Partida Rol por web

El aire se torna de alguna manera denso y todos recuerdan la sensación muy bien, por lo que guardan un respetuoso silencio. Una hermosa luz aparece por la única ventana de aquella casita, más brillante, más hermosa y más agradable que nunca. Ésta se posa sobre la muñeca de Keelin y la arrastra suavemente hacia afuera.

El alma de Keelin sale tranquilamente, siguiendo la luz a través de todo, dejando una muñeca vacía tras de sí.

Maté a Kenneth la primera noche, pero esas muertes fueron como estar en un sueño. La chica que todos vimos desde el autocar al llegar al hotel, me visitó por la noche. Siendo que los primeros minutos ya estaba nerviosa por lo acontecido con la madre, sin duda poco pude dormir. Esa noche tuve la visita de la chica y algo me hizo, un arma aparecio esa noche sobre mi cama. Algo me contó que era la elegida o yo que sé. La verdad que no estaba muy centrada y no quería creer en temas surrealistas. Recuerdo escuchar pisadas acercandose hacia mi habitacion. Siendo presa del temor, quizas inducida tambien por algo descocido, cogí mi pistola y escapé de la habitación. Cuando vi la primera persona ante mí disparé sin pensar, y fue April por que su pelo sin duda es una marca de personalidad, aunque no recordaba su fisonomía. El como incendié la habitación de Kenneth, no lo sé. Al igual que por arte de magia tuve la pistola, de alguna manera quemé su habitación. Tras el vaiven por el hotel, me desperté ya en la casa de muñecas. Sin duda quien se acercó hacia mi habitación, logró acabar conmigo.

Detallo mi primera noche tal como la recordaba. Aunque mientras explicaba, Kelly fue resucitada y se desvaneció como ya había visto antes. Esto es como lo recuerdo.

Mucho antes de lo pensado, una nueva muñeca comenzaba a cobrar vida pero podían reconocerla fácilmente. Algo le había sucedido a Esther durante el día, lo cual la había llevado a estar nuevamente en esta casita de madera que albergaba a los caídos.

Cuando llegué a la casita de madera lo hice llevándome directamente la mano a la garganta. Me sentía como si no pudiera respirar, y tardé unos segundos en darme cuenta de que realmente no era algo necesario.

Para cuando empecé a recobrarme simplemente los miré a todos, sin terminar de comprender qué había sucedido.

Después de algunos minutos me acerqué a April con paso lento y cansado, y le hice un gesto - como pidiendo permiso - para sentarme a su lado.

- ¿Cómo estás? - Le pregunté de manera tranquila.

-Vaya, que curioso ver por aquí a tan agradable huésped. ¿Como se encuentra señora Grenholm? Dijo Wolfgang con un tono jocoso.

-Sabe, no me importan nada sus juegecitos. Pero me gustaría saber por que ha dicho, ante todos, que yo he matado a April. Y puede que dijese muchas cosas mas. Bueno, ya que estoy aquí presente me gustaría invitarle a discutir sobre esto.

-Adelante.

La intervención de Wolfgang me desconcertó un poco, y así lo reflejó mi cara. Sin embargo no tardé en responder.

- Yo morí por una bala en la cabeza, y ella también. - Expliqué. - Di por hecho que habías sido tú en los dos casos, pero no lo comenté delante de todos, sino que se lo dije a April en privado. De todas formas ya está aclarado.

- El problema fue que cuando aquí explicaste lo que hacías nos dijiste que una criatura te había atacado el primer día, y pensé que eso había sido suficiente para que disparases. De hecho cuando lo hablamos fuera Andy me dio la razón en que habías dicho eso. - Señalé, encogiéndome un poco de hombros. - Creo que sólo Keelin te entendió bien.

- Pero vamos, que Loren ya confesó que ha sido ella, y hasta donde sé está todo aclarado. Siento el malentedido, la verdad, pero las balas de oro entre ceja y ceja no son muy frecuentes, y lo del primer ataque coincidía con la muerte de April.

- De hecho, - Añadí después. - hoy mismo cuando hablábamos de quién debería resucitar he dado al otro lado la lista de gente que estaba aquí y que sabía seguro que era inocente. April, Keelin, Reuel y tú. Así lo dije delante de todos, así que no es que te vaya acusando, sino más bien todo lo contrario. Andy puede confirmártelo, fue esta misma mañana.

-Vaya -Dice Wolfgang con un gesto de arrepentimiento- Según me han dicho algunos creían que yo era culpable por que tu me señalaste sin vacilar. Y por cierto, si tenéis dudas sobre algo, probar a preguntar. No vale con suponer... Al menos, no en mi caso.

Wolfgang se quedo callado durante un segundo y luego recapacitó.

-Espero que me disculpe señorita Grenholm. Me he dejado llevar por este lugar, lo lamento profundamente.

-Desde el otro lado se está hablando de que Benen se hace cargo de otra casa de muñecas. ¿Con qué fin? Aún es desconocido para mi. 

Luego escuchó lo que dijeron los otros chicos.

-Si, fue lo que dijo. Pero tampoco me entristece tu muerte, Esther. Por algún motivo tampoco confío totalmente en ti, y hasta que no resolvamos quién es culpable y quién inocente, harás bien en quedarte aquí con nosotros durante un tiempo. Los que quedan son personas en los que es complicado discernir si son culpables o inocentes, así que hay que ir descartando a las dudas...

- No se preocupe, Wolfgang. - Respondí con tranquilidad, volviendo a tratarle de usted. - La verdad es que es eso: al explicar que fue atacado el primer día y todo lo demás creí que estaba hablando de lo de April, siento mucho la confusión. - Me disculpé de nuevo, antes de dirigirme a Andy.

- Dudas de casi todo el mundo, lo cual está bien. - Expliqué. - Pero si "descartar a las dudas" implica enviarnos aquí, significa que moriremos casi todos. Keelin me ha acusado una y otra vez y aún así he pedido que la resucitaran. Wolfgang me mató, y lo he defendido. He demostrado a Alec mi poder. ¿Qué más necesitas? - Pregunté, ligeramente cansada. - No me importa esperar el tiempo que haga falta aquí, pero muchos inocentes no sabemos que pasará si esto acaba y seguimos en este lugar.

¿En serio? Yo estoy muerta, y jamás volveré a la vida. Podéis decirle al resto de los vivos, especialmente a la pelirroja, que esto seguirá así. Así que por favor, que dejen a Ben en paz. Por más culpable que me crean, estuvimos juntos vivos una noche. Y me quité YO la vida cuando uno de ellos lo mató. Y eh, él ha vuelto a la vida y yo sigo aquí. Así que joder, que esa zorra me lo deje en paz un poquito - le dijo Sara a Andy, claramente disgustado con Keelin.

Por el momento parece que algunas cosas se aclaran. Yo por otro lado estoy tranquila de no ser asesina, a pesar de que se pueda desconfiar de mí por mi papel. No me importa, la verdad, pues al menos mi objetivo se cumplió y me alegro de haber escogido bien. Y sobre mi estrategia, aunque arriesgada, asegura muertes dobles sin escapatoria, pero solo resucitar siempre a la misma persona, en este caso, convirtiendome en el arma. Dado que está claro quien resucita, raro que no lo hayan matado otra vez. No se sabe la estrategia que pueden tener los asesinos. Luego el otro peón es quien hechiza a los enomorados, y una clave, quien pueda proteger. Aunque queda el factor sorpresa de quien pueda matar sin ser asesino. Enfocar claramente dos objetivos y al dia con las votaciones hacer eliminaciones, pero para ello los inocentes deberíamos apoyarnos. Los asesinos a quien votarían? Seguro que se aclaran cosas o salen nuevas pistas. Puede ser egoista y que gente no pueda resucitar, pero desde luego podría ser un camino.

No se si estarían de acuerdo, pero almenos quería dejar constante de mis intenciones y de mi posición respecto a este juego macabro.

Ben pudo venir aquì el primer día, y dijo que solo lo podía hacer una vez. Luego ahora es como Andy pero con otra casa de muñecas. Bien curioso. La verdad que si contamos los que estamos aquí y los que quedan vivos, creo que no falta nadie. Luego quien esta allí en la otra casita? NO me que mas que pensar en que es zona de asesinos y quizas por la noche regresen a sus muñecas y planifiquen sus acciones de forma secreta. Durante el día volveria a sus cuerpos normales. El papel de Ben lo desconozco, pero desconfíaría de él si esto es cierto. Sino no se que sentido puede tener, la verdad, y el no creo que cuente la verdad.

- La verdad es que estoy incomoda aquí. -Respondo a Esther.- Imagino que como todos, estar encerrada en una muñeca de nuevo me agobia. Tenía asumido que tal vez en la noche los asesinos me volverían a mandar aquí pero no me pude creer que fuera el propio grupo en las votaciones. Pero eso ya es agua pasada, ya he dicho que no voy a seguir quejándome de eso.

Me costaba encontrar la tranquilidad en este sitio, estar con los vivos era un estrés pero estar en el otro lado me hacía sentir inútil. Desde aquí no podía hacer casi nada y no sabía apenas que estaba sucediendo allí arriba. Tal vez quejare fuese lo mejor... ¡Agh, como odiaba estar encerrada en este maldito lugar!

- ¿Otra casa de muñecas aparte de la habitación rosa o estamos hablando de la de siempre? La verdad no se si ese tema es crucial ahora que se están acercando tanto las votaciones ¿Tienes algún sospechoso en mente? ¿Hay alguien que tengo sospechas con un poco de base sobre quien puede ser un asesino? Una idea es decir a la gente que deje de intentar dar palos de ciego, o al menos que no lo haga de noche para no confundir las victimas de los asesinos con las de otros. Vamos, es una idea.

Cuando April comenzó a responderme me tomé sus palabras y su tomo como una confirmación de que podía sentarme a su lado, y así lo hice. Aún con el anquilosado cuerpo de la muñeca me sentía más cómoda así.

- Lo siento, April. - Le dije entonces, estirando mi mano para tomar la suya, decidida a ignorar que no nos encontrábamos a solas. - A mí me habría gustado defenderte más, pero tal y como estaban las cosas sólo se lo habrían tomado como una confirmación. Si te sirve de algo, entre Hikari y yo ya hemos convencido a todos ahí fuera de que eres inocente. De hecho si no hubiera muerto Keelin probablemente hubieras vuelto tú. - Añadí, esperando que eso le diera un poco de esperanza.

- Lo de la casa de madera de la que hablan es la habitación rosa. Benén se ha hecho con el poder de Nathaniel, y esta noche podría terminar de meter a todos allí. - Le expliqué antes de cambiar mi postura para ponerme un poco más cómoda. Había algo que llevaba un par de días rondándome la cabeza y no quería dejarlo pasar más.

- Escucha... - Continué luego, en un tono más cercano. - Antes de que la habitación rosa se llenase de gente, cuando sólo estábamos las cuatro, quise pedirte algo pero no llegué a hacerlo. Sin embargo ahora no tengo nada que perder. - Enuncié, antes de pasar la mirada por los presentes, esperando que ya que nos escuchaban al menos nos diesen el beneficio de fingir que no era así. - Sé que no es el mejor sitio para esto... Pero si tú consigues salir de aquí y yo no lo hago, me gustaría que contactases con mi hija. - Empecé, mientras un nudo se me formaba en la garganta. Tuve que tomarme varios segundos entonces antes de continuar, y mientras tanto no sabía dónde poner los ojos. Mirar alrededor no era una opción, con el temor a que me estuvieran observando en este momento.

- Se llama Barbara. Babs. - Seguí con la voz ronca, contenida en una garganta inexistente. - Seguro que la puedes encontrar por facebook. Barbara Grenholm. - Comenté con vergüenza, reconociendo de forma implícita por primera vez desde que habíamos llegado que seguía usando mi apellido de casada. - Sólo... Sólo dile que no le guardo rencor por haberse ido con su padre, ¿vale? - Pregunté mientras recogía mis piernas, buscando algo de calor al abrazarme a mí misma. - Si no salgo de aquí, dile que la he querido hasta el final. - Terminé con un hilo de voz, casi como una súplica.

Aunque no podía llorar, el escuchar a Esther hablar de su hija, me entristeció bastante. Esther, espero puedas reunirte con tu hija. Yo la mía la perdí cuando cayo por la escalera. Al volver a casa me la encontré allí en el suelo con varios hematomas por el cuerpo, tras caer del primer piso. Sino vuelvo, mi marido será capaz de sacar adelante la granja junto a mi hijo. Quizas esto sea un castigo por mi comportamiento con ellos. Al igual que quizas con vosotros no haya sido lo propio por todo el numerito. Con esto no espero que me resuciteis, hacedlo con la persona que sea capaz de ayudaros a salir de este juego macabro.

Y sobre la otra casita, entonces ya veo que el tema está resuelto y no oculto.

Veo como Esther se sienta a mi lado pero encerrada con una muñeca me es imposible hacer ningún gesto expresivo. No quería que ninguna persona por la que sentía algo de afecto estuviese aquí... Es más, esto no se lo deseaba a nadie incluso si realmente se merecían un castigo, que las almas estuvieran encerradas en muñecas era algo demasiado malvado... producto de una mente retorcida y desquiciada.

- Yo creo que mañana Alec te resucitará a ti, te tiene mucho afecto y después de haberme votado el día anterior no creo que este muy predispuesto a traerme. No lo hizo los primeros días que me vi obligada a usar mi poder ahora todavía lo veo más complicado. Yo siempre di todas las explicaciones que me han pedido, no creo mucha gente pueda decir lo mismo. -Escucho a Loren, no la había echo mucho caso en las últimas horas después de su numerito.- La gente contigo imagino que este confundida, yo también lo estoy. Si te soy sincera me das algo de  miedo y tu poder es muy peligroso para el resto. Aunque entiendo que aquí la gente no pueda comportarse como normalmente es aquí, este sitio saca lo peor de algunas personas.

Me preocupaba quedarme aquí cuando todos se fueran, estaba seguro que los asesinos caerían en breve pero no veía casi posibilidades que los vivos quisiesen enmendar su error y traerme de vuelta. Tal vez era hora de que yo también hiciese una petición, si todo salía mal no quería arrepentirme de eso también.

- Esto va por Andy y para todos los que salgan vivos: no permitáis que las almas de los muertos se queden encerradas en las muñecas para la eternidad, nadie se merece ese destino. Aquí nadie encontrará la paz si permanecen así, todo este sitio está maldito y tiene que se derruido. -Me giro hacía Esther.- Si salgo de aquí con vida encontraré a tu hija y se lo contaré todo, es una promesa.

Era el momento que todos esperaban, saber quién sería aquel que los acompañaría después de dadas las votaciones pero aquel que llega es un rostro conocido. De lentes oscuros y buscando la mirada de Sara con ojos tristes y sin esperanza. Benén llega allí, al ser elegido por votaciones.

Después de haber guardado silencio todo el rato, Efraín ha estado atento a todo lo que decían, analizando lo másque podía lo que todos decían para ver si encontraba algun indicio en los roles de las personas.

-La verdad es que todos han sido de alguna forma más útiles que yo. Bien sea para bien o para mal, jamás tuve la oportunidad de usar mis habilidades, siempre que lo intenté resultó inutil. Lo que dicen de un tercer bando me parece ilógico, más bien parece que son personas asustadas con el poder de arrebatar la vida a otros- Efraín hace un intento por levantar los hombros un poco decepcionado -Y referente a que si me han inducido una muerte falsa, lo dudo mucho; sino ya habría resucitado, no? A menos que ella decida cuando revivir-

Efraín escucha las peticiones de los muertos y simplemente baja la mirada un poco -Mi vida era aburrida, mi estancia aquí le ha dado un poco de emoción al no saber que pasaría y a lo paranormal... Realmente no puedo compartir ese sentimiento; pero si no me reviven, hagan lo que puedan por no dejar a ninguno encerrado en estas malditas muñecas!- dice Efraín con un tono más elevado -Nadie... Absolutamente nadie merece quedar maldito en una muñeca, la sensación que emite una muñeca que encierra un alma... No es algo que le desee a nadie-

Pff la casita de madera... tras volver a la vida, armar follon y volver a morir Ben no tarda en darse cuenta de que este lugar era una especie de mini-infierno... Pero no le cogia por sorpresa el haber vuelto, por lo que mira a la señorita Holme con un enorme aura de tristeza - Lo siento Sara... - Disculpa que se extendia tambien para Efrain y Reuel pues estos fueron quienes le dieron la oportunidad de volver, y el italiano lo habia hecho estrepitosamente mal - estoy aqui fruto de un negativo cumulo de miedo y desinformacion... - dice.

- Que puñetera parte no entendio esta gente de que todo seria temporal... - susurra frustrado, pero en fin... al menos, habia sacado a la palestra el tema de las energias oscuras, obteniendo incluso algo de informacion sobre ello...
Entre otros detalles, mira al señor Nathaniel ... - Joder!! - piensa

No tienes que disculparte Ben, quien lo va a sentir no será esta muñeca pelirroja que tienes ante tus ojos - respondió Sara. Por un lado estaba triste y furiosa porque Ben hubiera regresado aquí, aunque una parte de ella, se alegraba de poder volver a estar junto a él.