Partida Rol por web

Los temblores que había causado el incidente en el concierto habían afectado a algunas edificaciones y algunas calles, al igual que al instituto, que seguía cerrado por reparaciones, aunque según los comunicados especiales de la directora, estos problemas serían resueltos prontamente. Tal vez la próxima semana podrían retomar sus clases, aunque no se sabía con claridad la fecha.

Era un día de otoño cualquiera, pero te despertaste con más frío del usual. Esos días eran para abrigarse un poco más, pero ese era un día inusualmente frío. Cada quien en casa estaba disfrutando de su espacio, aunque lo primero con que se toparían al despertar era un tanto desconcertante. Estaba nevando. ¿Acaso no era muy pronto para que nevara? Pero realmente estaba nevando, y claro que los noticieros hablaban de ello.

... Expertos alrededor del mundo reportan una disminución crítica de la temperatura. Incluso en los países del trópico se presenta un desbalance en sus climas, desvelando lo que se podría llamar una era glacial. Ambientalistas culpan al cambio climático mientras que las autoridades investigan la fuente de este fenómeno. Más noticias en breves...

Las imágenes alrededor del mundo no distaban mucho de lo que podían ver por las ventanas. ¿Esto tendría alguna explicación sobrenatural? Era lo más lógico en medio de lo ilógica que ya era la situación.  

Despertaste de golpe tras ese sueño tan extraño. Descansabas en tu cama tranquilamente mientras mirabas al techo tratando aún de abandonar la sensación del agua del lago y con las palabras de la Reina de cristal aún retumbando en tu cabeza. Sería ese un día normal o especial? Al menos ya sabías que normal no sería, pues la tormenta de nieve no parecía ser precisamente un fenómeno natural. ¿Qué podría haberla causado?

Despertaste de golpe tras ese sueño tan extraño. Descansabas en tu cama tranquilamente mientras mirabas al techo tratando aún de abandonar la sensación del agua del lago y con las palabras de la Reina de cristal aún retumbando en tu cabeza. Sería ese un día normal o especial? Al menos ya sabías que normal no sería, pues la tormenta de nieve no parecía ser precisamente un fenómeno natural. ¿Qué podría haberla causado?

Despertaste de golpe tras ese sueño tan extraño. Descansabas en tu cama tranquilamente mientras mirabas al techo tratando aún de abandonar la sensación del agua del lago y con las palabras de la Reina de cristal aún retumbando en tu cabeza. Sería ese un día normal o especial? Al menos ya sabías que normal no sería, pues la tormenta de nieve no parecía ser precisamente un fenómeno natural. ¿Qué podría haberla causado?

Despertaste de golpe tras ese sueño tan extraño. Descansabas en tu cama tranquilamente mientras mirabas al techo tratando aún de abandonar la sensación del beso en la frente y con las palabras de la Sacerdotisa aún retumbando en tu cabeza. Sería ese un día normal o especial? Al menos ya sabías que normal no sería, pues la tormenta de nieve no parecía ser precisamente un fenómeno natural. ¿Qué podría haberla causado?

Despertaste de golpe tras ese sueño tan extraño. Descansabas en tu cama tranquilamente mientras mirabas al techo tratando aún de abandonar la sensación del beso en la frente y con las palabras de la Sacerdotisa aún retumbando en tu cabeza. Sería ese un día normal o especial? Al menos ya sabías que normal no sería, pues la tormenta de nieve no parecía ser precisamente un fenómeno natural. ¿Qué podría haberla causado?

Despertaste de golpe tras ese sueño tan extraño. Descansabas en tu cama tranquilamente mientras mirabas al techo tratando aún de abandonar el dolor causado por la raíz atravesándote. Sería ese un día normal o especial? Al menos ya sabías que normal no sería, pues la tormenta de nieve no parecía ser precisamente un fenómeno natural. ¿Qué podría haberla causado?

Despertaste de golpe tras ese sueño tan extraño. Descansabas en tu cama tranquilamente mientras mirabas al techo tratando aún de abandonar el dolor causado por la raíz atravesándote. Sería ese un día normal o especial? Al menos ya sabías que normal no sería, pues la tormenta de nieve no parecía ser precisamente un fenómeno natural. ¿Qué podría haberla causado?

Despertaste de golpe tras ese sueño tan extraño. Descansabas en tu cama tranquilamente mientras mirabas al techo tratando aún de abandonar el dolor causado por la raíz atravesándote. Sería ese un día normal o especial? Al menos ya sabías que normal no sería, pues la tormenta de nieve no parecía ser precisamente un fenómeno natural. ¿Qué podría haberla causado?

Despertar de aquel "sueño" había sido algo amargo. Él tenía la clara sensación de que no había sido un sueño, y estaba casi completamente seguro. Esa había sido Shiro, ¿no? ¿Qué le había querido decir? ¿Qué había comenzado? Mamoru se pasó casi un cuarto de hora cerrando los ojos y dando vuelta sobre la desordenada cama para tratar de volver a Hardak. Por supuesto, esto no sirvió de nada. Terminó por levantarse algo frustrado consigo mismo.

La habitación de Mamoru seguía siendo un desastre. La ropa de Ruka seguía por todas partes. Sin embargo, desde la conversación que había tenido con Ñyankuro y el reciente entrenamiento con Notah, había reaccionado un poco más... solo un poco. Por fin estaba saliendo a comprar comida para Ñyankuro y para él mismo. Era comida para calentar o comida rápida, pero era mucho mejor que el ramen. Además de eso, había retomado su higiene personal. Se bañaba todos los días, y los dos últimos había comenzado a lavar toda la ropa sucia... incluida la de Ruka. A pesar de que ya no pasaba todo el día acostado y estaba empezando a salir a caminar, habían sido días solitarios. Además de a Notah, no había visto a ninguna otra persona. Eso no le molestaba del todo, se sentía cómodo únicamente con Ñyankuro allí.

Se levantó por fin luego de estirarse un poco. Sintiendo el frío que hacía, rápidamente fue a buscar algo más caliente para ponerse encima. El frío de los últimos días había sido realmente duro. Levantó un poco las cortinas luego de acercarse a la ventana y miró todo el panorama blanco. Las palabras de Shiro le vinieron a la cabeza. ¿Heleth tendría que ver con todo eso que sucedía?

Mamoru tomó una de las sábanas y se la puso encima antes de salir de la habitación. Lo primero que hizo fue ponerle comida a Ñyankuro, antes de pasar al baño a lavarse la cara y cepillarse los dientes. En medio de eso, pensó en la noticia sobre la escuela. Sinceramente, no pensaba volver a ella. Sería un sinsentido hacerlo, y tomó ese modo de pensar justo en el momento que Ruka murió... tal vez antes de eso. Terminó de enjuagarse y fue a la cocina a servirse algo de cereal; no tenía ganas de preparar algo mucho más elaborado, por no decir que no tenía las habilidades. Se rascó la barriga mientras abría las repisas para buscar un bol y bostezó. No tenía ganas de salir ese día. Se quedaría tirado en la cama.

Abrió los ojos sin respiración, con una sensación angustiosa oprimiéndole el pecho. Tuvo que pasar sus manos por él para asegurarse de que no tenía nada. El sueño comenzó a desvanecerse cuando ya llevaba unos minutos despierto, con los ojos abiertos, todavía tumbado bocarriba sin atreverse a moverse. Se obligó a revivirlo, a recordarlo para que no se lo llevasen las nubes del sueño: una playa, una sensación de desolación, una rama atravesándole el pecho... Apenas eran retazos de la angustia, pero prefería recordarlo por si pudiese llegar a ser algo importante.

Se levantó despacio, sintiendo la sábana enredada en sus piernas. Acostumbraba a dejarla a los pies en las noches de verano, sin llegar a usarla, pero esa mañana se había despertado con una sensación de frío inusual. Tenía helados los dedos de los pies. Ese mismo día sacaría las alpargatas, no andaría más descalzo por el suelo. Fue a buscarlas y después a la ducha. Una ducha calentita y humeante para templarse.

Ya en bata, buscaría en el ordenador, ese maldito cacharro tan endiabladamente embaucador y con el que había aprendido a perder el tiempo de una forma absurda y maravillosa, a ver si habían indicado algo acerca del inicio de las clases.

Aquello no podía ser sólo un sueño: La reina me había hablado. Desperté antes de poder hacerle cualquier pregunta. No es que se me ocurriera nada que preguntarle de todos modos. Pero al menos sabía que estaba en el camino correcto. Eso era bueno, porque al mirar por la ventana descubrí algo que no podía ser casualidad.

¿Nieve?¿En esta época del año? El ciclo del agua no funciona así... tengo que contactar a los demás.

Abrí mi armario y comencé a rebuscar entre los cajones. La ropa de invierno nunca era fácil de encontrar fuera de temporada. Me tomó un tiempo, pero logré encontrar lo que necesitaba para no morir congelado. Me puse el improvisado atuendo y salí en busca de mis compañeros.

Una mano extendida al cielo.

Irisu estaba segura de que en su sueño ella trato de alcanzar algo o escapar de algo, pero solo recordaba una playa y oscuridad, al incorporarse, la ventana y las noticas le indicaron que se había extralimitado, otra vez.

-Espero que esta vez no me hallan borrado algún recuerdo.

Aunque estaba segura que sintió el roce de la muerte, Irisu estaba completamente segura de que no estaba muerta, las noticias y la ventana no eran lo que ella solía soñar…

Alcanzo su móvil recordándole aquel dolor punzante y tras revizarlo… se dispuso a platicar, era como un diario críptico, contaba parte de su vida y luego lo subía en línea, muchos querían guardar sus secretos, para ella era todo lo contrario…Lety… Decirle a los chicos… revelar mi existencia… mis fotos y hobbys… creo que aun sin estar metido en esto no sería una chica ordinaria.

Así que esta vez su diario fue un poco diferente, hablo de los sucesos recientes, de cómo le afectaron personalmente y que aun así no dejaría de apoyar a todos, pero el toque de fantasía era que ella podía hacer algo para ayudar a todos… y pedía que mantuvieran la confianza.

Como si una cosplayer se hubiera vuelto loca y ahora se creyera una verdadera chica mágica.

Ese pensamiento le dio un poco de risa y trato de levantarse para ver los alrededores en persona.

Esa sensación cálida que embargaba su ser en ese sueño era reconfortante. El peso de sus responsabilidades y temores se desvanecía a cada paso que se adentraba más y más a lo que consideraba su antiguo hogar y del que no podía evita cierta añoranza atrayente que le daba la sensación de que todo estaría bien. Cuando se materializó la Reina de Cristal quiso arrodillarse, pero su cuerpo no reaccionó como quería y se limitó a observarla antes de que se forzara a cerrar sus ojos y escuchara esas palabras...

.... Así, Katherine despertó de ese sueño extraño agitada mientras respiraba agitada y su cuerpo se enfriaba rápidamente debido a las bajas temperaturas y la nieve que caía, recordando inevitablemente a Jaycee  y su ausencia. ¿Y si ella intentaba localizarlo? No, si quería terminar de sanar debía darse su espacio y solo tratarlo lo necesario, pues seguía siendo un aliado al que ayudaría si era necesario. La voz de la Reina de Cristal retumbaba como advertencia de que algo pasaría, acelerando su corazón con inquietud porque eso significaba que el momento había llegado. 

Mandó un mensaje rápidamente a Mariko, pues esperaba que ella también hubiese tenido alguna advertencia o señal.

Acabo de soñar con la Reina de Cristal. ¿Sentiste algo o tuviste un sueño similar? La Reina me dijo ha llegado el momento de luchar y que aguante un poco más... 

Pensó en mandar otros mensajes, pero recordó las conversaciones que tuvo en días anteriores respecto a que también debía ver por sí misma, así que la inglesa se levantó de la cama tomando la primera muda de ropa que vio con un abrigo sacado del armario y sujetándose el cabello con una coleta para salir. Se dirigió rápidamente al cuarto de su hermano, tocando la puerta suavemente para saber si estaba despierto o no. Tenía su teléfono en mano por cualquier cosa, pero su corazón continuaba latiendo con fuerza.

No mucho después de enviar el mensaje, te llegó una respuesta de Mariko:

No, pero sí recibí un mensaje de Koichi. Algo parece haber pasado con Tenma.

Justo antes de que salieras de casa, tu teléfono sonó. Era un mensaje de Koichi.

Irisu-kaichou... Algo no está bien con Tenma-sama :(.

Irisu se paralizo un momento, ni todo el dolor de la batalla o el esfuerzo que puso en ella, ni siquiera el sueño recordándole el dolor de la raíz le habían causado tanto miedo, ella no solia tener miedo, fue prisionera de su propio cuerpo, había luchado a muerte por proteger su hogar.

¿Entonces por qué sus piernas se sentían como espagueti?

-…¿Qué paso?

Pregunto con voz temblorosa, poco a poco se acercaba a su propia respuesta, podía morir por otros, proteger ideales al grado de enfrentar enemigos ridículamente absurdos, pero aquello en lo que no tenía control, su familia, sus amigos, Tenma.

Oscuridad. Cerró los ojos a la par que tosía sangre por la boca, el sabor de la sangre en el paladar, el dolor en el pecho ¿Iba a morir? Sí, ese parecía su final ¿Pero sola? Eso nunca se lo hubiera imaginado... ¿Dónde estaban Heracles, Irisu o Alioth? ¿Dónde estaba su hermano...? Por qué él no había ido con ellos, por qué la había abandonado de aquella manera. Sus pensamientos se tornaban cada vez más dolorosos, más oscuros, más terribles. Llevó la mano al pecho, notando cómo la raíz se aferraba con fuerza a su herido pecho. No había nada que hacer, sólo... Fundirse con aquella oscura realidad. Las olas del mar habían dejado se sonar, la arena en sus pies. No había nada, sólo oscuridad. Demasiada.

Habitación.

Esta vez no hubo gritos. La joven abrió los ojos de golpe, podía notar su corazón acelerado, pero este fue recuperándose según pasaban los segundos. Aún podía notar el dolor en el pecho, cómo si aquello hubiera sido real. Llevó la mano hasta el mismo y la dejó allí descansando. El cuerpo le dolía por la tensión causada en la pesadilla, todos los músculos estaban agarrotados. Cerró los ojos y se quedó unos segundos completamente quieta. Cuando finalmente los abrió, sólo vio el techo... Había sido un sueño, sólo eso ¿Verdad? Y sí... 

Negó rápidamente, no podía entrar en esa espiral, pero temía tanto que realmente fuese una visión de su muerte. En ese momento se dio cuenta de que sentía frío. Estaba tapada sólo con una sábana, pero es que... Nunca antes había necesitado más ropa. Se levantó lentamente, al mirar por la ventana no pudo evitar emitir una exclamación... ¿Qué estaba pasando? Antes de ir a explorar, fue hasta el armario para enfundarse unos pantalones de pijama largos y una sudadera peluchona muy calentita.

Al salir de la habitación corrió hasta  la puerta de la casa para salir al exterior, aunque al poner sus pies desnudos en la nieve gritó sorprendida y volvió dentro cual gato asustado.- ¡¡Está heladaaaaaa!! -Se veía preciosa, pero... 

Su sueño, aquel fenómeno ¿Tendría algo que ver? Miró hacia dónde descansaba Alioth, pero no se atrevió a ir a buscarle. Aún sentía millones de mariposas en el estómago.

En lo que su hermano respondía a su toque de puerta, volvió a hacerlo quedamente mientras contestaba al mensaje de Mariko.

¿Nos reuniremos pronto, verdad? Hoy no será un día normal... ¿Ya intentaste llamar a Irisu si sabe algo de Tenma? Si quieres puedo llamar a Koichi.

La respuesta de Mariko no se hizo esperar mucho.

Koichi fue quien me escribió. Dijo que hablaría con Irisu. Por favor, contacta a Hikari y Kasumi. Nos veremos en mi casa.

No mucho después, Schmella se acercó a ti - Esto no puede ser bueno - mientras revoloteaba por la ventana contemplando la nieve. 

No mucho después de que leyeras el mensaje de Mariko, se escuchó un avance lento hacia la puerta. Tu hermano abrió la puerta, y parecía listo para salir también. Aunque era obvio que estaba despeinado y desaliñado, no parecía estar muy sereno - Hey, sis. ¿Sucede algo? - y puso su mano sobre el marco de la puerta. ¿Ocultaba algo?