Partida Rol por web

Casa de Muñecas - HLCN

Noche 0: Llegada a la fantasía

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15/03/2014, 01:49
Alec Schnieper

Alec había ido en silencio la mayor parte del viaje en bus, como ausente, mirando por la ventana aquel extraño paisaje. De vez en cuando intentaba participar en alguna conversación, pero sus intervenciones eran breves y torpes, por lo que pronto dejó de intentarlo.

Nada más llegar al hotel se fue a su habitación y bajó enseguida, un poco antes de la hora acordada. Echó un rápido vistazo a la sala y dudó a quien dirigirse. Una chica pelirroja parecía estar ligando con otros dos jóvenes y los demás mayores parecían discutir sobre las muñecas de sus respectivos cuartos.

Miró con curiosidad al trío, preguntándose porqué no se enfadaban los chicos entre ellos por intentar salir con la misma chica. Tras meditar un instante decidió sentarse solo. No quería admitir que a él también le daba mal rollo la muñeca, su padre siempre le había dicho que no se mostrase débil y el trío no le parecía una opción demasiado viable. además, todos eran mayores y le cohibían mucho. Él había ido con la idea de ser de los mayores de aquel lugar. Se esperaba muchas niñas pequeñas, no ser el menos de todos.

El joven rubio se dirigió a un asiendo desde el que pudiera ver la mayor parte de la sala y se sentó en él, con la cabeza gacha, sin mirar a la cara a ninguno de los presentes y simplemente esperó a que la mujer que los había convocado apareciese.

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15/03/2014, 02:22
Noor ud-Din

Noor bajó a la recepción tras asearse y cambiarse de ropa. Había dejado la chilaba y los vaqueros en la habitación y se había decantado por algo más cómodo. Unos bombachos claros que abrazaban sus tobillos se veían bien finalizados con aquellas zapatillas de punta levantada. Encima de una camisa blanca de cuello abrochado hasta arriba, llevaba una especie de batin de mangas anchas, a rayas y con una franja amarilla en el borde.

La muñeca en la habitación le había parecido una forma muy extraña de querer meter cámaras en las habitaciones. Era normal que quisieran vigilar a los huéspedes en un lugar tan selecto, pero si querían que una decoración tan extrema hiciera que los demás olvidaran que seguramente estaba siendo grabados, objetivo cumplido.

Vio a uno de los más jóvenes (Alec Schnieper) que se había sentado alejado del resto y decidió acercarse y ocupar el asiento de al lado.

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15/03/2014, 06:52
Tae Seung

El joven mira a todos con sorpresa. Él parecía realmente no entender por qué las inconformidades con la lámpara. Para él era encantadora.

Asiente frenéticamente mientras los escucha a todos y luego dice - Bueno, ese modelo es uno de los últimos diseños de mi abuelo. Él era un fabricante de muñecas también pero conservaba unos gustos un poco... Anticuados, sí. Eso. Es un recuerdo muy importante para mi madre, así que no creo que pueda ser retirado pero hablaré con ella. Tal vez, podamos hacer algo - les sonríe a todos y los mira de manera amable. - Si esa es la única queja, creo que debo retirarme. Hay muchas cosas por hacer - para en seco, al recordar la pregunta de Sara y la mira antes de que se vaya para responderle - Bueno, somos alrededor de... 20 personas. Casi que tendrán una persona a su servicio todo el día - ríe de forma molesta mientras se retira - Recuerden, media hora para comenzar la visita guiada - los dos hombers que llevaban los cofres con las llaves también se alejan, dejándolos a todos solos allí. Es un hombre bastante acelerado.

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15/03/2014, 10:32
Ian Kovaliov

Subió a su habitación, estaba deseando dejar su equipaje e instalarse. Al llegar observó la misma con detenimiento, era demasiada clásica para su gusto. Sonrió al ver la lámpara, sin duda su anfitriona tenía un gran sentido del humor, pensó al escuchar las voces que parecían venir del vestíbulo quejándose sobre ella. Dejó la maleta encima de la cama, luego lo colocaría todo, era mucho más interesante bajar y observar a sus nuevos compañeros, para eso había venido.

Una sonrisa se dibujó en su rostro mientras bajaba las escaleras, sin duda alguna, no se había equivocado con este viaje, la anfitriona era capaz de darle lo que él buscaba.

Se mantuvo en un discreto segundo plano observando con detenimiento a los allí presentes y sin perder su tétrica sonrisa.

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15/03/2014, 10:50
Alicia Moreu

Bajo del autobus aun un poco asustada,agito la cabeza y se dijo a si misma en voz baja - Seguro que es alguien del hotel,seguro- y siguiendo al grupo entro en el hotel. Alli un chico les explico que era el hijo de la encargada del hotel y que estaba prohibido el acceso a partir de la 3 planta, les dio las llaves de sus habitaciones y cada uno fue subiendo a la suya.

Alicia subió con dificultad -No debería haber traído tantas cosas-se quejo para sus adentros,abrió la puerta y entro en la habitación. A los 10 minutos bajo un poco inquieta,al hacerlo se encontro con un pequeño grupo que se quejaba de las lamparas en forma de muñeca -Un poco de mal rollo si que da-pensó,se alejo del grupo y se sento junto a un chico de pelo rubio y un señor que iba vestido de una forma bastante peculiar,sonrió de manera tímida y dijo con voz temblorosa -Ho..hola,me llamo Alicia ¿y vosotros?-volvió a sonreír tímidamente

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15/03/2014, 11:40
Michelle Dunsen

Esto no me gusta. Yo he venido a pasarlo bien, no a tener pesadillas. Hablaré de este detalle en mi blog, se lo aseguro -dijo, visiblemente molesta, con un mohín de contrariedad en el rostro. Miró alrededor, buscando alguien que la atendiese- ¿Alguien podría darme un poco de agua, por favor?

Entonces desvió su atención hacia los demás huéspedes, decidiendo dejar el tema de la muñeca-lámpara a un lado, por el momento. Escuchó a la chica pelirroja en primer lugar- Disculpa mi intromisión pero, ¿eres modelo?-dijo, con entusiasmo- ¡Yo también!  La verdad es que tu cara me suena... ¿Has salido en alguna revista? Yo trabajo para la Popten, la Popsister y la Non-no, de Japón. Y para la Kawaii Idol en Estados Unidos. 

Se llevó una mano a la cabeza entonces, algo avergonzada- Uy perdona, no me he presentado- se encogió de hombros, y esbozó una sonrisa- Soy Michelle, Michelle Dunsen. Y tú eras Keelin, ¿no?- posó un dedo en su barbilla, pensativa- Tú Keelin, ella se llamaba April- dijo, señalando a la muchacha de pelo azul- y esa chica es... Alicia, ¿no? 

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15/03/2014, 16:17
Keelin O’Connor

Antes de que a alguno de los dos chicos les diese tiempo a responder a su pregunta un torbellino rubio con enormes ojos azules apareció delante de Keelin interrumpiéndolos. No le molestó, más bien le resultó divertido y ofreció la mano a Michelle a modo de saludo con una sonrisa amable en los labios. - Sí, me llamo Keelin O'Connor, es un placer conocerte. 

Escuchó los logros de la muchacha y trató de ubicar las revistas de las que hablaba. Le resultaban ligeramente familiares, tenían toda la pinta de ser revistas de esas para adolescentes frikis de oriente y ese tipo de cosas. Keelin nunca había ojeado ese tipo de publicaciones, pero había oído hablar de ellas. Lo cierto es que no estaba segura de que lo que la chica hacía pudiera llamarse "ser modelo", sino más bien "intrusismo laboral", pero no iba a ser ella la que juzgase la forma de ganarse la vida de los demás.

- Oh, no creo que me conozcas, no he hecho ninguna editorial famosa ni nada... Todavía. - Matizó con tono modesto y acompañando sus palabras de una pequeña risa. - Salí en Vogue UK hace unos meses y he hecho un par de campañas para Diesel con Eugenio Recuenco, pero nada demasiado grande. - Hizo un suave ademán con la mano y miró a Michelle ladeando un poco la cabeza. - Deberíamos intercambiar teléfonos, por si acaso, en este mundo nunca se sabe, ¿no? - La verdad es que por lo que parecía se movían en ambientes totalmente diferentes, pero quizá la chica tuviese contactos interesantes y no estaba de más empezar a deshacerse de las tarjetas.

Después se giró un poco, e hizo un gesto para incluir a los gemelos en la conversación, al fin y al cabo, ella estaba hablando con ellos cuando llegó Michelle y no quería dejarlos de lado ni mucho menos. - Mira, estos son Louis y Henri, son gerentes. Y gemelos. - Terminó, bromeando con una nueva risa. - Estaban a punto de contarme cómo han terminado aquí.

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15/03/2014, 16:39
Louis Nicolás de Poitiers

Observo algo contrariado aunque divertido a la chica rubia que interrumpe nuestra conversación con Keelin, no suelo llevar bien ese tipo de faltas de respeto pero en esta ocasión bien podría hacer una excepción y sacar provecho de la situación. Escucho atentamente el intento de impresionar de la chica, que parece sacada de una campaña del Disney Channel japonés, y espero pacientemente la intervención de nuestra pelirroja.

Una vez Keelin nos da pie introduciéndonos me acerco dando un paso y le tiendo la mano a la rubia. - Encantado, Michelle, yo soy Louis y él es mi hermano Henri. Como bien dice Keelin somos gerentes de unos viñedos al sur de Francia, y estaríamos encantados de que alguna vez nos acompañasen a nuestras tierras, sin duda el mejor vino que jamás podrán degustar.

Echo mi mano hacia el bolsillo de mi camisa y saco un par de tarjetas que extiendo a las chicas. - Es muy probable que no dentro de mucho tiempo empecemos una nueva campaña publicitaria, y siempre es agradable contar con profesionales como vosotras.

Luego hago un gesto despreocupado con la mano. - Aunque no estamos aquí para eso, ¿verdad? Hemos venido a disfrutar de estas maravillosas instalaciones y de la presencia de otros aficionados como nosotros. - Hago una pequeña pausa. - Sé que es una afición rara para un par de chicos como nosotros, pero os sorprenderíais sin duda al conocer todas nuestras aficiones. Tenemos una sensibilidad especial.

Luego dirijo una mirada directa a Keelin. - Supongo que incluso podríamos compartirlas los dos contigo.

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15/03/2014, 17:06
Michelle Dunsen

Ohhh, ¿Vogue? ¡Eso es... Es genial!- dijo, con expresión admirada- ¿Y vosotros sois gerentes? ¡No puede ser! ¡Sois muy guapos! ¡Y de Francia! ¡Me encanta Francia! ¿No salís también en alguna revista? Con vuestro aspecto seguro que os lo han propuesto- preguntó, entusiasmada, cogiendo las tarjetas- Yo soy de New Jersey, pero vivo en Japón. Cosas del trabajo familiar- hizo un ademán, para restarle importancia a sus palabras, y se pasó las manos por el pelo, colocando un grueso mechón sobre su hombro.

Y sí, supongo que tenéis razón, hemos venido a pasarlo bien. Aunque por ahora esto de la niña en el bosque y la lámpara diabólica me ha dado muy mal rollito, ¿sabeis? -suspiró- En fin... Perdonad- dijo, dirigiéndose a Louis y Henri- Ibais a contar algo. Me callo, me callo... - juntó sus manos, y se inclinó ligeramente de manera repetida, a modo de disculpa, para esbozar acto seguido una expresión de asombro al oir las últimas palabras que Louis le dirige a Keelin.

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15/03/2014, 18:00
Noor ud-Din

Alejados del grupo de jóvenes vividores, Noor movía sus babuchas al ritmo de alguna extraña letanía. El tiempo libre había sido algo que brillaba por su ausencia durante los últimos años. Incluso sus descansos y momentos a solas con sus esposas estaba escrupulosamente planificado por sus secretarias. Haber sido capaz de librarse de su trabajo durante una semana, sin la constante presencia de las estrictas carceleras, los fornidos guardaespaldas y el séquito de aduladores que le seguía a todas partes había sido algo difícil de lograr. Por eso estar allí, sentado, siendo una persona anónima más resultaba ser liberador y muy atrayente.

Fue una de las pequeñas la que se acercó. Supuso que lo hizo más bien porque el chico al lado suyo había sido el otro integrante de la comitiva, aparte de ella, que había bajado del jet acompañado por una azafata, anunciando así la condición de ambos de ser menores de edad.

Bajó la cabeza, en señal de aquiescencia, As-salāmu `alayki, Alicia, saludó a la niña. Se llevó una mano al pecho para presentarse: Mi nombre es Al-Hājj Mawlāna Hāfiz Hakīm Noor-ud-Din, canturreó en un acento exótico. Al conocer la habitual complicación de los occidentales a recordar su nombre o ser incapaces de recortarlo de una forma apropiada, decidió facilitarle las cosas. Me puedes llamar Noor ud-Din, sonrió con una dentadura imposiblemente blanca.

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15/03/2014, 18:30
Efraín Orlando Quiroz Salas

Efraín solo observa a las personas como conversan, y se da cuenta que ya se están formando grupos. Se percata que el primero y mas pintoresco es el de los "tops models" los sujetos mas guapos y las chicas más lindas del grupo, eso no lo asombra en absoluto. Aún esta un poco perturbado por lo que observó en su habitación y vió que la gente dejo de prestarle mucha atención. Lo que si era cierto es que no tenía nada que conversar por los momentos con nadie, así que decide sentarse junto a los más jóvenes del grupo para sentirse más cómodo; siempre ha estado acostumbrado a hablar con jóvenes, pues la mayoría de sus estudiantes rondan entre los 13 y los 20 años.

Se sienta a un borde de la recepción junto a los chicos (Alicia y Alec) y los saluda con un simple -Hola- y una sonrisa amigable. Junto a ellos, al otro extremo se encuentra un sujeto de barba (Noor) el cual se acababa de presentar y Efraín hace un gesto de saludo con la cabeza -Mucho gusto Noor, yo me llamo Efraín, ¿Cómo se llaman ustedes chicos?- Dice presentandose al pequeño grupo.

-Jamás pensé que hubieran permitido venir a chicos tan jóvenes a este evento- Dice a los jóvenes, -Más bien imaginé que la mayoría serían más bien parecidos a los "top models" que están ya reunidos ahí en el centro o gente como yo que lo que quería eran unas vacaciones muy económicas je- dice riendo, y es que la verdad el nunca hubiese podido costearse unas vacaciones ni siquiera cercanas a lo que están teniendo ahorita. 

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15/03/2014, 19:39
Loren Mcfly

Abajo estaba todo el mundo comentando el tema de las habitaciones. Para nada me gustaban. Cuando me acerco hacia ellos digo en voz alta: Vosotros tambien teneis una muñeca en el techo? Quien se cree que va a dormir con algo tan aterrador mirandote? La verdad que tras lo experimentado en la habitacion tenia dolor de cabeza. Mucho lujo pero inconfortable. No queria ser maleducada, pero la verda que en esos momento no estaba de gran humor. Sin duda era de los ultimos en bajar y la chachara y comentarios se mostraban. Entre ellos distingo a mi "amigo" Ben el cual me acerco a saludarle. Hola Ben, parece que a nadie le ha gustado la habitacion por lo que parece,no? Le pregunto en un tono mas calmado, pero seguia con algo de mala uva.

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15/03/2014, 19:45
Esther Grenholm

La respuesta de la chica de pelo azul no me pilló por sorpresa: ya me habría esperado algo así. Es más o menos lo mismo que hubiera dicho mi hija. Tan listilla como ella, pensé antes de disponerme a contestar. Desde luego no iba a hacerlo como una madre, ni mucho menos: había venido aquí de vacaciones, y cada cual era libre de hacer lo que quisiera.

Pero antes de que ninguna palabra saliera de mi boca el hombre que nos había recibido dio su respuesta. Y a pesar de que creía que me sentiría satisfecha, no pude evitar que me dieran un poco de pena aquellos a los que la lámpara daba mal rollo. - Bueno, seguro que no es tan difícil de desmontar... - Dejé caer con fingido disimulo cuando el hombre se fue.

No pasaron más que un par de segundos antes de que otra cosa llamase mi atención. El moro estaba con los dos chavales del grupo, y no había que ser un lince para darse cuenta de que les estaba hablando en un idioma extraño, casi con seguridad metiéndoles cosas raras en la cabeza. El sudamericano que se encontraba quejándose por el asunto de las lámparas ya había ido para allá, probablemente consciente del peligro que suponía, pero aquello podía no ser suficiente. ¿Que siempre era mejor un sudamericano que un moro? Pues sí. Al fin y al cabo sería como escoger entre un narcotraficante y un terrorista. Pero no me quedaba tranquila.

- Dame un momento. - Le pedí a la chica de pelo azul, distraída, antes de echar a andar hacia el lugar donde los jóvenes estaban reunidos con los dos hombres.

De camino a donde se encontraban me eché un vistazo rápido para asegurarme de que todo estaba en orden y no se me había arrugado la camisa después de todo el viaje, o algo parecido. Habría gente que pensaría que me estaba comportando como una xenófoba o, peor aún, como una racista, pero simplemente estaba siendo precavida. Seguro que a los padres de estos chicos tampoco les gustaría que alguien se pusiera a recitarles el Corán.

- Hola a todos. - Dije con una amplia sonrisa al llegar allí, intentando no mirar ni demasiado tiempo ni demasiado poco al moro. Sólo faltaba que se ofendiera y me enfilase a mí. - Yo me llamo Esther. - Me presenté, haciendo un gesto con las manos que me salió un poco forzado. No podía evitar sentirme un poco nerviosa. Sólo esperaba que no se notasen, y que aún si lo hacían echasen la culpa al vino. - La verdad es que el sitio es alucinante, ¿no os parece?

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15/03/2014, 19:59
Hikari Ayase

Una vez que el empleado del hotel aclaró que no era posible quitar las muñecas de las lámparas, intenté asumir que iba a tener que dormir con eso vigilándome, parecía que era importante para los dueños y una antigüedad, aun así no me gustaba.

En cuanto escuché que la chica pelirroja Keelin y la rubia Michelle hablaban de campañas publicitarias, decidí alejarme de ellas. Michelle vivía en Japón, no me esperaba encontrar a alguien aquí que se moviera en el mismo mundo, tanto mis padres como yo habíamos salido en esas revistas tantas veces, que había perdido la cuenta. Sólo deseaba que por la diferencia de edad no los asociara conmigo.- Odio a los idol- me quedé congelada cuando me di cuenta de que lo había dicho en voz alta, no quería ofender a la chica pero tampoco quería que me reconocieran, era como una pesadilla. Sin esperar a saber si me había oído, me aparté del centro y me dirigí al lateral de la sala donde estaba el chico joven  Alec con otro grupo.

-Hola Alec, ¿qué tal tu habitación? ¿Te gustan esas muñecas tan espeluznantes?- me fijé en las personas que estaban con él y me presenté.- Hola también a vosotros, me llamo Hikari Ayase, un placer.

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15/03/2014, 20:16
Keelin O’Connor

Keelin guardó en el bolsillo de la chaqueta la tarjeta que le tendió Louis, intercambiándola por una suya y dedicó una sonrisa amable a Michelle que parecía completamente emocionada salvo por el detalle de la lámpara. Después continuó escuchando a Louis, mientras se preguntaba si entre los dos gemelos sería siempre él quien llevaba la voz cantante, hasta que sintió su mirada más directa.

Los ojos de Keelin se abrieron levemente al escuchar las últimas palabras de Louis y se le escapó una risita nerviosa mientras sus mejillas se ruborizaban con suavidad. Durante un momento se preguntó si realmente el muchacho había querido decir tan directamente lo que ella había entendido, o si quizás estaba sacando de contexto sus palabras. Lo cierto es que la imaginación de Keelin ya había estado funcionando, con dos gemelos tan apuestos cerca eso era inevitable. Pero no se había esperado una invitación tan poco sutil, si es que realmente era eso lo que había sido.

Escrutó durante varios segundos los ojos de Louis antes de echar un vistazo a Henri y responder, sonriendo divertida y con las mejillas todavía sonrosadas. - En realidad, parece que hay bastantes hombres interesados en las muñecas aquí. - Dijo, haciendo un ademán hacia el resto de personas de la sala, con mayoría masculina. Después posó su mirada en la de Louis una vez más, para preguntar enarcando una ceja con curiosidad. - ¿Y de qué tipo de aficiones estamos hablando? ¿Qué más ocultáis aparte del gusto por las muñecas? 

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15/03/2014, 21:13
Alec Schnieper

Alec miraba al suelo, levantando fugazmente la cabeza de vez en cuando. No dijo nada, ni siquiera cuando el árabe se sentó a su lado, un hombre. Levantó la vista, sonrió de forma insegura y siguió esperando. No era que no le gustase el hombre, simplemente no sabía si quería hablar con él o simplemente él también había pensado que ése era el mejor sitio, así que esperó a que el hablase primero.

Sin embargo, la primera en hablar fue la chica más joven, que parecía tan tímida como él. Un hombre de origen sudamericano no tardó en sumarse al pequeño grupo que empezaba a formarse. Hola... me llamo Alec. Dijo, esbozando una tímida sonrisa mientras miraba fugazmente a la cara a sus acompañantes.

Una mujer rubia se unió al grupo, visiblemente nerviosa. El nerviosismo de Alicia y de Esther consiguió tranquilizar un poco a Alec, que por primera vez en el viaje usó un tono normal, aunque aún mantenía su habitual actitud cohibida. Es muy bonito, sí. A mi hermana le habría gustado estar aquí, es muy de su estilo. Acto seguido echó la mirada al suelo y comentó en voz alta, aludiendo al anterior comentario de Efraín. La verdad... Yo pensé que esto iba a estar lleno de niñas, no me esperaba tanta gente mayor... Pensaba que iba a ser de los mayores, al fin y al cabo era una exposición de muñecas y eso...

El rubio se puso visiblemente rojo e intentó enmendar lo que él consideraba una enorme torpeza. Que no quiero decir que las muñecas sean cosa de niños ni mucho menos, es solo que... Nose, creía eso. El nerviosismo del joven fue en aumento y se percató de que no sabía como seguir así que miró al suelo.

Por suerte Hikari se acercó, justo a tiempo para sacarle del embrollo. Oh... pues la habitación está bastante bien, gracias. Dijo apresuradamente, agradecido por el cambio de tema. Aunque la muñeca me da bastante mal rollo... 

La mirada de Alec volvió al suelo, avergonzado. Mierda... Ahora se pensarán que soy un gallina, que me dan miedo unas muñecas. Eres tonto, Alec.

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15/03/2014, 21:31
Nathaniel Kingsley

Bajo con una gran sonrisa en el rostro de su habitación, a tiempo de escuchar las quejas sobre la lampara con forma muñeca. A él le había encantado la verdad, aunque si reconocía que necesitaba un cambio en su vestido, no era para nada apropiado... y quizás una restauración, porque madre mía, pobrecitas con esa cara que tenían...

Como sea, se mantuvo mucho tiempo solo, sin saber con quién charlar, la verdad es que no veía con quien congeniar, y eso empezaba a aburrirle un poco. Quizás tendría que volver a su habitación, pero quizás tendría que hacer el esfuerzo.

El grupo más variopinto fue donde estaba el pequeño rubio, el moreno, el tipo de lentes, y la mujer rubia... Una conversación era una conversación después de todo.

- Saludos... Mi nombre es Nathaniel... Vaya viaje, ¿no?- Les dedica una sonrisa amistosa, mientras mete las manos a los bolsillos. Entonces Alec toca el tema de las muñecas y la habitación.- Yo reconozco que soy un fanático de las muñecas como arte, un gusto inculcado por mi madre... Incluso tengo una colección que me ha costado una gran suma, pero bueno... No lo sé, la lampara me ha gustado realmente, aunque podrían haberle dado un vestido más mono y tener más cuidado con su cara... No quiero ni imaginarme lo que paso durante la instalación.

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15/03/2014, 21:53
Efraín Orlando Quiroz Salas

-Hola Nathaniel, hola Hikari, Esther, mucho gusto- Responde el saludo sonriendo -La verdad es que es cierto lo que dice Nathaniel, la mayoría de los que coleccionan este estilo de muñecas son gente con capital para hacerlo. Respecto a la muñeca en el techo Alec, realmente me parece curioso. Es tétrica y esta en una posición que me da a pensar que fue puesta ahí con un propósito diferente al de asustar a la gente... Pero eso es lo que lograban al vestirla así y ponerle un rostro descuidado, yo pensé que sería algo de solo mi cuarto, pero esta en el de todos- Dice con una cara más tranquila que cuando bajo, al menos no era el único que tendría que soportar la mirada penetrante de una muñeca sobre su cabeza al dormir.

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15/03/2014, 22:26
Hikari Ayase

Parecía que todos opinaban más o menos igual de las muñecas de las habitaciones, la verdad es que más que parecer entrañables asustaban. Noté que Alec no sabía muy bien cómo reaccionar, al fin y al cabo era un adolescente.

-A mí la muñeca me asusta, no sé cómo voy a poder dormir con eso vigilando. Casi me da algo cuando me tumbé para probar el colchón y la vi ahí mirándome. En Japón hay muchas historias de terror sobre muñecas y, esa lámpara, las refleja todas. En realidad me vendrá bien, estoy aquí para conocer un poco el mundo del coleccionismo y las muñecas, tengo que preparar una película que se desarrolla en una tienda de muñecas tradicionales y como es de terror así sabré de primera mano cómo enfocar mi papel. Me pareció que este viaje era una gran oportunidad para hacer un buen trabajo.

Me pareció interesante contar con un verdadero coleccionista en el grupo, seguramente sus opiniones y su experiencia me vendrían muy bien.

-Por lo que he ido investigando del mundo del coleccionismo, efectivamente resulta caro, las buenas piezas deben ser costosas, me parece una afición muy interesante. Tal vez Nathaniel, podamos charlar en algún momento sobre tu colección, me sería de gran ayuda.

-Hasta ahora pensaba igual que tú Alec, que las muñecas eran sólo juguetes de niñas, pero es increíble la cantidad de gente que las colecciona. Me arrepiento de haberme deshecho de las que me compraron mis padres en sus viajes, había algunas increíbles, pero cuando crecí consideré que era demasiado mayor para tener juguetes. Una lástima.

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15/03/2014, 22:40
Amanda Hopkins

Amanda ya se había presentado, pero al ver que la mayoría lo hacía, hizo lo mismo, por si no la habían oído.

-Hola a todos, mi nombre es Amanda Hopkins, y estoy de acuerdo con Hikari, hay mucha gente adulta que colecciona muñecas, y algunas de ellas valen una fortuna. Aunque bueno, las de las habitaciones son demasiado tétricas para mi gusto.

Y para el de cualquiera, pareciera que se iban a levantar en cualquier momento. No sabía si podría dormir con los dos ojos cerrados con esa cosa cerca.