Partida Rol por web

Dungeon World

PRIMERA SESION

Cargando editor
Cargando editor
04/06/2014, 10:01

NOTA IMPORTANTE

A partir de ahora, y en esta escena, nunca me referiré a vosotros como jugadores. Hablaré directamente a vuestros Personajes. Vosotros debeis hacer lo mismo. Para todo lo demás... la escena del campamento.

Cargando editor
04/06/2014, 10:05

Caesar, el Paladín, juraste obediencia a tu Dios, juraste seguirle por siempre, rezar en los altares de piedra que lleven su nombre y  sus simbolos, encomendaste tu alma y cuerpo a seguir el camino del bien y de la luz con la fuerza de tu fe. Tu Dios te da la fuerza, tu Dios alimenta tu espiritu. Es el fervor y la devoción la que te hace sobrevivir. Tú, a cambio, debes liberar  el camino de la luz de las sombras que se ciñen sobre él, debes llevar sus palabras y su fe a los lugares más oscuros. Aferrate a tu simbolo sagrado, sujetalo con fuerza en los momentos dificiles y cumple lo que has prometido hacer: defiende el nombre del Dios que te da la vida. Defiendelo con el acero de tu espada y hasta la ultima gota de la sangre que corre por tus venas.  Ese es el motivo, el unico motivo, por el que vives y el mejor motivo para morir

 Dime Caesar ¿Como se llama ese Dios al que sigues? ¿Qué simbolos tiene? ¿Como son sus templos? Háblame de él. 

Cargando editor
04/06/2014, 23:28
Caesar Augustus Maximus

Recargando la diestra sobre el pomo de su espada gira el rostro hacia la voz que escucha en su mente. – Prakda, dios de la justicia y la verdad- Hinchiendo su pecho de orgullo continua describiendo al que vive en su alma. –Quien muestra la verdad por medio de la espada con que resguarda a los justos y buenos- dice mostrando la cruz de gules que cuelga de su pecho. – ¡Prakda dará justicia a sus escogidos que claman por la verdad, los impíos dejaran de gozarse muy pronto!-

Cargando editor
05/06/2014, 14:56

¡Oh! ¡Sí! ¡El Gran Prakda!

Inclinate ante sus símbolos, Caesar

¡Rinde culto y pleitesía al ojo grabado en el metal que se abre paso en la oscuridad!

Hablame de tí Caesar, ¿De donde vienes? ¿Como es tu hogar? ¿Y tu familia?  ¿Por que dejaste todo eso atrás para seguir el camino de Prakda?

Cargando editor
09/06/2014, 10:00
Caesar Augustus Maximus

-¡La oscuridad no existe para quien vive en la luz, al contrario, nuestra espada corta las barreras que impiden que el justo lleve por la senda del bien a los débiles, he rendido juramento y sometido mi alma y espada a su voluntad! – Llevando su mano al lado izquierdo de su pecho añade. -¡Única que muestra la verdad a todos los cegados por la ambición, la duda, avaricia, odio o maldad!-

Al ser cuestionado sobre su origen, su rostro dibuja cierta tristeza durante un instante tan corto que es imperceptible para nadie excepto para sí mismo, el hueco de soledad que reside en su alma es apenas cubierto por su devoción a Prakda. -Provengo de la Orden del Guarnecido, con la que Prakda protege al abandonado y le provee de su fuerza para seguir adelante en el camino de la rectitud por medio de su fe y el adiestramento en las armas. Nada he dejado atrás sino la duda y el desdén, el único padre y madre es Prakda, mi familia es la orden y mi destino librar al mundo de la maldad que le sofoca, -

Notas de juego

Bueno el símbolo era la cruz de gules que es la espada, pero ok.

Cargando editor
09/06/2014, 11:17

Celion, el elfo misterioso de ojos astutos. Celion, el explorador, conocedor de los secretos de los más profundos bosques, donde los arboles crecen con esplendor en las tierras milenarias y fértiles, Celion, experto guía de los caminos angostos repletos de riesgos acechantes, Amigo de las bestias, conocedor de sus costumbres y sus peligros. 

Él conoce bien el lenguaje de la naturaleza, el sonido del viento que se arrastra entre las ramas, del agua fria fluyendo entre las rocas ásperas, de las colinas y cordilleras que se escarpan hacia el cielo gris, de los arbustos que crecen al abrigo de las ventiscas... 

Celion. Hablame de esa bestia que te acompaña. Hasblame de ese lobo. De su nombre y de como se cruzaron vuestros caminos.

Cargando editor
11/06/2014, 08:27
Celion Laudwïn

Celion se hallaba en una calma absoluta cuando una voz acudió a su cabeza. Tan solo un ligero y casi imperceptible movimiento de la cabeza podría, con suerte y mucha habilidad, percatarse de que el elfo había sentido algo. Pero no se sintió en peligro y la pregunta le trajo recuerdos lejanos. Recuerdos en los que todavía era un explorador solitario con el bosque entero como único hogar.

-Se llama Huine y no es una bestia.- Respondió con un tono suave pero tajante. -Él es mi sombra y mi compañero. Huine era todavía joven pero, al igual que yo, no tenía manada. Los dos sentimos la soledad en los ojos del otro y nos comprendimos al instante. Ambos nos alejamos de un lugar al que no pertenecíamos y cuando nuestros caminos se cruzaron nos vimos reflejados en el otro.- Las palabras fluían solas sin necesidad de ordenarlas primero. Celion encontró en Huine a un fiel compañero en el que confiar. Tras años viajando y cazando juntos, se creó un lazo de unión que juntó a ambos en una sola alma. -Yo cuido de él y él cuida de mi. Así ha sido desde que nos conocimos y así será hasta que el destino decida que es momento para separarnos.- Sentenció esperando satisfacer la curiosidad de la voz.

Cargando editor
12/06/2014, 07:36

He visto antes a lobos como a ese que llamas Huine. Animales feroces e indomables descendientes de una raza tan antigua como este mundo. Esos lobos proceden de Erbaryom, el gran bosque negro que se extiende más allá de las montañas azules conocidas por los humanos como Bal-Sagoth, la tierra de los Reyes Gusanos. Un lugar perdido, un lugar al que solo unos pocos se atreverían a internarse. Hablame de tu tierra. Cuentame sobre Erbaryom. He oido que sol se vuelve purpura en el atardecer de algunos días de verano, que existen templos perdidos que han sido devorados por la espesura, templos dedicados a dioses antiguos y paganos, templos de formas extrañas y columnas con grabados que nadie entiende, y he oido hablar de los barrancos donde viven Los Reyes Gusanos, dime ¿Es verdad en lo más profundo del gran bosque hay simas tan profundas que llegan hasta el mismisimo corazón de este mundo? ¿Es cierto que habitan allí esas criaturas terribles? 

Cargando editor
14/06/2014, 15:05
Celion Laudwïn

En el rostro de Celion se dibujó una leve sonrisa escuchar el nombre de los bosques en los que creció y aprendió todo lo que sabe. -Has oído bien.- Respondió a la voz. -Los bosques de Erbaryom se extienden hasta el infinito y ocultan parajes tan solo descritos en las leyendas más antiguas. Increíbles criaturas habitan entre sus árboles y por entre sus raíces. Sin duda es un lugar peligroso para quien no sabe como moverse.- Sin duda hablaba como la voz de la experiencia. Toda su vida ha pasado viajando y explorando aquellos indómitos bosques en la compañía de Huine.

Recordaba con detalle cada rincón y el rememorar sus numerosas travesías, la información tan solo acudía a su cabeza de manera inconsciente. -Esas ruinas que dices pertenecen a civilizaciones ya olvidadas que cometieron el error de dejarse llevar por la vanidad. Pero ahora el bosque ha reclamado el territorio que anteriormente le fue arrebatado. En estos lugares habitan las criaturas más terribles... Los llamamos los Guardianes, pues existe la creencia de que están allí para evitar que el egoísmo y la ambición vuelvan a dominar esos territorios.- Una sombra cruzó la mirada de Celion y su expresión se tornó seria. -Los Reyes Gusanos son vestigios de alguna de estas civilizaciones que han conseguido prosperar en los lugares más recónditos del bosque y... mi clan... mi antiguo clan, entró en su mismo juego para enfrentarlos. 'Combatir el fuego con fuego'. Así es como lo justifican algunos...- El elfo bajó su mirada con un aire apesumbrado. No se arrepentía de las decisiones que había tomado, pero todavía recordaba con nostalgia a algunas de los compañeros que había dejado atrás.

Cargando editor
16/06/2014, 17:54

Lo veo en tus ojos Celion, veo los vestigios de un fuego pasado que aun arde dentro de tí, dime, tú que has combatido el fuego con el fuego, tu que eres protector, guardian de los territorios de  Erbaryom, dime explorador ¿Tienes alguna marca de esos enfrentamientos? ¿Alguna cicatriz profunda? ¿Algo ha marcado tu alma para siempre? No hace falta que los demás lo sepan. Dimelo en voz baja. Será nuestro secreto. 

Cargando editor
16/06/2014, 18:01

Dime si hay algo que te haya marcado, una sombra en tu alma, algo que sucedió hace mucho tiempo y que en las noches frías se aparece para atormentarte en tus sueños. Ten en cuenta, Explorador, que todo mal tiene un lado bueno y que si un mal asola tu corazon, yo te bendeciré con algun bien. 

Cargando editor
18/06/2014, 02:37
Celion Laudwïn
Sólo para el director

Celión bajó la mirada ante la pregunta de aquella voz. Sacar aquel tema a relucir no hacía más que traer amargos recuerdos a la mente del elfo. Pero había algo en aquella voz que parecía prometerle cierto alivio a su atormentada alma si decidía compartir la carga de su pasado. -Fue... fue hace ya mucho tiempo... tanto que casi no merece la pena ni hacerlo resurgir de la oscuridad de mis recuerdos...- Dice con voz apesadumbrada. Pero en su interior nota una sensación desgarradora que le exige enfrentar aquellos hechos.

-Yo pertenecía al clan de los Úmanyar. Nuestras gentes vivían en sintonía con el bosque y la naturaleza; protegiéndolos siempre respetando el ciclo de la vida.- Comenzó a relatar el elfo. Su tono de voz se volvía melancólico acompañado en ocasiones por una pizca de tristeza. -Entonces fue cuando llegaron a los que más tarde conocimos por el nombre de los Reyes Gusanos.- Una sombra cruzó repentinamente el rostro de Celion. Y donde antes había una voz de añoranza, ahora se hallaba un tono frío y grave. -Surgieron de las montañas arrasando con la frontera del bosque y saqueando tierras que no hacían más que vivir en paz. Nuestro clan era poderoso, pero de alguna manera esta civilización caída en desgracia eran capaces de mantener la lucha e incluso de robarnos la victoria con artilugios desconocidos para nosotros.- Pronunciar cada una de las palabras suponía un esfuerzo tremendo pero, de alguna manera, al compartir este dolor; el elfo parecía sentir una sensación de ligereza a medida que sacaba afuera sus propios fantasmas del pasado. -Hasta que un día ocurrió lo que algunos llamaron en su momento un golpe de suerte. Uno de nuestros exploradores había conseguido unos planos de los temibles y desconocidos artilugios que los Reyes Gusanos utilizaban. Esos documentos se estudiaron y se llevaron a la práctica tratando de adapatarlos. Y por un momento todo fue bien, pero... algo sucedió en nuestro señor del clan. La ventaja que suponían aquellas armas infló de manera desmedida la ambición y el ansia de poder de Eldörian.- Celión se quedó en silencio unos instantes en los que duras imágenes se reproducían en su mente. Recordaba el fuego, los gritos... la muerte. Pero hizo un ejercicio de voluntad y continuó hablando. -Nuestro poblado comenzó a transformase. Se levantaron murallas, se talaron árboles y se despejaron grandes superficies del bosque con el objetivo de reforzarnos, de obtener el poder con el que enfrentar a los Reyes Gusanos. Yo... yo sentía que todo aquello estaba mal. Que estábamos traicionando a nuestra tierra. Pero no hice nada... Y la confianza de Eldörian no hacía más que aumentar hasta creerse invencible. Pero todo este tiempos e transformación de nuestras tierras no era si no la calma que precede a la tempestad. La temible batalla que condenó a mi pueblo.- Una lágrima furtiva se escapó cruzando el rostro del elfo para caer solitaria al suelo. -Todo lo que hicimos fue emular a nuestro enemigo sin sabe que pare ello estábamos sacrificando nuestra mejor arma. El bosque que nos daba cobijo y nos daba sustento era lo que nos ayudaba a frenarlos antaño y lo que impedía que los Reyes Gusanos se extendiesen a sus anchas. Pero al entrar en su juego, pagamos un alto precio pues ellos contaban con el grado de la experiencia y...- Su voz se entrecortó, pero enseguida tragó saliva y endureció su mirada. -Nos masacraron.- Concluyó tajantemente. -Y solo quedé yo como testimonio de tal tragedia. Esa es mi maldición y mi carga. Si me hubiese mantenido firme y hubiese expresado mis inquietudes, quizás... pero ya es tarde. Vivo cada día con este recuerdo. Y por eso dedico mi vida a patrullar y proteger los bosques. Porque no pienso permitir revivir una tragedia así. Ésta es mi penitencia y mi condena.- La mirada de Celion por fin miró al frente cargada de determinación y de una dureza que tan solo una experiencia realmente dura puede proporcionar. Aunque, para un ojo experto y entrenado, alguien podría notar un brillo en la mirada del elfo. Un brillo de esperanza que algún día le prometería conciliarse por fin con su pasado.

Cargando editor
18/06/2014, 09:42

Sibel, la magia emana de ti druida. Puedo sentirla. Puedo verla fluir salvaje en tus ojos. Los espiritus de los grandes bosques viven dentro de ti. ¡Ah! Reconozco a los de tu clase. Los Druidas del Gran Bosque de Khatar. El bosque que se extiende salvaje al sur de las montañas azules y que, por ahora, se ha mantenido libre de la influencia de los Reyes Gusano. Más al norte. Más allá de las montañas escarpadas y siempre nevadas, se extiende lo que vosotros los humanos conoceis como Bal-Sagoth. El Gran Bosque Negro. Terribles sombras se proyectan desde allí pero Halwyr, háblame de tu tierra. Hablame de los bosques de Khatar. De sus gentes. Hablame de como Los Druidas unieron sus destinos con el de las bestias y animales

 

Notas de juego

Bien. Estoy haciendo un mapita pero hasta que lo acabe: al norte esta el Bosque Negro (Bal-Sagoth para los humanos y Erbaryom para los elfos que son la raza que vive allí) y al sur el Bosque de Khatar. En esencia son el mismo bosque aunque separado por las Montañas Azules que han servido para mantener aislados a los Reyes Gusanos de la tierra de los hombres.

Cargando editor
18/06/2014, 21:25
Síbel Ilurr

-El Gran Bosque de Khatar es el dominio de La Diosa y el gobierno supremo de El Dios. Los Druidas de Khatar servimos a estas Deidades, y practicamos la magia que existe en nuestro interior para el bien de todas las criaturas y la Naturaleza, que son la belleza y la perfección del cuerpo de la Diosa. Para llevar a cabo nuestra labor de bendición, consejo y ayuda para toda la tierra, usamos con el Permiso de la Diosa los elementos sagrados: tierra, agua, fuego y aire, y el quinto elemento que es nuestro Espíritu o la Magia. Todos estos principios residen en mayor o menor cantidad en las criaturas y estructuras de La Diosa, y nos valemos así de la magia que poseen las plantas, los árboles, y todo lo que debe ser usado para bendecir a los humanos y, por ende, al Dios y a la Diosa.

Entonces sonrío melancólico recordando los maravillosos principios éticos de nuestra Religión, y el Gobierno de Khatar.

-Khatar no está dispuesto a resignarse a los Demonios de La Devastación, que se disfrazan de progreso técnico y avances tecnológicos. Khatar y sus hijos defenderemos aun a costa de nuestra propia sangre, la Vida y la Magia, y seguiremos haciendo el Bien para todos los hijos de La Diosa y toda la Naturaleza...

Cargando editor
19/06/2014, 21:19

No es la primera vez que oigo acerca de esto, Síbel. No es la primera vez que escucho hablar de los rumores de aquellos que sirven retorcidamente a los  caminos del progreso. No. No es la primera vez que oigo sobre los Caballeros de Kennedril. La orden de caballeros templarios dirigidas por Grogan Dal, sumo sacerdote y brujo, que tala arboles día y noche para construir sus fuertes y atalayas que sujeten los mastiles con sus estandartes,  que quema bosques para convertirlos en pastos para alimentar a sus vacas,  que destruye los cursos de los rios en busca de oro y metales preciosos...

Grogan Dal y sus  fieles, terribles y depravados guerreros conjurados que practican rituales de sangre y sacrificios humanos, y que rinden remota y antigua pleitesía a los Demonios de La Devastación, ellos  extienden sus tentaculos de poder y corrupción desde los muros de la ciudad gris de Lossar, Ellos son conocidos por los elfos de Bal-Sagoth y por los humanos de Khatar como La Ruina. 

 

Cargando editor
19/06/2014, 21:42

Veo en ti el odio creciente de tu alma, Sibel. Siento el calor de la venganza que asoma por tu ojos. Dime Síbel ¿Que te han hecho Caballeros de Kennedril? ¿Que te han hecho para que tu alma alimente tanto odio y deseo de venganza?

Cargando editor
20/06/2014, 00:11
Síbel Ilurr

-¡La Ruina! ¡La maldita y sucia Ruina, y la escoria de Dal!

Bajo la mirada al suelo acallando la ira, y dando paso a la suma tristeza... Yo, Síbel Ilurr, tengo sangre élfica y sangre humana... La amistad entre los dos pueblos era magnífica...

-Bal-Saggoth y Khatar mantenían relaciones comerciales, sociales y de tradiciones profundas y estrechas desde tiempos inmemoriales... Los elfos y los humanos convivíamos en absoluta comunión sirviendo a La Naturaleza. Éramos como un sólo pueblo. Un día... aquel que Dal cumplía ciento sesenta años, las Montañas Azules empezaron a derretirse con el mayor deshielo que jamás vio nuestro mundo. Bal-Saggoth y Khatar quedaron separados por lo que durante diez años fue conocido por El Gran Mar, los restos de las Montañas Azules y sus glaciares. El Paso Santo, un gigante paso con ciudades y ferias, y lleno de vida, que conectaba ambas regiones, se extinguió por la inundación, y Bal-Saggoth y Khatar no pudieron comunicarse jamás.                                              Este acontecimiento histórico transformó las relaciones entre elfos y humanos causando una gran pena en los dos pueblos. Pasada aquella terrible década de sufrimiento, pudimos remontar nuestras vidas y los humanos huimos al sur, hasta llegar a lo que hoy es El Gran Bosque. Lo bautizamos con nuestra marca humana, Khatar, el nombre de nuestra sepultada antigua ciudad. Dal cumplía aquel año ciento setenta años...

-Druidas, profetas y otros servidores humanos auguraron bajo la guía de La Diosa, un gran peligro de muerte y destrucción que vendría de El Gran Mar, que volvería a surgir como Las Montañas Azules. En efecto... pocos meses después de estas profecías, Las Montañas Azules resurgieron, pero esta vez fue con un aura de peligro y muerte, de caos y de maleficio... Y el Paso Santo, obviamente, ya no conectaba elfos y humanos. Durante los diez años de existencia de aquel mar de desolación azul, Dal estaba reclutando hombres y creando un ejército poderoso, Los Caballeros de Kennedril. Los elfos permitieron a Dal este reclutamiento... ¡Los elfos nos traicionaron! ¡Abandonaron al Dios y a La Diosa, a la Naturaleza y a los Humanos! ¡Se convirtieron a esa secta de sanguinarios y  bárbaros decadentes! Ellos defienden que sólo 'modernizaron' sus costumbres, y en aquel tiempo 'simplemente' cedieron la Magia de los Árboles a los ejércitos de Dal.

-Aun con esto, no son los elfos los culpables... Dal los amenazó con la aniquilación si no era cedida la Magia de los Árboles. Esta magia es un poder antiguo que poseían los elfos. Dal y sus filas oscuras, y su nueva religión atroz, tomaron la Magia de los Árboles... y por ello, tras la gran Ola de Calor que derritió las Montañas Azules, pudieron erigirlas de nuevo. Sólo La Diosa sabe qué oscuridades arden inmorales en esas cimas que ya no son lo que eran... ¡Cuán débiles se mostraron los elfos con Dal! ¡Antes morir que perder la vida!

-Para este entonces, Las Montañas Azules volvían a existir, y muchos mensajeros humanos entablaron comunicación con los elfos que volvían a ser libres tras encarnizadas batallas contra Dal. Supimos así que los elfos precisaron de nuestra ayuda... pero no pudieron acudir a nosotros por El Gran Mar... es por eso que Dal provocó la Ola de Calor con sus magos oscuros: para que los elfos cedieran la Magia de los Árboles a sus huestes, sin poder resistirse y sin poder contar con la ayuda de los humanos.

-Las batallas de los elfos contra Dal obligaron a este último a salir de las tierras élficas, y a instaurar un nuevo Gobierno Oscuro en la maliciosa Lossar. La Magia de los Árboles volvió a manos élficas y seguras... pero el poder ya había sido usado para sus fines, y Dal ya maquinaba planes que nadie conoce, en las cimas de las Montañas Azules. No sé para qué querían La Magia de los Árboles.

-Esta historia trágica rompió los lazos entre elfos y humanos. Los elfos nos culpan de su crisis y su guerra antigua con Dal, porque no acudimos a su llamada. Pero no fue nuestra culpa. Esa llamada no llegó a nuestros oídos. Mi padre era elfo, y mi madre era humana. Los dos murieron en la Inundación...

-Juro por La Diosa acabar con la vida impura de Dal, y luchar y dar hasta la última gota de mi sangre de Druida Humano para derrocar a Los Caballeros de Kennedril.

 

Cargando editor
23/06/2014, 13:24

Los Magos Oscuros

He visto la oscuridad brotando de las grutas de cal y granito. He contemplado la niebla y el humo ciego arrastrandose entre el bosque sagrado. La he visto trepando por los estratos del relieve calcareo de las montañas azules. He visto como el mismisimo pulso de la brisa se detenia ante el muro de sus voces torcidas y crudas, como la lluvia cesaba ante sus cánticos arcanos y  ciegos. He escuchado como los Magos Oscuros conspiraban desnudos bajo las bóvedas de templos subterraneos, y como de los altares  de sus bocas podridas brotaba la oscuridad , que es azufre y desolación, que es locura y sangre, que es plaga y ruina.

Extracto de Cronica de Galardriem el elfo explorador, nacido en los Bosques de Erbaryom, antes del deshielo, antes del Gran Mar, antes de la pérdida de El Paso Santo, antes del reclutamiento de Los Caballeros de Kennedril.

 

Cargando editor
24/06/2014, 22:24

En los tiempos a los que solo la memoria preterita se remonta,  las torres de los hechiceros se elevaban hacia los cielos escarlatas, y ondeaban en sus mastiles los estandartes de La Orden del Ojo de Cormyr. La antigua y arcana orden hermetica y mágica. Tras sus muros, sus almenas y subterraneos de estas torres, los magos consagrados estudiaban el poder de la magia y acumulaban sus secretos en bibliotecas gigantecas. 

Pero el Gran Mar lo arrstró todo y tambien las torres y el esplendor de La Orden. Hoy las sombras de los ultimos magos se escabullen huidizas entre las ruinas perdidas de aquellos templos mágicos, entre las  leyendas y los susurros, entre las mentiras y supersticiones.

Halwyr tu eres uno de esos magos. Condenado a vivir en el silencio del que se esconde, del que huye, perseguido por los magos oscuros y sus seguidores, acosado por Los Caballeros de Kennedril. Hoy, Halwyr, solo eres una sombra de lo que deberías ser.

¡Escucha Halwyr! ¡Escucha bien! Porque tu vida depende de ello.

Sus seguidores están en todos sitios y sus ojos lo ven todo y sus oidos lo escuchan todo. Y acechan y esperan pacientes susurrando en las noches frías con sus dientes afilados y el acero de sus armas brillando bajo las lunas rojas. ¡Escucha Halwyr porque no hay cosa que más deseen que verte muerto!