Un completo desconocido con aspecto de noble o pudiente te había avanzado la tarde anterior. El sujeto habìa explicado que, necesitaba tus servicios si es que estos estaban disponibles, para una misiòn de "investigaciòn".
Al indagar más sobre el asunto, el nota te explicó que trabajaba para un Barón (de cuyo nombre no prestaste mayor atención), el cual, mediante magia contratada, una adivinadora puntualmente, habíase enterado de un insulto a su persona en un sitio que antaño fuera un templo, ahora una ruina olvidada...
Te dijo que de interesarte formarìas parte de una partida de investigadores nutrida y variada, y que de interesarte el trabajo deberías asistir en la mañana siguiente a la posada Jarragrande...
Cincuenta dánteres, mitad adelantada, mitad post trabajo era una pequeña fortuna que no habrías de dejar pasar facilmente, y por ello, ahora mismo estas cruzando la puerta de la enorme posada de dos plantas, para encontrarte (aunque algo tarde, ya es mediodìa, y la cita era de mañana) con el desconocido contratista en una larga mesa compuesta de dos caballetes y un enorme tablon... A ambos lados de la misma, bancos alargados con capacidad de cuatro personas, Con tres individuos a cada lado... En una silla, en la punta màs cercana a ti, el contratista en cuestión...
Mirando más detenidamente la mesa puedes ver (del lado en que hay tres lugares ocupados) una muchacha hermosa de cabellos rojos, un joven de gran estatura, ataviado con armadura y cabellos también rojos, y una enana, similar a un acorazado de batalla... Del otro lado de la mesa, un seguidor de alguna fe (por ropajes y blasones), y dos que sin duda pertenecen a entornos salvajes... Uno de ellos, evidentemente humano, que parece esculpido a causa de su imponente musculatura, el otro, semiorco que no para de deglutir comida...
Al verte llegar, el contratista niega con la cabeza (por el horario sin duda).
En el momento exacto en que van a dejar sus lugares, la puerta se abre, dejando ver una exòtica figura femenina de puntiagudas orejas, y bien modelado cuerpo.
La mujer mira el sitio, y cruza la mirada con Ra`s, este a su vez niega con la cabeza y dice para vuestro grupo
Bueno, al parecer el engranaje se completa finalmente...
Bueno, atenciòn a los destinatarios.
Poniendose de pie, Ra`s sonrìe ahora
Adelante estimada, tome asiento y algo de comida. Vuestros compañeros han saciado ya sus dudas, y su apetito. Dice gentìl, pero con algo de ironía Pero siempre se tolera esperar a una damicela, no?
El sonoro resoplido que soltó Durbara sintetizó la opinión de la enana sobre la última frase que había dicho Ra's.
Al ver entrar a aquella misteriosa dama, procedo a saluda inclinando gentilmente la cabeza. Posteriormente miro a Ra's.
- Por mí no hay problema alguno, faltaría más
Al parecer todavía no estaban todos los que el tal Ra´s había buscado para la misión. Una joven llegó elegantemente tarde. Puesto que su contratante al invitó a sentarse y comer algo no parecía haber duda de que se uniría al resto.
Magnus saludo a la recien llegada cortesmente.
Bueno, al parecer no nos vamos todavía. Saludos. Mi nombre es Magnus.
De fondo escuchó el resoplido de la enana. Al parecer había más cosas que no le gustaban aparte de los orcos. Lo que todavía no tenía claro es si eso era las personas que llegaban tarde o los comentarios de Ra´s. Suponía que ya los descubrirían.
Me había quedado callada, pensando en otras cosas como riquezas, fama, tranquilidad y paz pero siempre con mucha gente a mi servicio. Incluso esa idea me hizo reír pues nunca antes había tenido tal deseo pero con dinero las cosas cambian y yo, si hacía las cosas bien, podía conseguir bastante. A pesar de las discrepancias y las diferencias sociales en aquel grupo, me gustaba, era una oportunidad para aprender un poco de todos y cada uno, excepto de Durbara, jamás nos llevaríamos bien y aprovecharía cualquier momento para pisarle las trenzas.
-Ah bueno, parece que finalmente estamos completos...
Miré a la recién llegada de pies a cabeza, bonita pero... En fin, demasiado bonita. Bien, una más con quien lidiar. Me puse en pie, no estaba con ganas de perder mucho el tiempo en un abundante desayuno, además, nunca solía comer más de lo necesario.
-Estaré afuera cuando terminen, me gustaría irme pronto y estar aquí sentada ya...-eché una mirada a Nathan y luego a los demás, deteniéndome un poco en la enana y por poco mostrándole la lengua pero en cambio me dirigí a la recién llegada para darle la bienvenida secamente.-Bienvenida, señorita elfa.
- Oh... ¿No prefieres esperar aquí, amiga mía? - le pregunto a Arshade, extrañado - No creo que tardemos mucho en partir.
Escucho cómo se presenta Magnus ante la recién llegada, y hago lo propio.
- Yo soy Nathan, al servicio de Tyr...
Aviso, mi paladín puede ser un pelín corto, sobre todo con las mujeres xDDDDDD
-No, yo en verdad necesito aire fresco, el aire aquí dentro luego de un rato se vicia... Provecho, será un placer compartir el viaje con vosotros.
Me levanté y salí lentamente de la posada con mi bolso a cuestas y mi cayado.
xD Eso ya lo sabía
Entre lentamente a la posada, naturalmente algunas miradas se desviaron hacia mi pero ya estaba acostumbrada a eso. Morocha, ojos verdes, con una silueta envidiable, y semi-elfa... me sobraban razones para tener miradas encima. Vestia una armadura de cuero tachonado, colocada sobre una fina tela verde oscuro amoldada a mi curvilinea silueta, logrando una eficaz proteccion sin entorpecer mis movimientos. Mi largo cabello azabache desbordaba por mis hombros y espalda, para terminar un poco antes de llegar a la cintura. Escudriñe la estancia hasta localizar con exito mi destino, sin hacer mayor caso a la gente en el lugar me dirigi directo a la mesa donde se encontraba mi punto de contacto.
El saludo no me sorprendio para nada, y yo tampoco me mostre arrepentida por mi llegada... despues de todo las cosas buenas se hacen esperar. Respondi a la invitacion del contratista con una sonrisa delicada, y con la misma tambien salude a los presentes que me dieron la bienvenida. Antes de pasar a sentarme al lado del hombre de fe hice una leve reverencia con mi cabeza hacia los presentes y conteste con mi nombre.
-Me llamo Lorethel, buenos dias a todos.
Mientras me sentaba llamo mi atencion la mujer pelirroja del otro lado de la mesa, su actitud soberbia, su belleza, sus gestos... sin lugar a dudas tenia todos los rasgos de una maga presumida. Rapidamente note un ligero tono de desprecio por la compañera enana sentada cerca de ella... las cosas se ponian cada vez mas divertidas.
Volvi a sonreir ante el saludo de la hermosa pelirroja aunque esta vez con un poco mas de autenticidad, de verdad me divertia su forma de ser. Pero no habia tiempo para reirme de un mago, tenia negocios que atender. Tomo algo de la comida que hay en la mesa muy delicadamente, y luego me sirvo algo para beber. Mientras me estoy sirviendo la bebida miro a nuestro anfitrion y pregunto con voz delicada.
-Le molestaria hacer un pequeño resumen de lo acontecido señor Ra's...
Con la misma serenidad con la que hable y me servi la comida, empiezo a comer disfrutando cada bocado.
Ra´s asiente con la cabeza al tiempo que hace un gesto al enano de la barra para que haga llegar más bebidas.
Pues, el grupo aquí presente, con vos en él, hará un viaje hasta el sitio en que, presuntamente se encuentran las ruinas de un templo antiguo en el que hoy tiene lugar una afrenta a mi señor. El contrato es por ir hasta allí, investigar lo que bajo tierra sucede y, acorde a vuestro criterio, actuar. Si deciden que lo mejor es nada hacer, pues, perfecto. Regresan aquí, informan de su estadía al enano Culotrompeta, y él me hace llegar el mensaje. A la brevedad estaré aquí para recibir vuestros informes, y contrataros nuevamente si estan interesados en lo que haya que hacer... De haber actuado oportunamente, pues, negociaremos la diferencia de dánteres. Básicamente, ese es el panorama... Aquí Magnus, clérigo del caballero rojo se hará cargo del mapa con la locación del objetivo
dice al tiempo que saca la bolsa, y de ella va sacando monedas hasta formar cinco pilas de cinco monedas cada una
Y este es vuestro pago adelantado. ¿Os cuento adentro?
El bárbaro se puso de pie al estar bien satisfecho con el buen desayuno, opinaba que ya era hora de marchar y quería seguir el ejemplo de la joven pelirroja para salir y así apremiar a los demás.
Sin más se dirigió a lo que había sido su habitación después de invitar a lo semiorco a seguirlo, debía coger su equipo y salir a esperar a los demás.
Después de unos largos minutos el bárbaro bajaba por las escaleras con paso firme y sus armas y su equipo encima, de la espalda surgía el mango de un gran espadón mientras que en la cintura portaba un hacha de batalla, en el muslo contrario portaba con su cinto y funda una pequeña daga, que aún parecía más pequeña en el cuerpo del bárbaro, en un costado de la espalda sujetaba una mochila donde llevaría le resto de su equipo, sin esperar a que alguien le dijera algo salio de la posada a esperar a ver si se decidían...
- Cuanto antes empecemos, antes podremos disfrutar del dinero obtenido...
De la puerta de la posada el bárbaro salio y la luz del sol golpeo su rostro con satisfacción, a Hugash no le agradaba en demasía estar dentro de esos edificios, se sentía mucho mejor al aire libre. Dio unos pasos adelante con firmeza de la espalda surgía el mango de un gran espadón mientras que en la cintura portaba un hacha de batalla, en el muslo contrario portaba con su cinto y funda una pequeña daga, que aún parecía más pequeña en el cuerpo del bárbaro, en un costado de la espalda sujetaba una mochila donde llevaría le resto de su equipo. Con la vista buscó a la mujer que acababa de salir, le había gustado parte de su carácter, aunque tenía algo de recelos ante esa persona...
- Mejor empezar cuanto antes esta... Esta rara tarea, quiero acabar rápido, así que espero se den prisa los otros... El bárbaro aún no se había presentado, pero no veía por que debía hacerlo, los modales eran una cosa que no iban con él.
Asumo que el barbaro machote se olvido sus 5 monedas de oro??? xDDD
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Ap.. yo pense que las puso en frente de cada uno :P
ok.
Me volví a mirarlo, era grande, tosco, bueno, todo lo que ellos eran pero de igual manera le regalé una sonrisa porque estaba tan ansioso como yo de que todo empezara, aunque no sabía si también de que terminara.
-Si seguimos allí dentro, desayunando como reyes y haciendo presentaciones insulsas, te apuesto mi cabeza que no comenzamos nunca más y mira que mi cabeza tiene valor...
Eché a reír, era una broma estúpida pero una broma al natural, últimamente se me escapaban con tal desfachatez que a veces me sorprendía que me hicieran reír a mí misma.
-Por las dudas no le cuentes a nadie lo que aposté-le guiñé un ojo acompañado de una media sonrisa.
El bárbaro miró algo extrañado a la joven al no entender del todo la broma que al parecer había echo, dedujo que era una broma por la manera de reír de ella al acabar de habar. El bárbaro intentó reír para no ofenderla, pero su risa mas bien era una mueca extraña que una risa, aunque lo intentó.
Después al recibir el guiño asintió con la cabeza como dándole la razón, aún no comprendía las acciones de los más civilizados, pero debía intentar en la medida de lo posible aclimatarse.
- Si quieres y pierdes la apuesta, podría ser yo quien ejecutara el pago. Parecía que el bárbaro seguía la broma de la joven, pero no mas allá de la realidad, pues el honor de su tribu hacía que las apuestas se pagaran una vez habían apostado, fuera cual fuera el precio.
Ahora el bárbaro si sonreía y aunque a la joven seguramente le pareciera que se reía con ella por la unión de bromas, la verdad es que se reía de ver volar la cabeza de la joven de un solo golpe de su hacha, echo que no mencionaría puesto que sabía que podría sentar mal a la chica, aún así le parecía gracioso, puesto que la joven no sabía que una apuesta de esas características en su pueblo sería bien recibida...
-No dudo que lo harías encantado...-dije con tranquilidad,-pero me parece que nuestros amigos por llamarlos de algún modo, saldrán de ahí antes que tenga que pagar mi prenda. Me llamo Arshade y soy una maga o eso creo.
Volví a reír, a veces ni yo misma creía que lo fuera. Tenía unos rasgos poco característicos y mi cabello se veía cada vez más rojo, era como una broma del destino.
-Por las dudas, ten conciencia de asegurarte que mi sangre no te salpique, puede, incluso para un bárbaro como tú, ser peligroso-esta vez no sonreí.
El bárbaro no pudo evitar la cara de repulsión ante la mención de que era una maga, al bárbaro nunca le había gustado nada relacionado con ello, lo veía de cobardes y seres viles el utilizar la magia para dañar, estaba convencido de que la valentía y la valía de un hombre se demostraba con la lucha cuerpo a cuerpo.
Apenas oía lo que decía la joven pues había quedado algo absorto al oír que era maga, escuchó que decía su nombre y mas por inercia que otra cosa mencionó el suyo.
- Yo... Puedes llamarme Hugash...
No quiso añadir nada más, ahora solo deseaba que salieran todos, estar al lado de esa mujer, empezaba a ponerle los pelos de punta...
Noté la cara de repulsión de Hugash y lejos de ofenderme me hizo gracia, era lo que todos ellos hacían siempre, por qué él iba a ser una excepción. Me aparté un par de pasos.
-Los magos no somos tan asquerosos como para que pongas esa cara Hugash pero... Imagino que me permitirás retirarme un poco, así ambos sufrimos un poco menos.
Volví a sonreír, hice un gesto con la cabeza y me aparté de él bastantes pasos, lo suficiente para aún ver la puerta y para estar alejada de él. Si había herido mi orgullo eso no se notaba en la sonrisa que aún mantenía en el rostro, lo mejor era guardar las distancias a veces.
Las 5 pilas de 5 monedas (dánteres) de oro eran todas para vos. Los demás ni se inmutan al ver que te las dan, lo que te da a entender que, o todos cobraron su parte antes de que llegaras, o te pagaron menos que a ellos :D