Partida Rol por web

El golpe de hacha de Bronco no logró impactar en el lobo, quien gracias a su salvaje agilidad lo esquivó sin problemas.

Un grito que rasgó el silencio de la noche y que perturbó el sueño de Jalles y de Paul les despertó de inmediato en medio del desconcierto de lo que estaría ocurriendo fuera de sus tiendas. Ambos oyeron sonido de combate y rugidos de varias bestias fuera de la tienda de campaña..... no tenian duda, les estaban atacando una manada de lobos.

Boris, por su parte, se mantuvo en un profundo sueño probablemente propiciado por el ebrio estado en el que se encontraba, ajeno a la batalla que se libraba.

En la batalla, otro de los lobos atacantes se lanzó encima de Haggar, que quedaba rodeado por un total de tres lobos. El último en incorporarse le atacó y clavó sus colmillos en el oso logrando hacer sangrar su recia y fuerte piel de oso.

Paul se levantó de un brinco al escuchar la algarabía que había en el exterior. Lo único que le dió tiempo fue a asomar la cabeza fuera de la tienda y ver como la escena se basaba en la lucha de Bronco y Haggar con un conjunto de lobos. Era verdad ..., pensó Paul recordando la escena pasada con Boris. No había tiempo para pensar en eso, decidió levantarse y actuar, ..., aunque una pequeña parte de su ser, se preguntaba si no sería otra "jugarreta" ilusoria ...

Uno de los lobos aprovechó que Haggar se hallaba hostigado para hendir su séptica y afilada colmillada en uno de sus cuartos traseros. El Oso Bramó rabioso y furibundo, mientras se retiraba a una posición más fácil de defender junto a Bronco. Por norma general, el osezno era un enamorado de la naturaleza y los animales, no solía ser un animal que buscara pelea, pero aquellos chuchos salvajes se habían sobrepasado...

Sin tiempo para mucho, Haggar se levantó sobre sus cuartos traseros. Sólo medía un metro y medio, pero ya resultaba imponente de por sí. Lanzó una dentellada sobre uno de los lobos, apresándolo entre sus poderosos colmillos y luego lo zarpeó sin piedad. Ahora llegaba el momento en el que el joven Garras de Runa, dejaba fluir su instinto animal y asesino.

Haggar rechazó a uno de esos salvajes lobos atacantes con la ferocidad que cabía esperar en un oso, logrando herirlo de gravedad. El otro lobo que aún no había actuado y se encontraba entre la cercana espesura del campamento permaneció agazapado y estremecido por la seria amenaza que el gran druida le había lanzado. No fue el caso de otro de los lobos que estaba en la refriega, que atacó sin contemplaciones al semiorco quien desvió con facilidad el mordisco que este pretendía hincarle en el cuello de un fuerte salto.

Paul se concentró rápidamente. Tenía que intentar igualar la contienda y ayudar, en la medida de lo posible, a Bronco y Haggar. La idea vino a su mente con uno de los dones que tenía implorados a Erastil. Se concentró rápidamente e invocó a un ser celestial para que les ayudase en su cometido ....

El lobo al que ataca el escarabajo de fuego queda gravemente herido, también a causa de las heridas producidas por el oso Haggar. Apenas parece sostenerse en pie.

Una algarabía de gritos sacó a Jalles del profundo sueño en el que se había sumido tan pronto como había cerrado los ojos. Después de un día agotador lo mejor era un prolongado sueño reparador.... pero al parecer algo había perturbado la quietud del campamento.

De nuevo....

Se incorporó raudamente, presto a enfrentarse a la situación que había hecho saltar la alarma... Cuando consiguió enfocar la mirada descubrió que aún era la guardia de Bronco, pues no lo escuchó roncando como un guarrino chico.... Vio que Paul se había despertado... Pero Boris ni se había inmutado, lo normal teniendo en cuenta el lamentable estado en el que se había acostado.

¿No había vivido una situación parecida hacia poco? Por supuesto, en la guardia anterior... El mal humor se hizo patente en el agotado joven.

Pero pronto descubrió que aquella vez la amenaza era real, o al menos eso creía. Y unos lobos acosaban al semiorco y a su mascota plantígrada. Se acercó raudamente al primer lobo y la cadena chasqueó buscando el cuerpo del cánido con intención de atravesarlo.... Y la punta de la cadena se clavó en el costado de la bestia arrancando pelo y carne en el proceso.

El lobo que fue víctima de la cadena de Jalles murió prácticamente despellejado ante el exótico ataque del hijo de los comerciantes Oldshield. Justo antes de morir un terrible aullido de agonía fue lo último que el lobo alcanzo a hacer, rompiendo el silencio de la noche a kilometros de distáncia. ¿Habría sido aquel aullido una llamada a otras manadas de lobos?

Por si fuera poco, las previsiones del druida semiorco acerca del tiempo no fueron erroneas, y las primeras gotas de la noche empezaron a caer sobre el campamento en medio de la refriega, gotas que empapaban al grupo como pequeñas agujas frías.

-Bronco vio cómo caía el primer lobo tras el ataque certero de Jalles. El combate, estaba declinando en favor de los Elegidos de Kessen, pero aún quedaban tres bestias con las que lidiar. Uno de los lobos ladraba amenazante a Jalles, mientras el guerrero zarandeaba sus cadenas armadas. Resultaba curioso el estilo de combate del muchacho. 

Aprovechando que no le prestaba demasiada atención, el chamán dio un paso y se enfrentó al lobo lanzado un tajo coronal, capaz de partir el tronco de un abeto, pero la lluvia comenzaba a incomodar el combate, y Bronco erró en su ataque.

- ¡¡Por las flechas del Viejo Tirador!!- exclamó el semiorco al ver como el lobo evitaba ser talado en el acto.

Tras el fallido golpe de hacha del chaman semiorco, otro de los hambrientos lobos se abalanzó sobre el mismo hincando con gran fuerza sus colmillos en el grueso brazo de Bronco y derribando al semiorco a causa del ataque. La imagen pareciera que el lobo tratara de devorar literalmente al corpulento chaman ahora que este yacía en el suelo caído.