Partida Rol por web

¿Extraña? ¿Por qué lo dices?

Relájate. Las predicciones y maldiciones son puras bobadas... Bunzo se toma la cabeza con una mano, en un claro gesto de confusión. Un momento!. A mí no me toca el papel de tipo escéptico¿no? Se supone que debo ser yo quien se tome esta premonición como una insinuación directa del apocalipsis, ¿no es cierto?.
Entonces... ¡¡¡TODOS VAMOS A MORIR!!!! Grita agitando los brazos por sobre su cabeza y concluye en una pequeña risa, que podría entenderse como una burla para sus compañeros.
·Entre la locura natural de Bunzo, y su complicidad con esta demencia, se haría casi imposible distinguir hasta que punto actúa como un psicótico desquiciado y hasta que punto lo es en verdad.·

Predecir nuestro futuro sería tan simple como... como... No lo sé. Como cantar, o bailar, o enamorarse,o... en fin, tan simple como ser alguien tan normal como cualquier otro.
Por ejemplo, podría decirte que veo agua en nuestro futuro. Y si eso no es suficiente, veo en el futuro de Haalkon que se enojará mucho cuando se entere lo que le paso a su gabardina negra, y que Ren intentará calmarlo hasta que sepa que alguien rompió, sin quererlo, una de las ruedas de su hermosa maleta azul marino. Retrocede un paso.
Pero a fin de cuenta, solo son predicciones basadas en nada. Talvez la lluvia no llegue hasta nosotros, y talvez Haalkon y Ren no se enojen por lo que le hice a... es decir, por lo que "hipotéticamente" podría haberle pasado a su gabardina y maleta. Retrocede otro paso mas y los observa con miedo.

Intentando salir del apuro. Lo que quiero decir, es que no necesariamente esta sea la peor semana de nuestras vidas. O sea, talvez nos pasen cosas muy malas, talvez te caigas de las escaleras, o te atragantes con un chocolate. Talvez en verdad sea una muy mala semana, pero eso no quita que a la semana siguiente no pueda caerte un satélite en la cabeza, o te pueda atropellar un camión, o el brazo se te incendie por combustión espontánea,(+ emoción) o al estar tocando el cello, se corte una de las cuerdas golpeándote en el cuello, cortándote, abriendo la carne, permitiendo que una gran vertiente de sangre fluya; y al salir corriendo desesperadamente, buscando ayuda, tropieces con un cactus, desviándote hacia el balcón, donde por inercia no puedas detenerte a menos que te aferres a la baranda, pero por desgracia tus manos patinan a causa del excremento de una paloma en la baranda y caes al vacío desde un decimoséptimo piso, para finalmente morir a causa del estallido de una bomba nuclear lanzada por las grandes potencias mundiales, dando inicio a una guerra que terminaría con la realidad tal cual la conocemos. O quien sabe cuantas otras cosas podrían suceder.
Mi punto es que, nadie nos garantiza que esta sea la peor semana de nuestras vidas.

o_Ô...

Ren observó la extraña intervención de la anciana sin poder evitar levantar una ceja. Pobre mujer...Debe de ser duro estar como una cabra... - En fín... - Finalizó sus pensamientos en voz alta con un suspiro, justo cuando el baston de la abuela colpeó a Bunzo. Era lo que faltaba...que encima le golpearan en la cabeza.

(Nuevo acceso de verborrea de Bunzo)

Lo sabía...

Cuando Bunzo relató lo que podría pasarle instintivamente se llevó una mano al cuello mientras le escuchaba.

Pues....qué bien...¿no? Digo astorada por la hipotética muerte que Bunzo describía. Con la otra mano apretó la de Haak y se pegó un poco a él. Fuck, es como si me hubiesen predicho la muerte...que mal rollo.

Miró por donde se fue la vieja Definitivamente Transilvania no me hará ningun bien...

- Uhm... Bueno. - Se puso la chaqueta de nuevo. - Pero si tienes frío dímelo, que esto tampoco es tanto frío para mí todavía.. - Devolvió el apretón a Noa y una sonrisa iluminaba su rostro tras el beso.

Miraba a Bunzo mientras su discurso empezaba a ser mas y mas rocambolesco hasta que menta su gabardina. Negra. Larga. 100% cuero. Fabricación artesanal. Instintivamente avanzó un paso e iba a avanzar otro pero la mano de Noa le sujetaba. No por la fuerza, sino simplemente por su presencia.

Pero la absurda cadena de sucesos mortales que e, un caso hipotético podrían pasar a Noa... No. Eso ya no. La rodeó con un brazo cuando se apretó contra él, para que se sintiese mejor y se sintiese protegida.

- Te aseguro que si eso pasase [a Noa] el mundo descubriría el verdadero significado del Ragnarök y el que hubiese manipulado el chello descubriría algunas tradiciones vikingas poco conocidas donde numerosos órganos internos sienten la fría nieve envolverlos. - Las palabras salieron demasiado apresuradas de la boca de Haak y por ello tenian algo mas de dureza de la que mostraba habitualmente ante las actuaciones de Bunzo, quizás por juntar varias menciones cercanas a él. Pero se dio cuenta nada mas terminar de hablar por lo que, para dejar claro que no estaba enfadado, al menos aún no siempre y cuando lo de la gabardina no fuese cierto, sonrió a Bunzo para después volverse y besar a Noa en los labios un momento. - Tranquila preciosa, que eso no pasará estando yo cerca.

La chica de pelo azul mira al cielo, y saca de debajo la mesa un plástico bastante grande... justo en el momento que explota un trueno y un relámpago rompiendo el cielo... y estalla en forma de diluvio.

Reira levanta la cabeza para recibir las primeras gotas de lluvia en su blanca cara. Aunque enseguida se refugia bajo el plástico con el que la dependienta ha cubierto su puesto, arropándosea su abrigo y sobretodo, colocando el pañuelo que llevaba en el cuello. De su pequeño bolso saca un diminuto paraguas blanco.

Siempre iba preparada. Desde pequeña le habían enseñado a tener cuidado con su salud. Mucho cuidado, de hecho. Así que siempre llevaba encima paraguas, algunos analgésicos y antiinflamatorios, pañuelos o bufandas.

Sonríe con tranquilidad mientras abre el paraguas antes de salir a cielo despejado.

A Dan no le sorprende. Eso solía pasar en Transilvania.

Mira al cielo unos segundos, dejando que su pelo se mojase. Finalmente se lo sacude, dejándolo revuelto.

¿Queréis dejar por aquí el paseo? Pregunta a sus compañeros. A él le daba igual, le gustaba la lluvia.

Cita:

No sé ustedes, pero yo empiezo a tener hambre...

Flop!(sonido de paraguas abriéndose)A su lado, Reira muestra su reluciente solución ante una naturaleza que precipita sobre sus cabezas. Bunzo no es tan rápido, el agua alcanza el rostro(el rostro, el cuello, el cuerpo, los pies etc...)*
Agua! Me derriiiiiitoooooo...! Dice burlonamente, retorciendo su cuerpo. Como la bruja de "El Maravilloso mago de ...Oz"... ... !!!! LA VIEJA! Huyó cobardemente hacia el restaurante cuando el agua empezó a caer, seguramente porque el contacto con ella hubiera significado su muerte...!
Se queda unos segundos en silencio, observando a sus compañeros y finalmente refuta.
Bueno... ¿qué esperan de mí? Dice justificando sus anteriores palabras. Hace como 5 días que estamos en "Transilvania" y aún no ha pasado nada fuera de lo normal. Ni monstruos, ni vampiros, ni hombres-lobos, ni siquiera una sola baja en el grupo!... Deben admitir que esto es decepcionante.
Mete con violencia las manos en sus bolsillos, esconde la cabeza entre sus hombros y deja salir un fuerte resoplido de indignación. Buff!

La lluvia pilló de sorpresa a La Torre haciendo que una sonora maldición en finlandés escapase de sus labios.

Mierda! Me lavé el pelo no hace ni tres días! Maldita sea!

Levanta la chaqueta para taparse un poco la cabeza, mas por evitar luego el tener que lavarse de nuevo la melena que por molestia por el agua en sí, y cubrir a Noa con ella para que no se moje.

- Bueno, podemos terminarlo tomando algo en alguna cafetería si hay cerca, a ver si escampa un poco, no? - Mira a sus compañeros y despues a Dan. - Hay alguna por aquí? - Le pregunta. Tras ello mira a Bunzo. - Tranquilo, Bunzo, seguro que algo pasará... con la suerte que tenemos no me extrañaría.

Ren miró al cielo justo al escuchar el relámpago, antes de notar como caia sobre él la tromba, mojándole el pelo y haciendo que éste se le pegara a la cara. Se cerró el abrigo hubiéndose todo lo que podía en él mientras y se echó el pelo hacia atrás antes de introducir las manos en los bolsillos - ¿Y si entramos a ese restaurante? - Dijo señalando con el mentón el mismo local al que había entrado la abuela, ya que parecía el refugio más cercano.

Urahara miró con desdén el cielo. Odiaba el frío. Odiaba sonarse la nariz y odiaba arrebujarse en abrigos tupidos... El conjunto de circunstancias odiosas a las que se veía sometido le hacía sentirse como una puta, solo que era a los rigores climáticos a lo que se vendía precisamente sonándose la nariz y arrebujándose en su abrigo.

Observó de soslayo a unos y otros mientras hablaban, con la desconfianza y patética quietud originadas por (posiblemente) un poco de fiebre.
Asintió ante la última idea propuesta. Lo único que le interesaba era entrar en calor. Le escamaba también que hubiese alguien más alto que Haakon y que él mismo, además de la maldición de aquella bruja de mierda y la capacidad de Bunzo para ser gafe. Se conocía. Sabía que al primero en pasarle cualquier putada sería él mismo.

- Bunzo... Ciedda ed pico -espetó, congestionado, para luego echarle el brazo sobre el hombro a Ren (no sin deslizar unas caricias rápidas y sencillas con los dedos en la nuca de éste, no podía estar a su lado sin dedicarle algún mimo, fuera cual fuera la circunstancia)- Amos a ese puto destaudante... Esbero gue dengan uda galefacción decende... -y sin esperar más respuesta se encaminó hacia dicho local.

Entráis al restaurante unos detrás de otros, resguardándoos de la lluvia que empieza a caer con fuerza... y que empieza a ser acompañada por granizo.

El restaurante es precioso, muy bien decorado, iluminado... y además hace un calorcito que agradecen vuestros helados huesos.

Reira cierra el paraguas y busca un paragüero donde dejarlo bien cerrado y colocado y sin que ni una gota de agua llegue a llegar al suelo del restaurante. Luego se quita la chaqueta que llevaba puesta y la dobla para colocarla en sus brazos. Busca un buen lugar con la mirada, alguna mesa donde quepan todos y además pueda verse la ventana para saber cuándo dejará de llover.

¿Os parece si nos sentamos aquí, chicos?

Pregunta con su voz suave y aterciopelada, dulce y tranquila, señalando una mesa que cumplía los requisitos anteriores con la mano y una sonrisa en los labios.

Bunzo oye con intriga las palabras de Haakon.
¿Porqué siempre utilizaran ese tono parternalista conmigo?

Luego escucha las palabras del australiano.
¿Qué? Refutaría algo, pero no le entendí.

El resguardo del granizo es algo que Bunzo agradecía, no es que no le gustara la lluvia, pero tubo la desgracia de ser golpeado por un granizo justo en el mismo lugar donde la vieja le había propinado un bastonazo no hace mucho tiempo.

Miró a Reira dejar su paraguas y se tranquilizó(abrirlo bajo techo ubiera sido de mala suerte), luego respondió Si, parece un buen lugar. Con una visión directa a la entrada, así podría controlar el movimiento del lugar, y cercano a la ventana por si es necesario un escape apresurado. Casi parecía que Reira empezaba a entenderlo.

Estiró el cuello, buscando a la vieja bruja, pero no la vio. A fin de cuentas, era muy pequeña como para divisarla facilmente.
Se sentó contra la ventana observando hacia afuera.
Tengo tanta hambre. Espero que aquí el sushi sea bueno...

Ren entró abrazado a Ura para transmitirle el calor máximo posible al rubio, aunque como estaba empapado no es que pudiera ayudar mucho. Se quitó el abrigo en cuanto notó el calor del restaurante, buscando un sitio donde dejarlo para evitar mojar el suelo. Se dirigió a la mesa, siguiendo a Reira y a Bunzo, sin dejar de frotarle los brazos al australiano.

- Yo espero que tengan algo caliente - Dijo mientras colgaba el abrigo y volvía a pegarse a Urahara a modo de estufa humana. Dejó que eligiera el lugar y se sentó a su lado - Bufffh...y encima graniza... - Dijo mirando por la ventana como caían piedrecitas blancas y cubrían el suelo.

- Cuatro piedras frías y ya os ponéis malos u os quejáis del tiempo! Esto, al fin y al cabo, no es mas que un ambiente vivificante! - Comenta Haak con una levísima nota de nostalgia en la voz mirando la granizada. - Lo que os hace falta es un paseo entre unas capas de nieve de 2 metros :D - Mira a Bunzo y a Ren. - Pues de sushi no creo, Bunzo, en Europa el sushi es bastante exótico... Pero coincido con Ren y algo calentito vendrá bien. Un chocolate caliente puede estar bien.

¿No hay sushi?? ¿entonces que comen?... (tono burlón)¿¡Tripas de cerdo rellenas de condimentos!? Ja!!
Un chocolate caliente, supongo que será una mejor opción.
Mirando por la ventana no puede evitar(ni siquiera lo intenta) mostrar una enorme sonrisa al ver a un tipo escapando del granizo.
Lindo lugar, pero no hace honor a sus leyendas. Respiración profunda y silencio.

Bueno...no pensarías que todo iban a ser vampiros y hombres lobo...-Dijo con una sonrisa, sabía que sí era lo que creía Bunzo. Se apoyó en la mesa y se echó los mechones de pelo mojados hacia atrás para evitar que le gotearan en la cara. - Ummh...chocolate... - Se veía gula en sus ojos. Miró de nuevo por la ventana y después a Ura para asegurarse de que ya estaba mejor.

Noa se alegró un poco interiormente de sentir la lluvia. Una vez más le vino el vago recuerdo de Londres…pero el frío era notablemente diferente, así que no tardó en entrar en el restaurante detrás del resto.

Se quitó el chaquetón aterciopelado y pasó la mano por encima para quitarle las gotas de agua. Lo colgó y se sentó al lado de Haak. Miró un poco por la ventana y la sensación de frío hacia que la idea del chocolate fuera muy atractiva.

Un chocolate seguro que ahora sienta genial. Se giró hacia Haak. Creo que ese paseo solo lo aguantarías tú…sonrió y le apartó un poco el pelo de la cara. Se quitó uno de los anillos y empezó a jugar con él haciéndolo girar como una peonza en la mesa.

Sonrió a Noa con cariño y la dio un rápido beso cuando se sentó a su lado.

- Bueno, es cuestión del clima autóctono... Sino mira a Ura que dentro de poco le podremos vender como un polo de sabor japo-austral. - Dijo con una sonrisa divertida mirando a Ura.