Partida Rol por web

Crónicas Giovanni: La última cena

2.2 Somos la revolución

Cargando editor
09/02/2020, 00:00
Hardestadt

A la noche siguiente, Roderigo os convoca y os lleva ante Hardestadt, el cual os espera en una habitación llena de mapas militares marcados con rutas comerciales y fronteras vampíricas.

-Sois débiles, ingenuos e inmaduros, pero hay poco que nosotros podamos hacer para corregir estas características tan poco recomendables. De todas formas, os ayudaré inconmesurablemente en vuestra persecución de los conspiradores. Escuchad atentamente, pues me pongo... furioso... si me veo obligado a repetirme.

Claudius y su Conspiración de Isaac se reúnen en diversos lugares, apiñandose para tramar sus planes como los granujas y vagabundos que son. Creen estar seguros en sus pequeños refugios, pues están acostumbrados a escurrirse como las ratas cuando llegamos. Y, como las ratas, raramente se temen unos a otros -hace una pausa para contemplaros y tomar un sorbo de sangre del criado más cercano antes de continuar-: Por tanto, os presentaréis ante los anatema en la Posada del León, donde de acuerdo con mis informantes suelen esconderse tras haber sido expulsados de algún nido más confortable.

No intentéis un asalto frontal contra los anatema, pues no tenéis esperanza de derrotarles. En su lugar buscad la paz. Presentaros ante ellos y rogad que os acepten. Decid a los viles traidores que escapasteis de mis garras derrotando a Roderigo: llevadle con vosotros como prueba y decid que está Dominado, pero no dejéis que le maten por haberles traicionado. Explicad a los conspiradores que los habéis encontrado ordenando a Roderigo que os llevase a todos los lugares donde los hubiese visto.

Observad y descubrid cuanto podáis, especialmente cuando planean atacar a Japheth, y decídmelo. Y, si podéis, destruidlos, uno a uno. Esto eliminará la carga que vuestros sires pusieron sobre vosotros en el momento de crearos.

Cargando editor
09/02/2020, 03:06
Anna Katarzyna Zaleski

Las respuestas de Roderigo dejaron varias cosas claras, otras que no, seguramente porque ni él mismo disponía de los conocimientos para explicarlo todo. Para empezar, y si le había entendido bien, Dobrich si se había convertido en mi hermano, las formas en que podrían matarnos eran bastante "básicas", si exceptuábamos al sol, lo que nos definitivamente nos obligaría a vivir en la oscuridad... como los demonios en que nos habíamos convertido, sin importar que prefirieran llamarse a si mismo vampiros o vástagos. Por otro lado, esas "tradiciones" sonaban como los diez mandamientos y podía entender cierta poesía retorcida en que tuvieran el extraño honor de dedicarlas al primer asesino de la historia.

Además explican el comportamiento de Hardestadt.

En realidad, prácticamente las confirmaba todas. El por qué se había molestado tanto con mis respuestas o por qué se creía con autoridad para castigarnos, e incluso eliminarnos, pero si nos mostrábamos compungidos e implorábamos su perdón, entonces había muchas opciones de que decidiera ignorarnos en favor de su auténtico enemigo.

En el fondo solo debemos comportarnos, pero extremando las precauciones.

Con esa idea en la cabeza, me sabía capaz de desenvolverme en este mundo, regresar con mi familia o incluso tomar la justicia que buscaba. Todo ello era cuestión de tiempo e iba a disponer de ello si me manejaba con cuidado. Y en cuanto a las cosas que no encajaban, había una muy clara. El cochero había asegurado que Mariana también había sido capturada, pero era llamativo que no estuviera con nosotros. Que hubiera sido torturado como nosotros. Seguramente aquella chica fuera la única que podía ver la situación con nuestros mismos ojos, pero era pronto para saber en qué bando estaría, porque si, aquí íbamos a tener grupos enfrentados. En cualquier caso la ronda de preguntas parecía haber acabado hasta la noche siguiente y ya me había decidido a no apresurarme.

Desgraciadamente los catres en los que nos dejaron no podían ser más incómodos. Cierto que ya no esperaba mucho de la hospitalidad de nuestro anfitrión, pero jamás había pasado una noche tan escasamente reconfortante, bueno, día en realidad. Por eso cuando Roderigo regresó para despertarnos y llevarnos con Hardestadt, aún me sentía tan cansada. Afortunadamente ya no sentía tanta molestia por los ruidos, de ahí que me quitara los trozos de tela de las orejas y antes de presentarnos ante nuestro "amable" anfitrión.

Cargando editor
09/02/2020, 10:26
Bilyana Strakovski

Quedo profundamente pensativa con las respuestas de Roderigo. Hay cosas que entiendo, otras que no y otras que van en contra de lo que quieren que hagamos.

Finalmente terminamos snte Hardestadt de nuevo, y escucho sus mandatos. Entonces me adelanto.

Perdone, señor Hardestadt. Ayer su aliado nos estuvo contando de las tradiciones. Y, si no recuerdo mal, hay dos que afectan a este asunto.

La primera habla del respeto a tu antiguo... algo así. Aquí mi duda es: ¿entendemos por antiguo un vampiro antiguo o se refiere a quien nos creó?

La otra es más importante, pues habla sobre la extinción y dice que solo un antiguo puede determinar la necesidad de extinguir a otro. ¿Debemos asumir pues que tenemos ese privilegio otorgado por usted?

Por lo demás, de mi parte, el plan está claro.

Cargando editor
09/02/2020, 11:53
Nezayem Vaduva

Durmió como siempre lo había hecho, como la infante que era -y sería por siempre-. Sin embargo antes de que cayera la noche despertó, y no pudo evitar dar vueltas y vueltas en su catre. Pensaba en todo lo acontecido, y en cómo ahora vivía inmersa en los mitos que el hombre había creado, y que no eran sino bosquejos certeros de la realidad. Y en las Tradiciones, de las cuales sabía a ciencia cierta que violaría una de ellas...

(...)
Hardestadt era un líder entre los suyos. Ignoraba cuáles eran las jerarquías, pero estaba convencida de que si alguien podría ordenar lo que Roderigo llamó 'caza de sangre' era él. Y sinceramente, no la importaría destruir a ese Gabrin con sus propias manos. Estaba en mitad de una guerra civil de la que desconocía todo, pero tenía claro que nunca estaría del bando de quienes disfrutaban con la muerte de niños y adultos inocentes, como si no fueran más que animales, pues así habían tratado a su propio pueblo durante siglos

Bajó la vista hacia sus manos. Esos dedos finos, hábiles, estaban acostumbrados a introducirse en los bolsillos ocultos y no a rodear un cuello. Su condición era la que era, y debía fortalecer sus otros dones. Notaba un poder innato que no sabía controlar, como si pudiera doblegar la realidad a voluntad. Cerró los puños, pálidos y pequeños. Estaba lista para cumplir con su cometido e interpretar su papel. Y pocos sabían hacerlo con la misma naturalidad que ella

Cargando editor
09/02/2020, 12:14
Piero Mantegna

Había escuchado las explicaciones de Roderigo acerca de nuestra actual naturaleza y respiré aliviado de saber que al menos no tendría que convertirme en un ser monstruoso como lo era ahora Pietro. Cada clan vampírico parecía tener sus propias ventajas e inconvenientes y me alegraba saber que no me convertiría en un ser tan repulsivo a la vista, aunque por otra parte no podía menos que sentir lástima por el estado de Pietro. La belleza lo era todo.

El cochero nos había explicado cuáles eran nuestras debilidades, cómo podíamos morir o resultar heridos o las distintas tradiciones que seguían aquellos vampiros. Dándole vueltas a lo que nos había contado, procedí a descansar en uno de los catres hasta que Hardestadt nos hizo llamar.

Escuché en silencio la información que Hardestadt nos proporcionaba. Aparentemente Claudius Giovanni y sus conspiradores se hallaban en la Posada del León, donde tendrían que reunirse con ellos y pedirles que les aceptasen con la esperanza de que no pensaran en ellos como espías enviados por Hardestadt. No teníamos elección, pero en cierto modo sentía que tampoco la necesitaba. Quería tener cara a cara a Wenceslas y vengarme de lo que me había hecho, de en lo que me había convertido.

-¿Qué hay de nuestros sirvientes? -pregunté a Hardestadt, recordando que había pedido a Tommaso y Paolo que se quedaran en la Posada del Cordero Rojo-. ¿Podemos regresar a la posada del Cordero Rojo a buscarles? Contar con subordinados humanos puede ser de cierta ayuda. A diferencia de nosotros, ellos sí pueden moverse bajo la luz del sol.

Cargando editor
09/02/2020, 15:50
Duquesa María Borgia

            - Ya está haciendo algo para reducir los defectos de nuestra ... inocencia como vampiros señor Hardestat, darnos la oportunidad de ganarnos respecto y experiencia colaborando para hacer justicia contra nuestra asesinos, pero además de coincidir con las oportunas dudas de Bilyana creo que sería muy útil si nos ofreciera alguna paloma mensajera entrenada o algo similar para poder avisar les a tiempo para evitar que ataquen a ese tal Japhet -.    Responde la duquesa Borgia con la diplomacia y elocuencia que su limitada experiencia en vida y sus nuevas facultades como Setita le permitan exponer sus ideas 

Cargando editor
09/02/2020, 16:56
Pietro

-Así lo haremos.-Respondió el Nosferatu con un siseo que escapaba de sus dientes torcidos.-¿Puedo quizá suplicaros que me indiquéis, si de él tenéis conocimiento, el modo en que los de mi estirpe se ocultan entre la masa?-Añado a modo de duda.-No quisiera entorpecer a los demás por culpa de mi aspecto.

Cargando editor
09/02/2020, 17:08
Anton Rossi

Y la piara de incautos con que le tocaba bregar por compañeros comenzó a parlotear después de que les hubieran dicho que  quien decidía si vivían o morían les consideraba unos necios bocazas inmaduros e incapaces... 

¿Por que no seguir pidiendo a voz en grito que los mataran? Hasta ahora no les había ido demasiado mal... solo habían matado al menos a uno de ellos por sus tonterías.

Se planteó sacar a discusión si seguirían parloteando como gallinas hasta que alguien corriera la misma puta suerte que Paolo o por el contrario se callarían la puta boca de una vez... Pero delante de Hardestat no parecía una buena idea.

Si, Sire.- Le dijo a Hardestat.

Sus ordenes eran claras y sencillas, el como llevarlas a cabo caía de su cuenta.

Cargando editor
09/02/2020, 20:50
Albert Mctagger

Albert había pasado el tiempo que pudo intentando asimilar las informaciones que compartiera el sirviente después de que habían sido liberados, todo era muy confuso y  demasiado nuevo para procesarlo adecuadamente, su condición tenía mucho que estudiar y aunque las palabras de Roderigo afirmaban que no había manera de utilizar su sangre de manera medica Albert se negaba a dejar ir esa idea, solo era cuestión de experimentar para conseguir avances, aparte si todo iba bien tendría un número ilimitado de años para hacerlo.

Tras escuchar las palabras del caudillo vampiro y su plan decidió guardar silencio aquello podía ser profundamente peligroso pero tampoco había muchas más opciones, quizás el que más preocupado tuviera que estar seria el criado, era dudable que pudiera nadie convencer a Giovanni de perdonarle la vida a aquel que era un traidor, pero tampoco tenía pensado comentarlo en aquel momento

Cargando editor
09/02/2020, 23:24
Etienne de Bourgogne

Aquella nueva existencia en las sombras no dejaba de serle familiar de alguna manera a Etienne.

Al fin y al cabo, había acudido a la llamada de Giovanni en busca de un patrón al que ofrecer su espada, y de una manera retorcida, lo había hallado.

Mostrar respeto, acatar órdenes, cumplir juramentos antiguos: nada de eso era nuevo para Etienne.

Conociendo ya lo que debía conocer, y sabiendo qué se esperaba de él, sólo restaba una cosa: el caballero hincó la rodilla en el suelo, y, sujetando la cruz de la espada con ambas manos, respondió a Hardestadt:

 - Se hará como habéis mandado, mi señor.

 

Ya tenía un señor al que servir, y una nueva posición, poco importaba que fuera buena o mala: si Dios lo quería, el caballero cumpliría su misión, o perecería en ella. Si Dios lo quería, Etienne alcanzaría su venganza.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro, se me hizo tarde.

Cargando editor
09/02/2020, 23:49
Anna Katarzyna Zaleski

Deseaba volver a una cama decente y nuestro anfitrión no hacía más que hablar, hablar y hablar sobre lo malos que eran nuestros asesinos, que jamás nos dejaría marchar salvo que acabáramos con ellos y que, para colmo de males, no éramos rivales para ellos. Resumiendo, que siempre nos tendría cogidos por el pescuezo, de ahí que optara por intentar fijarme en los mapas. Ya habíamos descubierto que Hardestadt tenía enemigos y seguramente también tendría aliados, pero no se solía mantener comercio con los enemigos, por eso aquellos mapas eran de importancia vital, a la par que una buena forma de mantenerme despierta.

- No lo atosiguéis con preguntas innecesarias. - interrumpo cuando todo parecía indicar que iba a guardar silencio - Lord Hardestadt ha dejado muy claro lo que espera de nosotros. Morir o servirle eternamente, no hay más opciones. Normal que decidieran enfrentársele.

Dicho lo cual, realizo una profunda genuflexión hacia el aludido, que casi pareciera más una mofa que un signo de respeto hacia su persona probablemente se debía a mi cansancio.

Cargando editor
10/02/2020, 00:23
Nicolae Dobrich

Escucho con atención las palabras de Hardestadt. Está claro el plan pero habrá que ver si se lo tragan. Con todo mis pensamientos derivan a otros temas.

Entonces está claro que ahora somos demonios y esta transformación lo cambia todo. La existencia será diferente pero estoy dispuesto a adaptarme. Ahora somos más resistentes y, aunque no seamos tan fuertes como aquellos que nos crearon, al menos tenemos una oportunidad de ajustar cuentas.

Nuevas habilidades, pero no las conocemos. Y, me confieso, me causa curiosidad. Así pues, será algo que tratar de que me enseñe Lord Micesyzlav ya que es el único que sé que las conoce.

Cargando editor
10/02/2020, 11:44
Luigi di verona

Se incorporó con una sensación extraña en su mente y cuerpo quedando sentado en el catre mirando sus manos. Suspiró, sentía que su cuerpo no era suyo, se sentía ajeno y extraño. Pero no tuvo mucho tiempo para reflexionar sobre ello y eso le incomodó. Otras personas convertidas seguramente tendrían largas noches de charlas en las que su nuevo señor oscuro los adoctrinaba cada uno a su estilo.

Se puso en pié y siguió a la tropa de personas que eran  hasta aquella sala. -Personas no, vástagos.  -Se corrigió a si mismo.

Hardestadt da su charla introductoria sobre que espera de nosotros, varias dudas o cuestiones le asaltan pero resulta que hay gente que piensa parecido a el. asuntos como comunicarse con Hardestadt, las tradiciones o los sirvientes humanos. Pero que Etinne hubiese aceptado a ese ser como su nuevo señor le provocó que agriase el rostro y le mirase confuso por un instante. 

- Lord ¿Se nos pudiera devolver nuestras armas?

Cargando editor
12/02/2020, 00:03
Basilio

No lo atosiguéis con preguntas innecesarias.

No creo que preguntar  la mejor manera de usar nuestras nuevas habilidades sea una perdida de tiempo ..Primero porque eso nos ayudara a ser más eficaces en nuestra misión  y segundo porque eso nos  indicara como defendernos  de nuestros creadores o de como evitar situaciones  peligrosas .Miro a Lord Hardestadt y agachando la cabeza me llevo una mano al pecho .Pero si os he importunado con mi insistencia os ruego me disculpéis  pero es solo mi afán por  eliminar a esas ratas miserables..incluso un cuchillo necesita ser afilado para poder ser útil  mi señor .

Cargando editor
12/02/2020, 01:14
Enrico di Empoli- pj muerto

Atiendo a la conversación, pero callado. Aparecemos justo donde ellos se reúnen. Eso es muy sospechoso. 

Cargando editor
12/02/2020, 10:32
Robert Popescu

Robert como era habitual permaneció en silencio. Por su mente vagaban sus propias ideas, sus propios planes. Aquellos que ahora les estaba facilitando Hardestat eran claramente el punto de partida, pero no había duda que esta nueva oportunidad que le había sido concedida debía ser aprovechada.

Quizá ahora podría acelerar su... búsqueda.

Cargando editor
12/02/2020, 11:18
Constanza de Tournai (pj muerto)

Constanza se adelanta y hace una debida reverencia. A sabiendas que debe mostrarse sumisa ante el señor del castillo.

-¿Como contactaremos con vos mi señor? Pues desconocemos como llegar a vos.

Cargando editor
14/02/2020, 01:02
Duquesa María Borgia

        - Es muy cierto y lógico lo que dice la condesa, por eso antes le he propuesto a usted Lord Hardestat la idea de la paloma amaestrada, para enviarle un mensaje para avisarle cuando sea oportuno! -    Susurra de manera respetuosa la duquesa Borgia mientras que le sonríe y asiente a Constanza por sus palabras y guarda silencio ahora si de manera mas ... discreta y paciente

Cargando editor
14/02/2020, 10:58
Constanza de Tournai (pj muerto)

Costanza miro a la duquesa con una sonrisa lobuna y respondió:

- Claro querida, pero no conozco ninguna paloma de habitos nocturnos, por muy amaestrada que esté.

Cargando editor
14/02/2020, 11:38
Bilyana Strakovski

Basta con tener un humano con nosotros que mande la paloma al amanecer digo mientras espero respuestas.