Partida Rol por web

Se me rompe el alma cuando dicen de quemar nuestras cosas favoritas, incluidas mi pobre Stinky. ¿Quién no puede conmoverle esos ojitos de psicópata adorable?

Esto es duro, pero ver cómo las demás se desnudan me anima un poco. El conjunto de Beth le queda genial, se ve muy sexy. "Aguanta Jessy, has venido aquí precisamente por esto, tienes que entrar en HOTS como sea", me digo mentalmente. Y esas palabras mentales me llenan de determinación.

Empiezo a desnudarme y me pongo el conjunto blanco de Victoria Secret (porque fijo van a quemar mi camiseta del pollito... snif), y echo mano de mis zapatillas Nike para que Sadie haga lo que tenga que hacer.

Que casualidad, ahora debían todas de correr en pelotas, (Porque ir en ropa interior es lo mismo que ir desnuda), por toda la maldita manzana. No es que le diera vergüenza ni nada, ya que tenía un cuerpo atlético con 0 de grasa y 0 de celulitis, no como esas hermanas de satanás, que debían de tener solo hueso y pellejo, de tanto vomitar entre comida y comida.

-Pues ale- comentó tras desvestirse y ponerse las alpargatas.

-Lista estoy-

Darcy miró con lástima sus pantalones antes de entregarlos. Novecientos dólares tirados a la basura ..¡¡Ella era una adolescente!! Necesitaba esos pantalones. Pero también necesitaba entrar en HOTS. Aquellas furcias la estaban poniendo de mala leche, pero al menso CHannel no había querido que corriesen en bragas...aunque estaba claro que no le había hecho mucha gracia sus conjuntos divertidos. De hecho habían sido tan impactantes que no habían mirado ni siquiera los clásicos y sexies... Pero solucionaría todo aquello.

Darcy se pusó un bonito sujetador, dispuesta a redimirse ante los ojos de sus hermanas y las guarribragas. Pero había algo con lo que no había contado la gemela pelirroja...y es que con las piernas cerradas o en movimiento no se veía la parte más impactante de las furcibragas. Además, dependiendo de a quién se pegase, seguro que lo pasaba peor que ella por la incomodidad. A no ser que fuese Kim, claro, que ya se conocían. 

Los maromos bomberos habían venido a extinguir fuegos y para eso antes había que causarlos. Cogieron todas las cosas que Luzbel les indicó y las cargaron hasta el jardín frente a la casa HOTS, para apilarlas. Sadie les siguió de cerca, no para ver cómo movían esos prietos culos dentro de aquel uniforme que dejaba a cualquier mujer con ganas de hacerse modista de trajes de saliva, no. En realidad la veterana tenía más interés en ver cómo ardían todas las cosas. Sacó un zippo y se agachó para tratar de prender el montón, algo que no consiguió a la primera y un bombero tuvo que ayudarle, mientras otro la asistía secándole el sudor.

Encender fuego era TAN difícil y TAN cosa de hombres, por eso ellos hacían las barbacoas. Eso venía siendo así desde que se inventaron las barbacoas, allá por los tiempos de Carlomagno o cuando quiera que fuera que se inventara el fuego. No nos íbamos a poner exquisitos.

-Esto ya está...- informó a las otras veteranas, pero sus ojos estaban fijos en cómo el fuego hacía brillar aquellos cuerpos hercúleos y descamisados. -Ahora que corran o algo- hizo un gesto con la mano de quitar importancia, para luego ponerse a enrollar un mechón de pelo en uno de sus dedos. -¿Sabéis que esta noche hay fiesta de pijamas? Quizás podrías venir a apagarme un fuego, o darme tu número en caso de que algo salga ardiendo- y por ese algo seguramente se refería a sus bragas y no en sentido literal. Porque bueno, había bragas ardiendo... Y se podía confundir... Pero las bragas de las veteranas no se iban a quemar (una tiene que aclarar que luego pasa que las rubias no se enteran).

A las veteranas que no estaban admirando hombres, les esperaba un carrito de golf para seguir en primicia la carrera.

Asiento aprobatoria ante la intervención de mi hermana. Aunque sigue siendo un puto chasco el modelito que lucirán para la carrera. Había imaginado algo más humillante que eso. Así sólo se lucirán delante de los tíos del campus y en las próximas fiestas querrán bajarles las bragas en manada. Bajarselas más a que mí, que no iba a enseñar nada (ahora) y eso me hacía sentir un pinchazo de celos en el hígadillo. No me gusta que me pasen por encima en ningún sentido. Y en ninguno, es en ninguno...

- Menuda mierda...No se le ve nada - señalo las cutre-bragas de la morena gorda. Solo parecen unas bragas de plasticote del chino. Cosa que llevan como que muchas pobretonas, entonces tampoco sería impactante. Niego con desaprobación mientras me cruzo de brazos, y Sadie guía a los bomberos hasta donde debe hacerse la pira de purificación. Tenía mis serias razones para pensar que era bollera, pero esta furcia obtusa a veces me desconcierta un poco...Mira como devora con la mirada  a los bomberos. Mis bomberos, todo sea dicho...Porque, que pensara casarme con el médico, no implica que no pudiera darme algún caprichito eventualmente. 

Voy saliendo con contoneo Monroe para el coche de golf. Era divino. Lástima que fuera a estar encabezado por un lider que a últimas mostraba tales signos de flaqueza. Voy a sentarme a un lado, mientras que con un chasqueo de dedos hago que un bombero me traiga una pamela para proteger mi piel de ángel del sol. Ya quisiera la reina de Inglaterra lucirlas tan bien con su coño reseco.

Veo como los bomberos hacen algo... "Queman tus conjuntos favoritos..." me recuerda mi voz interior, pero no la oigo porque estoy ocupada segregando baba como el perro ese... Flufi, el caniche de la vecina que siempre está intentando tirarse a todo lo que se mueve.

Lo uniformes deberían estar prohibidos... y las mangueras, sobre todo las mangueras.

"Correr, céntrate, había que correr..." Ya bueno, si eso es lo que querría yo ahora mismo, pero en lugar de eso me toca echar una carrerita

- Pues venga, terminemos con esto. 

Total, de todo lo acontecido hasta ahora, una carrera en ropa interior (con la que estoy divina y, al fin y al cabo, aquella calidad era para enseñarla) no era lo peor. Tenía el ánimo muy alto por haber ganado la prueba de la limpieza e iba a darlo todo en esta. Me coloco en posición, esperando a recibir instrucciones o que dieran la salida.

-¿Que, como¿- se quedó pasmada Kimber, mientras la gótica y Mary Ann salian a correr.

joder, ya no las alcanzo...

...Bueno, a la gótica sí, que es una inutil y no ha corrido nunca delante de la policia...  le dio un pasón a Bethany, satisfecha de saber que no iba quedar última, y por lo tanto, no recibir 'el premio' para la perdedora.

Cuando oyó la señal, Darcy salió disparada. Bueno, todo lo disparada que podía con una zapatilla unida a la zapatilla de otra chica. La joven y dotada morena no tardó en correr con agilidad, utilizando a ratos una sola pierna para ello, para así equilibrarse. Todo iba bien. Si alguien se ahostiaba no sería ella...lo cual era un alivio, pues caer sobre sus dos globos era cualquier cosa menos indoloro. 

Me pongo mi conjunto blanco algo triste por la pérdida de mi pobre Stinky, hasta que me fijo en lo bien que le quedan los conjuntos a las demás. Me distraigo por unos segundos mirando el conjunto de Beth (madre mía, le queda genial) pero reacciono y termino de prepararme.

Sadie ata mis cordones de forma que me limita la movilidad . Y toca correr así... por fortuna de pequeña participé en más de una carrera así y gané la mayoría de ellas. Y se notó cuando corría como un pingüino campeón olímpico de marcha, yendo a toda velocidad dejando atrás a la mayoría de mis compañeras aspirantes y yendo a la par con Mary Ann.

Las gordas se pusieron sus galas de hacer la calle y Luzbel lamentó no haberles obligado a ir haciendo el pino en bola picada, o al menos ponerles bragas de abuela. Porque la cuestión es que a pesar de todo no iban del todo vomitivas, a excepción del bicho raro aquel. A sus ojos todas estaban fofas y blandas, pero menos de lo que pensaba.

-Vuestra amiga la mórbida os ha robado la celulitis, pero no toda por lo que veo -comentó-. No nos gustan las gordas en HOTS. Las que no entréis en la fraternidad podéis culparla a ella, por no haberos robado lo suficiente.

La mórbida se puso esas bragas de coño vuelto y daba como que asco de verla. Tenía tantas mollas que era como si su cuerpo engullera las bragas y ese papo de juguete desapareció entre sus muslos. Luzbel casi podía escuchar el roce carne con carne de esos muslacos en los que era imposible un thigh gap ni llamando a media fraternidad de frikis de ingeniería de caminos. Se estremeció de grima.

Se había deleitado viendo arder las prendas más preciadas de las candidatas. Había algo intrínsecamente dulce en quemar las cosas de los demás. Pero Luzbel tenía la cabeza en otra parte. No dejaba de mirar su móvil y casi ni prestó atención cuando Sadie les ató los cordones.

-Nos reiremos cuando os caigáis de boca. Aquí va a haber rodillas peladas... pero seguro que estáis acostumbradas a eso. ¿Verdad?

Y dale a mirar el móvil. Se subió al carrito de golf al lado de su hermanísima. Esperaba que, al menos, la diversión de ver algún diente roto contra un bordillo pudiera contrarrestar eso de ponerse al sol.

Channel ordenó a Sadie que condujera el carrito, se sirvió un refresco de limón (de esos sin caloría alguna que tenían en el frigorífico de la hermandad) y se sentó en el carrito de golf para ver la carrera de las novatas mientras hacía fotos con el móvil.

—Vamos novatas, moved esos culos... —en el fondo, les hacían un favor, igual que las novatadas que habían sufrido ellas en años anteriores. Todas eran presentables en ropa interior... bueno, todas no. Había una que... en fin. Pero harían que el resto de hermandades rabiaran y que los hombres del resto suspiraran por ellas. Si las novatas eran así... ¿Cómo serían las veteranas, que tenían un año o dos más?

Casi al final, cuando ya estaban llegando, les dio más indicaciones —¡Novatas! ¿Veis ese trozo del jardin, que parece barro húmedo y no hay nada plantado? Hemos escondido ahí una llave. La que la encuentre... ¡Tiene casi segura la entrada! 

Apuntó quién era la última que llegaba, de todas maneras, esa tendría que sufrir. 

—Chicas... vamos a las mangueras, ya lo embarramos todo, ahora toca que ellas se ensucien... y nosotros vemos si las limpiamos. 

Mensaje de texto a los bomberos, cuando están a punto de salir (o antes si van a quemar las cosas).

SALVAD ESE PELUCHE NEGRO DE MOFETA, GUARDARLO EN VUESTRA TAQUILLA DE BOMBEROS Y MANDADME UNA FOTO DE ÉL A ESTE MÓVIL. 

La carrera empezó ella lucio pamela como una queen. Es lo que era. Para mi decepción-alegría, la gótica estaba perdiendo y no sabía que sentir exactamente. La última perdida se redimía y se situaba en cabeza, junto a la pintora de pollas. Eso la disgustaba. No lo primero, sino lo segundo. Le hubiera gustado verla caer y lacerar su bonita cara.

Oscuros pensamientos pasaban por mi mente cuando algo vibra en mi pantalón y paso a prestar atención a eso. Dejo de escuchar a Channel, su minuto de gloria por lástima. Alguien tenía que anunciar lo que venía ahora y  yo estaba ahora un poco ocupada atendiendo mi Iphone Dluxe.

- Ah, claro... - me pareció que Channel les decía algo, pero sonó como un eco y opté por dar la razón como a los locos.

Te llega la foto que pides.

Mary Ann parecía haber aprendido una valiosa lección con la depilada cejil, pues comenzó a correr como el viento Perdigón dejando a las otras chicas atrás. Jessica vio bragas negras y se puso a seguirlas de cerca, tan cerca como puedo y así acabó pegada a la primera animadora. Aquellos glúteos perfectamente definidos no debían pasar hambre, ella se encargaba de cerca que así fuera.

Darcy pasó a su bestie por el lateral, podían ser muy amigas, pero amaba mucho más sus cejas. Kimberly tenía práctica en correr delante de la poli, pero cuando no hay poli, faltaba ese subidón de adrenalina que daba ese empuje final. Pudo adelantar a la gótica, pero quedó cuarta en aquella carrera. Cerrando filas estaba Beth, que no podía correr más. Puede que su ropa interior fuera divina, pero no era lo mejor para dejarte correr con soltura.

Al comenzar las chicas a correr en bragas, de inmediato se formó un público en la calle. Nadie sabía de donde venían, pero tenían PANCARTAS. Gritaban, aplaudían y abucheaban a las chicas por igual. Coreaban sus nombres, pero muy por encima coreaban el nombre de Channel, obviamente. La reina debía ser atendida aunque no formara parte de aquella competición, porque era gracias a ella que estaban viendo bragas, culos y melones saltando.

Las chicas llegaban a la meta, con una clara perdedora ya. Fue cuando Channel les dijo que se metieran al barro a buscar... ¿una llave? ¿Esto estaba en el guión? ¿Una llave de qué y para qué? Esto no tiene sentido... Ajá... Ajá... Vale... ¡¡Una llave!! ¡Ahora las chicas debían revolcarse cual Pepa Pig por el barro a buscar una llave!