Partida Rol por web

- Parece que hay uno inteligente en la camada - dice la elfa en común señalando al goblin - ¿creeis que nos puede ser util? - trata de aparentar ligereza en su tono de voz, pero gira la cabeza alrededor pendiente de las puertas y posibles entradas. Con todo el jaleo que hemos armado puede que vengan más goblins a ver que ha pasado piensa.

Dejando el interrogatorio para sus compañeros más experimentados en ello que la maga, se dirige hacia el guerrero - Dante, ¿te encuentras bien? - la voz denota preocupación - mierda, las mordeduras de los hombres-rata pueden ser contagiosas. Mejor será que Seltius le eche un ojo a esa herida.

-¿Y qué hacemos con ése?--pregunta crispada la alquimista chelaxiana haciendo referencia al cautivo. Está claro que el trato que los trasgos dispensan a los perros le enoja sobremanera.

Cuando barbablanca cae, miro al goblin que queda para rematarlo, pero cuando tira las armas, bajo los hombros y alzo las cejas. A continuación, limpio mis armas mientras miro a Dante ¿Estás bien compañero? lo cierto es que se defendía como una puta rata acorralada. digo mientras rebusco en el cuerpo del licántropo.

Mientras estoy rebuscando, señalo al otro goblin Quizás le podríamos utilizar para que divulgara que ahora, en esta ciudad, no estará permitido ni robos ni asesinatos de gente inocente.

Durzo registra a los goblins y al hombre rata mientras el resto seguís hablando sobre el asalto.

Adriel ofrece a Durzo su arco corto junto con veinte flechas con punta de plata y otras catorce normales - por si acaso extendió la maldición. Las flechas con punta de plata llevan plumas de cuervo negras, fáciles de distinguir al tacto. - mira a Dante algo preocupada - aquí no puedo hacer mucho mas por ti, pero una vez salgamos procuraré conseguir te algo de belladona. Tengo entendido que ayuda en estos casos.

- Creo que deberíamos de continuar, mejor no darles mucho tiempo para que se organicen ¿no?

Comienzo a recoger todas las cosas y guardarlas en un saco, dejando a un lado la armadura. Cuando Adriel me deja su arco y flechas, la miro fijamente ¿Seguro que no las vas a querer tú? digo mientras me las pongo al hombro Bueno, de todas formas, si las necesitas, yo las tendré.

Acto seguido, vuelvo a mirar la armadura, me giro para mirar al resto Adriel, no. Jarl y Dante claramente no. Seltius tampoco. Medea...ummm ¿qué llevará debajo de su blusa?

Al oir a Adriel, me levanto señalando a Dante ¿Acaso crees que estará infectado? ¿qué quiere decir exactamente eso?

Me giro para contestar a Durzo que aún me ofrece el arco y las flechas. - Tranquilo, esta vez he venido preparada con un conjuro menor así que hasta que salgamos puedes quedartelos.

Trato de detectar magia, en los objetos que ha encontrado el picaro, quizás alguno de sus enemigos tenía algun objetos especial o quizás algun objeto del hombre-rata estaba maldito como él.

Mientras Durzo registra a los caídos, Medea vigila con cara de malas pulgas y a punta de lanza larga al trasgo prisionero.

Dante, deja que te ayude. Aunque de momento no pueda hacer mucho más, al menos que las heridas no se abran y dejes de sangrar. No tienen buena pinta, no queremos que se te infecten, y menos en las alcantarillas, con las enfermedades que puede haber aqui.

Despues envaino la espada, saco el símbolo y lo muestro mientras entono una larga plegaria. Unas ondas de energía positiva llenan la estancia, restableciendo las heridas.

El resto del sótano no tiene mucho más. Hay una entrada a las alcantarillas por donde debe haber huido el otro goblin pero sería fácil dejarla cerrada. Es más que probable que la muerte de su líder acabe con el incipiente grupo...

Se nota que Jarl esta visiblemente relajado.

- Ha salido bastante mejor de lo que esperaba. - comenta como si no acabará de creérselo - Bueno, creo que debemos volver a casa, descansar y después podemos intentar solucionar lo de los bandidos.

Dante permanecía en cuclillas agarrándose el costado y callado ante los comentarios de sus compañeros, el ataque del hombre rata le había dejado con serias dificultades para respirar.

Tras el conjuro de Seltius se incorpora y le mira con agradecimiento  gracias por vuestra preocupación dice a los demás  pero creo que Seltius ha hecho un buen trabajo, me encuentro bien, ahora será mejor volver a un lugar seguro, no hay por qué ser tentar a la suerte  Dante limpìa su espadón sobre la piel del hombre rata y mirando a Adriel ya me dirás que es eso de la maldición, yo no soy muy supersticioso, pero me gustaría saber a qué te refieres.

Hago un gesto de preocupación, contrariado...

Chicos y chicas... ¿Estáis seguros de que debemos volver? Donde hay una alimaña, siempre hay más... Quizá haya más goblins y hombres-rata en las alcantarillas, y si es así, no hayamos arreglado nada... ¿No creéis?

- No - contesta Jarl alarmado- Seguro que hay más goblins, pero no hemos venido a exterminar una raza, hemos venido a eliminar a un jefe criminal y su banda para proteger la paz de la ciudad. Sigo sin estar nada orgulloso de lo que hicimos en las alcantarillas al huir de cierta reunión. - añade en un tono más hosco.

- Vaya, la verdad es que yo también estoy sorprendida, sinceramente esperaba que se abriera alguna puerta y verme inundada de goblins, ya se sabe que esos cobardes solo ganan valor cuando aumenta su número. - aún escamada mira alrededor en busca de puertas secretas o algún escondite donde el jefe de los goblins pueda haber escondido el producto de sus mas fructíferas fechorías

Con aire distraido mientras revisa los recovecos de las salas va hablando a Dante - Seguro que habrás oido hablar de los hombres-lobo Dante, pues estos son... unos parientes sin tanto glamour, los bardos no componen tantas baladas sobre la gente que se transforma en hombre-rata, pero el principio es el mismo. Lycantropía, con la luna las personas infectadas con esta maldición se tornan en seres mitad humano, mitad bestia. La belladona ayuda a combatir esta maldición, hay gente que al ser mordida por uno de estos seres queda infectada, otros consiguen resistir y no quedar contagiados. Sugiero que mas vale pecar de prudente y no arriesgarnos, cualquier ayuda es buena.

Cuando oigo a Adriel, la miro con cara de tonto antes de exclamar ¡Pues claro, el botín tiene que estar por algún lado!, seguro digo mientras comienzo a buscar posibles escondites, comenzando por la pared más alejada de la entrada.

Mientras rebusco sigo hablando No creo que hubiera mucho más. Oímos acerca de una banda de goblins, no un ejército. Y sinceramente, con ese hombre rata en la banda no me extraña que les tuvieran miedo

-Belladonna, belladona... ¡Vaya! Creo que no llevo encima--se lamenta la joven alquimista sin despegar ojo del trasgo que tienen por rehén--Lo siento. Aunque podría conseguirlo de ser necesario.

-Es un tipo de veneno que daña el vigor físico, pero que al mismo tiempo constituye un socorrido remedio contra la licantropía. Tiene otros usos conocidos, como en la mezcla necesaria para el ungüento volador o como componente de conjuros. 

- ¿Durán mucho esos efectos sobre el vigor físico? - pregunta Jarl con frialdad.