Partida Rol por web

Dante tras izar su corpachón y pasar al otro lado del muro se agazapa y sigue a sus compañeros, tras dar unos pasos desenvaina su espadón  por lo que pueda pasar.

Adriel pendiente de bajar pudorosamente no se esmera mucho en el sigilo

Una vez que entráis en el Rego Cader, moveros por él no es demasiado problema. Sí que veis cierto movimiento en el barrio pero, gracias a las oportunas intervenciones de Durzo y Medea conseguís moveros de forma que nadie se percate de vosotros. En alguna ocasión, alguien se gira a miraros, pero no parece haber problemas.

El estado del barrio es bastante lamentable. Edificios en mal estado, fogatas por aquí y por allí indicando que hay gente viviendo y mucha suciedad. No os extraña que esto sea un cubil ideal para bandoleros, goblins y demás calaña.

En poco tiempo llegáis a la zona del norte y un par de perros ensartados en sendas picas os indican que estáis cerca de vuestro objetivo.

De pronto, Medea detiene el paso de Durzo al ponerle una mano sobre el hombro al tiempo que eleva la otra para avisar al resto del grupo.

-Allí--susurra, indicando el lugar con un gesto de cabeza--En aquel edificio. ¿Lo ves? Hay un par de trasgos haciendo guardia. Todavía no nos han visto.

Está claro que la visión de la joven es excepcionalmente buena a pesar de la oscuridad. 

Efectivamente, en cuanto Medea os hace pararos y miráis en esa dirección veis un par de goblins haciendo guardia delante de un edificio en ruinas. No parecen haberos visto.

Pegado a una de las paredes del callejón, y sin dejar de mirar a los goblin Tendremos que anularles sin que se den cuenta. me giro hacia Adriel ¿podria dejar fuera de combate a los dos?, yo podría encarme de uno, y alguien podría disparar con mi ballesta este virote con la esperanza de que caiga dormido el otro. me giro para mirar al grupo ¿Alguna otra idea? ¿qué opción preferís?

- Lo ideal seria tener una solución redundante, es decir tu ataque, la ballesta y algo más. - se encoge de hombros - pero la verdad es que yo, en esto no voy a ser nada útil, excepto para cubriros si falláis.

Yo lamentablemente no he cubierto esta situación, y no tengo ningún conjuro de dormir... Pero la opción de las ballestas creo que es buena...

Adriel, tu disparas bien  dice el guerrero recordando la destreza de la elfa con el arco  espera hasta que Durzo ataque al primero, así si el tuyo no cae por el virotazo tendrá cerca a nuestro amigo para que le de el golpe de gracia, Jarl y yo estaremos atentos por si aparece algún otro goblin.

- Quizás pueda dejarlos dormidos, no suelen ser seres de voluntad muy fuerte, pero no vendría mal que tuvieras preparado ese virote especial por si alguno se me resiste. - la elfa mira a Durzo y luego al resto de sus compañeros antes de empezar el conjuro para dejar dormidos a la pareja de goblins guardianes.

Asiento a Adriel Está bien, dispararé yo el virote. digo recogiendo de nuevo la ballesta. Espera a que pueda acercarme un poco más.

Durzo se acerca sigilosamente y le hace una señal a Adriel. La elfa comienza a conjurar y cuando termina, los dos goblins están roncando a pierna suelta.

Adriel ve caer los cuerpos inconscientes - hecho - dice mientras sonríe y traza los gestos de otro conjuro - gaem oumarr - el aire palpita a su alrededor mientras la armadura mágica se amolda a su cuerpo.

Al ver caer a los goblin, no puedo evitar sonreir Vaya dos mujeres, madre mía. pienso mientras miro hacia todos lados, en busca de más centinelas.

Acto seguido, hago un gesto con la mano al resto para que esperen mientras me acerco entre las sombras y en completo silencio hasta la puerta, intentando oir algún ruido o conversación que delate a más guardianes.

Por un segundo, Medea iba a seguir a Durzo, pero el gesto del pícaro la detiene en seco.

-Sí, será mejor que vaya él solo a echar un vistazo.

-¡Buen trabajo, Adriel!--felicita en voz queda la joven del tatuaje a la eficiente maga elfa.

Jarl espera a Durzo sonriendo satisfecho.

- En cuanto diga que este libre, nos llevamos a estos dos para interrogarlos. - comenta en voz baja - Corremos el riesgo de dar la alarma, pero la verdad prefiero tener la máxima información posible.

Adriel sonrie ante las palabras de elogio de Medea - dos minutos - dice en voz baja enfatizando las palabras con dos dedos alzados - estarán dos minutos inconscientes.

Dante desenvaina el cuchillo y espera la señal de Durzo de que está todo despejado para dirigirse con cuidado hacia los goblins, sus intenciones están claras, quiere dejarlos dormidos para siempre.