que probablemente deberían acercarse al medio lo más pronto posible para poder contactarlos.

Empezaron a caminar como lo esperaban, en cuadras de tipo zig-zag…pero antes de que caminaran más de dos de estas, Alfonso se cayó de cara directamente a el rio de deshechos que pasaba por debajo de la pasarela, quedando tan enojado y embarrado, que debía caminar como un metro de ustedes para que el olor no les llegara. Básicamente era una bola de mierda andante. Esa caída, no le permitió escuchar lo que todos menos Alfonso escucharon muy claramente.

Escucharon algo que no los dejó tranquilos. Quién más escucho principalmente fue Iseut. Era un quejido ahogado, rasposo, como el sonido provocado por una ventana mal cerrada en un edificio alto, un chillido muy suave que llegaba en una dirección, cerca de una cuadra de ellos. Hitsagaya notó como provenía de una dirección exacta…y con temor, sabía muy bien que provenía de un ser humanoide, pero notablemente, era grande. Iseut fue la que despejó las dudas de ambos una vez Alfonso se dejó de refunfuñar;

-Hay una criatura de cerca de dos metros, debe ser bastante grande, por su quejido infierno que es una criatura bestial, no sé si se podría tratar de un demonio desatado, pero obviamente sus quejidos la identifican como una criatura salvaje. Debemos tener cuidado. Podríamos evitarla, o bien, podríamos ir a averiguar de qué se trata. –Dijo, mirándolos a ambos.

-O podríamos espantarla con mi olor a mierda- dije aún enfadado- maldito lugar-

El hecho de estar aún colérico hizo que no le prestara demasiada atención al peligro.

-Vayamos a ver que es, después de todo te tenemos en el equipo y eres una asesina de elite, si hay que pelear mejor conocernos desde ahora-

Venimos para eso al final, ¿no?, vallamos tras ella, solo intentemos ser sigilosos, puede que podamos contactar con los demás y así conseguir refuerzos antes de enfrentarla, solo para asegurar la victoria.

Aunque si realmente era una creatura salvaje no debía ser más difícil de capturar que la última batalla, debíamos estar a la expectativa, pues se me acaba de ocurrir que si el área era tan extensa y era un animal, podría no ser la única y no queríamos llamar a sus compañeros.

Vamos, Alfonso ve por detrás pues aunque si vive aquí ya no creo que tenga olfato creo que podríamos ser descubiertos si vas por delante con el olor.

Si, porque tu tirada de percepción fue -4, por lo que te tenía que pasar algo horrible, por cierto, eso te trae consecuencias, que es un -1 permanente en percepción para toda la escena.

Alexia se notaba incómoda de que Militsa fuera quien debía ir con ella, era notorio incluso para Duncan. Pero era la disposición que habían acordado.

Se acercó a Duncan y trató de mantenerse cerca, aunque no sabía muy bien por dónde pisar. Al fin y al cabo, ella era solo una humana.

- ¿Me recuerdas nuevamente a dónde vamos? - se mantenía muy cerca del chico y se le notaba un poco nerviosa. Aunque quién sabe si estaría fingiendo.

Por fin había llegado la hora de actuar y nos encontrábamos ya en el alcantarillado. Me esforzaba por que el olor nauseabundo que se concentraba en mis inmediaciones no me afectara, pero era bastante difícil de ignorar.

Mientras nos encontrábamos en el túnel descubrimos que estábamos a una distancia en la que los walkie talkies no funcionaban cosa que no nos favorecía en nada dada la situación de posibles y probables peligros ocultos... Un poco luego de comenzar a explorar pude escuchar una especie de quejido. Inmediatamente alce mi brazo bruscamente en señal de quieto al estilo militar.

Me acerque a los otros y les susurre mismo tiempo que señalaba la dirección de la que provenía el ruido:

- Escucho un ruido proveniente de esa dirección, tratemos de acercarnos sigilosamente para ver que ocurre, pero estemos listos para lo peor en caso de ser descubiertos. - Al terminar de hablar me concentro en la dirección de donde proviene el sonido, espero un poco por si alguien quiere añadir algo y empiezo a moverme hacia lo que sea que nos este esperando del otro lado, mientras aprovecho para concentrar un poco mi energía pero solo lo suficiente para que no puedan descubrirme por ella.

La idea de estar a solas con dos chicas tan guapas como ellas se me antojaba muy bien, pero digamos que el hecho de tener que pasearme por las alcantarillas de la ciudad me aparta todas las ideas de la mente. Bueno, al menos por ahora.

"Pues no hay mucho que contar en ese aspecto", le respondo a Alexia, procurando que ninguno de los tres nos perdiéramos. "Tenemos los mapas y cada grupo tiene que trazar unas rutas por las... galerías, por así decirlo, mientras buscamos a los 'descarriados'...", añado guiñándole un ojo, quitándole tensión al tétrico lugar. "No difiere mucho de lo que he estado haciendo desde que despertaron mis poderes, la verdad, aunque gracias a ello ambas estáis aquí".

César, Edmun y Max comenzaron a avanzar hacia la zona de la cual provenía el ruido. César miró a Edmun y a Max y les comentó;

-Según el ruido puedo calcular que la criatura que hizo eso debe ser bastante grande…debemos tener cuidado. –

Dijo, y tras esto, todos siguieron avanzando. Todos lograron avanzar en absoluto silencio. Mientras que Max comenzaba a reunir su energía, observó cómo César también comenzó a reunirla, pero en vez de tener un aura carmesí palpitando como la de él, era un aura oscura, negra como la noche. Por otro lado, la espada de Edmun nuevamente estaba brillando, como si deseara el combate. Observaron, estando a unos diez metros de la posición de la cual escucharon el sonido, una criatura horripilante, la cual parecía no haberlos detectado todavía.

Hitsagaya y Alfonso decidieron atacar, y apelando al sigilo, miraron a Iseut. Ella asintió con la cabeza, y ocultándose en las sombras desapareció frente ustedes. Se miraron unos a los otros, y se fueron acercando hasta el lugar…hasta que, mientras intentaban ser lo más sigilosos posibles, se dieron cuenta de que no tenían el entrenamiento necesario, y la criatura, escuchando sus pasos, se dio vuelta, y la pudieron ver en todo su esplendor.

Mientras Duncan, Militsa y Alexia avanzaban, Militsa se encargaba de ir un poco más adelante, explorando. Después de unos veinte minutos, llegando al doblar una esquina, todos tuvieron un terrible presentimiento. Alexia notó una fuerte pisada y el movimiento del agua a unos metros de ella, cosa que la asusto.

Militsa por su parte escuchó a la distancia, y tras unos momentos, los miró y les dijo en voz baja;

-Creo…que es una criatura bastante grande, pero parece venir de esa dirección. ¿Ustedes la escucharon también, no? –Preguntó, mirándolos.

Duncan, por su parte, sintió como sus habilidades demoniacas se manifestaban al máximo. Si bien le costaba un poco ver en la oscuridad, vio completamente, y como si estuviera usando un binocular, observó a la distancia a una criatura de dos metros de alto con varios brazos, que se movía en medio de toda la oscuridad.

Avanzamos en silencio y en poco tiempo pudimos ver lo que había causado el sonido, era una criatura horripilante algo que al verla haría que a cualquiera se le erizaran los bellos de la piel. Sin embargo por alguna razón el ver esta criatura solo me causo asco y no me sentí asustado:

- Definitivamente la batalla del cementerio me afecto mas de lo que creía. - Al pensar en eso por un momento estuve a punto de olvidarme de la aberración a la que hacíamos frente pero el horrible recuerdo del cementerio me recordó aquel sentimiento de alerta de que si no tenia cuidado mi vida podía acabarse en un momento.

Mire a Edmun y a Cesar mientras apuntaba mi mano hacia la criatura para ver si estaban preparados y levante la mano izquierda para contar lentamente del uno al tres. Una vez termine de contar manifesté mi energía en forma de la llamarada carmesí que ya era tan conocida para mi...

Alexia se asustó un poco con el sobresalto del agua y al escuchar a Militsa, se mordió un labio. Ella también lo había sentido y temía luchar de nuevo.¿Y si le ocurría lo mismo que en el entrenamiento? No quería volverse malvada otra vez, de verdad no quería.

Respiró profundo y trató de calmarse, pero no era tan sencillo. Sentía temor, aunque sabía que debía ser firme. Por ello, trató de buscar cualquier indicio que le permitiera discernir información de cualquier tipo.

A medida que pasaba el rato y ustedes seguían acomulando energías, se dieron cuenta que la criatura se paseaba de un lugar a otro, aún sin percatarse de que ustedes estaban allí, en las sombras. Max se sorprendio, puesto que a medida que la energía de ellos crecía, sus auras se volvían más y más "visibles", de hecho, ciertamente estaba bastante impresionado que la criatura aún no los hubiera detectado.

Esta criatura, a diferencia de lo que creía al parecer no tenia la habilidad de sentir nuestras auras o por lo menos su habilidad para hacerlo era muy deficiente.

Mis energías en forma de llamarada se encontraban cubriendo completamente mi mano y podía sentir las energías de mis compañeros mas que listas, estaba seguro de que con nuestra preparación y nuestro ataque por sorpresa podíamos eliminar a la criatura fácilmente.

Así que lance mi llamarada con todo el poder que había acumulado esperando que mi ataque y de ser necesario el de mis compañeros fuera suficiente para acabar con ella sin que nos ofreciera resistencia.

Como si Max fuera el primero en dar la orden, esperó unos segundos más, antes de lanzar todo su poderoso ataque, en una bola de un fuego carmesí que le llegó directamente a la criatura. Le llego en uno de sus hombros, cerca de unas cabezas, esparciéndose hasta esta, en una grave quemadura. La bola de fuego había sido del porte de una pelota de football, demostrando la cantidad de energía reunida en ella. Por otro lado, luego de eso, salió una tremenda bola de oscuridad que llegó directamente contra la criatura, golpeándola con toda su fuerza, haciendo retumbar el lugar.

Max se percató que la energía oscura era parecida a la electricidad, pero de color oscuro…y ciertamente dejaba un cierto escalofrío, pues parecía ser una energía de un tipo aún más antinatural que la suya, pero ciertamente pareció hacerle gran daño a la criatura. Finalmente, Max pudo ver como Edmun se concentraba, pasando su dedo por la hoja, que ya brillaba de un color carmesí parecido al de su fuego, pero a la vez, muy distinto, y prendiéndose en llamas, se lanzó directamente contra la criatura, y dando un gran salto, le lanzó un ataque directamente, que, llegándole directamente, corto carne y dejó una gran fuerza que hizo retumbar las paredes, provocando que este retrocediera. Se mostró increíblemente sorprendido al ver que no había logrado cortar por la mitad a la criatura…y se sorprendió aún más cuando esta rugió de dolor, y aun viéndose mal herida, se comenzó a preparar para la batalla.

- Es mas resistente de lo que creí... Pero esta malherido. - Dije mientras retrocedía detrás de Edmun quien seria mi torre y por defecto mi principal combatiente cuerpo a cuerpo y a la vez volvía a cargar mis energías para atacar con mas fuerza en mi próximo ataque aprovechando de que mis llamas no se extinguirían tan rapido.