Partida Rol por web

[Ars Magica] Arcanogonia

Prólogo: El Reto de Constans

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24/03/2020, 14:00
Stavros Ionnidis

Una mezcla de temor y atracción hizo que el niño, sin abandonar el parapeto de la espalda de Gargouille, no perdiera detalle de la grotesca transformación que aquel hombre acababa de sufrir. Entonces su mirada enfocó a la mujer que acababa de obrar aquel acto tan aberrante y a la vez tan portentoso y sintió un nudo en el estómago. Aunque no pareciera malvada, su porte era poderoso y sus ojos ardían temperamentales y orgullosos. El chaval procuró ocultar la mirada, a fin de no importunarla, aunque el miedo y la admiración se lo pusieron muy difícil.

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24/03/2020, 15:50
La Voz Homérica

Así pues siguiendo el consejo, imperioso, de Circe ascendéis los escalones tallados en la piedra hasta llegar a la suave ladera de la isla. A vuestra derecha la isla desciende en bosques y olivares hasta el pueblo pero lo que os reclama está frente a vosotros.

Situada en el promontorio más occidental de la isla de Pieri podeis ahora ver de cerca la Alianza de Aeaea. Así como a una mujer, que se presenta como Pantheia, goberanta de la misma, y que os recibe con una grácil inclinación y dirigiéndose a vosotros en latín os invita a entrar.

Rodeáis el muro, hasta lo que parece ser la puerta principal de la Alianza, de la que un camino bien trazado parte en dirección al pueblo de Pieri. La puerta principal está marcada por un dintel de piedra en el que hay tallado bellamente el escudo de la Alianza, dos leones sedentes sobre una banda que cruza en diagonal la divisa. Pasáis así a un primer y amplio patio con a lado y lado lo que parecen almacenes y talleres de almazara. Un trajín de grogs da fe de la pujanza económica de la Alianza.

Frente a vosotros la alianza se alza en lo que parecen ser tres cuerpos de edificio sucesivos, un primero de un solo piso, luego uno de dos y al fondo algo más pequeño se alza un edificio con tres pisos.

Pero raudamente Pantheia os hace cruzar la era y entrar en la fresca sombra de un edificio y de un primer patio interior, un impluvium a la manera romana. Os explica que en esta primera zona se hayan las residencias de los criados y trabajadores de la Alianza, os fijáis en que todo parece ordenado y limpio aunque algo austero. Al fondo del patio cruzáis por unas puertas dobles, ahora abiertas, a una segunda zona de la casa y os fijáis como las paredes de estuco dan paso a los frescos y el suelo de recia madera a la taracea y el mosaico.

Pantheia explica que en esta zona residen los sirvientes de confianza así como los artistas de los que Constans es patrona. Rodeais un nuevo impluvium y al pasar podéis ver varias habitaciones con lo que parecen ser pupitres para la escritura así como anaqueles con rollos de pergamino. La gobernanta os detalla que en esta zona se lleva la contabilidad de la Alianza y sus negocios mundanos así como las cocinas y la enfermería. Pasáis también por al lado de una habitación más amplia donde un grupo de hombres parecen estar elaborando un mosaico.

Finalmente acabáis de rodear el impluvium y Pantheia ordena a dos guardias que abran unas pesadas puertas dobles para dar paso a la zona residencial de los magos de la Alianza. Y ahí es donde os dais cuenta del verdadero poder económico de Constans y Aeaea. Las columnas que rodean el impluvium son de bello mármol y el patio mismo no es si no un bello jardín en el que podéis ver varias estatuas de bronce y mármol. Los frescos de los muros representan escenas mitológicas y lo que creéis son escenas de la vida de la Alianza al estilo grecorromano y el suelo alterna mosaicos con motivos mitológicos e ingeniosas decoraciones geométricas.

En el banco del jardín una niña ricamente vestida, quizás de unos diez o doce años, levanta los ojos de un libro para miraros mientras Pantheia os va explicando la distribución de esta área y guiándoos hacia una esquina en la que veis una escalera.

La senescal de la Alianza os explica que esta es la zona de residencia de los magos así como que habitaciones para vosotros han sido dispuestas en el segundo piso. En esta planta baja se encuentra la biblioteca y la sala de lectura y copia. Además de un pequeño comedor.

Asimismo, os informa que hay un sótano en el que se encuentra el tesoro de la Alianza, la plata, la vis y los objetos mágicos, y que este se accede a través de una puerta cerrada situada en la esquina contraria. Os comunica que dado que no sois miembros os está prohibido el acceso.

Mientras estáis ya subiendo por la escalera, Pantheia no se detiene en el segundo piso si no que sigue subiendo hasta que llegáis a un amplio rellano con otros dos guardias y otro par de ricamente trabajadas puertas dobles. A un gesto de Pantheia los guardias abren las puertas y la senescal hace una reverencia a modo de despedida. Os indica que este área es el gynaceum de la prínceps Constans y que esta os ha invitado a entrar solo a vosotros.

Cruzais las puertas, que se cierran tras vosotros y seguís el pasillo pasando por delante de varias puertas cerradas hasta que llegáis a donde el pasillo hace esquina donde otro guardia empuja para vosotros un par de puertas dobles. La luz del sol entra a raudales y os encontráis en la entrada de una amplia sala en la que en un círculo alrededor de un pebetero, en el que arde una potente llama, hay dispuestos seis triclinium. En uno de ellos una mujer de edad avanzada, menuda y vestida a la manera de los antiguos romanos os hace un gesto para que os acerquéis y mientras lo hacéis admiráis tanto las pinturas de las paredes, que están hechizadas para moverse, como el techo hechizado para volverse transparente.

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24/03/2020, 17:11
Constans ex Jerbiton

La mujer reclinada en el triclinum os sonríe y con un gesto os invita a sentaros en los triclinios libres. Se dirige a vosotros en un perfecto latín y una voz calmada y agradable.

Queridos amigos, bienvenidos. Por favor tomad asiento. Os sonríe mientras unos penetrantes ojos claros pasan de uno a otro de vosotros. Como ya supondréis soy Constans ex Jerbiton filia Glaucus, prínceps de esta Alianza de Aeaea. Y vosotros entiendo que sois los magos que habéis aceptado mi invitación. Y sonriendo de forma cálida al pequeño Stavros añade Aunque entiendo que uno de entre los vuestros que llegó a Naxos no lo hizo a Aeaea ¿me equivoco? Pero estoy segura de que su reemplazo será incluso mejor mago.

Contadme ¿Qué ha ocurrido? Y mientras tanto por favor, honrad mi casa compartiendo conmigo un refrigerio. Mientras contadme de vuestro viaje y que os ha parecido hasta el momento esta isla y la Alianza. Levanta con cierto esfuerzo la mano izquierda en la que lleva un brazalete de plata ricamente trabajado para sacudirlo y hacer sonar lo que parece una suave campanilla. En ese momento aparece junto a los triclinium mesas de bronce en las que hay dispuestos platos con fruta, carnes asadas, boles y unos cuencos de plata que inmediatamente se llenan de agua. Lo mismo ocurre con copas de vino pero estas llenándose de oscuro vino.

Cierra los ojos un momento, quizás cansada, antes de continuar. Asimismo debajo del cojín de cada triclinium encontrareis una copia de los estatutos que deberéis jurar respetar durante vuestra estancia en Thebas. Por favor leedlos y estad seguros de entenderlos.

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24/03/2020, 17:59
Stavros Ionnidis

Al ver la mesa repleta de manjares tan suculentos, un profundo rugido en el estómago hizo que el niño olvidara sus reparos a ser observado por los presentes y, pasando por alto el decoro, se sentó y agarró con ímpetu un muslo de pollo, que empezó a devorar con ahínco. No había entendido ni una palabra de lo que acaba de decir la mujer, pero el hambre que sentía le había hecho ver en aquel gesto una clara invitación a comer. Y es que desde que emprendió el camino junto a Gargouille, contadas fueron las ocasiones en que maestro y aprendiz habían tenido oportunidad de disfrutar de una comida en condiciones.

El niño hablaba en griego mientras masticaba ruidosamente la comida. Tras cada mordisco, un nuevo elogio hacia la anfitriona del lugar surgía de su grasienta boca.

Notas de juego

Stavros no habla latín, así que no entiende lo que acaba de decir Constans, ¿verdad?

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24/03/2020, 18:44
Constans ex Jerbiton

La anciana maga rie contenta al ver al pequeño Stavros comiendo con ansia y alabando la comida. Se dirige a él en un griego sin rastro de acento.

¿Y quien eres tu mi bien educado muchacho? ¿Cual de estos es tu maestro?

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24/03/2020, 19:01
Stavros Ionnidis

El niño dejó de comer ante la pregunta de la anciana y ocultó tímido su mirada en el plato lleno de restos de comida que tenía frente a él.

"Señora, mi nombre es Stavros y vengo de Tesalia, aunque nací en Tesalónica. El señor Gargouille - el niño señaló al francés barbudo- es mi maestro."

La sonrisa de la mujer hizo que el muchacho se relajara y, divertido, respondió nuevamente a la infinita cortesía que la anfitriona estaba demostrando.

"Debo decirle, señora, que todo tiene una pinta estupenda. Muchas gracias, de verdad. Aunque creo que - el niño hizo una mueca de duda - mejor no comeré cerdo."

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24/03/2020, 19:15
Anguis

Anguis recibió con agrado la bienvenida de Panthia dirigiéndose a ella en griego, el recién llegado parecía predispuesto a sumirse de lleno en el aire del tribunal. Mucho más presuponiendo que ella no le convertiría en un cerdo a bote pronto.

La acompañó en silencio deleitándose en los cuidados detalles arquitectónicos de la alianza preguntado sobre la historia del escudo de la Alianza, conformándose con una breve e informal mención; ya habría momentos mejores.  No pudo evitar sonreír de medio lado al cruzar junto a los pupitres y los anaqueles con los pergaminos, se interesó brevemente por la enfermería reteniéndose levemente para observar a los constructores del mosaico. Por curiosidad le preguntó si usaban yeso o mortero para unir las teselas o por contra recordaban los viejos secretos del cemento. El Tytalus parecía ir averiguando mucho a base de pequeños detalles, parecía encantado con el lugar independientemente del recibimiento o los modales dispensados para con él.

Una vez en la zona residencial de lo magos más que obnubilarse con el derroche de medios le llamó la atención aquella niña a la que Pantehia había ignorado explícitamente, deduciendo que posiblemente fuera la aprendiz de la única maga de la Alianza. Agradeció las explicaciones, la guía y la atención de Pantheia con sus mejores formas, excusándose de su pobreza en el manejo del idioma al despedirse de la senescal.

Anguis aceptó con gentil gesto la invitación al triclinium uniéndose junto a Constans y su sodales en tal "griega" recepción.- Hemos salido ganando con el cambio, nuestro antiguo autoatribuído "maestro" tuvo a bien darnos una lección de transmutación sin retorno. Todo un referente a la Iliada, un gran tributo por parte de nuestro sodales a las obras clásica.-no pudo evitar sonreír con mordacidad.-Permitidme presentarme prínceps de Aeaea, mi nombre es Anguis ex Tytalus, es un placer acudir a vuestro llamado. Mi viaje no ha carecido de penurias, pero pueden esperarme fuera de este remanso de paz; salta a la vista que tenéis gran gusto para las artes y la arquitectura. Será un placer compartir opiniones en un momento más adecuado, pues todos los aquí presentes bien por seguro tendrán una historia más interesante que la mía por contar.-se aseó las manos y la nuca antes de recostarse en el triclinium para tomar una pieza de fruta. Algo que le refrescase y le quitase la sal de la garganta. Luego se limpió las manos de nuevo antes de disponerse a echar un ojeada a los estatutos, esperando paciente al fin de la reunión.

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24/03/2020, 19:20
Tetis

Tetis sintió que le faltaban ojos para absorber tanto detalle. Su antiguo hogar era mucho más modesto aunque compartía ese aire grecorromano que traía a flote muchos recuerdos agradables. Pensar que este será mi nuevo hogar... no puedo esperar. ¡Esto debe estar lleno de sorpresas! Con esas ideas y cada vez más excitada siguió a Pantheia para finalmente encontrarse con la anfitriona de la domus, que lucía muy radiante a pesar de los años.

—Tetis ex Merinita. Gracias por su hospitalidad, sois muy amable. Por mi parte la diosa Tique pareció mirarme con gracia esta vez y mi travesía fue dada sin hambres ni penurias.  Las mayores sorpresas han venido al arrivar aquí, venidas de la mano de Circe. Fue un espectáculo... interesante.

Dejó que los demás se presentaran y se sirvió un pedacito de cada cosa que encontró en la mesa. Todo era exquisito. Claro que, razonó, tras interminables días alimentándose de bayas y criaturas marinas, la novedad de cualquier sabor era más que bien recibida. Con particular deleite por la fruta, tomo un racimo de uvas y una copa y se sentó.

—Vuestra morada es suntuosa —comentó, apartándose un mechón que invadía su frente—. Me gustaría verla, con más calma, cuando sea el tiempo debido. Mi corazón arde en deseos en hacer de este mi nuevo hogar, sodalis

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24/03/2020, 20:44
Parzival

Una educada reverencia a Circe con una mano en el pecho y la otra en gracioso movimiento para significar que se postraba a sus pies, pero ni una palabra más que pudiera airar a la veleidosa titanesa. Ni un ápice cambió su gesto al ver la conversión del Ex Miscellanea; algo en su fuero interno le decía que los dioses de estas tierras poco amor sentían por esa Casa.

Siguió sin perder el paso, pero sin prisas a sus compañeros escaleras arriba y en el tour por la domus. Su andar era el de quien gusta disfrutar del paseo y los detalles de cuanto se muestran. Ya descubrirían más adelante si ese era su carácter o era por las maravillas sin fin que se les mostraban allí.

Su ojo crítico se fijaba tanto en los muros, columnas y disposición arquitectónica, como en los detalles esculpidos, en los muebles labrados o en la orfebrería que se les mostraba. Notorio fue su mirada a la ricamente trabajada pulsera de Constans. Sí, la niña no se le había pasado por alto, pero de momento era de un interés secundario respecto a lo material.

Elster, su urraca compañera, no dejaba de hacer comentarios en germano por todo el camino, que por su tono se intuían de alabanza a cuanto veían y por el tono del muchacho se apreciaba que compartía su opinión y que en alguna vez la habría de reprender cuando se interesaba de más por algún objeto brillante de los que veían.

Cuando Pantheia, a quien había saludado con la delicadeza y deferencia que alguien de su sexo merecía, les indicó que solo ellos estaban invitados, se giró y despidió a Elster quien se fue volando por la casa a sus quehaceres.

De igual modo se presentó ante Constans. Con una mano en el pecho, una reverencia y gesto con la otra para significar su disposición hacia ella.

- Saludos, mi señora y anfitriona. Parzival ex Mercere os da humildemente las gracias por este suntuoso recibimiento y vuestra generosidad al compartir con nosotros vuestro techo y viandas.

Tomó asiento en su triclinium recostándose y sacando el pergamino de debajo del cojín para leerlo en cuanto tuviera ocasión, aunque parecía poco apropiado hacerlo allí mismo delante de su anfitriona salvo que ella les diera la pausa para tal menester.

- El sodale Spurius llegó hasta la playa, pero sus modales para con Circe dejaron mucho que desear, lo que Circe decidió recompensar otorgándole una nueva forma más adecuada a la educación exhibida, amén de dejarnos claro que no necesita defensores. Por suerte, esta segunda ofensa no pareció ser merecedora de un mayor castigo por su parte. – relató mientras tomaba la copa de vino y se mojaba los labios con ella saboreándolo.

- En cuanto a mi viaje, los dioses tuvieron a bien sonreírme y proporcionarme buenos vientos, camas calientes y comidas mucho más sabrosas que los aburridos guisos de la siempre lluviosa germanía. – dijo con cierta sonrisa – Aunque ninguna se acerca a ser una sombra de los maravillosos manjares con los que nos honráis, mi señora. – dando otro trago al vino.

- Confío en que los dioses os hayan sido también propicios desde que enviasteis vuestra misiva. – terminó educadamente interesándose por su devenir, pero sin ser tan tosco de preguntarle directamente.

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24/03/2020, 23:37
Constans ex Jerbiton

La maga sonrió ante los cumplidos a su mesa y su morada. Desempeñad con acierto vuestras funciones y quizás algun día este sea de pleno derecho vuestro hogar. 

Los dioses, los dioses me mantienen ocupada. Dijo la maga con aire cansado. Pero ahora que habeis llegado hasta aquí espero tener en quien descargar parte de mi pesado yugo. No os preocupeis os será rentable. Por favor leed con detenimiento los estatutos y entended que de aceptarlos os convertireis en factótums de esta Alianza. Vuestra tarea será lograr aquello que se os encargue.

Y con una sonrisa algo irónica añadió Supongo que a excepción del signor Anguis no estareis versados con las complejidades de la lex mercatores de Venecia. Así que os lo explico de forma resumida. Como factotums trabajareis para la Alianza y se os pagará con vuestra manutención y un estipendio en vis en función de vuestras labores.

Y sacando de debajo el cojín un pedazo hexagonal de cerámica con uno de sus lados esmaltado de brillante color rojo con el símbolo de la Orden trazado en color negro. Y os puedo asegurar que tareas no os faltaran. La Eklesía del Tribunal de Thebas ha determinado que para que Aeaea pueda admitiros como nuevos miembros debereis reunir la mayoría de estas teselas antes del próximo Tribunal. Cada Tesela fue entregada a un mago al azar y le faculta a encargaros una tarea, sin limite al peligro o complejidad de la misma siempre que pueda interpretarse es para el areté o bien mayor. Sacude con cierta pesadumbre la cabeza. Y os puedo asegurar que hay fuerzas en el Tribunal que disfrutarían con vuestro fracaso así que esperad peligros y dificultades. Los peligros y tareas bien pueden ser mortales.

Por fortuna una de estas teselas está en mi poder así que la primera tarea la propondré yo misma. Y dicho esto vuelve a guardar bajo el cojín la tesela y os mira uno a uno a los ojos, incluido al pequeño Stavros. Y os dais cuenta que bajo toda esa amabilidad y cortesía la mirada de Constans es dura y afilada como la de un hoplita veterano. Conoceis las condiciones, conoceis el reto ¿las aceptais? Una vez dado vuestro juramento no podreis abandonar esta aventura hasta que hayais fracasado, triumfado o la muerte os libere de la misma. Unireis vuestros destinos al de los demás aquí reunidos, al de Aeaea como factotums y al mío como vuestra princeps. Y a ese juramento os exijo además un segundo.

Mira ahora al fuego que arde en el pebetero en el centro de la sala. Este fuego ha sido consagrado con laurel a Concordia, señora de los pactos, diosa de mi lejana patria en Tusculum. Con la mano sobre estas llamas os jurareis por el periódo de siete años teneros unos a los otros como amicus, apoyaros, respetaros y defenderos contra todo aquel que quiera mal a uno como si se lo quisiera a todos, desterrareis la envidia, el resentimiento y la discordia. Y que Concordia y el resto de juramentados sepan castigar a aquel quien quebrante de palabra, obra o espiritu este juramento.

Dicho esto Constans se reclina en el triclinium claramente agotada por el largo parlamento pero sus ojos siguen saltando de uno a otro esperando vuestras respuestas.

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25/03/2020, 00:17
Gargouille

Gargouille disfrutó del viaje en barco, era un hombre poco propenso al mareo y el dulce picorcillo del sol en su piel le agradaba, cosa de la que daba buena fe su tez, francamente blanca en origen pero que había alcanzado un saludable moreno. Durante el trayecto vigiló que su joven aprendiz no hiciera nada inapropiado y se sonrió cuando comprobó que no sólo no se metía en problemas, sino que le había tomado por su escudo defensor. No dijo nada al respecto y dejó que el chico fuera tomando confianza poco a poco.

El desembarco en la isla de Pieri lo hizo bien mundano, no había necesidad de malgastar la magia (y la suerte) o hacer alarde en algo que no era un verdadero problema. Hacía un buen día y así era la manera en que uno bajaba de un barco si no hacía mala mar. Ya llegaría el momento de usar la magia, siempre llegaba, mas no era ese. Ayudó a Stavros a desembarcar hasta asegurarse de que no diera un traspiés por el camino antes de llegar a la seguridad de tierra firme.

Una vez ya en la isla, asistió impertérrito a la escena de Spurius desatando una inmerecida ira sobre una "lugareña". Stavros rogó su intervención, pero Gargouille le indicó con la mano que permaneciera callado y atento. El genial Bonisagus había visto venir lo que seguía: Circe marcando territorio. Aquella era su isla, por todos los dioses, y aquel necio había tenido la desfachatez de no deducir que a la llegada de tal reunión de magos acudiría la mítica maga. E incluso consiguió una inaudita combinación de malas palabras y zarandeos. Circe, por supuesto, lo convirtió en cerdo, como debía ser. Aquello era algo que más que sorprenderle, le había fascinado. Gargouille trató de retener en la mente el aspecto exacto de aquel jabalí. Al fin y al cabo tenía un hechizo en su grimorio para transformar animales en personas, lo que podía ser de utilidad más adelante. Desde luego no en ese momento.

Luego siguió la llegada a Aeaea. Su aspecto greco-latino clásico le sorprendió gratamente, así como el trasiego de mercancías y bultos y sus opulentas salas, que indicaban una pujanza económica muy conveniente. Como buen Bonisagus aspiraba a un buen laboratorio provisto de los mejores suministros y aquello parecía algo nada descabellado en un lugar como aquel.

La anfitriona, Constans, parecía muy cabal, una persona con los pies en el suelo (metafóricamente hablando en esos momentos) y buena cabeza para mantener funcionando aquella Alianza ella sola. Gargouille saludó cortésmente con la cabeza a la maga y esperó su turno para presentarse, pero su joven aprendiz se le adelantó lanzándose de lleno a por la comida. No es que él no tuviera hambre también (sus comidas habían sido más bien escasas y faltas de calidad durante este último viaje), pero lo que Stavros había hecho sólo se podía consentir a alguien de su edad, por fortuna.

Cuando, durante el breve intercambio de reconocimientos entre anfitriona y aprendiz, Stavros dijo aquel "mejor no comeré cerdo", el Bonisagus no pudo sino estallar en una sonora carcajada, que tardó cierto tiempo en lograr dominar. Le había salido chistoso el niño...

─Soy Gargouille, filius de Vocatrix, seguidor de Bonisagus, proveniente del Tribunal Normando. Este es Stavros, mi aprendiz, tomado recientemente de una Criamon de este mismo Tribunal, Briseida, tal vez la conozcáis... ─dijo el francés en un latín pronunciado con dejes francófonos─ Hace un tiempo que viajo y he de decir que esta es de las Alianzas con más comodidades y mejor provista que he conocido. Aunque imagino que su biblioteca no hará sombra a la de Durenmar...

Tras su presentación el Bonisagus aguardó nuevamente a que la conversación progresara, sabedor de que lo más importante estaba por llegar. Constans, obviamente, acabó exponiendo las condiciones para el ingreso en el Tribunal y en la Alianza, aunque éstas todavía no estaban suficientemente definidas para el gusto de Gargouille.

─Antes de jurar, quisiera que me aclararais ciertos puntos, si no es molestia, señora:

1) Mientras no sea miembro de pleno derecho de Aeaea ¿sería posible que nos facilitarais una invitación para el Aegis? No es para mí, puedo vivir sin magia el tiempo que consideréis oportuno, pero tengo una bestia mágica que viaja conmigo y que quedará fuera de la Alianza mientras no pueda disponer de la invitación para ella. Es un pequeño dragontópodo inteligente del tamaño de un gato y que difícilmente podría causar problema alguno ni aunque se lo propusiera, que no lo hará, entre otras cosas porque me aseguraré de ello. Estará bajo mi responsabilidad.

2) Quisiera visitar la biblioteca de la Alianza para ver qué puede aportarme y qué le puedo aportar yo a ella. En el pasado me han dado a entender que no soy mal escritor y comentarista, así que tal vez podría escribir algún tractatus mientras permanezca aquí, ya sea como visitante o como miembro.

3) Me gustaría también visitar un laboratorio, si lo hay disponible. Y hacerme a la idea de la potencia del Aura Mágica disponible. Imagino que, dada la naturaleza de los edificios que hemos visto, los laboratorios no deben encontrarse aquí, sino más allá de la vista de los mundanos. En caso que no lo hubiera o que no los hubiera en suficiente número, mi aprendiz y yo podríamos encargarnos de remediar tal vicisitud.

»Si podéis atender estas peticiones y disponiendo del tiempo necesario para estudiar estos estatutos ─dijo el Bonisagus tomando el texto de debajo del cojín─, creo que no habrá problema alguno para pronunciar ambos juramentos.

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25/03/2020, 09:27
Anguis

Incluso aunque no se lo hubieran indicado el Tytalus examinaba con detenimiento las clausulas de los estatutos de la Alianza, las puntualizaciones del Bonisagus no le parecieron desacertadas, aunque no encajaban del todo con las suyas. En espera de respuesta decidió sumar sus dudas a las de sus sodales, bien seguro Constants agradecería no tener que repetir las cosas varias veces.-Me atrevería a aventurar que el derecho a ser invitado dentro del Aegis se extiende a los socii de Aeaea, me parece un forma muy adecuada de animar a los invitados a velar en provecho de la Alianza; o al menos de conceder un primer gesto por su parte. En mi caso, en deferencia a nuestra anfitriona y al espíritu del areté que impera en este Tribunal me agradaría poner mis aptitudes como Magister en medicina a disposición de la Collegantia. Las pociones de longevidad son una de mis especiales, y si mi sodales Tetis lo desea creo que restaurar ese ojo no me supondría reto alguno.-Anguis había observado las pequeñas molestias de Constants la edad hacia mella no solo en su rostro sino en algunos de sus modos. Para un viejo mago de la Orden un especialista en corpus como él podría ser un regalo caído del cielo, sin embargo en lugar de ofrecerle sus servicios directamente el Tytalus los extendía a la Collegantia, de la cual ahora nadie formaba parte, abriendo así una posibilidad a ser recompensado con acciones de mano común. Así la prínceps no tendría que desprenderse de ninguna de las suyas pudiendo obtener a la vez sus servicios, mientras que el Tytalus obtenía así el estatus de socii dedicándose a su especialidad.-Con un laboratorio adecuado podría alcanzar las once magnitudes para dicho proceso, espero poder mejorar dicha cifra a medida que consiga adaptar el laboratorio a mis necesidades y tenga el tiempo de progresar en mis artes.-a pesar de lo que pudiera parecer el Tytalus no se jactaba de sus habilidades, tan solo las exponía porque las poseía. Aquello eran hecho nada más, debían "combatir" a un Tribunal hostil más les valía estar preparados.- A mi entender con un breve resumen escrito sobre el contenido de la biblioteca sería suficiente, más que nada como bien ha dicho el sodales Gargouille para no contribuir con un texto innecesario o de peor calidad que los existentes. En este modo todos ganaríamos tiempo.

Dejando estos detalles de lado, la cuestión a abordar debería ser ¿cuantas teselas hay en juego y quien las tiene?. Entiendo que por mayoría el Tribunal se refiere a mitad más uno.-se dispuso en modo pensativo durante unos segundos.-Tal vez no sea lo más habitual, pero yo propondría conocer primero todas las tareas, pudiendo así repartirnoslas en función de nuestras aptitudes. Dejando para el final aquellas que nos representasen mayor desgaste o esfuerzo.-miro a la agotada Constants en espera de saber que tarea les impondría. Muy sutílmente Anguis dejaba implícito que si ella estimaba que lo mejor para el bien común era reforzar la Alianza aquello daría lugar a un buen debate, cosa que no desagradaba al Tytalus. Hasta haber aclarado los pequeños detalles, esperaría "educadamente" a prestar juramento.

Notas de juego

Cr 10*(+20 Minor Focus)+Co 15+ Int 5+TM 6+1+Aura 5=52

Ahora si lo he entendido bien a pesar de tener Afinidad con Corpus y con Teoría Mágica, como esto es un Total lab no se ve afectado por dichos méritos. Si me equivoco corregidme por favor.

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25/03/2020, 11:28
Constans ex Jerbiton

La maga sonrió lentamente ante las preguntas de ambos magos.

Son preguntas razonables, y ofertas interesantes apreciados sodales. Voy a tratar de responderos de la mejor manera. Y procedió a repasar las dudas de Gargouille y Anguis.

Mientras seáis factótum en ejercicio de vuestras funciones os extenderé una invitación para el Aegis a vos y a la bestia que os acompaña. Debéis saber que seréis tenidos por responsables de las acciones de vuestras bestias sodales Gargouille y Parzival. Dijo dejando claro que conocía de la existencia de la urraca de virtud del Mercere.

Una vez prestados juramentos podréis consultar el catálogo de la biblioteca a vuestro placer y solicitar acceso a los volúmenes ahí contenidos según los estatutos. Si deseáis aportar un libro como Comendatore de Aeaea estaré encantada de recibirlo, y pagaros por ello. Dijo sonriendo ante la posibilidad de ampliar la fortuna de Aeaea. Incluso hay ciertos libros que traducir del Griego al Latín y vicecersa, un trabajo que también estoy dispuesta a remunerar generosamente.

Pasó entonces al tema de los laboratorios Existen en estos momentos tres laboratorios en la Alianza. El primero es el que fuera de mi difunto esposo y pater, se encuentra en esta tercera planta. El segundo es el que fuera del desaparecido Purphoros, está en la planta baja de esta sección de la Alianza. Y finalmente el tercero es el que fuera de Sergestus, pero este se encuentra en los dominios de Circe y deberéis pedir a ella permiso para utilizarlo, aunque el aura ahí es increíblemente potente. No os preocupéis por la discreción solo los sirvientes de confianza pasan a esta sección de la Alianza donde nos encontramos. Dijo y recordasteis que pasasteis por dos patios antes de llegar a este tercero donde se encuentra la residencia de los magos. Si deseáis tomar como propio alguno de esos espacios o construir un nuevo laboratorio en algún lugar de la Alianza o la isla estoy dispuesta a considerar vuestra propuesta.

Consideró entonces el tema de las teselas Atended sodale Anguis. El número y contenido de las teselas me es desconocido, a mi y a todos los miembros de la Eklesía. Para asegurar la imparcialidad se prepararon veinticuatro teselas que se entregaron junto a otras noventa y seis piezas de cerámica sin símbolo alguno a las ninfas hiperbóreas que residen en la isla de Delos donde se reúne el Tribunal. Empezó a explicar poniendo énfasis en explicaros otro más de los complejos rituales políticos de Thebas. Las ninfas colocaron en una caja de madera con una ranura en su tapa noventa y seis de esas piezas, siendo desconocido para todos los magos de Thebas cuantas teselas se incorporaron. Luego veinticuatro magos fuimos elegidos por votación de le Eklesía para extraer cada uno una pieza de la caja. Así hasta la siguiente reunión del Tribunal nadie conoce el número de teselas hasta que sus poseedores se revelen. Tomó aliento claramente agotada. La única limitación temporal es que las teselas se nos deben revelar con un plazo mínimo de un año antes del próximo Tribunal.

Notas de juego

El aura de la Alianza es +5, en el caso de los dominios de Circe el aura es un espectacular +8

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25/03/2020, 12:38
Stavros Ionnidis

Los ojos de la anfitriona se clavaron en los del niño y este, pese a no haber comprendido nada de lo dicho, asintió de inmediato, fulminado por la firmeza de su gesto. Algo le decía que debía hacerlo. No obstante, Stavros tardó poco en volverse a centrar en el banquete. El hambre acabó por apartar todo su interés de una conversación realizada en una lengua que no entendía. Mientras comía, ahora con más calma, reconoció su nombre y el de su ex maestra en boca de Gargouille. Aquello le hizo pensar en ella y en la posibilidad de que quizás alguno de los presentes, que también eran magos, podrían saber algo de su paradero. No es que la echara de menos, pues su relación jamás destacó por ser demasiado intensa, de hecho apreciaba más a su actual maestro pese a conocerlo hacía poco, pero tenía una enorme curiosidad por saber algo más de Briseida y de su demostrada clarividencia.

Mientras Gargouille hablaba también le pareció entender que se hacía referencia a Dytwin, el divertido lagarto mágico del francés. Pensó que el pobre animal estaría muerto de hambre, así que, asegurándose de que nadie lo miraba, Stavros puso media pechuga de pollo en un plato y lo colocó en el suelo, bajo el triclinum que ocupaba.

Dytwin, lagartija, dónde quiera que estés, -susurró el muchacho con una sonrisa divertida- ven y come.

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25/03/2020, 12:54
Anguis

Escuchó atentamente a Constants durante las explicaciones, aprovechando para cenar en condiciones, tras la charla y ver al horrendo crío comer se le había despertado el apetito. El juramento era la clave de todo y el primer obstáculo a salvar. El Tytalus se levantó decidido poniendo la mano sobre la llama dejando que esta le lamiera la mano, jugueteando a veces con los dedos sobre ella.-No podría jugar sin antes no serle fiel a espíritu de la Concordia, todos conocen de mi casa y mi origen. Orgulloso me hallo de ellos, por siete años seré amicus de esta casa que gentilmente me ofrece cobijo, por siete años esta sera mi causa conjurar contra mis aliados tan solo me debilitaría, por siete años respetaré a todo aquel que me respete, por siete años mi causa es la vuestra y viceversa; que se me lleve el diablo sino defiendo a quien esta en mi mismo barco. Mi casa se crece ante el conflicto, por ello lo buscamos. He venido a enfrentarme a un reto, no ha sembrar la discordia ni el caos entre los únicos que podrán asistirme ante tales devenires todo esto lo juro ante esta llama consagrada ante la señora de los pactos.-cerró la mano con fuerza sacándola del fuego ligeramente enrojecida, para volver a sentarse en el triclinium.-Si fuera posible me agradaría solicitar a la Titanesa para poder dar uso al laboratorio de Sergestus.-otro desafio, otro reto más en su lista; pero estaba claro que la férrea voluntad del Tytalus le hacia siempre exigirse lo mejor a pesar del riesgo. El riesgo en si le haría más fuerte.

Luego de entre sus ropajes saco un pequeña tablilla de cera marcándola haciendo cálculos.-Veinticuatro teselas, más noventa y seis piezas de cerámica para dar un total de ciento diez. De esas ciento diez se tomar al azar noventa  seis, deduzco el número de integrantes del Tribunal. Al ser elegidos veinticuatro, esos magos os son conocidos o la extracción se hizo en secreto. Las probabilidades juegan a nuestro favor, sin embargo al haber escogido las ninfas no puedo más que decantarme por el clásico de las doce pruebas, aunque son solo románticas especulaciones. Quien nos quiera mal no revelará la tesela hasta el último momento, dejándonos así menos margen de maniobra. ¿Habéis pensado algo para la vuestra sodales?-tras el juramento Anguis ya se había puesto manos a la obra.

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25/03/2020, 17:47
Tetis

Los documentos legales no eran su fuerte de manera que los leyó y releyó hasta estar segura de todos los términos. Se alegró de que al menos no fuera demasiado complejo. Hizo hincapié en recordar las partes importantes, sabiendo que algún que otro detalle habría de olvidar pasado un tiempo. Terminada la lectura, espero a que los sodales expresaran sus dudas, ya que ella no tenía ninguna. Su camino estaba claro.

Su espalda se curvó hacia adelante, escuchando con interés la parte de los laboratorios. No había pensado mucho en ello pero surgido el tema empezó a pensar en las posibilidades. En su mente bullían muchos hechizos que estaba ansiosa por desarrollar, objetos que encantar y quizás... desvió la mirada hacia el cuervo de Parzival y el dracontópodo de Gargouille. Una idea surgió, rápida como relámpago y suprimida casi con igual rapidez. No, no iba a pensar en eso ahora. Relajó los puños, que había cerrado de forma instintiva y se levantó. 

—No sabéis cuanto significa vuestra oferta para mí, sodalis Anguis —dijo, llevándose la mano al pecho—. He de deciros sin embargo que mi ojo no fue una pérdida, sino un sacrificio. En vuestra mano no está el poder devolvérmelo. Gracias de igual modo.

Dio un par de pasos hacia Constans. Tembló, no de miedo, sino de absoluta emoción que la embargaba.

—Yo, Tetis ex Merinita, acepto todas las condiciones y términos. Con los dioses y mis sodales como testigos, estoy lista para servir a Aeaea y a vos con todo mi corazón —proclama, sincera—. Ahora también juraré sobre la llama, con aquellos que también acepten estas condiciones.

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25/03/2020, 19:42
Anguis

El Tytalus asintió en silencio ante las palabras de Tetis, un sacrificio debía de ser respetado sino dejaría de serlo, de tener valor o carecer de sentido como tal. Era su elección, y era una elección que el Tytalus aprobaba, vivir tullido para aprender una lección significaba que era una lección que valía la pena. Una que te hacia más fuerte.

No pudo evitar una pequeña mueca risueña ante el tímido desafío que le arrojaba la Merinita. Él podía realizar cuanto se propusiera, tal era su poder.-Vuestra es la decisión sodales, si esta en mi mano realizarlo esa la mía.-no había acritud alguna en sus palabras tan solo un reflejo de sus enseñanzas, para Anguis proponerse algo era sinónimo de lograrlo o perecer en el intento.

Recibió con jubilo el juramento de Tetis aplaudiendo vigoroso, para luego ofrecerle sendos besos venecianos tan efusivos que podrían haberla derribado de no ser por la escasa fuerza del Tytalus. A modo de saludo más formal le correspondió su saludo con la mano en el pecho mientras que con la otra se cubría el mismo ojo que ella lucia herida. No era un gesto jocoso ni burlesco, sino un reconocimiento a su sacrificio.

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25/03/2020, 20:31
Parzival

Notas de juego

desvió la mirada hacia el cuervo de Parzival

Urraca ^^

Y se fue volando antes de entrar en la sala ^^

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25/03/2020, 20:50
Parzival

Revisó los estatutos leyéndolos con ojo crítico mientras comía uvas y daba sorbitos de vino. Era increíble la de trampas que se podían juntar y esconder (o no tanto) en un trozo de papel. Mucho alabar a Concordia y aquellos estatutos parecían dignos de una cábala de Tytalus, diseñados para que todos compitieran ferozmente unos contra otros cuando faltara su (esperemos) amable tirana. Por no hablar de la manzana envenenada que será introducir a otro elemento desconocido que herede un cuarto de las acciones de la Collegantia.

 

Las preguntas de sus camaradas eran sensatas. El Tytalus ya se adjudicaba el derecho a pelear por el laboratorio más poderoso. ¡Bien por el! El Bonisagus seguro que sabría y preferiría montarse uno a su gusto, además que tenía un aprendiz al que enseñar. ¿Qué mejor manera de hacerlo que montando un laboratorio de cero?

- Con vuestro permiso, Comendatore, me gustaría solicitar el acceso al laboratorio de Purphoros. Me he propuesto como misión personal averiguar que ha sido de él y encontrar su barco o lo que quede de él si lo peor ocurrió, aunque haya de recorrer todo el Egeo para ello. ¡Los dioses me asistan y den fe y valor a mi juramento! – promulgó poniéndose en pie, para dirigirse hasta la chimenea.

- De igual modo que Concordia bendiga mi juramento de ver por siete años a los demás presentes y juramentados como amicus, que como uno solo afrontemos las adversidades que nos sean presentadas y juntos disfrutemos las dulces mieles de nuestras victorias. – con la misma mano que había mantenido sobre las llamas alzó la copa de vino en dirección a todos - ¡Y que a nuestra salud podamos brindar!

 

Regresó a su triclinium y tomó en la otra mano los estatutos.

- Juro no abandonar esta aventura hasta haber triunfado. El fracaso no es una opción y la muerte habrá de esperarme por muchas décadas aún. – dijo sonriendo ampliamente y alzando la copa de nuevo por un nuevo brindis.

¡Que comiencen los juegos!

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25/03/2020, 21:50
Anguis

El Tytalus aplaudió de nuevo ante el segundo sodales juramentado, siendo el primero en corresponderle el brindis entrechocando las copas para que el vino de ambas se mezclase, una noble costumbre de los envenenadores venecianos. Regalandole a este un efusivo abrazo.-Jajajaja creedme que os haré tener presente ese juramento.¡Qué todos los males me lleven sino oís el mayor de los dramáticos Mercere! Jajajaja, ni el mismísimo Homero nos hubiera exaltado tanto con tan buenas lecciones sobre el arte de amar, de volar y de brindar jajajaja.-ciertamente el Mercede le había caído en gracia, aquel truhan viajero tenía un don para hablar en público. Una taza de don juan, una medida de comediante y seis trazas de pose, cocinadas a fuego lento sin llegar a ser empalagoso o petulante. Una combinación de lo más peculiar, tal vez por eso existían tan pocos en su casa con el Don, la diferencia entre un simple recadero y un verdadero magia parecía marcada por la divina comedia. Con dicha cuestión en mente Anguis no podía parar de reír.